El diálogo es caro. Su ausencia, más

Está claro que en Bildu han escuchado más los consejos que les han dado en ERC en los últimos años que a la sociedad vasca en las últimas décadas: empezando por su dress-code (camino que hicieron los catalanes hace ya muchos años) y terminando, por supuesto, por el posibilismo político, de momento, sobre todo en Madrid y un poco en Iruña. Esto último Junqueras lo tiene tan claro que hasta se lo ha recordado a Puigdemont: “Prescindir del diálogo es una carísima irresponsabilidad” (República.com). También lo es en la CAV, donde los presupuestos pueden negociarse como en España o Nafarroa.

¿Qué queremos?

Estaba claro desde el principio que esta pandemia iba a afectarnos a todos, por lo menos, en nuestros dilemas morales: ¿a qué dedicar recursos? ¿Qué priorizar? ¿Sobre quién hacerlo? Y después del primer confinamiento total y en plena segunda hola, ¿qué tipo de estado queremos, uno duro u otro que nos permita manifestarnos por nuestros derechos? Alemania ha decretado un candadazo para Navidad. ¿Nos parece bien? ¿Estaríamos dispuestos a aceptarlo incluso poniendo en riesgo nuestros empleos? ¿Cuánta hipocresía estamos dispuestos a soportar a los del “no a todo”?

Ciudadanos, en caída libre

Ciudadanos puede cruzar en las próximas elecciones catalanas su propio Rubicón… Hacia la desaparición. Si el principio del fin empezó a escribirlo Rivera provocando una repetición electoral en la que lo engulló Vox, el clavo en el ataúd lo van a dejar a punto en la cita autonómica, porque nadie se suma a un caballo perdedor sin ideología y la foto de su despeñe después de haber ganado las últimas elecciones va a resultar insoportable. A Arrimadas y su equipo le queda por hacer poco más que enfrentarse a su destino, recoger los bártulos después de la campaña y salvar a las y los que pueda.

Morir matando, literalmente

El trumpismo se muere (estoy convencido de ello) pero lo hace de la peor manera imaginable: “Con el mayor número de ejecuciones federales de los últimos 100 años”. Según leemos en Público, entre otros digitales, la presidencia de Donald Trump ha revertido la tendencia de reducir el número de ejecuciones y ha firmado 10 ejecuciones federales en 2020, que se suman a las 7 que han firmado diferentes estados. La intención de Biden es modificar este modelo penal, y la de Trump, como cabía esperar, salir meándose en las alfombras y, lo que es peor, el dolor y las familias de los ajusticiados.

Y Google se cayó a nivel mundial

Para rematar este 2020, Google se cayó el lunes durante un rato a nivel mundial. Fue poco más de una hora y, salvo excepciones, el estropicio no fue irreversible. Pero la caída momentánea de Google nos tiene que servir para darnos cuenta de la dependencia que tenemos de sus servicios: “Buen momento para explicar qué es un monopolio”, sugería Ferrán Martín en Twitter. Pero yo me pregunto: ¿es peor que se caigan Gmail y YouTube o que lo hagan WhatsApp, Instagram y Facebook? ¿Qué gran concentración de herramientas nos condiciona más la vida? ¿Por qué lo permitimos?

Cuando la difamación te gana

Soy un cronista frustrado y un columnista que debería de haber mejorado sustancialmente después de diez años escribiendo cada día. Pero si algo he aprendido es a templarme. Más por veterano que por profesional, me temo. Y sé que si algo no puede ganarnos en el día a día es la difamación: eso queda para las políticas malas como Cristina Seguí, los tuiteros del montón y los periodistas que juegan a influir. Por eso me sorprende que hasta un Alfonso Ussía, con el que no comparto nada pero al que reconozco las canas, haya colaborado en la difusión de los audios de la menor violada por los exjugadores del Arandina.

