Hoy que por fin salen los niños…

Pablo Iglesias lo explicó en un tono tan didáctico que infantilizó a la audiencia (nosotros) innecesariamente. Después de hablar en el Congreso de una mala comunicación del gobierno, puedo imaginármelo diciendo a los otros ministros: “Ya lo hago yo, que vosotros no sabéis”. Y a los portavoces habituales respondiendo: “Sal. A ver cómo te va”. Las formas volvieron a fallar, pero el resultado sigue ahí: hoy, las y los menores de 14 años podrán salir una hora sin relacionarse con otros niños y otras niñas. Veremos lo que da de sí la medida, sobre todo, a partir de mañana, con trabajo o teletrabajo.

Dora la Exploradora le manda solicitudes firmadas

A Víctor Sánchez del Real, diputado de Vox por Badajoz, Dora la Exploradora le manda solicitudes firmadas por ella misma, los Lunnis se presentaron en su casa para que les firmara un permiso, y Blaze y los Monster Machines le envían un SMS avisándole de que van a dirigirse a sus hijos. Solo así se entiende que clamase, vía Twitter, contra Iglesias: “No estás autorizado a dirigirte a mis hijos directamente sin permiso de sus padres. Por si no lo tienes claro. Acabas de hacerlo en una rueda de prensa. Repito, no tienes autorización para hacerlo”. Iglesias fue ridículo, Sánchez del Real lo hizo a lo grande.

¿En qué entornos vivís?

Mi plan para hoy es salir con mi hija mayor hasta el quiosco, a por el periódico (y si tenemos suerte, caerá un superzing). Poco a poco, cuando se aclare la situación, volveremos juntos al supermercado. En casa, nos repartimos las tareas. También en las casas de mi entorno. Así que esas apelaciones, sobre todo en Twitter, a que durante el confinamiento se ha visto a más hombres en el súpero o paseando al perro, y que ahora ser veremos más con sus hijos, cuando todo esto antes lo hacían las amatxus, sinceramente, me parecen una chorrada propia de pensamientos ancestrales. El pensamiento de apela.

No, no vivimos «hacinados»

Otro pensamiento de mierda que nos impacta más de lo que necesitamos es este que denuncia Mr. Insustancial en Twitter: “Dos frases que me repatean: ‘La gente vive hacinada en 60 metros cuadrados’. (Ahórrate el falso espanto que la mayoría vive muy dignamente, incluso, en menos espacio). ‘Hay gente imprescindible que antes era invisible’. (Lo sería para ti, clasista de mierda)”. Ni un piso normal ni un trabajo que ha sido declarado de primera necesidad es motivo de mérito. Igual que no lo es de desprecio por parte de ciertos grupos que rezuman clasismo. Algunos, desde entornos autoproclamados progresistas.

Campaña real en el siglo XXI

Va a ser curioso comprobar cómo nos querrán colar a la siguiente generación de borbones. En esta ocasión, sin el velo y blindaje que impusieron los de la transición y, a cambio, con un montón de fuentes de información alternativas. Tanto que cualquier mensaje oficial y dirigido va a llegar distorsionado. La Casa Real solo sabe comunicar de una manera que hoy no vale. Esta semana nos han colocado a las hermanas rubias leyendo El Quijote. Y han obtenido memes, montajes, chanzas y risas. Eso es lo que espera a los que pretenden sostener un modelo de negocio que solo se sostiene con imposición.

¡Qué causalidad!

En Euskadi y en España se ha dado una paradójica coincidencia durante esta crisis mundial por el coronavirus: todos los que están en la oposición, todos, saben lo que tenían que haber hecho los gobiernos y, por supuesto, lo que tienen que hacer ahora. Y todos los que están en los gobiernos autonómicos, el vasco y el español, todos, son unos inútiles. O eso parece. Algunos casos son curiosos, como los del PP, Podemos y el PSOE, que son partidos de gobierno y oposición a la vez. Pero “sabios” como Cárdenas que lo vieron venir son más habituales en España y Euskadi que en Portugal o Alemania, por lo visto.

