Podemos se deshace

Más allá de la negociación, o lo que haya sido, entre Podemos y Sumar, esto que tuitea Ícaro Moyano sobre los 52.000 inscritas e inscritos que votaron por ella es bastante interesante: “Por ponerlo en perspectiva: más de 180.000 votaron sobre el chalet de Galapagar. Más de 130.000 votaron sobre el gobierno de coalición. No les interesa ni a ellos”. Es cierto que la votación ha sido exprés, pero no lo es menos que todos el mundo estaba pendiente de la negociación que se estaba dando mientras “la gente” votaba. ¿Qué buscaba Podemos? ¿Qué legitimidad ganó? ¿Alguien se acordó de los “círculos” a última hora y pensó en el qué dirán?

¿Quién justifica esto?

Hace tiempo que me caí del guindo: no creo en los ataques de falsa bandera cuando sirven para justificar a Rusia (lo del Nord Stream 2 es un ataque estadounidense que tiene que ser juzgado y castigado. Punto). Y más cuando las excusas de “falsa bandera”, además de coincidir con la contraofensiva de Ucrania (demasiado anunciada) van acompañadas de esto: “Los rusos nos bombardeaban mientras intentábamos ponernos a salvo del agua en Jersón” (El Independiente). Y esto, ¿cómo se justifica? ¿Quién lo hace? ¿Quién compra la mercancía averiada de Rusia porque quiere? Creo que me hago demasiadas preguntas últimamente.

Cuestión de herencias

Ellas y ellos lo heredaron y nosotras y nosotros, también: sus privilegios, sus propiedades son las que no tenemos porque trincaron, nos lo trincaron, en algunos casos, y nadie, absolutamente nadie, ha hecho casi nada por restituir lo robado: “Los bisnietos de Franco impresionan al sector como promotores de viviendas de lujo” (Vozpópuli). Y no solo le dan a los pisos (de 7,5 a 12 millones), también a los hoteles de alta gama. Lo suyo siempre fue eso: vivir a lo grande. Y lo nuestro, por supuesto, lo pequeño, lo que nos dejaron. Lo siento, pero ante esto no tengo dudas y soy agresivo: al pijo, ni agua. Y menos, al pijo fascista.

Correcto

Me hago viejo y gruñón, y empiezo a creer que viajamos por encima de nuestras posibilidades: ni económica, ni medioambiental, ni personalmente compensa ver sitios masificados que, cada vez más, se parecen unos a otros. Y algunos servicios como Airbnb, lejos de democratizar el turismo, han servido para enriquecer a quienes más tienen y para descontrolar la presencia de turistas en las ciudades. Así que noticias como esta me parecen bien: “Florencia pone coto a Airbnb en su zona histórica al prohibir los alquileres turísticos” (El Economista). Sé que esto va en mi contra porque al final viajarán solo quienes puedan. Pero da igual: ya lo hacen.

Qué malos son

En El Periódico de España lo tienen claro: “La Liga del descrédito de los árbitros: Negreira, Vinicius, fallos garrafales y un órdago de Tebas y Florentino”. Yo, también: el VAR solo ha servido para que siete árbitros constaten que son peor que cuatro. Esto es una evidencia a cámara lenta y con líneas de colores. Y lo de Negreira solo ha servido para poner cifras a lo que todas y todos sospechábamos. Y que no me vengan con excusas, que todos hemos visto hasta agresiones de jugadores del FC Barcelona a los del Athletic en San Mamés. Son malos, muy malos. Y son corporativistas. Lo peor es que el año que viene serán los mismos.

Primera reflexión: lo importante

La campaña ha hecho que tuits importantes, como este de Iñaki García Arrizabalaga, hayan tenido que esperar. Pero lo cierto es que su respuesta más que la movilización llama a la reflexión, precisamente: víctima de ETA como es, ha tenido que aguantar mensajes como este de aplaudidores de ayusadas: “¿No te das asco? Que esa gentuza que está en el poder ayudó a matar a tu padre, quiérete un poquito, yo, sin ir más lejos (y eso que no me mataron a nadie por suerte) celebro cuando un etarra deja de existir”. Su respuesta, cristalina: “Lo que siento es pena y tristeza por opiniones y actitudes totalitarias como la tuya”.

