Hay partido

El ministerio australiano de Inmigración ha retirado el permiso para permanecer en el país a Novak Djokovic por una cuestión de salud pública y, como era de esperar, el tenista serbio ha vuelto a acudir a los tribunales para ver si la arbitrariedad judicial, esa otra pandemia de nuestros días, vuelve a darle la razón. Hay partido. Y no es poco importante porque lo que pase en las antípodas de Euskadi va a generar una ola que llegará a todas las partes del planeta trayendo por correo certificado que hay ciudadanos de primera y de segunda, y que los antivacunas son un peligro que debemos dejar circular. Pues no.

Qué bonita es la política

Este subtítulo de Eldiaio.es es maravilloso: “De los 18 candidatos de la España Vaciada en Valladolid, 14 han formado parte de listas de Ciudadanos, entre ellos una alcaldesa investigada por prevaricación y malversación”. Ahí los tienen, algunos lo mismo forman parte de una candidatura liberal que engorda a la extrema derecha que se presentan por una candidatura que reclama visibilidad para zonas de baja densidad de población. Valen para todo. Es lo que pasa cuando los partidos carecen de principios y buscan finales: finalmente, colocarse, mamar de la tela pública. Las siglas, los colores y la ideología solo nos importan a los románticos.

¿No era por el gobierno y sí era por la campaña?

No puedo negar que Podemos e IU están sabiendo dar la vuelta al error del ministro Garzón de sugerir un ataque a un sector productivo de su país en un medio extranjero. De hecho, hay que reconocerles que han logrado algo dificilísimo: cambiar el foco. Pero siguen pasados de frenada: “Sánchez ordena zanjar el debate de las macrogranjas y Unidas Podemos hará de ellas campaña”, adelantan en InfoLibre. Entonces, ¿todo este esfuerzo es para competir con el propio PSOE en la campaña castellana? ¿Y el freno que quiere pisar el PSOE es por el bien del gobierno o por el del partido? ¿Alguien del ejecutivo piensa en el ejecutivo?

No seas facha

Se queja Javier Negre en Twitter de que “nosotros pedimos entrevista a la CEOE y se niegan a atendernos. A nosotros que defendemos a los empresarios. El mundo al revés”. El periodista colaboracionista puede probar a dejar de ser facha para ver si le va mejor. También estaría bien que dejara de tuitear cosas como esta: “Cada día la CEOE de Garamendi me da más asco. Primero coquetea con la comunista Yolanda Díaz y ahora esto. ¿Cómo se puede llevar a Pablo Iglesias, uno de los máximos enemigos del empresariado español, a dar una charla de liderazgo?”. Esta forma mafiosa de defender a la patronal es tan fascista que hasta da risa.

Yo quiero sus reuniones de trabajo

Antes de hablar del escándalo de la serie de fiestas en Downing Street durante el confinamiento en el Reino Unido debemos recordar que Boris Johnson llegó a ser Prime Minister tirando de morro, de mucho morro, tras el Brexit, una de las campañas más falaces que se recuerdan en Europa. Así que todo lo que leemos ahora no me extraña demasiado aunque sí me hace gracia que el propio Johnson haya dicho en el Parlamento que pensaba que las “parties” eran reuniones de trabajo. Yo también quiero de esas, qué demonios, que la vida son dos días y el alquiler en Downing Street siempre se termina.

Tres millones menos

Los tres millones de espectadores que ha perdido Felipe VI en su alocución anual son una señal clarísima de desafección a la corona. Nadie quiere ser tratado como si fuera idiota, nadie quiere ser engañado a la cara, nadie se traga que el actual jefe de Estado no tenga nada que ver con las actuaciones de su predecesor y padre. El cansancio acumulado que todas y todos llevamos en la mochila esta vez ha tenido una consecuencia positiva: estamos demasiado hartos como para aguantar tonterías desde un salón de lujo que pagamos vía impuestos y de un rey con la credibilidad y la dignidad al mismo nivel: por los suelos.

