Sí, tiene consecuencias

La violencia machista no es un fenómeno atmosférico: ahora hay más casos porque se ha roto el consenso y porque un partido que la niega está en las instituciones y en ellas deja ver a una presidenta de un Parlamento, Llanos Massó en Valencia, desmarcarse de las condenas expresas. “Andalucía bate récords en violencia de género y acapara el 35,7% de los asesinatos en lo que va de 2023”. No es casualidad que esta tragedia suceda una comunidad gobernada por el PP con los votos de Vox. Engordar a la extrema derecha tiene sus consecuencias y son graves, muy graves. Y tiene sus responsables, y son perfectamente identificables.

Claro que es más qué fútbol

Si el fútbol ha sido siempre mucho más que el juego y el negocio porque nos ha explicado como sociedad, la irrupción del fútbol femenino (que siempre estuvo ahí pero no lo veíamos, y tenemos que reconocerlo con humildad) es todavía más. Alexia de la Cruz lo escribe muy bien en Panenka: “Todavía no sólo podemos hablar de fútbol”, espeta antes de recordar hechos y palabras que dejan clara la lucha por la igualdad que se expresa a través de este deporte y quienes lo practican. Por desgracia, la invisibilidad de las mujeres que han jugado y han apoyado el fútbol femenino también nos explica como sociedad.

Sí habla por mí

No he perdido ni un segundo en saber qué opina Ángel Expósito sobre la visita de Yolanda Díaz a Carles Puigdemont. No me hace falta, lo sé. Me importa mucho más lo que piensa Diego E. Barros al respecto porque me representa en su desprecio al periodista que descubre el nacionalismo catalán o vasco en cada acción hacia el avance de una Catalunya o una Euskadi libres: “Pavo, habla por ti. A mí me importa un huevo. El ridículo lo hizo el estado al judicializar esto en 2017. Y os lo dijo todo dios, ahí fuera. Pesaos, que sois unos pesaos”. Por desgracia, no fue solo ridículo: presos políticos y exiliados han pagado por ese error histórico.

La realidad

Hace años una persona que sabía mucho de ingresos y gastos en televisión me avisó de que el modelo de negocio de las plataformas era insostenible. Lo clavó pero no fue el único que lo vio venir. Mr. Insustancial completaba un tuit de Carlos Clavijo en el que denunciaba que Aaron Paul no cobra ni un dólar de Netflix por la emisión de Breaking Bad (y por eso hace huelga): “Netflix y las plataformas digitales iban a ser la solución para espectadores y profesionales del medio porque iba a cambiar el paradigma del cine y la tele. Resulta que no, que es lo mismo de siempre pero repartiendo menos dinero (como sospechábamos)”.

La mafia es una organización criminal

El embajador italiano en España se ha quejado por “la colaboración de la cadena de restaurantes ‘La mafia se sienta en la mesa’ con el Casademot Zaragoza”. Volvemos a hablar de que el deporte es un negocio muy caro y de que a un buen patrocinador que te ponga los billetes no se le puede decir que no. ¿O sí? ¿O es mejor hablar de cómo el “naming” de la cadena de restaurantes es absolutamente desacertado porque, como explica Niporwifi, que informa muy bien en Twitter sobre noticias del crimen organizado en el mundo, “La mafia existe y es una montaña de mierda, no merece comerse una pizza en su honor”?

El horror diario

No por lejana ni por recurrente (titulares muy parecidos nos asaltan varias veces al año) podemos mirar para otro lado ante noticias como esta en la web de COPE: “Lapidada hasta la muerte una mujer por parte de varios familiares en un nuevo ‘crimen de honor’ en Pakistán”. Pero nuestro estómago ni nuestra moral no son lo importante en casos como este: millones de mujeres viven con terror hechos como el narrado porque saben que una falsa acusación o una decisión personal puede costarles una lapidación, en el peor de los casos. Pero, ¿cuántos castigos normalizados soportan a diario sin que queramos saber de ellos?

Y lo que nos queda

Cada vez tengo más claro que nos encaminamos a una repetición electoral: Alberto Núñez-Feijóo se desmorona mientras Sánchez se fortalece. Eso puede traducirse en una serie de sondeos cada vez más favorables para el PSOE, que hagan cada vez menos atractiva la guerra entre Junts y ERC por ser el socio catalán más duro del gobierno español (en Euskadi, Bildu lidera ampliamente la carrera al socio de España más facilito). Y eso nos lleva a las elecciones en Navidad, como si no costaran: “Sánchez es el presidente que más dinero público ha gastado en elecciones: 1.500 millones en cinco años” (Vozpópuli).

Su gente

El PP no solo pierde atractivo por la colección de malas decisiones de Alberto Núñez Feijóo: sus únicos socios posibles de gobierno, Vox, se presenta a la España política como un grupo de frikis fascistillas apoyados por una turba que Rubén Sánchez ha mostrado en Twitter: “‘La única manera es matar gente’. ‘Va a correr sangre’. ‘Vamos a pegarle fuego al mierdas ese de Pedro Sánchez’. ‘Fusiles de asalto es lo que hace falta’. ‘Van a morir altos cargos’. Algunos de los mensajes del chat del canal de Telegram del agitador de ultraderecha Alvise Pérez”. Así suben las acciones del PSOE y de los impresores de papeletas para elecciones.

