A qué dedicamos nuestros megas

“Netflix es responsable del 15% del tráfico mundial de internet”, titulan en Statista. Pero no es el único servicio de streaming que se come nuestros megas: “YouTube no se queda atrás, con un 11,6%, y Disney+ es responsable del 4,5%. Además, Amazon Prime Video tiene una cuota del 2,8%. Las redes sociales y los juegos son las otras categorías destacadas, con TikTok, Facebook, Playstation y Xbox”. Es decir: utilizamos la gran herramienta que nos iba a liberar de no sé qué tiranías, básicamente, para entretenernos. Y no me parece mal. Solo hace que eche la vista atrás y me acuerde con cierta melancolía de aquellas y aquellos evangelizadores.

También a las y los gurús

Además de al entretenimiento, en muchas ocasiones chorra (¿cuánto tiempo perdemos con los reels de Instagram, TikTok u opiniones que no nos importan en Twitter?), dedicamos nuestros megas (y nuestras horas) a líderes de opinión que no los merecen. “¿Qué ha hecho vuestro gurú de cabecera por vosotros o por vuestro alumnado?”, propone Jordi Martí que nos preguntemos. De aquellas y aquellos evangelizadores, a las y los empoderadores. Y de estos, a las y los gurús que no ofrecen soluciones prácticas pero sí dan consejos con más atrevimiento (ni siquiera les concedo lo de “las buenas intenciones”) que utilidad.

Ya veo dónde está el negocio

Es difícil de creer pero mentir es un modelo de negocio. No hablo de timadores, ni de personas que con opiniones de mierda se sacan su buen dinero en YouTube o Twitch. Hablo de verdaderas millonadas facturadas por empresas conocidísimas. ¿Cuánto de rentable es mentir como para que Fox haya aceptado que lo hace y pagado 787 millones de dólares a la empresa que fabrica las máquinas que cuentan los votos en EE.UU., y a la que habían señalado como responsable del supuesto amaño que denunció Trump cuando perdió las elecciones? ¿Cuánto dinero factura Fox con sus falacias, sus fake news y sus opinadores?

Este sí necesita un golpe de efecto

A Alberto Núñez Feijóo no le vendría mal una Fox española. Quiero decir: una televisión ultraconservadora con éxito y penetración, no los intentos de chiste que hemos visto (y ya van unos cuantos, por cierto). Lo cierto es que la imagen del líder del PP no atraviesa un buen momento: no solo es lo que percibimos, en el Huffington Post repasan algunos datos y algunos hitos que han perjudicado claramente al que se presenta como alternativa a Pedro Sánchez. Incluso recogen que “hasta él mismo reconoce que los resultados el 28-M no serán los que ellos esperaban”. Lo malo es que lo que el PP pierde puede ganarlo Vox.

Una opinión impopular

Soy perfectamente consciente de que las instituciones son motor económico ni que las buenas condiciones laborales del funcionariado venían sirviendo para generar, a modo de efecto cascada, mejoras en el sector privado. Pero hace tiempo que esta dinámica parece rota: “El teletrabajo de los funcionarios alcanza ya el 41% frente al 12% del sector privado” (The Objective). Este tipo de noticias generan tensión y sensación de agravio. Y ahí el populismo se desenvuelve con mucha soltura. No discuto que haya que mejorar las condiciones de todas y todos, pero creo que debemos asegurar primero que eso pueda ser así.

Sí, son humanas y humanos

Pocas dudas tengo de que detrás de las filtraciones de los vídeos supuestamente escandalosos de la primera ministra finlandesa está el aparato de propaganda ruso. Practican la desestabilización desde hace décadas a nivel global y poco les está costando que entren al trapo ahora prensa y tuiteros. Pero de lo que estoy absolutamente seguro es de que Sanna Marin y todas las políticas y políticos del mundo tienen derecho a una juerga o una siesta, si es su manera de aliviar la presión. Menos el rey de Marruecos: si ese iba chuza es porque es un sinvergüenza que se salta en París la prohibición, vía religión, que impone en su país.

