Todos estamos hartos

Soy consciente de que llevo varias semanas escribiendo cabreado. Y sé que eso no es bueno. Como me dijo en una entrevista Gari, el músico: “Si cantas a cara de perro se te queda cara de perro”. Pero si todos estamos hartos, creo que los que nos vemos obligados a leer lo que pasa y lo que dicen, podemos declararnos en rebeldía. Con tanta presión personal y profesional, entiendo que la televisión pública de Bélgica haya decidido limitar el tiempo que dedican al coronavirus en los informativos: un 50% del total. Así no pasarán desapercibidas otras noticias graves y los informadores u opinadores descansaremos.

Por ejemplo, las pensiones

Me temo que detrás de la cortina del coronavirus este gobierno español, el superprogre, va a seguir apañando las pensiones como todos los anteriores: en El Blog Salmón explican cómo los recortes a las más altas, supuestamente para subir las más bajas, están acabando en un sistema de pensiones mínimas pero, eso sí, más parecidas entre ellas. Solo quien pueda completarlas con planes privados podrá disfrutar de una jubilación más holgada. Este sistema es más barato para el Estado y, sobre el papel, es muy fácil de justificar desde posiciones progresistas, pero a los futuros pensionistas nos tritura.

La derecha muy derecha

Sigo sin entender las peleas en las que se mete el PP contra Vox por el votante de extrema derecha. Ya sé que no es así de sencillo pero, básicamente, el voto del PP que se fue a Ciudadanos ahora se divide, gracias al populismo de Rivera y una agenda mediática vergonzante, entre los extremados y los que regresan a la casa pepera. Pero en vez de estar cada uno en una orilla, los dos se meten en la derecha y río arriba: “El PP elige jefe de campaña en Cataluña al concejal que se negó a casar a homosexuales” (Vozpópuli). La declaración de intenciones de los de Casado es bastante elocuente. De esa base, su castillo.

Hablando de “los medios”

Es cierto: “Los medios” tenemos mucha parte de culpa del ascenso de la extrema derecha en todo el mundo porque les hemos regalado la agenda con temas escandalosos y enfoques populistas. Internet y los sueldos bajos nos han vuelto cómodos y acríticos, y por eso nos la cuelan más fácilmente. Por ejemplo: dejamos que empresas cuyas audiencias no son auditadas, como Netflix, nos vayan colocando sus “series más vistas” sin que sepamos realmente si lo son. Y de audiencias, datos de difusión y usuarios únicos a la web, sabemos lo suficiente como para que Netflix nos venda publicidad sin pagar.

¡Y hablemos del Athletic!

Si hemos hablado en esta columna del Athletic cuando el equipo jugaba mal y no lograba resultados es justo que lo hagamos ahora que compite, gana, pasa eliminatorias y levanta títulos, ¿no? Durante la última victoria liguera, Roger Álvarez tuiteaba: “No recuerdo haber tenido tantos datos positivos para tuitear desde hace tiempo. No sé ni por dónde empezar”. Entre aquella goleada y el partido de hoy contra el Barça, hemos pasado a cuartos de final de la Copa. Las derrotas llegarán, lo sé, pero como me decía una buena amiga: preocúpate solo de lo bueno, que lo malo viene sin que lo llames.

Le da tiempo a todo

Saco adelante con dificultades mi trabajo y la parte que me toca en el cuidado de mis hijos y las tareas de casa, sin tiempo apenas para ver a mi ama y mi hermana, ni mucho menos a mis amigos… Y asisto atónito cómo a otros les da tiempo a todo y a más: “Pablo Iglesias lanza otra purga en Valencia”, según Vozpópuli. El objetivo, el de siempre: “Arrasar a los críticos”, pero esta vez “tiene como aliado también a José Luis Ábalos, quien aspira a debilitar a Ximo Puig para controlar el PSPV”. A estas alturas, el “juego de tronos” permanente de los de Podemos empezaría a aburrirme… Si saliese de mi asombro.

