No, no nos quieren

La exclusiva de Onda Vasca sobre la denuncia de la Generalitat catalana contra las empresas vascas (y de otras comunidades) que, por fin, veían corregida la discriminación energética que sufrían, solo es una muestra de algo evidente: la animadversión de un sector importante del nacionalismo catalán a los vascos por sus logros económicos. El mismo que ahora, con el agua al cuello, pide sopitas políticas cuando no quisieron fotos con los vascos durante su “procés”.

Ibarretxe lo sabe bien

El mejor ejemplo del cinismo con el que actúan desde algunas filas catalanas los personifica el lehendakari Ibarretxe. ¿Quién le apoyó cuando fue a defender su estatuto al Congreso desde los escaños catalanes? Ahora le reciben con aplausos, se quieren sacar fotos con él y le ensalzan casi como a un visionario. Más de diez años tarde, bienvenidos a la realidad. Pero algunos tenemos memoria y sabemos qué pasó, qué dijeron y cómo actuaron: como ahora, egoístamente.

El enemigo actual, Urkullu

El actual lehendakari es también el actual enemigo: vendido como contrario al proceso catalán (cuando lo único que pide de todas las partes son garantías) es la cabeza de turco que necesitan algunos catalanes y que algunos vascos sirven en bandeja. ¿Dentro de otra década le veremos triunfar en Catalunya como hoy a Ibarretxe? Urkullu aguanta estoicamente y no se ha sumado al discurso fácil: sobre Catalunya dice la verdad. Dice lo que muchos pensamos: no van a ninguna parte.

Lo fácil lo hace cualquiera

Urkullu podía haber hecho lo fácil: sumarse a la marea catalana irresponsablemente y mirar para otro lado cuando la resaca traiga las consecuencias. Es lo que hacen en la izquierda abertzale: selfies, posados, sonrisas, tuits, frases huecas como que “los catalanes ya han ganado, pase lo que pase”. Irrealidad, en una palabra. Pero los que tragan no son los catalanes, que utilizan a su antojo a estos vascos que cargan con rufianes y esteladas para hacer de figurantes.

¿Quién gana?

¿Qué han ganado los catalanes? ¿Una sociedad más polarizada y un nacionalismo más dividido entre radicales y moderados? ¿A quién han ganado los catalanes? ¿A España, a Europa, a Euskadi? El que no ha perdido es Rajoy, que celebra que no tengamos respuestas para las preguntas anteriores mientras los catalanes averiguan qué pasará el 2 de octubre (¿otras elecciones autonómicas?) y algunos vascos aplauden a quienes quieren que sigamos pagando con recargo.

Frivolizar con una guerra civil

La moda de no vacunar a los niños solo es entendible porque las pandemias están erradicadas entre quienes tienen tiempo para informarse en Internet buscando los argumentos más enrevesados. Del mismo modo, quien frivoliza con la guerra civil ha vivido muy lejos de enfrentamientos reales. Lo hace Julian Assange, el mago blanco de ese progresismo que no distingue la izquierda de la extrema derecha, cuando habla de Catalunya con absoluta irresponsabilidad.

Delito de “apología del referéndum”

No es ninguna broma: una cuenta en Twitter del PP en Madrid argumentaba que el acto a favor del referéndum en Catalunya que iba a producirse en Madrid ha sido prohibido por hacer, precisamente, “apología de un referéndum” como si esto fuera un delito. En serio: ¿no se escuchan cuando hablan ni se leen cuando escriben? ¿No se dan cuenta del ridículo que hacen con ciertas afirmaciones como que la democracia tiene que impedir el derecho a decidir?

Hazte Oír, de utilidad pública (todavía)

Puede tener razón el ministro español de Interior cuando afirma que Hazte Oír seguirá siendo una asociación de utilidad pública porque está al corriente de todos los requerimientos administrativos y los procesos judiciales en los que está inmersa no se han resuelto. El problema, no obstante, es doble: ¿quién y por qué se declaró de utilidad pública a la extrema derecha? ¿No hay suficientes motivos extraordinarios para tomar una decisión extraordinaria?