Esto funciona así

Para que la comunicación política en Internet logre su efecto movilizador hacen falta dos cosas: dinero (lo de menos) y mentiras (muchas mentiras y muy trabajadas). Sin estos ingredientes, la comunicación política on-line es bastante plana salvo excepciones como la de las Ikurrinas de todo el mundo para el Aberri Eguna. Así que si WhatsApp limita los reenvíos, Vox migra a Telegram (donde ya estaba Podemos, por cierto). Porque como dice Dani Domínguez, “Los ultras saben que sin poder mentir y engañar no son nada”. Los ultras de allí y los de aquí, que hacen exactamente lo mismo… Como siempre.

Dicho bien

Hay muchos columnistas mejores que yo igual que hay muchos asesores en comunicación mejores que yo por un simple motivo: lo que piensan o saben lo escriben o dicen mejor. Ejemplo de los primeros, mi admirado Javi Vizcaíno. Y ejemplo de los segundos puede ser César Calderón, que siempre sabe rescatar la expresión adecuada: “Inundar la zona de mierda”. Eso es lo que hace Vox, pero también el PP, pero también Bildu, y lo hacen por inspiración de Steve Bannon, que en esto de desinformar, manipular la realidad y no tener escrúpulos, ha sido un maestro para todos los mencionados.

Darín, tío, que los tuyos están en ERTE completos…

Lo dijo Ricardo Darín, lo cogió al vuelo Podemos (que todavía juega en redes a no tener cuatro ministerios y una vicepresidencia en el gobierno español) y solo algunos lo criticaron, como Antonio Ortiz, y con razón: el actor argentino reflexionaba sobre que ahora consumimos solo lo imprescindible. Que esto lo diga un actor es preocupante con los teatros y las salas de cine cerradas y sus trabajadores en ERTE completos. ¿Es prescindible también su sector, entonces? ¿Con el entretenimiento que nos proporcionan las “majors” estadounidenses es suficiente? ¿Hemos perdido nuestra capacidad crítica?

En efecto

Creo que mantener la capacidad crítica para no aplaudir reflexiones ligeras o noticias que no lo son, y para no olvidar que estamos ante una pandemia mundial con todos los gobiernos del planeta desbordados, es importante para formar, como individuos, una sociedad mayor de edad que también implicará abandonar la adolescencia tecnológica. José Antonio del Moral tuiteaba con acierto: “Los que todavía creen inviable que el gobierno nos haga un seguimiento personal y constante por el tema del coronavirus… Ya pueden ir cambiando de chip”. En efecto. No solo puede tecnológicamente, podrá legalmente y estará bien.

Convencidos de lo suyo

En medio de una crisis sanitaria mundial un responsable de una comunidad autónoma no puede reiterar su apuesta por la sanidad privada y por la liberación del sector sin que pensemos que algo le va en ello. Probablemente sea ideológico y seguramente sea algo más, porque nadie con un poco de capacidad para la comparación y cero intereses puede seguir creyendo que hay que importar a Europa el modelo americano. El descarado esta vez es Javier Fernández Lasquetty, consejero madrileño de Hacienda. Sí, de Madrid, donde más fuerte está golpeando la pandemia y más han cabalgado los liberales en España.

Lo mejor, que lo conozcan

Cuanto más veamos todos a Carlos García Adanero, mejor para Nafarroa. El diputado de UPN hizo un discurso pésimo en el último pleno en el Congreso, sugiriendo que este fin de semana la ciudadanía se merecía poder pasar la Semana Santa libremente, como si no hubiera una pandemia mundial. Voy a ser bueno y voy a pensar que su habitual tono chulesco le traicionó, porque si lo decía convencido, la cosa es aún más grave. García Adanero tiene ese perfil de diputado al que le sobra el hemiciclo. Una forma de hacer política que representa a un sector cada vez más minoritario en Navarra y toda Euskadi.