Giaruta, a por otro carné

Juan Carlos Girauta está más cerca que nunca de ampliar su colección de afiliaciones a partidos políticos: Macarena Olona le ha echado los tejos políticos y el exdiputado, claro, se ha dejado querer, como ha hecho siempre. Empezó en el PSOE, pasó por el PP y vivió sus mejores días como electo en Ciudadanos… De momento: nadie sabe qué le puede esperar si entra en Vox. ¿Cómo puede alguien hacer ese recorrido político? Esa pregunta tiene una respuesta muy compleja y otra muy simple, y como yo siempre he sido muy fan de Guillermo de Ockham, sobre todo, en su fase navajera, elijo la sencilla.

En Israel van muy bien… Y muy mal

La estrategia de vacunación de Israel, que empieza por pagar más por cada dosis para ser los primeros en recibirlas, está siendo un éxito: van mejor que ningún otro país… Y al mismo tiempo los datos de propagación de la epidemia siguen siendo graves. Lo que sucede en Israel es solo el trailer de la película que veremos y viviremos aquí: la relajación de la ciudadanía (el Estado mantiene unas medidas severas) ante la perspectiva de mejora provoca que, sobre todo entre los más jóvenes, el virus siga extendiéndose, incluso con los peores números desde el principio de la pandemia. Pero su situación sigue siendo la mejor.

Nosotros, también

Lo peor de la pandemia está por llegar por el simple hecho de que estamos más cansados que nunca y, como era esperable desde el principio de la misma, el virus ha mutado y, aunque no se ha vuelto más letal, sí se propaga más rápidamente. Así que vamos a necesitar una dosis extra de paciencia y optimismo, y nos queda muy poco de las dos cosas a todos, para llegar hasta el final sanos y salvos… También mentalmente. “Otro efecto secundario del coronavirus es que te agria el carácter, incluso aunque no lo pases”, leía durante el fin de semana en Twitter mientras pensaba que yo también estaba sufriéndolo.

Hoy vuelve la normalidad… Al fútbol

Después de el partido de debut contra el Barcelona, una semifinal y una final, y una ronda de Copa que nos daba mucho miedo a todos, el Athletic por fin vuelve a la normalidad de la liga. A partir de ahora veremos al equipo de Marcelino de verdad, no al extramotivado por los partidos a vida o muerte. Pero las semanas que hemos pasado no se nos deben olvidar. Tampoco a otros: Santi Segurola ponía en valor la supercopa del Athletic para el fútbol en general porque servía para recordar a los gestores y los seguidores de los grandes equipos de qué va este deporte y que no todo es industria.

Un día para celebrarlo

Esta semana puede haber un cierre perimetral en Bilbao, las cifras de contagios y fallecidos son terroríficas, muchos periodistas han decidido que hay que dedicar tiempo y espacio al desánimo y la ciudadanía está cansada. Todo esto es cierto. Pero también lo es que en medio de tantas malas noticias los aficionados del Athletic de Bilbao recibimos el domingo una muy buena: nuestro equipo ganó la Supercopa merecidamente después de eliminar al Real Madrid y vencer al Barcelona. José Manuel Monje lo expresaba en Twitter mejor que yo: “¡No hay nada mejor que ser del Athletic! ¡Joder, qué alegría!”.

Supercampeones

La foto en el Facebook del Athletic en la que aparecen Williams, Villalibre y De Marcos es una imagen muy importante para quienes somos del Athletic: dos canteranos y el hijo del fundador de una peña en Rioja Alavesa posan con la Supercopa. Fueron los tres goleadores en la final. Otro gran protagonista fue el capitán, Iker Muniain, que dio dos goles y que, además, firmó el primer contrato sin cláusula de rescisión en el Club, como muestra de fidelidad y agradecimiento. En esto consiste la filosofía, en esforzarte para triunfar en el equipo que has amado desde niño. Y quien no esté convencido que se vaya.

Más estrellas como las del Athletic

El fútbol saca mi parte más emocional (y la más irracional), pero también me gustan los análisis técnicos, su utilidad para explicar fenómenos sociológicos y las historias que hay detrás de jugadores o entrenadores. Lo amo, lo consumo y lo conozco bien. Por eso sé que, si tengo que elegir, me quedo con jugadores como los nuestros, como Villalibre (solo es un ejemplo, podría poner cualquiera de la plantilla), que sale del banquillo, marca el empate sobre la bocina, pelea contra Messi y anima la celebración con su trompeta sin importarle si falla en alguna nota. Ese es el fútbol que yo quiero. Y es el de mi equipo.