Segunda reflexión: sobre la desafección

La movilización permanente y electoralista en las calles, abanderada en Euskadi, literalmente, por ELA, y dinamizada queriendo o sin querer por algunos medios desde ideologías diferentes (¿o complementarias?) ha buscado generar desafección en la política. Un demócrata intenta hacer justo lo contrario. Sin esa erosión serían imposibles algunos blanqueamientos, claro, pero también lo sería la compra de sufragios o titulares como este en EPE: «La venta de votos por Wallapop y Milanuncios: ‘Pido 9.000 euros, los primeros ladrones son los políticos'». Algunos son responsables directos de esto y, lo peor, están satisfechos.

Tercera reflexión: Twitter importa

Esta campaña Twitter ha sido importante. Ha sido importante si entendemos bien qué es Twitter. Y desde luego ha dado señales de que va a seguir siéndolo, no solo en Euskadi o en España: en EE.UU. va a ser la red social de la próxima campaña, el sitio en el que los candidatos van a lanzar sus mensajes para la prensa y las y los usuarios más intensivos (con el voto ya decidido). Unos y otros harán de caja de resonancia. La llegada de Ron DeSantis, desastrosa, fue significativa no solo por el valor que dio a la herramienta, sino por cómo rivales republicanos y demócratas estaban al acecho y aprovecharon los errores para poner sus tuits.

Cuarta reflexión: ¿y las webs?

Sigo reflexionando: igual que tengo claro que Twitter va a ser la referencia en las próximas campañas no tengo tan claro el futuro de las páginas web. Siguen pareciéndome imprescindibles y modelos descentralizados como Canal Red, el último experimento mediático de Pablo Iglesias, demuestran que sin una URL de referencia estás perdido, pero, ¿qué tráfico han recibido las webs de las y los candidatos? ¿Cuántas y cuántos usuarios las han usado para comparar programas, eso de lo que tanto se habla pero tan poco se hace? ¿O nos limitamos a los vídeos que aparecen en nuestras redes? ¿Es eso suficiente?

Quinta reflexión: lo indiscutible

El tema ha entrado en campaña, no podía ser de otra manera, aunque Isabel Díaz Ayuso lo haya usado para recoger nueces vascas en Madrid: los ataques racistas a Vinicius en Valencia son asquerosos y condenables. En todo punto. Sin duda. Sin “peros”. No podemos permitirlos. Con eso claro, podemos empezar a hablar de si el jugador es de una manera o de otra. Pero ese será otro debate y, en cualquier caso, será un debate menor. Y las excusas que hemos escuchado son intolerables. Lo mejor de ellas es que han llevado a Miguel Gutiérrez a escribir en Jot Down: “La culpa de los ataques racistas la tiene el negro”.

La primera caída del guindo

Me está sorprendiendo la piel fina de algunos miembros de Bildu. Si hablamos de “la Cosa Nostra” en Euskadi, como hace Inarritu, que en la coalición se representa a sí mismo, todos estaremos de acuerdo no ha habido ni habrá organización más mafiosa que esa de la que fue jefe David Pla, ahora jefe pero en Sortu. Y el que no vea esto tiene un problema en la vista o en la ética. Podemos hablar también y hablaremos del vídeo sobre el piso que tiene alquilado Matute, pero la reacción, la victimización, la caída del guindo y las vestiduras rasgadas resultan sospechosas: ¿dónde estaban todos durante el acoso a Kai Nakai, hace solo una semana?

¿Qué no tiene que tocar Oskar, Gabriel?

Hay mucha gente que tiene problemas con la coma vocativa, por lo que no voy a afear a Gabriel Rufián haber convertido su tuit de apoyo (“Oskar no se toca”) en un aviso a Matute (“Oskar, no se toca”). Sí me sorprende el halo de “caballito blanco” que algunos regalan a otros. Cuando recibí el vídeo por WhatsApp, como cualquiera, solo lo pasé a quien creía que debía de verlo en mi entorno laboral y a mi madre. Nunca comparto vídeos “virales” en grupos de amigos o familia porque no me gusta colaborar en esas cuestiones. Yo sí lo tengo claro: Matute merece el mismo respeto en campaña que todos en todo momento.