“Dignidad y coherencia”

Ignacio Martín Etxebarria, alias “Mortadelo”, fue recibido con bengalas y tanto ruido como pudieron hacer en las calles de Iruña quienes tienen una tara mental que les lleva a intentar homenajear a asesinos. Algunos de la tarita estaban allí, en persona, aplaudiendo a un asesino, y otros estaban haciendo los coros en Twitter y confirmando por escrito que son tontos, parafraseando a los de Pantomima Full: Josep en Twitter clamaba “dignidad, coherencia y compromiso con su pueblo. (…) Gudariak direlako”. Pello Salaburu le respondía en la misma red social: “La dignidad y la coherencia de quien honra en público a un asesino”.

El último regalo por Navidad

“Para el día de Navidad, las eléctricas han fijado un precio 14 veces más caro que el 25 de diciembre del año pasado. De 16,04 euros el megavatio hora a 226,42. Fun, fun, fun”. Este tuit de Rubén Sánchez, secretario general de FACUA, es como esa gran “X” en el suelo que descubría Indiana Jons en la iglesia de San Barnaba en Venecia: marca el lugar en el que nuestra indignación tiene que abrir una brecha. Porque resulta muy ofensivo no solo lo que nos cobran y las excusas que ponen para hacerlo, también que Pedro Sánchez diga que no vamos a pagar más que en años anteriores como si fuéramos tontas y tontos.

Pablo, ¡cómo te la han colado!

No me parece mal que las y los políticos tengan un punto de candidez e idealismo: prefiero las personas que piensan que lo imposible es posible frente a las baqueteadas o que se presentan como el Mandela blanco. Pero creo que Pablo Casado se pasa de primo: Javier Negre le ha colado que el fotógrafo del presidente Pedro Sánchez le ha agredido de tal manera que le ha dejado con un brazo en cabestrillo y sentado en una silla de ruedas. Un hecho así hubiera sido un escándalo, pero es que además la única fuente de este hecho es el propio agredido, famoso por mentir. Y al pobre Pablo Casado se la han colado… ¿O quiere colárnosla a nosotros?

No lo seamos nosotros

No seamos nosotras y nosotros tan primos como Pablo Casado: “Después de ómicron habrá más variantes y no tienen por qué ser más leves” (InfoLibre). Y no hace falta ser científico para llegar a una conclusión tan sencilla después de dos años de pandemia. Pero sí hace falta querer verlo, no pensar que una pandemia se ha acabado porque la mutación de turno parece favorecer unos procesos más leves. ¡Pero si cada año la gripe es distinta cómo no va a serlo este coronavirus! Todos necesitamos una alegría y lanzar las campanas al vuelo, pero quienes lo han hecho ya son los mismos que hacen trampa con la mascarilla.

Negacionistas abertzales

Con la misma estética, los canales de información y hasta los mismos lugares de manifestación que la izquierda abertzale tradicional y oficial, incluso turnándose la barandilla para pancartas pintadas de la misma manera, un colectivo socialista, joven y abertzale convocó durante el fin de semana pasado protestas contra el Pasaporte Covid, el mismo contra el que se manifiestan abiertamente las y los de Vox. El lugar de este colectivo concreto en la amalgama de la izquierda abertzale me importa tan poco como a la mayoría de la sociedad. ¿Galgos o podencos? Negacionistas y de ese entorno. Allá quien los auspicie.

Populistas todas y todos

Si el populismo se te cuela en tu frente amplio y abre brecha el problema es tuyo. Y es un problema muy común hoy en formaciones políticas de amalgama y en el PP, donde Isabel Díaz Ayuso solo se la cuela a quien desea oír lo que ella dice. Pues eso, populismo de manual que, por suerte, no funciona cuando tienes una visión un poco crítica de los mensajes o los tuits: “‘The Politico’, uno de los medios más influyentes en Europa, la describe como ‘Santa patrona de los bares’ y ‘reaccionaria’, y la mete en la lista de los políticos disruptivos, junto a Lukashenko y Orbán”, resume Black en Twitter antes de enlazar el artículo.

