Y ahora, ¿qué?

Iu Forn ha explicado perfectamente en su columna de El Nacional los hechos de los que acusaban a Adrià Carrasco que, finalmente, no es culpable de absolutamente nada y ha regresado a Catalunya después de haberse exiliado en Bélgica: “España vuelve a ser aquel maravilloso estado de derecho donde cualquier ciudadano puede ser acusado de terrorista sin una puta prueba, puede ir en prisión por la cara, le pueden arruinar la vida con alegría y al cabo del tiempo que se considere oportuno todo queda en nada. (…) ¿Les sucederá alguna cosa a los autores del informe que sirvió para sostener esta mandanga?”.

En Vox ya no gusta Schwarzenegger

Es fácil imaginarse a Santiago Abascal y sus imitadores disfrutando como gorrinos en un lodazal con las películas de Arnold Schwarzenegger… Hasta esta semana en la que el actor austriaco ha hablado claro en Twitter sobre Trump y los nazis. Otro mito que se les cae a los de la ultraderecha española que ya no pueden fiarse ni de un republicano en EE.UU.: el diputado de Vox por Madrid, Juan Luis Steegmann, ha sido el que más claro ha tuiteado para su parroquia, como denuncian en El Plural. “Es una comparación perversa que demuestra el daño cerebral del exceso de anabolizantes”. Así se las gastan.

¿Se puede… O se debe?

Yo reconozco que para los fachas soy muy mío. Para los de allí y para los de aquí. Nunca dejo de pensar que solo hay una manera de tratarlos: mal. Así que dudo hasta de Merkel cuando avisa de que la censura a Trump en Twitter, Facebook o Instagram es un ataque a la libertad de expresión. Simplemente porque la libertad de expresión no lo ampara todo y porque las fasicstadas no pueden ser amparadas por nada ni por nadie. Así que, desde mi rincón en el mundo, libre de fachas y sus blanqueadores, aplaudo que “Twitter suspende 70.000 cuentas con contenido de Qanon tras los altercados” (La Información).

¡Ay, el Twitter!

Estos días hemos hablado mucho de los tuits antiguos de Pablo Iglesias en los que acusaba de complicidad al gobierno español ante la subida de la factura de la luz durante una ola de frío o en los que anunciaba preguntas al ministro de Fomento de turno ante una nevada que colapsó carreteras. Pero el del bocachanclismo es un arte universal que puede practicarse en cualquier lugar del mundo y en la sede de cualquier partido político: José Luis Martínez Almeida, que pide hoy la declaración de zona catastrófica para Madrid, acusaba en 2017 a Carmena de “cachondearse” de los conductores atascados por un temporal.

Menos amarguras, por favor

Un temporal de nieve y frío es peligroso por definición. Pero los momentos de tranquilidad después de las tormentas también sirven para contemplar y fotografiar imágenes difícilmente repetibles, y más en una ciudad como Madrid, tomada siempre por los coches y la ciudadanía que va apresuradamente de un sitio a otro. Personalmente, he disfrutado mucho con las fotos y los vídeos que me han mandado amigos de allí o de más cerca, o que he visto en las redes sociales. Y me ha sorprendido la cantidad de cascarrabias (no necesariamente viejos) que han protestado por que se saquen y difundan esas imágenes.

La primera del año

Empiezo fuerte porque mis primeras líneas del año van a ser para mostrar mi desprecio por quienes nos intentaron colar el “milagro” madrileño con el que Isabel Díaz Ayuso mantenía a raya la pandemia con la hostelería abierta. Parecía que casi era una cuestión de voluntad y que cerrar bares en otras comunidades autónomas o países europeos era una decisión arbitraria. La realidad es tan cruda que hasta en El Imparcial se han rendido: “Madrid cuadruplica el número de contagios y suma 23 muertes” de un día para otro en la última semana del año. No espero rectificaciones, pero sí que algunos se escondan un rato.