Un Athletic campeón

La Supercopa del 2015 y la del domingo pasado puede parecer poco botín, pero muchos clubes y muchísimos aficionados se cambiarían por nosotros solo para tener un lunes como el de ayer. Por el camino, un buen puñado de finales, y partidos, goles y jugadores que quedarán en el recuerdo no solo del Athletic, sino también del fútbol. Sí, somos un Club competitivo capaz de ganar a los mejores. Lo éramos también hace un mes, por cierto. Pero lo mejor, como tiene que ser, está por venir: entre la riada de tuits de estos días no recuerdo quién escribió que el domingo también empezamos a ganar la final de abril.

Rompemos moldes

En resumen, que el Athletic saca el hoolilgan que habita en mí y me anima a permitirme licencias como esta columna en una semana que ha empezado convulsa. El Athletic me emociona como pocas cosas y me hace sentirme orgulloso y afortunado de lo que soy: aficionado de un club único que, en cierto modo, vandaliza el fútbol desde su orden, que no encaja en las piezas que hacen girar la industria que ha abrazado a este deporte como un oso. Importa ganar, es innegable, pero importa más hacerlo a tu manera, siendo fiel a ti mismo, a aquellos con los que convives y a lo que has creado con pasión.

Después de Olentzero y Mari Domingi…

Después del vídeo en las redes sociales en el que se veía a Olentzero y Mari Domingi afiliarse a Bildu, la campaña de captación pasa ahora por las cárceles: Arnaldo Otegi ha enviado una serie de cartas a los presos de ETA para instar “a que se hagan militantes de la coalición” (El Independiente). La noticia me ha recordado la aseveración de Groucho Marx de que no sería socio de un club que le admitiese como socio, y me he preguntado si tendrán dudas quienes sí son socios e incluso representantes de ese colectivo que no es precisamente heterogéneo ni mucho menos cómico. ¿O todo vale por el escaño?

El rastro del dinero de Juan Carlos I

Me da pena que no haya sido un periodista el que haya difundido lo que ha hecho público Jaime Gómez-Obregón: este ingeniero ha creado un programa para ir archivando todo lo relacionado con “el rastro de los 100 millones de dólares que el Rey Juan Carlos recibió de Abdullah bin Abdulaziz”. Su trabajo no ha concluido y lo están financiando pequeños contribuyentes anónimos. De momento, lo que está claro es que tanto Juan Carlos I como Corinna Larsen pusieron mucho empeño, en forma de tramas societarias, para ocultar los movimientos y las consecuencias fiscales del dinero.

Todos menos Iglesias tenemos la culpa

Tuiteaba Juan Soto Ivars que el titular de Vertele significaba que Pablo Iglesias creía que el poder que iba a tener en el gobierno era de otro tipo: “Me he dado cuenta de que estar en el gobierno no es estar en el poder”. Yo creo que simplemente el líder de Podemos echa balones fuera. Mi lectura es mucho más mundana, lo sé. En cualquier caso, está claro que Iglesias se apresura a ponerse parches mucho antes de empezar a pelear y que salgan las heridas. El ejecutivo es un poder muy complejo, y me sorprende que un politólogo como él, que tantas lecciones gratis ha dado, no lo supiera antes de alcanzarlo.

Mucho más realista

Este otro titular en El Nacional es mucho más realista: “Ningún país ha llegado a la independencia con el 50% en contra”. Lo dice Oriol Junqueras en la semana en la que hemos visto en números el resultado del desgaste del proceso independentista catalán. Empecemos por el principio: la independencia hoy es una quimera. La lucha tiene que ser por un estado integrado en Europa interrelacionado con su entorno pero completamente autónomo. Y sigamos por el final: solo se conseguirá ganando a cada persona para la causa. Una a una. En medio, las formas: ni de golpe ni con golpes será posible.

