Después de la detención de Alfonso Grau, número dos de Rita Barberá en el ayuntamiento de Valencia, durante la Operación Taula, el PP actual es el resultado de una de estas dos historias: o la del partido en la que sus principales líderes (la propia Barberá, Esperanza Aguirre, el mismísimo Mariano Rajoy) han sido engañados por colaboradores cercanos. O la de un partido en el que sus principales líderes (los mencionados, en primera línea del PP durante décadas) decidían mirar para otro lado.
El diccionario de la vergüenza
Antón Damborenea decía este fin de semana que estaba “hasta los cojones” de la corrupción en el PP, como si el tema no fuese con él, como si unos pocos se hubieran aprovechado de un partido inmaculado y bienintencionado. Pero volvamos a Valencia, el modelo que tenía que seguir todo el PP según Mariano Rajoy: en El Español rescataban ayer su “diccionario para no perderse en la corrupción valenciana del PP” con casi una veintena de entradas. En el PP vasco estarán hasta los cojones, pero en el PP valenciano están hasta el cuello.
El zorro, a cuidar gallinas
De Valencia a Madrid. Del digital de Pedro J. Ramírez al de Eduardo Inda. Copio y pego lo que hemos leído en OK Diario: “El nuevo número 2 del PP de Madrid, Juan Carlos Vera, recibió personalmente de manos de Francisco Correa 60.000 euros como compensación por contratar a las empresas de la red Gürtel la organización de eventos de las campañas electorales del partido (…) ‘Para no dar cante, dame los 60.000 euros en cash’, son las palabras que habría utilizado al pactar la operación el actual secretario general de la gestora del PP de Madrid”.
La ronda la pagaban todos los madrileños
Ya es doloroso saber que parte de los posibles sobrecostes de una obra pública iban directamente a pagar al conseguidor de turno, generalmente del PP, para disgusto de Damborenea. Pero en El Plural vemos cómo el PP habría infringido un perjuicio directo a la ciudadanía de la comunidad de Madrid: “La Guardia Civil considera que además de comisiones, el PP podría haber realizado ‘fiestas, eventos y comidas’ de partido con ‘cargo al presupuesto de las fiestas municipales’. Por pagar, Waiter Music incluso costeó el ‘cumpleaños de la hija del alcalde’ de Valdemoro”.
El dinero se lo llevan los ricos
Para terminar esta columna que tendría que hacer que más de uno y una se sonrojase en vez de sacar a pasear un dedo acusador ridículo, les traigo el extenso relato de Contexto sobre cómo Juan Miguel Villar Mir lleva amasando su fortuna desde la dictadura de Franco gracias a su buena relación con el poder, y especialmente con el PP. Durante esta crisis que nos ha machacado a todos, este constructor ha triplicado su fortuna… pero también ha multiplicado las sospechas sobre su figura: su nombre aparece en varias operaciones abiertas contra el PP por corrupción, incluida la de Urdangarín.