Ir a Cuba para hablar mal del PNV

La eurodiputada Izaskun Bilbao Barandica apareció mencionada junto a Iñaki Anasagasti, este periódico y el director de Gara, Iñaki Soto, en un tuit de Cuba Información junto a este texto: “El PNV  debería corregir su grave error sobre Cuba en el Parlamento europeo”. Este movimiento yo solo lo entiendo de una manera: vinculado a la visita de Arkaitz Rodríguez a aquel país, donde tuvo la oportunidad de comprobar lo que es una dictadura. Otra cosa es que la aprovechara. El motivo por el que la nacionalista vasca fue señalada, por cierto, fue criticar “el aparato represivo que persigue a la disidencia”.

Quien libera a un agresor

Si es perfectamente posible viajar a Cuba y volver sin darse cuenta de qué es y cómo funciona una dictadura, ¿cómo no va a ser posible “confundirse” y creer que el que actúa como un fascista no es Putin en la invasión de Rusia sobre Ucrania? Este tuit de Ricardo Marquina me deja estupefacto: “Un asesino reincidente que desmembraba mujeres y que fue indultado por Putin para ir a luchar a Ucrania vuelve a la cárcel tras volver de la guerra y asesinar y descuartizar a una chica de 22 años”. Ya sé que la reivindicación hoy no es el fin de la violencia machista. Pero también sé qué es quien libera a un agresor.

Correcto

No suelo estar de acuerdo con Marta Nogueras porque creo más en el posibilismo, pero no se me ocurre una manera mejor de expresar lo que puede suponer la aplicación de la amnistía: “Esta ley corta de raíz la posibilidad de que la cúpula judicial española vaya más allá en su imaginación y en su fabulación” (EPE). Porque la justicia española, si es que se le puede llamar “justicia” a lo que hicieron contra las y los políticos independentistas catalanes, pretendió corregir la flojera del gobierno de entonces, el de Mariano Rajoy. Y lo hicieron dando por hecho cosas que no sucedieron y, lo que es más grave, dictando sentencias.

No solo fue Armengol

El PP está encantado con la presión mediática a Francina Armengol. La tercera institución del Estado se tambalea ante tuits como este de El Mundo: “Canarias logró rebajar las mascarillas ‘fake’ a 0,85 euros pero Baleares ni lo intentó y pagó 2,5 euros”. Lo cierto es que el gobierno de Isabel Díaz Ayuso compró a una empresa vinculada con su hermano las mascarillas a 6,05 € por unidad, IVA incluido. Y no es menos cierto que en durante la pandemia los gobiernos tiraron por el carril de en medio en muchas ocasiones por la presión social. Si hay mordidas me parece condenable, si solo intentaron hacerlo lo mejor posible y se equivocaron, no.

¿Arroyo marca el camino?

Desde el principio (y lo he escrito en esta columna repetidamente estos años) he tenido claro que Podemos pasaría, pero como un elefante, destrozando la senda que atraviesa, y que quienes lo pusieron en marcha acabarían como los de Euskadiko Ezkerra: apareciendo en todos los reportajes en los que se hable de una época determinada, y volviendo a las tertulias, que es de donde salieron. En The Objective leo este titular: “TVE ficha como tertuliana a una presentadora del canal de Pablo Iglesias”, y ante la insostenibilidad del proyecto mediático de Iglesias, pienso que Laura Arroyo va a marcar el camino.

Nilufar Hamedi y Elahe Mohammadi no tendrán un juicio justo

El mundo tal y como lo conocemos tiene que cambiar. Más allá de la noticia de que somos tan gilipollas que estamos haciendo imposible nuestra propia supervivencia en el planeta, lo que hacen algunos seres humanos a otros seres humanos y el resto permite es indecente. Nilufar Hamedi y Elahe Mohammadi son las periodistas iraníes que dieron a conocer al mundo la muerte de Mahsa Amini en dependencias policiales después de ser detenida por no llevar el velo bien puesto. Es fácil pensar que el juicio a las periodistas, que puede acabar en pena de muerte, será “sin garantías procesales suficientes” (Público), y que no haremos nada.