Así, no

¿Puede un ministro ver una película en medio de una pandemia? Puede y debe hacerlo. Todos tenemos derecho al descanso. También el lehendakari, Pedro Sánchez, y por supuesto, sus consejeros y ministros. Yo quiero que quienes tienen que tomar decisiones estén frescos, tengan reflejos y acierten cuanto antes. ¿Puede un ministro tuitear de modo divertido que las mejores películas de Semana Santa para él son Jesucristo Superstar y La Vida de Brian en medio de una pandemia? Puede, y Alberto Garzón lo ha hecho. Pero no debería de hacerlo: las formas, como el descanso, importan, y durante una pandemia, más.

Los políticos son extraterrestres de colores

Durante esta crisis sanitaria mundial ha subido el porcentaje de chorradas publicadas en redes sociales. No tengo datos, pero tampoco tengo dudas. Además, es muy subjetivo. Para mí, una chorrada es una chorrada y, para otros, una chorrada es una idea feliz de su político, periodista u opinador favorito. Por ejemplo, esto de Alber Vázquez: “En España, la gente normal y corriente está muy por encima de los políticos, sean del color que sean. Y esta crisis no sirve sino para confirmarlo”. Para él los políticos son extraterrestres de colores. Lo suyo es el populismo baratito de retuit fácil. La realidad compleja es para otros.

EE.UU., en manos de Trump

Una crisis sanitaria inesperada y no conocida por nadie vivo, y una crisis económica derivada trágica, con caídas en picado de todos los indicadores: ningún gobierno del mundo estaba preparado para ello. Qué casualidad, todos los que saben qué hay que hacer y cuándo tenía que haber empezado el acopio, están en la oposición. Pero especialmente terrorífico va a ser lo que pase en EE.UU., con Donald Trump a los mandos de la nave un sistema sanitario y económico liberalizado hasta el extremo, lo que impide cualquier tipo de red social. El artículo al respecto en El Blog Salmón es como un cuento de miedo.

Sí, es una práctica fascista

La propagación de bulos y la difusión de verdades parciales es una práctica fascista. Y cuando digo fascista no me refiero solo a la extrema derecha española: en Euskadi ha habido y hay también fascistas que antes señalaban y mataban al que pensaba diferente y, ahora, envueltos en un manto de verdadera democracia que ellos mismos han tejido, están haciendo un ejercicio de populismo y de difusión de falsas noticias comparable solo a lo que hace Vox. En España lo tienen bien identificado pero en Euskadi funciona igual: un mensaje alarmista en WhatsApp seguramente sea otra mentira del fascismo.

Unos soldados no muy espabilados

Para la propagación de bulos los fascistas necesitan una organización marcial compuesta por soldados que no sean muy listos. Si lo fueran, no estarían dispuestos a acatar las órdenes de una banda de fascistas que no se manchan las botas. Un ejemplo del nivel es la ocurrencia que tuvieron muchos usuarios de Twitter próximos a la extrema derecha española, de repetir un tuit como si fueran robots. ¿El resultado? Que Twitter les ha bloqueado por ese tuit… Y por todo su seguidismo anterior con mensajes calcados y retuits masivos a sus “generales” (por seguir con el símil marcial). Así de listos son.

Quien los cuente como suyos también colabora

La cantidad de cuentas en Twitter relacionadas con la extrema derecha que participaron de la ocurrencia y fueron cerradas por la red social fue tan alto que varios líderes de opinión de ese ámbito ideológico han puesto el grito en el cielo porque han perdido cientos de seguidores de golpe. Por supuesto, han hecho pasar un ataque de idiocia por uno a la libertad de expresión por parte de Twitter. Pero esta mierda solo cuela ya a quien quiere que se la cuelen. Algunos de esos líderes todavía mantienen puestos relevantes en periódicos como El Mundo, como Javier Negre. Los colaboracionistas siempre estuvieron presentes.

Los que faltaban

Hoy estamos celebrando el Aberri Eguna en casa. Hoy, como cualquier otro día, mucha gente esta celebrando cumpleaños en casa. También los de niñas y niños. Y aniversarios. Y hasta nacimientos, y nadie puede ir a conocer al nuevo miembro de la familia. Estos días, quien haya querido, también estará celebrando la Semana Santa en su hogar. Así que la queja de los autoproclamados Abogados Cristianos parece fuera de lugar: “Misas canceladas, templos cerrados y desalojados…. Están aprovechando el coronavirus para imponer su laicismo”. También parece que solo se representan a sí mismos.