No me dejan ser optimista

Aunque he intentado arrancar 2021 con optimismo la realidad me lo ha impedido. ¿Cómo? Con titulares triunfalistas como este de El Independiente (y no es el único): “La Fiscalía no ve posible imputar al Banco Santander por blanqueo”. Titulares de noticias que ya en el subtítulo esconden otra realidad: “Anticorrupción ve ‘numerosas evidencias’ de que la entidad facilitó el blanqueo a clientes del banco suizo HSBC pero destaca ‘dificultades técnicas’ y ‘ausencia de prueba directa’ para llegar a la fase de juicio, por lo que remite la investigación a la CNMV”. Los poderosos se ayudan, ¿por qué nosotros no lo hacemos?

¿El año de Catalunya?

En 2017 Catalunya pasó un Rubicón para lo bueno y para lo malo, agravado por una justicia española vengativa. 2021 puede ser otro año importante con unas elecciones a la vista y, lo más importante, mecanismos para que sus presos políticos vuelvan a sus casas. Roger Torrent, uno de los que pueden ser protagonistas en este nuevo momento alertaba recientemente en El Nacional: “Hemos pecado de exceso de gesticulación. No basta con eslóganes”, “La base no era lo bastante sólida durante esta legislatura. Si hubiéramos trabajado mejor los cimientos habríamos tenido mucho menos tiempo para pelearnos”.

Rhodes “solo” es una estrella

El de la nacionalización española de James Rhodes en plenas navidades es un tema complejo: no ha tenido que esperar como las casi 300.000 personas que sí lo hacen. También es cierto que el procedimiento, la carta de naturaleza, es el mismo que usan los futbolistas y no se monta el revuelo debido (porque esas nacionalidades, además de injustas socialmente, lo son deportivamente). Y no es menos cierto que Rhodes es una persona tan próxima a este gobierno (hasta el punto de que una ley para la protección de la infancia lleva su nombre) que el debate político sobre los privilegios está más que justificado.

Por supuesto que sí

En Pymes y Autónomos cerraban 2020 así: “Es hora de reconocer el esfuerzo de los empleados en este difícil año”. Y quien no lo haga es un desalmado porque la pandemia ha sido durísima para cualquier trabajador: quien ha mantenido su puesto de trabajo ha podido enfrentarse a ERTE, quien no sufría el ERTE ha tenido que ir a trabajar con miedo (¿cómo lo hacían en los supermercados en marzo?), y quien podía teletrabajar se ha visto atrapado en jornadas sin fin delante del ordenador y una conciliación imposible. Todas y todos, sin excepción, hemos acabado con unos niveles de estrés que hay que liberar.

Voy a intentar ser bueno

Voy a intentar ser bueno mientras escribo esta columna, dejar a un lado el amargor de los últimos meses y el cansancio acumulado durante varios años, lo prometo. Así que empezaré por Borja Barba, uno de los tuiteros más interesantes de Bilbao y que suele tener algo razonable que escribir: “No se trata de que ‘no me dejen ver a mis padres’. Se trata de que yo, en una decisión personal tan responsable como dolorosa, no quiero hacerlo. Estamos tan acostumbrados a no asumir decisiones de responsabilidad que culpamos a quien sea de una decisión que debería ser nuestra”. No puedo añadir más.

Hablemos de entretenimiento

Para no ponerme serio ni grave con los temas, voy a hablar de mi entretenimiento favorito: el fútbol. “El máximo dirigente del Real Madrid, ni corto ni perezoso, se ha quejado del trato que recibe su club durante las retransmisiones televisivas”. Esto es lo que me encuentro en El Nacional, por ejemplo. Vaya, mis intenciones eran buenas… Pero me topo con las del Real Madrid, ese equipo de la mano de Ramos que perjudicó al Eibar o del empujón de Carvajal que lo hizo al Athletic. Ese equipo en el que los jugadores hacen lo que les da la gana y su presidente, además, se queja del trato desfavorable.