Pues tiene razón Otegi

Arnaldo Otegi tiene razón: la ciudadanía no es “boba” y sabe perfectamente que Bildu ha ayudado al gobierno español en todo. Por eso le ha premiado, largamente, la sociedad vasca. Qué cosas, que hacer solo política funcione, ¿eh? Y tiene razón también en indignarse cuando ve que tanto PSOE como Podemos le rehúyen porque en España la relación con Bildu sigue apreciándose como tóxica. Arnaldo Otegi tiene razón en reclamar que si hace política española se le reconozca, que su apuesta por la gobernabilidad del estado opresor se señale como ganadora, que su elección (antes la izquierda que la patria) sea puesta en valor.

¿Solo harán mesa las y los tontos?

No sé cuál será la solución, pero sí sé que la petición de FACUA de que los “viajes familiares” sean “causa de exención” de una mesa electoral es un error. Porque se van a disparar las contrataciones con sus posteriores cancelaciones y, sobre todo, se va a extender la percepción de que si no te libras de la mesa un 23 de julio, cuando más jode, es porque eres tonta o tonto. Pedro Sánchez ha convertido la fiesta de la democracia en una boda a la que no quiere ir nadie, y lo ha hecho para evitar que le hagan un funeral en Ferraz. Pero el egoísmo electoral no puede convertirse en un acto de jodienda colectiva. Y menos, con FACUA fomentándolo.

Tenemos que contarlo mejor

La desafección a la política, la desmovilización, además de una estrategia implementada a la perfección por Bildu y ELA, es una cuestión relevante. Y me pongo el primero en la lista de culpables: algo hemos hecho mal si no somos capaces de explicar que la política es compleja, que los servicios públicos no se mejoran a golpe de chantaje y que los logros colectivos nos benefician a todas y todos, incluso los que parecen más lejanos: “Tras cinco años, dos legislaturas, más de 600 horas y 12 trílogos cerramos un acuerdo en el Reglamento de Control de Pesca. Muchas gracias a todos los equipos”, tuiteaba Izaskun Bilbao esta semana.

El “easy” fútbol

Creo que si Guardiola no fuese catalán sería reconocido con justicia como el mejor entrenador del mundo, también por la prensa española. Pero si hablamos de entrenadores que están revolucionando el fútbol ahora mismo tenemos que hablar de José Luis Mendilibar. Él practica el “easy” fútbol: pone a los jugadores en sus puestos, les pide que hagan lo que saben y les da confianza en sus posibilidades. Sus éxitos, muchos en la parte baja de la clasificación, ahora se han visto legitimados por una victoria: la del Sevilla en la Europa League. Y contra Mourinho, que ha hecho de su personaje, y no del fútbol, su modo de vida.

Democracia capciosa

Izaskun Bilbao fue contundente en Twitter: “Una decisión arbitraria e injustificable. Carles Puigdemont y Toni Comín han sido elegidos eurodiputados con el apoyo de 1.025.000 votos. Los que presumen de ‘cumplir la ley’ saltándosela a la torera y pisoteando derechos fundamentales. Lamentable”. Su afirmación fue retuiteada más de 2.300 veces y acumuló más de 4.000 “likes” rápidamente por la sencilla razón de que le asiste la razón. Si pueden presentarse y pueden ser elegidos lo lógico es que puedan ejercer. Quien se lo impida estará manipulando los resultados electorales porque no le gustan.

Menos lobos…

¿Se acuerdan de Yanis Varoufakis, aquel ministro de Economía griego que puso en jaque a Europa porque no quería aceptar las normas de juego? Al final, Alexis Tsipras le pegó la patada porque vio claro que Varoufakis estaba poniendo en riesgo la viabilidad de su gobierno y de la economía griega para mayor gloria… de él. Después de visitar a Assange y vivir bien (porque como economista ha sabido hacer dinero en un sistema neoliberal), el 26-M se presentó a eurodiputado en Alemania. ¿Saben qué resultado obtuvo? El 0,30% de los votos en el país. Su partido fue la decimoprimera opción de las y los votantes alemanes.