La realidad supera la ficción

Roberto Saviano está de promoción y su trabajo es llamar nuestra atención para que hablemos de su última novela, lo sé. Pero no es menos cierto que lo que cuenta en El Confidencial anima a que le mencionemos… Y a acercarnos a su trabajo. El autor, especializado en la mafia italiana, advierte de que su texto, sobre la crueldad de las nuevas generaciones de mafiosos, es superado por la realidad, en la que los más jóvenes se muestran verdaderamente agresivos y sanguinarios.

La crisis en YouTube se estabiliza

Hace unos meses les explicábamos la crisis que estaban viviendo en YouTube algunos generadores de contenido, cuya zafiedad era al mismo tiempo reclamo para las audiencias jóvenes y rechazo para las marcas que más dinero gastan en la plataforma como anunciantes. La mayoría de youtubers, leemos ahora en Magnet, han decidido generar contenido “familiar” para no perder dinero, y otros se resignan a pasar filtros de control con los que lo pierden.

Si lo que quiere es llamar la atención…

Si lo que quiere Gabriel Rufián es llamar la atención mostrando una impresora en el Congreso para declararse culpable por votar el 1 de octubre, lo ha logrado. Yo doy toda la cobertura que busque este diputado que te sorprende la primera vez que le oyes y te cansa a partir de la segunda. Su modo de tomarse la política, a golpe de tuit para ganar notoriedad, ni es seria ni lo pretende. Pero la política sí lo es. La línea que separa lo que hace de la tontería es cada vez más fina.

Argumentos muy baratos

Ha sido muy fino El Citador (más de 36.000 seguidores en Twitter) calificando de “falacia para dummies” la afirmación de Rafael Hernando, que hacía la siguiente resta: si la manifestación de la Diada en Barcelona había reunido a un millón de personas… Los otros siete millones de catalanes se habían quedado en cada en total desacuerdo. O es un ignorante extraordinario o un manipulador muy barato. El problema, no obstante, es que haya personas capaces de creérselo.

Y ahora, ¿qué?

Llevamos un par de semanas oyendo ya el rumor de que Pablo Iglesias e Irene Montero puede que no sean ya pareja sentimental. Si se confirma, que sea para bien, pero permítanme que me pregunte, ¿qué va a pasar ahora? Tania Sánchez fue claramente defenestrada e Irene Montero ascendida en función de su relación con el líder de Podemos (dando por hecho que ambas eran personas perfectamente válidas). ¿Habrá remodelación del grupo parlamentario? ¿Y si la hay?

El iPhone loco

Más de mil euros. Para mí esa es la característica principal del nuevo iPhone: su precio desorbitado. No seré yo quien diga a los de Apple qué tienen que incluir en su dispositivo ni con qué margen de beneficio (siempre mayor que el de otras marcas) venderlo, pero me parece un despropósito. Sobre todo porque Apple sabe que marca el paso de prestaciones y desarrollos: todo ae desarrolla para esas altas prestaciones. Pero hay que poner fin a esta locura.

¿Huelga de animación?

Borja Barba acierta plenamente, en mi opinión, con su planteamiento: cuando los grupos de aficionados encargados de generar ambiente y con cierto trato de favor de las directivas deciden dejar animar ponen por delante sus intereses sobre los del equipo. Eso destapa una serie de consecuencias interesantes: ¿a qué intereses responden? ¿Qué intereses se pueden poner en un campo sobre los del equipo? ¿Puede el club apoyarles si no priorizan al equipo?

A ver si así nos enteramos

“Una familia con dos hijos se gastará unos 800 euros en la vuelta al cole y unos 4.000 euros en el rescate a la banca”, tuiteaba Anacleto Panceto que, con 96.000 seguidores y muchos años ya en Twitter, es uno de los usuarios de esta red más conocidos. A ver si con su sentencia y su alcance nos vamos enterando de que nos han robado a plena luz del día. Ya sé que la viabilidad de los bancos es imprescindible, pero nadie habló de condonación de la deuda porque sí.

La tierra quemada

No estoy en absoluto de acuerdo con las afirmaciones misterwonderfuleras de algunos líderes vascos de que, “pase lo que pase ya ha ganado Catalunya”. Nada más lejos de la realidad: la catalana es una sociedad enfadada consigo misma, dividida y vencida socialmente por España. No hay percepción de que lo que está pasando es vibrante. Al mismo tiempo, el imperio español parece atrapado en su pasado, generando un odio a Catalunya que pasará factura a toda España.