Fe absoluta

Me hago viejo y cada vez más me refugio en la religión: me entrego a San Mamés y acudo a la catedral siempre que una pandemia mundial no me lo impida. Y allí, sentado, vivo una comunión con mis hermanos de iglesia, me emociono, sufro catarsis y hasta recibo alguna hostia. Mis mesías son Iker e Iñaki. Digan lo que digan los fariseos. Y si este último me manda leer la Biblia, lo hago: “Samuel 17:1-54. Fe”. Eso tuiteó Williams después del milagro del viernes que me hizo levitar, y corresponde al pasaje en el que David vence a Goliat. Tengo fe en ti, Iñaki, y en todos los tuyos, que son los nuestros. Aupa Athletic!

El frutero no tiene la culpa

Las y los políticos de Podemos han estado siempre sobrevalorados, especialmente, por ellas y ellos mismos, y sus followers. También es cierto que las y los políticos del resto de partidos tenían una mochila de piel de frustración llena de mala prensa. Hoy, solo un año después de la toma de posesión de los primeros ministros y el vicepresidente de Podemos, todos se han igualado… Por abajo: seguro que en la cabeza de Ione Belarra sonaba espectacular la comparación que tuiteó de las eléctricas con el frutero que te estafa, pero marca su nivel junto a sus enfrentamientos públicos con la parte socialista del gobierno español.

Claro que tienen motivos

No niego que Podemos y el PSOE tengan motivos para el enfrentamiento, pero los de Iglesias ya sabían con quién pactaban: los socialistas han librado a Juan Carlos I de una comisión de investigación en el Congreso, lo que ha hecho que Podemos vuelva a cargar contra parte de su propio gobierno. Yo no tengo tan claro que esas comisiones sirvan para algo: prefiero que ese trabajo lo hagan los jueces (y si tienen que ser de fuera de España, que lo sean) o los periodistas, ya que sus efectos son mucho más importantes. Esas comisiones solo sirven para la foto… Como la que se ha hecho el PSOE, con la que le sacan chistes.

Madrid sigue colapsado

Gobernar es muy difícil. Gobernar en coalición es aún más. Gobernar durante una pandemia mundial tiene que ser dificilísimo. Y gobernar durante un temporal en plena pandemia, ya, una misión casi suicida. Así que no seré yo el que dé lecciones de gestión a nadie (me limito a describir las formas), pero sigue siendo sorprendente que Madrid siga colapsado por la nieve y que, día a día, veamos en todos los informativos (en algunos, con excesiva profusión) a la presidenta de la comunidad y al alcalde haciendo declaraciones que poco tienen que ver con la nieve y mucho con la lucha entre partidos… Y entre cabecillas del PP.

Estoy de acuerdo

El jefe de Twitter ha justificado la decisión de la empresa de echar a Donald Trump de su red social después del asalto al Capitolio… Y también después de una expulsión temporal, un anuncio de regreso y, finalmente, el baneo. Pero Jack Dorsey también es consciente de que “sienta un precedente peligroso”, como destacan en Xataka, ya que se trata de que una compañía privada limite la libertad de expresión de uno de sus usuarios arbitrariamente. Porque puedo estar de acuerdo con la decisión, pero sé que es arbitraria, como todas las que vendrán. Dorsey también cree (y yo sigo coincidiendo) que es necesaria la regulación de todas las redes que buscan promover una conversación mínimamente útil.

Es fútbol

El fútbol nos gusta porque nos emociona, y nos emociona porque logramos vivir lo inesperado: en esta Supercopa tan dirigida que Real Madrid y Barcelona fueron cabezas de serie de un torneo de cuatro equipos con la excusa de que no había campeón de Copa, se ha colado el Athletic. Y la Real Sociedad no lo hizo porque se enfrentó al mejor portero del mundo en un día inspirado. Hubiera sido un escándalo tan enorme que la revisión del VAR en el 96 acabara en penalti para el Real Madrid que se cortaron en materializarlo. Así que pueden manosear lo que quieran el fútbol, que mañana volverá a ser inesperado.