Imperdonable

Con mujeres muriendo a manos de sus parejas y exparejas casi a diario, tenemos que ver cómo la presidenta de las Corts, de Vox, no se ubica junto a otras parlamentarias y parlamentarios valencianos tras la pancarta de condena a un asesinato machista. Lo denuncia Manuel García, también en Twitter: “Que nadie se sorprenda ahora. Se les financió, se les dio visibilidad y altavoces mediáticos, se les legitimó y, por fin, se les dieron cargos institucionales y cuotas de poder. La derecha postfranquista española, PP-Vox, no es homologable a la de países democráticos”. Llanos Massó recibió los votos del PP, que nadie lo olvide.

Suena regulinchi

A mí el carné de gilipollas se me renueva automáticamente año tras año, y si alguien hurga en mi historial de Twitter o WhatsApp seguro que descubre a un Iker mucho más bruto, incluso, pero algunas cosas siempre las he tenido claras. Por su parte, Gerardo Tecé en 2011 ya era una figura reconocida en Twitter, por lo que su reciente excusa suena regulinchi, cuando menos: “Queridos trolls de ultraderecha: no perdáis el tiempo buscando chistes míos de hace 12 o 14 años que leídos hoy son claramente homófobos y machistas. Ya sé que los escribí. Ya sé que en 2011 yo era tan corto como vosotros lo seguís siendo en 2023”.

No lo entiendo

Llevo toda mi vida profesional, desde que era investigador en comunicación de la UPV/EHU, observando la política. Pero es evidente que no entiendo nada. No entiendo, por ejemplo, la táctica de señalar a otros de lo que eres tú: corrupción en el PP, fascismo en la izquierda abertzale y, ahora, Sergio Sayas llamando “tránsfuga” a Pedro Sánchez. ¿De verdad que el navarro no ha encontrado ninguna otra manera de desprestigiar al presidente español? ¿De verdad que el transfuguismo a él, que abandonó UPN para votar con el PP en el Congreso, le parece reprobable? ¿Piensa que todas y todos menos él somos tontos?

Esto es lo que hay

“Vox coloca a una exdirigente de Hazte Oír como presidenta de las Cortes valencianas. Llanos Masó será una de las monedas de cambio que permitirá la investidura de Carlos Mazón como presidente regional”. Pocos titulares como este de The Objective definirán mejor a la sociedad española hoy: ultrarrancios y ultraderechistas aupados tan alto como pueda hacerlo el PP a cambio de una opción de gobernar España después del 23 de julio. En Euskadi, como en Catalunya, está probado que un voto fuerte en clave vasca y catalana es lo que parará esta deriva y podrá convertir lo malo en bueno: la necesidad de pactos en beneficio directo.

¿Cuánto ha costado?

Cuando supe que Yevgeny Prigozhin acabará en Bielorrusa sin cargos y que la columna de su ejército de mercenarios no llegó a Moscú, lo primero que pensé es: ¿cuánto dinero habrá costado esto al Kremlin? Dicho esto, va la siguiente pregunta para esos que nos explican todo en clave prorrusa y, por lo tanto según ellos, antinazi: ¿quién ha financiado y financia a nazis? ¿Qué explicación peregrina nos van a dar para lo que hemos visto todas y todos? ¿Qué película se van a montar para que no veamos que Putin se ha giñado encima cuando ha visto el monstruo que ha parido y alimentado volverse contra él?

Habla claro

Cuando la RAE lo explica mejor que nadie, ¿quién soy yo para añadir una coma? “Lo adecuado es referirse a las personas transgénero según su identidad de género, no según el sexo asignado al nacer. Por tanto, en este caso, se trata de una mujer y para referirse a ella deben usarse las formas gramaticales correspondientes al género femenino”. Los comentarios, el lenguaje inventado sobre lo “queer”, lo normativo, lo CIShetero, etc., no ayudan a entender un mundo que es complicado, sobre todo, para quien se siente con un género diferente al sexo con el que nació. Eso es lo más importante, no cómo me sienta eso a mí.

Como si no costara

Ya sé que nadie me ha pedido mi opinión al respecto y que estamos a la puerta de una campaña, que se supone que es lo mío, pero no voy a dejar pasar la oportunidad de denunciar, una vez más, que el FC Barcelona está gastando dinero como si pudiese hacerlo. Acaba de fichar a una de las estrellas del Manchester City sin soltar lastre económico. Directamente, nadie ha hablado de equilibrio financiero, de fair-play o de palancas: se ha normalizado el desequilibrio entre equipos, pero no entre quienes tienen más dinero y quienes tienen menos, sino entre quienes no necesitan ni tenerlo y quienes hacen sus cuentas.