Demasiadas tonterías

Esas tonterías bonistas se dicen por si cae un puñado de votos, pero quien las dice sabe que miente. Y si no lo sabe, peor. En el otro lado del arco encontramos tonterías de igual calibre que se expresan o publican sabiendo que son mentiras. Y si no lo saben, peor, igualmente. ¿El FC Barcelona fuera de la Liga española? ¿Y el Espanyol de Barcelona? ¿Y los equipos galeses de la Premier? ¿Y el Mónaco? ¿Y la dignidad periodística e incluso humana? ¿Y el respeto a los lectores?

¡Inténtalo!

Pero el premio al rebuzno de oro se lo lleva un habitual: José Manuel García-Margallo asegura en El Imparcial que “comprender a los separatistas no es posible”. Seguro que algún cortesano dijo algo parecido cuando se independizaron Cuba y Puerto Rico de España. El exministro podría intentar hacer un ejercicio de escucha, de ponerse en la piel del otro, de abandono de prejuicios pero, claro, es un esfuerzo mayor que el de colaborar con el argumentario habitual.

Capturar el mundo

Calculo que colaboraré con unos mil disparos al 1,2 billones de fotografías que sacaremos entre todos en 2017. ¿Les parece una barbaridad? ¿Los 1,2 billones de fotos de los que hablan en Photolari o mis mil? Hagan sus cuentas: ¿cuántas veces sacan el móvil y disparan? Y si se llevan una digital de vacaciones, ¿cuántas fotos caen? El problema es que la mayoría no es consciente del número porque no revisa debidamente el material y que nos obsesiona capturar el momento.

¡Rápido, poneos a hablar de Catalunya!

El estado español tiene un problema: Catalunya sigue dando pasos hacia la independencia sin que aparentemente ninguna medida de coacción o fuerza lo haya impedido. ¿Y si prueban con la negociación? ¡Qué cosas se me ocurren! En cualquier caso, este problemón le viene muy bien al PP, que se maneja en eso de ser el garante de la unidad española, y mejor aún en tapar sus vergüenzas: “Un perito de Hacienda confirma que hubo ingresos a Bárcenas en la trama Gürtel”.

Todos deberíamos hacerlo

En El Español han publicado una pieza “descubriendo” que los políticos borran después algunos de los tuits que escriben. Especialmente lo hacen los políticos del PP y los catalanes. Y me parece bien. Tanto que es una actividad que recomiendo a todo el que tenga presencia en redes sociales: el rastro que dejamos en estas webs es importante y forma parte de nuestro “histórico” y nuestra reputación on-line (lo que encuentran los buscadores de nosotros). Cuidémoslo.

¿A quién le extraña?

En el fondo entiendo la decisión que han tomado Pablo Iglesias y Pablo Echenique, quitándose de en medio a la presidenta del tribunal interno que se oponía a los cambios estatutarios que ambos habían hecho en agosto. Los líderes de Podemos que manejan el partido con mano de hierro no han permitido que les enmienden. Cada partido se gestiona a su manera, pero luego que no nos vendan que las bases deciden: Olga Jiménez había sido elegida y defendida por la mayoría.

Juan Carlos I se lleva a sus amigas a Grecia

Sí, tiene recochineo, y muestra el tipo de persona que es Juan Carlos I, el campechano: el rey jubilado se ha llevado a su nueva amiga especial a las islas griegas y, claro, su mujer, Sofía (de Grecia), se ha enfadado. La presencia del monarca español en ese país siempre causa revuelo, e imagínense los comentarios cuando se dejó ver con Marta Gayá. Por supuesto, no crean que han cogido una oferta en un crucero, un hotelito o un Airbnb: pagamos nosotros para que ellos disfruten.

¿Y si estuviera en Tinder?

Si Juan Carlos I no hubiera sido el rey de España, ¿habría tenido tantas amigas especiales? ¿Estaríamos hablando de sus infidelidades con esta ligereza sin atender emocionalmente a su esposa? ¿Formaría parte de la mayoría que es obviada o de la minoría que se disputa el 80% de las usuarias de Tinder? Porque, según Genbeta, las mujeres son mucho más selectivas en esta plataforma de ligoteo que los hombres, que damos más “me gusta” con ligereza para ver qué pillamos.