Pues lo haré de la mala gente

Pues si hablando de los buenos y de los intrascendentes no me ha ido bien, probaré con los que, seguro, hoy merecen carbón del Olentzero: “Banco Santander impone a sus clientes una subida de 240 euros en comisiones” (Diario 16). No lo niego: el Santander es, con diferencia, la empresa con la que peor experiencia de cliente he tenido en toda mi vida, por eso suelo obviarlo como tema de la columna. Pero esta vez no he podido evitarlo porque yo fui uno de los muchos a los que intentaron colar la cuenta “123” con la que ahora van a meter el sablazo. Hablar de ello es mi pequeño regalo (y terapia) de Navidad.

Olentzero maitea…

Voy a pedir yo mismo a Olentzero algo: un modelo de negocio para el periodismo (sobre todo, para el escrito, que es la que más disfruto) que sirva para prestigiar a los profesionales, empezando por el sueldo. Porque si no intercede Olentzero me veo haciendo el idiota como Eduardo Inda, que pide a los lectores que se suscriban a su medio con una campaña en la que aparece con la boca tapada y las manos amarradas con cinta aislante. Es triste pedir, como yo hago a Olentzero, pero más triste es ponerse en ridículo. Por cierto: estoy seguro de que le va a ir muy bien y esa es nuestra desgracia.

Goretzka también me vale

En este contexto en el que puede que ni Olentzero nos salve de la pobreza periodística o de la de verdad, ni del coronavirus o la mala uva, ya solo me queda encomendarme a las pocas personas que hoy hacen que nos reconciliemos con el mundo: el futbolista Leon Goretzka ha criticado abiertamente al partido ultraderechista alemán, al que califica de “vergüenza”. No es la primera vez que se sitúa frente al fascismo y sus consecuencias: este mismo año recordaba las atrocidades de los campos de exterminio. Y es importante que lo haga alguien como él: popular, con la vida resuelta y muy joven. Hay esperanza.

La cruda realidad de una pandemia

Las terrazas, a rebosar; algunos camareros, con la mascarilla por debajo de la nariz; los sindicatos, intentando hacer el agosto desde marzo; la oposición a todos los gobiernos, asegurando que sabe lo que hay que hacer; nosotros, quejándonos; el personal sanitario, exhausto; y los que nos gobiernan, tomando decisiones difíciles y trabajando todos los días más de doce horas. Esta es la realidad de la pandemia, no la que queremos inventarnos. Y el titular de El Confidencial, el que más justicia hace al momento: “Europa busca blindarse ante la variante del coronavirus para evitar el colapso en Navidad”.

Que se vayan a la mierda

En esta situación a los que menos necesitamos son a los que lo veían venir, a los que llevan 10 meses asegurando que ellos ya sabían lo que había que hacer, y a los que pretenden arrimar el ascua de muertos y restricciones a su sardina (que huele mal), ya sean políticos, contertulios o periodistas que perjudican a la profesión con su lucha por que hagamos clic en su enlace con titulares escandalosos y noticias amarillas. Porque creo que detrás de las piezas sobre las alertas de los perjuicios de las vacunas que no son tal solo hay eso: el clickbait. Vamos, que el fin, como el medio, es espurio y miserable. Sin paños calientes.

Pues yo difundo esto

Malas noticias hay para regalar, y a esas hay que sumar las que los periodistas buscan para conseguir algún clic a su web. Pero yo prefiero difundir otras noticias, y no es solo por el espíritu navideño: “Illa dice que la vacuna será efectiva contra la cepa del Reino Unido” (El Nacional). Eso dejaría el nuevo descubrimiento sobre la enfermedad “solo” en que esta es más contagiosa. Lo que nos lleva a un aviso claro: el de mantener la distancia que nos permitirá mantener la salud hasta que estemos todas y todos vacunados. Así que, sí, buenas noticias pero con especial precaución, como casi todo desde el pasado mes de marzo.

Raphael es el mensaje

Si hay un cantante que ha sabido envejecer y evolucionar sus shows es Raphael, admirado por sus primeros seguidores, sus hijos y sus nietos. Un maestro del espectáculo capaz de reírse de sí mismo en el cine y de llenar un pabellón en plena pandemia. Y de esto último, ¿quién tiene la culpa? Pues de quien se lo permite en Madrid que, por supuesto, es la misma que mantiene abierta la hostelería para que los profesionales del resto de comunidades se enfaden con sus gobiernos, de la misma que basa sus números en test de antígenos en los que solo confía ella, y la misma que da las cifras de contagios con meses de retraso.