Podemos despierta en Euskadi

Podemos se empeña en dar la razón a Yolanda Díaz en que la necesita para enderezar su propio rumbo: ha tenido que venir ella a Euskadi para “endurecer” (EPE) el tono contra Bildu, que es el partido con el que comparten tostada los morados. O se la come Bildu (y lo está haciendo) o se la come Podemos (y no lo está haciendo). La aversión al PNV, que es lo único que han mostrado las máximas representantes de Elkarrekin, ha servido solo para hacer seguidismo y deshincharse ante las y los de Otegi, que manejan mejor esa política del odio. Solo falta ya que despierte Eneko Andueza, o que tire, por fin, de dignidad política y personal.

“Imposición e inmovilismo”

Creo sinceramente que las y los ertzainas se pasaron ayer de frenada, literalmente: el colapso que provocaron es un exceso que perjudica, en primera instancia, a la institución. Denuncian “imposición e inmovilismo” e imponen no poder movernos. Pues vale. Están en su derecho, la manifestación estaba autorizada y esta vez la convocaron los sindicatos, pero sigue siendo la institución más sobreprotegida del país con, posiblemente el mejor convenio laboral. Y a esta conclusión llega cualquiera que habla con un ertzaina, que por suerte ya hay en todas las cuadrillas, no como cuando defender su carrera y su existencia era un acto político.

Y la última caída del guindo

Serthand lo ha tuiteado muy bien: “Siempre nos reímos de esto, pero en serio hay gente adulta por ahí que cree que pagando 50 € al mes les da para cubrir una hospitalización, una intervención o lo que sea”. Ese es su comentario a la noticia de que una influencer, Laura, de “Keto con Laura” ha explicado en TikTok cómo, pocas horas antes de ponerse de parto, descubrió que su seguro médico básico no cubría ni la urgencia ni la hospitalización. La estruendosa caída del guindo se ha convertido en una alabanza coral y justa a la medicina pública. Es evidente que no hace falta mentir para defenderla.

No, no dejó de existir

Me sorprende que Pedro Sánchez, el máximo dirigente del PSOE, haya hecho suyo el argumento de la “desaparición” de ETA. ETA no ha dejado de existir: dejó de matar y, después, se disolvió. Pero ETA no es algo que tengamos que borrar de nuestra memoria. Al contrario: no podemos olvidar lo que pasó en Euskadi, no debemos olvidarnos de que unos mataban a quienes pensaban diferente a ellos y, además, en nombre de todos. No dejaremos que se olvide el sufrimiento que hoy todavía existe, claramente. Y no vamos a dejar, como se dejan algunos por electoralismo, que hagan que la memoria colectiva parezca algo del PP.

La noticia que no lo es

La noticia de ayer que no lo es no podía ser otra: “La Fiscalía decide no investigar a Bildu por los etarras en las listas electorales” (El Independiente). Básicamente, podría dejar de escribir ya el párrafo, pero tengo que señalar lo obvio: las y los condenados por pertenecer y colaborar con ETA, incluso los que lo fueron por asesinato, tienen todos sus derechos políticos restituidos y son perfectamente elegibles. No se trata de un asunto administrativo o judicial, sino político: quien les presenta se retrata, quien se presenta con ellos para blanquearles se retrata, quien les vota sabiendo lo que son solo es el de siempre votando lo de siempre.

A escote nada es caro

13.000 millones de euros. Esa es la cifra que han computado en El País sumando todos “los anuncios electorales de Sánchez”. Insisto: me parece obvio que los diputados forales del PSE hagan campaña anunciando sus ideas para la próxima legislatura. Por supuesto, me parece completamente normal que el alcalde de Portugalete, sin ir más lejos, avance sus intenciones para el municipio que gobierna. Pero de la misma manera me parece una desvergüenza que el presidente español haga anuncios en mítines de iniciativas que cuestan trece milmillonadas y que de las que ni siquiera ha informado a un Congreso que sigue con su legislatura.

Y yo, más

Si el presidente español y secretario general del PSOE anuncia inversiones en mítines y sus socios de coalición intentan no quedarse atrás (“Podemos propone ampliar el cine a dos euros a desempleados, jóvenes y vulnerables”, según EPE), no hablamos de un gobierno, ni de unas elecciones, sino de un bazar. Por cierto: el cine también me resulta muy caro a mí y si fuese más barato podría planteármelo como un plan familiar recurrente. ¿Para mí no tienen nada salvo pagar mi entrada, las de mi hija y mi hijo, y la de más personas? No discuto cubrir con mis impuestos asuntos básicos, pero los excesos a escote siguen siendo excesos.