Una rectificación a tiempo

Tengo muchos amigos del sector de espectáculos, eventos y audiovisual. “Titiriteros”, se llaman a sí mismo algunos. Y como sé lo que trabajan y lo que cuesta crear, producir, distribuir y sostener la cultura, tengo mucho respeto por ellos. Pero creo que la huelga que habían convocado durante el confinamiento es un error. Sé que sufrirán la crisis económica derivada de la sanitaria y que van a necesitar todo nuestro apoyo como consumidores (y también de los medios, que tenemos responsabilidad en dar a conocer su trabajo y su importancia), pero todos sabemos que no son los únicos.

La desinformación como síntoma

Van del tirón un ramillete de noticias de Eldiario.es, a cada cual más sintomática de la mierda de tiempos que vivimos: “La Policía alerta de la creación de 1,5 millones de cuentas en redes sociales para ‘manipular’ sobre el coronavirus”. La que acabo de escribir casa especialmente mal con la siguiente: “La Policía evita abrir expediente al agente que difundió el bulo del material sanitario y comprueba si cabría una sanción”. Y para terminar: “El PP paga en Facebook para difundir que ‘mueren por coronavirus muchas más personas de las que dice el Gobierno’”. En Euskadi, por supuesto y por desgracia, también lo padecemos.

¿Quién se la merece?

Adriana Lastra ha puesto la cara en Twitter para que se la partan cuando ha publicado un vídeo con datos para desmentir parte de esos bulos que ha hecho correr la oposición al gobierno español. Dice la socialista que España no se merece esta oposición. Estoy de acuerdo. Pero es la que representa a la ciudadanía de un país. Exactamente igual que la oposición vasca, que se ha dedicado a extender bulos y a negar las cifras oficiales, por supuesto, para generar más alarma. Es la oposición que representa a una parte de Euskadi que nunca ha comprendido el dolor y por eso, precisamente, siempre ha pretendido apropiarse de él.

La realidad es compleja

Todos esos bulos, toda esa mierda lanzada a Twitter para que actúe a modo de aspersor se basa en ideas sencillas: que garanticen material a todos los sanitarios, que regalen mascarillas a la ciudadanía, que paren la producción de todo y los sueldos sigan pagándose. Lo jodido es dar respuesta con datos reales: los gobiernos de todo el planeta están buscando material sanitario y mascarillas, y son menos los países que paran la producción que los que la mantienen, por eso lo que vendrá después será una crisis económica, porque los clientes y los proveedores siguen compitiendo en el mundo. Lo fácil es el tuit.

¿Una pandemia que no entiende de clases sociales?

Pase lo que pase, la extensa familia real española vivirá mejor que cualquier otra familia. Quien siga defendiendo que esto sea así o pilla cacho o no se tiene ningún respeto a sí mismo. Esto han publicado en El Plural: “Los escoltas de la Casa Real han decidido alzar la voz (…). No sólo claman por la falta de material de protección frente a la pandemia, que les ha llegado en cuentagotas hasta este mismo martes, sino por los caprichos de las infantas Cristina y Elena, que les mantienen trabajado al mismo nivel y cumpliendo encargos como ir a por comida a restaurantes o a por zapatos en Zarzuela”.

Operación: salvar al soldado Felipe

Con la opinión extendida de que la Casa Real española no aporta nada en el siglo XXI salvo gasto y escándalos, llega este coronvirus para certificar la inutilidad de algunos elementos. Por desgracia para Felipe VI y su cohorte, solo los que chupan del tarro defienden ya una jefatura de Estado por herencia genética. Así que unos cuantos se pusieron a inventar una serie de noticias favorables al monarca. Pero nada da resultado. Su última comparecencia, vestido de militar y con mascarilla y guantes podría formar parte del museo de lo prescindible. “Flipao”, como le llamaba Llimoo en Twitter, es lo menos que podemos decir.