Con el árbitro comprado

Una mayoría social amplia y clara no es suficiente para mover los pilares del Estado español, ni siquiera para que la política española entre en otra dinámica. Pero una sola familia sí puede modificar los patrones educativos y culturales de una nación. De una nación sin estado, claro. La familia que ha logrado ampliar las horas en castellano en la escuela pública catalana sin un efecto real en lo formativo pide ahora más en una carta abierta que todos los medios españoles han recogido: “Hay que dejar de tragar”. Una palanca de cambio tan pequeña solo se explica con un árbitro y un público a favor de un resultado antes del partido.

¿Qué más no sabemos?

El argumento que ha dado el juez para no excarcelar a Juana Rivas es gravísimo y, sobre todo, resulta sorprendente que no lo hayamos conocido hasta ahora que sirve para que Manuel Piñar rechace un indulto colectivo: para la condenada y para esa parte del gobierno español que participó en la puesta en escena de un gigantesco error. Los supuestos abusos sexuales que uno de sus hijos habría recibido y cuyo proceso aún no se ha cerrado resultan relevantes para un caso que ha sido mediatizado por conveniencia de las partes que se metieron a defender a Juana Rivas sin toda la información… O sin que nos la contaran.

Nos reímos poco de ellos

Termino con el mismo tema con el que he empezado esta columna: quienes rechazan el Pasaporte Covid, como quienes rechazan la vacunación o negaron la existencia del coronavirus, tienen que ser objeto de nuestras burlas, como las de la falsa portada de InfoLibre en la que el humorista gráfico Nico Ordozgoiti simula la revista que leerían estos “mártires” que promueven hacer boicot a los locales en los que no pueden entrar porque les piden el Pasaporte Covid (sí, así son). Pero en la lista también metería a quienes durante los últimos meses renegaron de la mascarilla o la distancia social.

Tan fiable como parecía

De todos los fenómenos políticos que he vivido uno de los que más me ha sorprendido es el de Foro Asturias. Más incluso que el extravagante GIL. Ahora leemos que “Francisco Álvarez-Cascos, debe ser juzgado por apropiación indebida de 300.000 euros del partido que él mismo fundó. (…) Incluye los 174.000 que Foro Asturias pagó a la exmujer de Cascos, María Porto, en concepto de alquiler de una sede en Madrid que nunca fue utilizada. (…) Y los casi 25.000 que el exministro facturó a su propio partido por los mítines en los que participó en 2011 y que camufló como conferencias. ‘Fue una burla sin precedentes’” (EPE).

Si ellos lo dicen…

¿Qué sabré yo comparado con los analistas de publicaciones prestigiosas? Pues según InfoLibre: “Vox es un partido de ‘extrema derecha’ abonado al ‘racismo’, según The Economist. El semanario, considerado una biblia periodística en entornos liberales y conservadores, considera ‘una paradoja’ que a la formación de Abascal le vaya ‘particularmente bien en áreas donde los agricultores dependen de trabajadores marroquíes y africanos para la cosecha’”. The Economist también asegura que en España “el racismo ‘no es un monopolio de Vox’” aunque “sí que se ha producido un aumento de ataques racistas”.

La última de Trump

Esta sí que no me la esperaba por mucho que Donald Trump haya dado muestras de ser un irresponsable durante sus campañas y la legislatura como presidente de EE.UU.: “Donald Trump ocultó que dio positivo en coronavirus tres días antes del debate electoral con Biden” (Los Replicantes). Lo cuenta en un libro su exjefe de prensa, Mark Meadows, que explica que presentó una PCR negativa anterior. “Los rumores acerca de que el entonces presidente acudió siendo positivo fueron un tema constante” y “la Casa Blanca anunció que Trump había dado positivo en coronavirus justo días después”.

Casi no es noticia, por desgracia

Estamos en medio de una pandemia mundial. En medio: ha pasado más de un año y medio que se nos ha hecho muy largo y nos queda, como poco, otro tanto para poder despedirnos de la mascarilla y volver a la normalidad. Para lograrlo (y me aferro a la idea de que lo conseguiremos) todas las medidas de prevención son pocas porque tenemos que convivir con el desarrollo económico, está claro, así que las 300 multas en una sola noche que la policía ha puesto en discotecas de Valencia no son un exceso. De hecho, me parece una cifra muy asumible, dada la irresponsabilidad generalizada allá y acá.