Bien hallado, Bielsa

Voy a permitirme cambiar el paso en todas las columnas pese a la campaña por mi salud mental aunque sea para hablar del loco más maravilloso que ha pasado por Bilbao: Marcelo Bielsa entrenará a la selección uruguaya. Una gran noticia para las y los aficionados al fútbol de todo el mundo en general. Porque ver a los equipos de Bielsa cuando están engrasados es una maravilla y porque oírle siempre es necesario. En las anteriores elecciones a presidente del Athletic un amigo me confesó que había votado “a Bielsa” (no mencionó al candidato que lo proponía) porque “no podía no hacerlo”. Qué cosa tan maravillosa es el fútbol.

Qué (sin)vergüenza

Bildu es una coalición formada por Sortu y quienes les blanquean. Con esa circunstancia de base y lo que la izquierda abertzale aporta (como las y los 44 condenados en sus listas) se pueden armar muchas críticas. Pero nada justifica la desvergüenza de Isabel Díaz Ayuso: “Ayuso, sobre Otegi: ‘La Ley de Bienestar Animal estaba pensada para gente como él’”, leemos en El Independiente. Ante afirmaciones como esa apretamos filas: porque la política no se puede hacer sobre descalificaciones ni trazos gruesos, porque hay líneas que no se pueden pasar y porque denunciar el desbarre de la presidenta madrileña es una obligación.

Que mire en casa

Si alguien ha tenido actitudes tirando a animalescas este fin de semana ha sido, precisamente, un candidato del PP: “Entre los ultras del RCD Español que ayer, después de la victoria del FC Barcelona al RCDE Stadium, saltaron al campo había uno de sus candidatos a las elecciones del próximo 28 de mayo en Sant Joan Despí (Barcelona). Se trata de Yago Darnell, tal como han confirmado fuentes del mismo partido, el número 9 de la lista” (El Nacional). Pero el PP no puede ahora hacerse el sorprendido: su candidato (independiente) “ya fue identificado en los disturbios del partido entre el Girona y el Español en Montilivi de hace un mes”.

Peor lo tienen en Vox

En el PP se han encontrado con un hooligan con cierta tendencia a la violencia en sus listas, pero peor lo tienen en Vox: “Encarcelada una concejala de Vox en Madrid por tráfico de drogas” (El Periódico de España). La concejala y candidata para las elecciones del 28 de mayo, “Ana González Martínez, ha sido detenida en el marco de una operación de la Policía Nacional contra el tráfico de drogas y se encuentra en prisión provisional. En este dispositivo los agentes incautaron cocaína, marihuana y armas tras realizar registros en Madrid y Toledo”. Rocío Monasterio, que posó junto a ella en una foto, reclama presunción de inocencia.

Sin confundir

Raúl López Romo en The Conversation nos muestra “cómo enseñar sobre ETA y el terrorismo en secundaria”. Si es una pregunta yo tengo la respuesta: no confundiendo a la banda armada con el nacionalismo. El responsable del Área de Educación y Exposiciones del Centro Memorial para las Víctimas del Terrorismo lo primero que hace es mencionar los “mitos” de Franco (como si no hubiera condenado a un lehendakari abertzale al exilio) y de “lo español como algo intrínsecamente autoritario”, como si España, igual que el resto de estados con reivindicaciones nacionalistas en sus territorios, no usase nunca mecanismos autoritarios.

¿Para qué comunicamos?

Según Security, un blog especializado, el 47% del tráfico de Internet lo realizan bots (“47% of all internet traffic came from bots in 2022”). Es decir: dispositivos mecánicos programados para abrir ciertas webs y aumentar su tráfico… O hacer cosas peores. A esto tenemos que sumar, que nunca se nos olvide, las tontas y los tontos útiles: esos que hacen clic sin mirar, que siguen sin dudar, que leen sin pensar. Entonces, ¿para quién escribimos? ¿Para qué hacemos campañas en Internet? ¿No iba a ser esta la herramienta que iba a disparar el acceso a la información y, con él, el nivel medio de conocimiento sobre absolutamente todo?