Su fiesta

Y mientras una primera ministra tiene que salir a recordar al mundo su derecho a la juerga, la fiesta no se detiene para Juan Carlos Girauta y Marcos de Quinto: “Se han unido para impulsar una ‘asociación cultural’ a la que han bautizado como ‘Pie en Pared’. Su fin es ‘remover ideas en el ámbito cultural para reivindicar la democracia liberal’. ‘Nuestro objetivo es influir en la cultura, plantar cara a la hegemonía de esa izquierda woke aferrada al discurso feminista radical progre, que defiende ahora el indigenismo, o se ha empeñado en achacar todo al cambio climático’. También pretenden combatir el ‘nacionalismo’ (no español)”. (El Diario)

Hablando de ello

Otra fiesta que no se detiene es la de las redes sociales: según Vozpópuli, que ha consultado el informe de Facebook sobre la inversión en su plataforma de partidos políticos y ONG. “Podemos es quienes más ha usado este formato, con una cifra de 636.000 € en anuncios en Facebook. Por su parte, Ciudadanos ha destinado 550.000 euros desde abril de 2019”. En España, el PP lleva gastados 413.000 €, el PSOE, 127.000, y Vox, solo 11.300. A nivel global, quien más gasta es “Save The Children, que está a punto de alcanzar los 1,5 millones de euros de inversión”. Por su parte, el Parlamento Europeo ha gastado con 1,1 millones.

Y el gran tema

Solo espero que después de haber abierto el melón del cambio climático no metamos el tema en el congelador para no volver a mirarlo hasta que llegue una inundación en el corazón de Europa, por ejemplo. No podemos permitirnos más desgracias ni, sobre todo, que el deterioro vaya a más: “El cambio climático exige más pantanos, energía nuclear, actuaciones contra los incendios y recuperar ‘la España vaciada’”, leo en República y pienso también en algunas localidades vascas, del norte y del sur, con problemas similares de despoblación. Tenemos que mirar al problema de frente y, lo más importante, sin vendas en los ojos.

Casi lo mismo pero pagando

Esto de Cinemanía no necesita casi apuntes: “Netflix, Disney+ y la futura plataforma de Warner Discovery están ultimando sus estrategias para incorporar anuncios de publicidad al inicio de los contenidos de sus respectivos negociados. Esta medida, unida a un previsible aumento de precios (las tarifas baratas pasarían a incluir publicidad; si no quieres anuncios, tendrás que pagar más) llega justo a tiempo de calmar los ánimos de Wall Street”. Ahora que el otoño y la crisis nos meterán en casa (el coronavirus parece descartado, por suerte), el entretenimiento será más caro y con publicidad. Es decir: la tele de siempre pero pagando.

Feliz salida

“Decenas de espías y sus familias dejarán el País Vasco tras décadas infiltrados entre ETA” (The Objective). Lo harán “después de que el Gobierno haya decidido eliminar el departamento antiETA en País Vasco”. En la pieza, sin fuentes directas, citan a “fuentes cercanas al Centro Nacional de Inteligencia” que se preguntan: “Son unos ‘borrokas’ más, allí se les ve como a iguales a todos los efectos. ¿Qué va a ser ahora de ellos?”. ¿Quiénes son? ¿Cuántos son? ¿Qué han hecho estos años en los que ETA ya no mataba? ¿Y sus entornos familiares también servían para pasar información? ¿Cuánto tardarán en hacer la serie en Amazon?

No pongamos mal el foco

Mi amatxu es pensionista y cualquier subida que le beneficie es celebrada por toda la familia. Pero antes de que las famosas marchas de pensionistas, más beligerantes en Bilbao que en ningún otro sitio, retomen su actividad, igual hay que tener en cuenta también esto: “Las pensiones subirán el triple que los salarios” (Vozpópuli). A este titular podemos sumar el que leíamos hace días sobre el incremento de los gastos salariales del funcionariado, por ejemplo, y acabamos con la sencilla conclusión que siempre acaba apareciendo: “Los trabajadores pagan la crisis”. Y las facturas. Y separamos la basura. Y ahorramos energía.