Cuando tú pierdes otros ganan

Si la difamación gana la batalla habrá otros, generalmente poco recomendables, que celebren la guerra. Eso puede suceder con el relato sobre cómo la afición del Rayo Vallecano se enfrentó al jugador del Albacete, Roman Zozulya. Ni ha recibido insultos racistas ni ha sido una cuestión menor de una peña rayista concreta. Es el propio Zozulya el que ha difundido imágenes con simbología nazi y personas próximas a la extrema derecha, ni “nazi” ni “puto nazi” son un insulto, ni son solo los Bukaneros los que rechazan al ucraniano. Carlos Sánchez Blas ha escrito un necesario hilo en Twitter al respecto.

Se trata de no perdernos el respeto

Como profesionales, como periodistas o creadores por nuestra responsabilidad social, y como personas, tenemos que tener mucho cuidado de no perdernos el respeto. Nosotros mismos seremos más felices y, sobre todo, no generaremos decepciones en lectores, seguidores o amigos y familiares. Por eso en estos días en los que me cuesta entender algunas cosas me extraña especialmente lo obvio: el dibujante Ferrán Martín denuncia en Twitter que estafadores profesionales (para mí es lo que son) estén utilizando sus dibujos para vender ropa y merchandising sin su permiso.

Hablando de…

Mientras hablamos de gente cuyo trabajo es sacar rédito de lo que hacen otros llegamos a Felipe VI. Hace unos días ya escribí en esta columna que en la anterior ronda con los partidos se atrevió a sustraer al Congreso su potestad de elegir a Sánchez presidente incluso contra su deseo. Ahora es Joaquín Urias el que alerta en Twitter de que Felipe VI se ha saltado la Constitución: “La propuesta de candidato a Presidente necesita el refrendo de la Presidenta del Congreso”, pero no lo ha hecho así. Su voluntad se ha impuesto por encima de la cámara de representación de la ciudadanía. Y no es la primera vez.

Lo que (también) importa

En el evento sobre videojuegos que organizó este periódico el pasado mes de noviembre Jon Cortazar ya nos habló de su última creación: Treasure Rangers. Lo hizo con su entusiasmo contagioso y con la humildad de quien lanza su producto… Como si antes no hubiera cosechado un éxito mundial en un mercado tan difícil como el de los videojuegos. El juego que nos propone el equipo de Cortazar desde su estudio vasco, Relevo, además cuenta con una particularidad: uno de los personajes sufre autismo, lo que nos permite vivir la aventura con sus características. De esto también hay que hablar.

¿Y esto no es malversación?

Me lo preguntaba Gorka Mostajo en Twitter y solo pude responder que, en mi opinión, sí: después de todo lo que estamos viendo la justicia española debería de entrar a valorar si es malversación la campaña que lanzaba el gobierno español ayer, asegurando en castellano e inglés que el suyo es un estado democrático, al mismo tiempo que salía la sentencia a los presos políticos del Procés. Una campaña que es la del gobierno pero también la del PSOE y que está pagada por todos, también por los que creemos que la sentencia es una salvajada y por las familias de los condenados.

El delito es la intención

Si a alguien le quedaban dudas de que los catalanes no son políticos presos (eso lo son los del PP a los que trincaron por corrupción) sino presos políticos, la sentencia de ayer lo confirmaba: “Actos simbólicos condenados con cárcel. No es que la realidad supere a la ficción; es que la realidad castiga la ficción”. Esto lo tuiteaba Roberto Enríquez, una de las figuras televisivas del momento y para nada sospechoso de connivencia con el nacionalismo. Solo hay que tener ojos en la cara para darse cuenta de que cuando Puigdemont proclamó la república catalana y luego la dejó en suspenso ni arrió la bandera española.

¿Y qué resuelve? Nada

José Corbacho nunca me ha gustado, pero lo de ayer no va ni de filias ni de fobias, sino de tener o no la sensibilidad suficiente. Junto a una imagen completamente negra, el director dejaba en su Instagram esta reflexión sobre las condenas: “Muchos años. Demasiados. Muchos días tristes llevamos ya y muchos otros vendrán. Hoy es uno de esos días. La tristeza es algo individual. Puedes sentirla o no. Yo hoy la siento. Y no pienso como ellos. Ni los conozco personalmente. Pero me siento triste. Por ellos, por sus familias y por sus amigos. Y lo peor de todo, es que las cosas no van a mejorar con esta decisión. Al contrario”.

