De lo mejor que pudimos leer ayer sobre la grave situación del Athletic es la serie de tuits que escribió a primera hora Miguel Ángel Puente. La plantilla, acomodada y sobrevalorada; el presidente, encastillado y soberbio; el entrenador, encadenando decisiones equivocadas y rectificando tarde; y el momento actual, ridículo. Una radiografía acertadísima a la que podríamos añadir que un club saneado carece hoy de atractivo para los que pueden venir y los que se pueden marchar.
Harto
Este tuit de Guillermo Nagore me ha reconfortado: “Las empresas de Navarra y Euskadi tributarán beneficios este año al 28%. Espero que hoy mismo Gobierno navarro y vasco presenten una querella en Bruselas por competencia desleal a 15 comunidades autónomas que lo hacen al 25%. Ellos seguro que lo entienden”. Y lo ha hecho porque estoy bastante cansado de que me señalen dos veces como jeta, por autónomo y por vasco, cuando eso solo supone pagar más.
Retrato de un partido
La noticia de que a unos senadores del PP les ha tocado la lotería solo me da pie a comentar que, siendo representantes del grupo mayoritario en la Cámara Alta, ya les había tocado cuando fueron elegidos, que lo del “Cuponazo” solo es reincidir. Pero lo que me llama la atención, supongo que igual que a Dani Álvarez, es “lo divertido” que les resultó la aplicación del 155, que ha conllevado cárcel y suspensión, que fue el número que jugaron, seguro que con alguna risa.
Prohibido tuitear durante los plenos
Algunos en el Senado, pero también en el Congreso o el Parlamento vasco, e incluso muchos representantes desde los plenos municipales, no sabrían qué hacer si cunde el ejemplo del presidente del Parlamento alemán, que ha prohibido a los representantes tuitear durante los plenos. Y me parece estupendo, oigan, aunque con esa medida nos perderíamos algunos tuits que… Miren, vivo de contárselo pero sé que no habría pasado nada si no hubiéramos visto esos tuits.
Un suicidio nada digno
Slobodan Praljak quiso mantener su dignidad y decidió suicidarse para no tener que cumplir su condena de 20 años por crímenes de guerra durante la de los Balcanes. Para ello, tomó un veneno delante de las cámaras y la secuencia, lejos de impresionarnos, ha acabado siendo carne de chiste (ahora se llaman “memes”) en Twitter, sobre todo. Así de indigno es el final de un criminal, según el juez de La Haya. Pero no sé qué pensarán de los chistes los familiares de sus víctimas.