Que les sancionen

No ha empezado el mundial en Qatar, cuya celebración tiene que servir para poner de manifiesto todo lo que está mal en el fútbol y las relaciones internacionales en la actualidad, y leemos que Arabia Saudí se está preparando para albergar unos Juegos de Invierno en 2029, según Nius. De invierno, sí. Y solo como antesala de unos Juegos Olímpicos. ¿Cómo lo harán? Según el digital, con “la creación de una enorme y modernísima ciudad en pleno desierto que tendrá un complejo turístico montañoso”, en el que con cantidades enormes de energía, esa que está tan cara porque escasea, generarán nieve, hielo y frío en el desierto.

Gana Disney, como siempre

Netflix, HBO y Amazon apostaron por el streaming y revolucionaron la forma de ver la tele… Y la partida la gana al final Disney, que ha sumado “221 millones de suscriptores por los 220 de su competidor”, en este caso, Netflix. No solo eso: la plataforma pionera sigue perdiendo suscriptores y busca atajar el uso de cuentas compartidas y la de la mayor empresa mundial del entretenimiento todavía está lejos de su techo. El paso de Disney de gran productora de películas tirando a moñas pero muy bien vendidas a gigante imbatible del entretenimiento es de los que merecen ser estudiados en las escuelas de negocios.

España… Y cualquiera

Si de pronto cambia el parque móvil no tendríamos electricidad con la que recargar todos los coches eléctricos. Pero parece que el reemplazo será paulatino y lento, sobre todo si las marcas siguen apostando por eléctricos de alta gama y desprecian a quienes dedicamos los recursos justos para nuestro vehículo. Un único modelo de 20.000 € destaca sobre el resto, que escalan desde los 36.000 hasta casi el infinito (hace años que hay deportivos de alta gama eléctricos), según leemos en Xataka, donde confirman que “el mercado del coche eléctrico se está llenando de coches caros. España prefiere uno de 20.000 euros”.

Correcto

Esta que leemos en el Twitter de Fútbol y Política es una buena noticia: “El FIFA 2023 incluirá al fútbol femenino. Incluirá a la Barclays Women’s Super League, la Division 1 Arkema y la Copa Mundial Femenina 2023. Además en la portada del juego están Kylian Mbappé y Sam Kerr, siendo la primer futbolista en aparecer”. La igualdad no es solo una pose y los videojuegos, que por fin empiezan a dejar de estar defenestrados (básicamente porque ahora contamos las historias quienes hemos jugado o jugamos), son una herramienta importantísima para la popularidad de deportes, competiciones, equipos y, ahora también, jugadoras.

Al final, inventarán la tele con mando

“Nos lanzamos a las plataformas porque pagando podíamos ver las cosas sin publicidad, y ahora vamos a pagar y ver publicidad. Jugada maestra”, tuitea Raúl Díaz con su habitual habilidad, después de captar dos pantallazos: uno, sobre la posible entrada de publicidad en Disney+, y otra, sobre la posible entrada de publicidad en Netflix. Noticias que son la culminación de rumores que responsables de la industria publicitaria confirmaban con la boca pequeña. Este otoño y este invierno pasaremos muchas horas en casa, asustados por la crisis, y asaltados por nuevos formatos publicitarios que ya se están preparando.

Todo va bien, sobre todo para Rusia

“El Kremlin tiene la sartén por el mango”, escribe Carlos R. Cózar después de titular que “España aumenta un 50% las compras del gas ruso cinco meses después de inicio de la guerra” (El Independiente). Para que nos hagamos una idea: “En total, España compró al Kremlin 5.415 Gwh. Esta cifra, supone doblar a la del año anterior cuando apenas superaban los 2.204 Gwh”. No solo eso: “Rusia también ha ido ganando peso en las adquisiciones gasísticas”. Así que la propaganda no viene solo de Rusia, en este caso: las noticias sobre el supuesto bloqueo o solidaridad con Ucrania tenemos que leerlas con la distancia a la que nos ponen estos datos.

Y también para Ayuso

La irresponsabilidad de Isabel Díaz Ayuso, su equipo, y el PP que se deja arrastrar por los anteriores, empieza a ser preocupante: “Abrazamos una cartilla de racionamiento”. Esto es lo que ha dicho sobre el plan de ahorro energético del gobierno español el vicesecretario de Coordinación Autonómica del PP y, además, expresidente de la Comunidad de Madrid, Pedro Rollán. Con estas declaraciones “ha completado la transmutación argumental hacia el discurso de Isabel Díaz Ayuso”, según El Plural. Pero lo innegable es que no solo la postura: los argumentos del PP los dicta la madrileña. Y las encuestas les van bien.