Nos afecta a todas y todos

El periodista Arturo Puente destacaba de la extensa sentencia la explicación por la condena a Jordi Cuixart (9 años de prisión): básicamente, los jueces consideran desobediencia a cualquier acto en el que un grupo de personas se oponga al orden establecido. El humorista gráfico catalán Ferrán Martín quiso poner en Twitter el énfasis también en esta cuestión porque no se trata ya de condenar que uno sea nacionalista y actúe en consecuencia, sino de poner a disposición de los jueces cualquier queja y un riesgo de pena grave: “¿Que la sentencia no os afecta? ¿Seguro? ¿Seguro?”. No, esto no es solo un aviso a los vascos.

Sí, queremos que se manifiesten

Ante la salvaje sentencia de ayer igual que ante la exhumación de Franco uno no puede permanecer indiferente: o pones pie en pared o dejas que te avasallen y te arrastren. Hay que elegir. Y del mismo modo que si no te importa la salida de Franco de su mausoleo, entérate, eres franquista, si crees que la sentencia es justa e incluso insuficiente, y pones el acento en que en poco tiempo puede que estén en la calle (lo veremos), no estás enterándote de nada. Lo de ayer fue un ataque a la línea de flotación de la democracia, y que el FC Barcelona se haya manifestado en contra solo honra al club y su directiva.

Sánchez ama el sanchismo

Pedro Sánchez tiene una capacidad asombrosa para tomar malas decisiones y sobrevivir a ellas. Y con todo lo que le ha pasado (ha sido expulsado de su propio partido y se ha encontrado en Moncloa después de una moción de censura improvisada), parece que publicar sus memorias demasiado pronto para alegría de los críticos no es tan grave. Pero sí lo es. Lo que está trascendiendo no suma pero sí resta porque él se lo ha buscado: airear decisiones personales chuscas y políticas reprobables, con ese aire de “oda a sí mismo”, como lo definen en Letras Libres, puede desgastarle más de lo que calculó.

Demasiados corazones

El periodista Álvaro Carvajal ha juntado cuatro fotos: en ellas se ve a Sánchez, Iglesias, Casado y Girauta en actos de sus partidos presididos por un corazón. Y añade: “Demasiado corazón para tanta política desde las tripas”. Apelar a la emoción está bien, apelar a los instintos es más complicado, pero no apelar a las ideas es, evidentemente, un error. Un error que cometen los líderes de los principales partidos españoles en el Congreso (hasta que entre Vox): ¿dónde están los proyectos, las medidas? No lo sabemos, de momento, todos ofrecen lo mismo: un corazón dibujado y su bandera.

Y en Vox, ordeno y mando

Los representantes de Vox no están todavía en el congreso y ya han decidido saltarse su democracia interna: así funciona la extrema derecha española. Más claro, agua. “La dirección nacional de Vox ha decidido dar un golpe en la mesa para ejercer un control férreo en la confección de candidaturas electorales, tanto para el cartel de generales como para autonómicas y municipales”, leemos en El Confidencial. El colmo del facherío, como si de un chiste se tratara, es que este cambio estatutario se ha «debatido» en la Asamblea que organizaron ayer, 23-F. 

Sacaron los tuits a la calle

Precisamente de dar un golpe de Estado es de lo que acusan a los políticos catalanes que están siendo juzgados estas semanas. Un golpe de Estado que el humorista gráfico Ferrán Martín define así en Twitter: “Este va ser el primer golpe de estado de toda la Historia basado en tuits. Tócate la pera”. Unos sacaron los tanques y las metralletas a la calle, y otros, según los jueces y fiscales, sacaron unos tuits. Los del golpe de Estado real están hoy en la calle y aparecen de vez en cuando en algún medio porque se les ha hecho un homenaje. Los del digital llevan más de 500 días en la cárcel preventivamente. ¡Qué inmensa injusticia!