Sí, ella

En el anterior párrafo me refiero, claramente, a Isabel Díaz Ayuso, la única miembro de un gobierno que en España me ha hecho dudar de la buena fe de quien gestiona, sinceramente. Pero ahí está ella, asesorada por Miguel Ángel Rodríguez, con su mirada desconcertante y sus decisiones populistas que, ojo, le están dotando de una notoriedad nada desdeñable. ¿Qué quiero decir? Pues lo que advierten en El Independiente: “La proyección de Ayuso como referente nacional amenaza el liderazgo de Casado”. Porque Ayuso lo tiene todo para triunfar en un PP que han Voxizado, entre otros, el propio Casado.

Madrid, en tres titulares

Estos tres titulares, publicados casi en días consecutivos en El Plural, son el resumen de un desenlace anunciado: “El fin del milagro de Ayuso: Madrid vuelve a los primeros puestos de incidencia del virus”. La propia Comunidad lo ha hecho público: “Madrid reconoce que el virus se ha disparado un 20% en una semana”. Pero parece que a la presidenta le da igual, ella va a seguir con su modelo: “Ayuso rechaza medidas más duras para Navidad mientras deja fuera de control el 40% de los casos”. ¿O acaso alguien creía de verdad que tomar medidas diferentes a las del resto de Europa era lo mejor?

El “tribunal sobrao”

Ya sé que hay sentencias en Euskadi, entre otros espacios, que obligan a los gobiernos a haber provisto a los servicios sanitarios y de emergencias de EPI u otras medidas de seguridad en plena pandemia, cuando, simplemente, no había acceso a ellas. Por eso hablamos de emergencia sanitaria y situación excepcional. Ahora, el Tribunal Supremo pide investigar esa gestión a nivel español porque se ve que los jueces (como los sindicatos) sí sabían dónde encontrar las soluciones. Igual que saben manejar como nadie lo de Catalunya, el gobierno en Nafarroa si no está UPN y rectifican a Estrasburgo.

ERC se aleja del 1-O

ERC está pagando un alto precio por su participación en el 1 de octubre catalán. Eso es innegable. Como lo es que, hasta que llegó la oscuridad de la justicia española, este partido intentaba quedarse fuera del charco al que empujaba a Puigdemont y su equipo. Aquello de traicionar a Catalunya por unas monedas quedará en el haber de quien lo dijo. Hoy, ERC es un partido precavido que “se desmarca del Consell per la República” (El Nacional), que elegirá a sus futuros representantes en una sesión constitutiva. La política es posibilista o no es. De igual manera que es coherente o no es política.

De ridículo en ridículo

La historia de que entra un hombre en una frutería catalana y, al pagar, se le cae el carné de Vox y el frutero responde enseñando el suyo, es en sí misma ridícula. Pero además es falsa, porque le ha pasado a tanta gente que lo ha contado en Twitter exactamente con las mismas palabras que, claramente, es un relato inventado y enviado a esos robots creados para difundir mensajes. Vamos, que la “anécdota” lo tiene todo: la fantasía típica de Vox y las trampas on-line típicas de Vox. Por cierto, el corolario del tuit es: “No hay duda, los de Abascal arrasarán en las catalanas”. Como todo, lo hará de manera virtual.

Un calendario “dirigido”

Cuando empezó la liga española de fútbol ya nos avisaron de un calendario dirigido, pero en esta España a todos se les va la mano: no ha acabado la primera vuelta de la competición y está claro que lo que hace el calendario es adulterarla. En la jornada 19 jugaban entre sí los 4 equipos que se enfrentarán en la Supercopa, pero no el Madrid con el Barcelona. Esa misma “casualidad” también se ha evitado en el sorteo del jueves con la excusa más chorra del mundo: que no hay campeón de Copa. Por eso, en vez de un sorteo puro… Separaron las bolas de Madrid y Barça. Menuda tomadura de pelo.