Un lugar al que emigrar

Parece imposible, pero así lo cuentan en Magnet: hay un lugar en la Tierra “donde los humanos más cercanos son los astronautas”. Se trata del Punto Nemo, y el titular es llamativo, pero como explican en la célebre bitácora: “Mientras la ISS se pasea por la superficie terrestre a 400 kilómetros de altura, el Punto Nemo está a más de 2.600 kilómetros del punto terrestre más cercano. (…) Como acuñó célebremente el astrónomo Fred Hoyle, el espacio no es tan remoto: sólo son un par de horas al volante de un coche”. Por cierto, “el Punto Nemo es el absoluto vacío del planeta. Situado sobre la Antártida”, y no es el único espacio así de aislado.

Los fachas son los suyos

El principal partido de la oposición cuenta con los votos de quienes han apoyado abiertamente un fascismo. Por desgracia, esta primera frase es igual de válida en España como en Euskadi. No solo lo sabemos, es que en el caso español Mariano Rajoy lo ha reconocido sin sonrojarse: “Rajoy pronostica la desaparición de Vox: ‘Sus votantes volverán al PP’”, leemos en La Política Online. No me sorprende porque todos sabemos que el mérito de Aznar fue precisamente aglutinar a las derechas, desde la extrema a la moderada. Pero Vox no solo ha concentrado un voto: lo ha radicalizado, y llevarlo de vuelta al PP requerirá de extremismo de derechas.

Más trampas que un discurso de Díaz Ayuso

Una de las grandes esperanzas del PP para aproximarse a la extrema derecha es una trilera con un verbo ágil y mucha seguridad en sí misma, capaz de pronunciar frases que suenan bien pero esconden más que lo que cuentan. Y si no le salen, desvía la atención sin problemas. Lo que sea necesario con tal de que los incautos sigan apostando por sus políticas kamikaze: “La libertad y la vida son los dos bienes más preciados que tiene el hombre y nuestra labor como Gobierno es preservarlos”, ha dicho la presidenta de Madrid. ¿Quién no va a estar de acuerdo con eso? Pero, ¿a qué se refiere con “libertad”? ¿De verdad piensa que somos tan tontos?

Y todavía no ha empezado la campaña…

Otra Díaz, pero esta vez, ministra, también ha entrado a la arena política desplegando un argumentario un tanto sorprendente. Sorprendente porque nadie se lo esperaba. Y no lo esperábamos porque realmente teníamos grandes expectativas cuando empezábamos a ver una política coherente con sus principios, efectiva en sus declaraciones y con una buena imagen. Ahora a Yolanda Díaz no le importa “tapar los datos del paro con la pandemia” (Vozpópuli) sugiriendo que ella vio venir la pandemia antes que sus compañeras y compañeros en el Gobierno. Pensamiento de cuñada non-plus-ultra.

Ella, no

A Manuela Carmena le abandonó la política después de que no lograra moldear a su antojo ninguna de las estructuras en las que se había integrado. Estructuras a medio hacer (y lo sabía) que ella quiso terminar a su manera aprovechando su edad, su calidad de jueza y su atracción para las y los votantes de izquierdas. Después de frustrarse y fracasar, ahora Carmena ha publicado un libro (porque “me lo habían pedido”) y ha iniciado su promoción (porque “hay cosas que hay que hacer y ya está”) culpando a los demás de lo que le pasaba: “Los partidos buscan estructuras totalitarias, como las religiones o los equipos de fútbol” (InfoLibre).

La España de las pensiones

Esta es la España de las pensiones. Ni la de los hoteles, ni la de las y los camareros. Es su principal problema de gestión, de futuro, y en lo que más dinero gasta: “El gasto en pensiones se está convirtiendo en el monstruo que se come el presupuesto y generando una deuda enorme en España” (El Blog Salmón). El problema no es que nuestros mayores quieran cobrar del mismo modo que contribuyeron para que otras y otros lo hicieran, el fondo del problema es que España no ha conseguido generar un tejido productivo que le garantice que la caja se mantenga más o menos estable, y que Mariano Rajoy la vació, claro.