Todos tenemos ya uno

“Las ventas de smartphones en el mundo no crecen sino que han caído un 4,1% en el último año”. Es una frase en Trecebits, pero podría ser una sentencia: el mercado se ha llenado de smartphones que no se renuevan tan fácilmente por mucha obsolescencia que les programen. Los precios de los terminales para profesionales se han disparado, además, de un modo inexcusable. Así que tiramos con nuestros aparatos, auténticas maravillas tecnológicas, y abandonamos la idea de comprar otro. Por suerte, la burbuja de la compra compulsiva de otro iPhone u otro Samsung parece que se pincha.

Una injusticia manifiesta

Podrán ponerse tan estupendos como quieran, pero no tienen razón: los que aseguran que el encarcelamiento preventivo de los presos políticos catalanes es justo han cedido su sentido de la justicia a la sed de venganza española. A España no le hace falta el ministerio del tiempo: revive su pasado cada día. Mientras tanto, Turull, que como bien recuerda Ferrán Martín podía haber sido president (y uno dialogante) de no enfrentarse a una España vengativa, tuvo que ser ingresado durante el fin de semana en la enfermería de la prisión por su huelga de hambre. Necesitamos que alguien para esto. Sobre todo lo necesita él.

Le daban igual los presupuestos

Las declaraciones posteriores a la negociación frustrada de los presupuestos vascos son un buen autorretrato, sobre todo por la parte de Bildu. Lo reconozco: no confío en quien no me ha dado ni una sola razón para hacerlo, llámenme raro, pero el discurso de Otegi de estos días parece escrito de antemano, como si hubieran querido llevar el debate hasta el último extremo, haciendo que se hinche el globo, para luego afirmar lo que están dejando caer en todos los medios. Lo que no han calculado en Bildu, y si lo han hecho, malo, es lo que su teatrillo va a generar: más desconfianza.

Un fascista es un fascista

Sigo con mis desconfianzas: un fascista lo es siempre, no tiene remedio. Para confirmarlo tenemos a Ricardo Guerra, condenado por el asesinato de Aitor Zabaleta y detenido esta semana junto a otros nazis en Bruselas aunque, al parecer, el tercer grado penitenciario no le permitía viajar fuera de territorio español. Nacho, un usuario de Twitter, recopiló en cuatro pantallazos parte del recorrido de Guerra, que incluye el intento de introducir 150 bellotas de hachís en la cárcel después de un permiso penitenciario y que no haya indemnizado aún a los familiares de Zabaleta.

Esto también hay que contarlo

El youtuber Daniel Santomé, más conocido como Dalas, estará especialmente repelente estos días, después de que el juez le haya absuelto de las acusaciones de abuso sexual y ciberacoso a una chica de 13 años. Pese a la acusación de la fiscalía, la audiencia provincial de Madrid considera que no hay pruebas suficientes (solo declaraciones, ni siquiera históricos de las conversaciones vía chat), pero el juez también da un toque al soberbio Dalas, al que desmonta “la simplista hipótesis exculpatoria del acusado de que todo es una conspiración”. Hasta la próxima noticia.

Lo sabemos por “los medios”

La famosa tuitera Barbijaputa tuiteó: “Ningún medio va a decir que Chiquetete era un maltratador”, tras la muerte del cantante y condenado por malos tratos, antes de buscar en Google. Así que el enésimo tropiezo de la anónima (nunca ha dado a conocer su identidad dando lugar a situaciones ridículas como aparecer voz en off en un acto de visibilización de la mujer) fue señalado inmediatamente, aunque a ella y sus seguidores les dé igual. Por no hablar de que cuando Chiquetete fue condenado no existía Twitter y ahí estuvieron “los medios” para contarlo.