La democracia de Change.org

Desconozco si, finalmente, hoy se celebrará la manifestación que, al parecer, han convocado vía Change algunos incautos como Noelia Lozano, una de las primeras que tuiteó al respecto: “Y si pedimos muy fuerte con un @change_es que Carmena se quede? que salga la gente a las calles a pedir que se cumpla la mayoría? lo que ha votado el pueblo madrileño!” (sic). Me sorprende el desconocimiento de muchos de cómo funciona el sistema democrático, empezando por asumir que su ruido en Internet vale menos que los votos y, en el caso de Madrid, la falta de escrúpulos del PP y Ciudadanos para pactar con Vox.

La propia Noelia Lozano me escribe en Twitter para aclarar que ella no convocó ninguna manifestación. En el texto de la columna, por culpa de una mala redacción por mi parte, exclusivamente, puede entenderse que sí. En este caso, como en otros que me he equivocado, por supuesto, aclararé lo que sea necesario.

Jugar como modelo de negocio

Sí, jugar a videojuegos es un negocio muy rentable pero para muy pocos. En El Confidencial se han fijado en las grandes estrellas mundiales de este nuevo modelo: Richard Tyler Blevins (alias “Ninja”), Turner Tenney (más conocido como “Tfue”, polémico por sus comentarios cercanos a la extrema derecha), Michael Grzesiek (“Schroud”) han ganado 10, 5 y 2 o 3 millones de dólares, respectivamente grabándose mientras juegan en sus casas (o estudios) con los juegos que les pagan por promocionar. El negocio, según el digital, es sostenible pese a estas cifras por los beneficios que generan los desarrolladores.

Las otras consecuencias del Brexit

Está por ver la consumación del Brexit tras la salida de Theresa May, pero lo que es innegable es que la situación de zozobra se extiende en el tiempo y esta no beneficia a nadie (aunque lo que de verdad perjudica al Reino Unido es la salida definitiva). Uno de los puntos de conflicto es la frontera entre Sur y el Norte de Irlanda, y dentro de ese conflicto hay otro, muy importante para muchas y muchos ciudadanos, ya que el Derry juega en la liga irlandesa desde que equipo y afición se cansaron de ser atacados por su condición de católicos en todos los campos de la liga, casi totalmente unionista.

Volvemos a empezar

La primera tanda electoral de este maratón ya está resuelta. Solo nos queda el partido de vuelta, que empieza en solo diez días. En Madrid, de aquí a finales de mayo se espera muy poco movimiento: independiente del resultado, ¿quién va a querer posicionarse marcadamente antes de otras elecciones en las que hay tanto en juego: eurodiputados, alcaldes, concejales, diputados generales, la presidenta foral y, en España, también presidentes autonómicos? Así que lo que se quedó sin resolver así se mantendrá, como las casi 300.000 familias con todos sus miembros en paro solo en Andalucía.

Les toca

El rumor de las próximas elecciones ya se oye, como si fuera un ejército medieval que se aproxima al castillo a través del bosque con caballos y pesados carruajes. Todos pensamos en los ayuntamientos, algo menos en las diputaciones (las grandes olvidadas pese a su importancia en nuestro país), y los menos, en Bruselas y Estrasburgo. Pero allí, en esos parlamentos tan relevantes, mucho más de lo que creemos, hay políticos y políticas de mucha altura profesional y humana. Los tuits de reconocimiento mutuo que se cruzaron Izaskun Bilbao (PNV) y Eider Gardiazabal (PSE) son buena prueba de ello.

No, la política no es cuestión de fuerza

La política es el arte de encontrar y explorar el espacio común para pactar hasta las desavenencias y, así, poder avanzar como gobierno y sociedad. Si algo no es la política es la demostración del músculo y la fuerza: al vídeo de Vox en el que Abascal era presentado como el aliado para repeler un ataque en tu propia casa, ahora podemos sumar el tuit de la periodista de Libertad Digital (lo segundo limita a lo primero), Elena Berberana, que presentaba a la culturista que forma parte de la candidatura de ese partido en Leganés, preguntando qué independentista iba a meterse con ella por sus músculos.

Que la próxima sea diferente, por favor

El investigador Guillem Vidal se preguntaba en Twitter durante la recta final de la semana pasada: “¿Soy yo o en esta campaña no se está hablando de nada en absoluto?”. Por supuesto, apenas se habló de algo interesante: ¿con qué ideas sobre Cultura, Educación o Sanidad se presentaron a las elecciones los partidos españoles? Ni idea. Todo se resumía a una cuestión de paradigmas: España rota o España entera pero de extrema derecha. Así, es normal que en Catalunya o Euskadi las opciones nacionalistas hayan servido como refugio ante la nada con bandera grande o más grande.