Criptocuñados

“Los efectos colaterales del criptoinvierno: fuertes caídas en los precios de los relojes de lujo” (El Periódico de España). O lo que es lo mismo: quienes jugaban con las criptomonedas y materializaban su beneficio se lo gastaban en relojes de lujo, dejando claro que además de para especuladores, el juego del Bitcoin y similares es para cuñadetes. Nunca una causa-efecto fue tan clara ni terminó de dibujar tan bien a los personajes que se enredan en esta especie de estafa piramidal en la que el dinero se volatiliza después de que se den a conocer beneficios millonarios para unos pocos y virtuales para la mayoría que pierde los ahorros.

Ya le llegará el momento

“Así baja la incidencia el Gobierno de Ayuso: ‘No es el momento’ de notificar los positivos de test de farmacias”. Este titular de El Plural me parece, siendo una noticia menos grave que muchas otras sobre su gestión de la pandemia, el resumen de sus decisiones. Argumentan que los datos pueden ser erróneos. Claro: tanto como los de todos los gobiernos. Pero igual de grave que lo que hace el de Madrid es que los medios españoles (y vascos) no expliquen, cuando hablan de incidencias, la falta de datos que, en estos años, Ayuso ha completado con meses de retraso para sumar cifras tan injustificables como dolorosas.

El abrazo del oso

Cada día que pasa tengo más claro que Pablo Casado no llegará a medirse a Pedro Sánchez. No, por lo menos, para competir por la presidencia del gobierno de España. Si acaso, sí como último sacrificio para tragarse el sapo que él mismo ha cocinado: la treta urdida junto a Vox y UPN de esta semana en el Congreso solo es el anticipo del abrazo del oso: “El PP huye de un Gobierno con Vox: ‘Si hay que repetir las elecciones, se repiten’”, leemos en El Confidencial y nos suena a estertor. La estrategia triunfalista del PP, que va a salpicar 2022 con elecciones que puede ganar, como las de Castilla y León, solo va a unirle más a la extrema derecha.

Si nacen como estafa…

Entiendo el beneficio tecnológico de los llamados “tokens no fungibles”. Es decir: imágenes, vídeos o cualquier elemento reproducible a los que se puede asociar una propiedad y que no se pueden copiar. Pero el mercado puramente especulativo que rápidamente se ha generado a su alrededor, cuando la tecnología ni siquiera está asentada, ni mucho menos la demanda, puede ser su tumba: mucho tienen que remontar estos productos para que inversores de verdad se asomen después de confirmar lo que intuíamos: “El 80% de los NFT son un fraude. No lo decimos nosotros, sino la principal plataforma de comercio de NFT” (Magnet).

La prueba irrefutable de que nos hacemos mayores

Para mí hubo un antes y un después: la aparición de Twitch y OnlyFans marcó el cambio generacional. Quienes tienen esas redes entre sus favoritas se relacionan con Internet de otra manera: pagando por contenido que apenas tiene sentido fuera de sus móviles (ni hablamos de los ordenadores). Por contenido de entretenimiento (Twitch) o pornográfico (OnlyFans). Y el sexo ha vuelto a ser un marcador generacional estos días, cuando he comprobado que en Hipertextual tenían que explicar “¿quién es Pamela Anderson, la protagonista de la nueva serie de Disney+?”. A mí, que soy de otra generación, me tienen que explicar lo de Disney.

Los tramposos

El Athletic es un equipo muy molesto: no solo porque elimina a los grandes (Atlético en Supercopa, Barça y Real Madrid en Copa, en solo un mes), sino porque pone de manifiesto que el modelo de negocio del mundo del fútbol, que se muevan constantemente el dinero y los jugadores, no tiene nada que ver con la competitividad ni la afición. Un modelo de negocio insostenible, como demuestran los números del FC Barcelona. O solo sostenible por quien le permite gastarse otra millonada pese a las deudas e inscribir a cuatro jugadores sin dar salida, aunque solo sea por estética, a su futbolista con más cartel. Esto es jugar con ventaja.