Un poco de no-política

Necesito descomprimir, no puedo negarlo. Necesito una novela ligera, una botella de vino blanco con un pescado que no quepa en la brasa, y gritar cuatro goles del Athletic en San Mamés. Así que, en la medida que pueda, esta semana les hablaré de cualquier cosa menos de política. Pero me temo que podré hacerlo poco aunque, como hoy, lo intente: “El fundador de SoftBank, Masayoshi Son, perdió 130 millones de dólares en Bitcoin”. Así introducía el siempre interesante Ángel Jiménez la noticia sobre cómo uno de los principales inversores en monedas electrónicas ha perdido ya parte de su millonario gasto.

El daño que está haciendo Puigdemont

El daño que está haciendo Carles Puigdemont al nacionalismo, en su conjunto, es incalculable. No solo él, también su equipo (lo de Elsa Artadi hablando de curarse la “vasquitis” es incalificable). Y no solo ahora, también de cara al futuro. De saque, según la proyección de la Eurocámara, ni PNV (por poco) ni PDeCat (por bastante más) obtendrían por separado los escaños que, sin duda, sacarían juntos. Pero la continuidad la interrumpió Puigdemont cuando obligó a los suyos a decidir: con él y a su manera o contra él y que el partido se vaya a la mierda. Igual ha llegado ya la hora de ver que quien resta y divide ni suma ni multiplica.

El daño que están haciendo a los catalanes

Con los mismos ojos y la misma sensibilidad que permiten observar los hechos de Puigdemont y sus colaboradores, podemos comprobar que la denuncia de Luis Gonzalo Segura en Twitter es completamente cierta: “Repasando los vídeos sobre el 1-O siento impotencia al pensar en cómo en el juicio se califica de violentos a los catalanes cuando tuvieron un comportamiento abrumadoramente pacífico aun cuando fueron brutalmente apaleados. Es absolutamente repugnante”. La ciudadanía catalana dio una lección, especialmente a los vascos, especialmente a esos vascos que siempre defendieron el uso de la violencia.

El daño que están haciendo a los españoles

Más grave que lo que está haciendo Puigdemont es lo que están haciendo quienes se apoyan, entre otros, en sus actos para relanzar el nacionalismo español mientras atacan el vasco o el catalán. Nadie se responsabilizará de los sentimientos ni las acciones de decenas de personas que son inducidas, cada día, a odiar lo que no comprenden. Pero algunos inductores tienen nombre y apellido: puede ser una casualidad, o no, que Carina Mejías, de Ciudadanos en el ayuntamiento de Barcelona, criticase la colocación de una placa en memoria de los torturados en el franquismo, y que esta haya aparecida destrozada unos días después.

Abascal, cada día más freak

Después de reclamar el derecho a poseer armas para defender la propiedad privada y anunciar que, si es presidente, construirá un muro en la frontera de Ceuta y Melilla con Marruecos que, además, pagará ese reino, Santiago Abascal está a una encuesta de asegurar que los principales problemas de España son la inmigración de los guatemaltecos al sur y la legislación canadiense al norte. La copia a la mecánica de Trump es tan descarada como lo peligrosa que resulta su filosofía compartida: el rubio despierta al Ku Klux Klan allí, y el moreno, a los franquistas en España… Y en Euskadi, que nadie dé a este territorio por vacunado.

Eskerrik asko, Facebook

En este contexto tan desagradable, es Facebook el que pone como ejemplo, en una nota oficial sobre el tratamiento de las noticias falsas y l odio, al nacionalismo vasco como una opción política legítima que, como tal, no baneará de su red social. Es decir: lo normal nos parece excepcional, pero es que en este contexto de crecimiento de los ultras (también de los que se supone que son amigos, pero no) empezamos a hacer exótico hasta lo nuestro. Lo que es denunciable es la participación activa de periodistas que han mentido, han ignorado y, sobre todo, han aprovechado para hablar de ETA. No, todo no es ETA. Solo ETA es ETA.