Montoro nos la cuela

El apoyo del PNV a los presupuestos a cambio de una subida generalizada de las pensiones hasta el nivel que reclamaban los colectivos de afectados, la actualidad catalana y el fin de ETA, han sido tres cortinas de humo estupendas para que nos cuelen esto: “Montoro crea un paraíso fiscal del juego en Ceuta y Melilla para competir con Gibraltar. Hacienda reduce la fiscalidad de las apuestas ‘online’ y convierte a las dos ciudades autónomas en imanes para las operadoras ante el Brexit o los cambios legales en el Reino Unido”.

Sociología catalana

La actualidad de la que les hablaba en el anterior párrafo también ha impedido que, hasta hoy, pueda traerles los gráficos que hemos encontrado en Politikon sobre la socioeconomía del votante catalán. Dos datos: entre los partidos españolistas, Ciudadanos barre al PSC entre las clases más humildes. Y entre los partidos nacionalistas catalanes, la CUP tiene mayor porcentaje de voto en las clases más altas, lo mismo que les pasa a ERC y PDeCat. Pero eso ya lo sabíamos.

Nos engañan

“Un millón de personas han dado sus datos a Change.org en 2018 pensando que pueden conseguir algo por esa vía”, tuiteaba un usuario con solo 800 seguidores pero mucha razón con su alerta. La plataforma no es una vía para nada… Salvo para la recolección de datos personales con la excusa de las causas justas. Cuando un usuario da su nombre, e-mail, redes sociales y va dejando rastro de con qué empatiza, da datos a una empresa que no genera retorno social alguno.

En China tienen un plan

Tengo la impresión de que en China cada paso que dan les acerca a algo que aún no se ha materializado pero va a parecerse mucho a la dominación del resto del mundo. Tanto espacio, tanta gente, tanta capacidad de trabajo y de aceptación de las normas impuestas impresiona: “En el primer cuarto del año China ya ha instalado la potencia equivalente a 10 centrales nucleares sólo en parques solares. Es una cifra salvaje fuera de los parámetros de cualquier otro país del planeta” (Magnet).

Gracias, William McGregor

Este año la liga es una penitencia para los seguidores del Athletic, y una generadora de buenas noticias, por rachas, para el resto de equipos vascos. Pero sin duda, “la competición regular” es un inventazo. Una gran idea que debemos a un escocés, William McGregor que, en los inicios del fútbol, allá por 1880, como directivo del Aston Villa, tuvo la idea de crear un torneo complementario a las pequeñas competiciones por eliminatorias. Gracias, Panenka, por contarnos estas historias.

Amarillo, porque sí

No he salido de mi asombro en todo el fin de semana por el modo en el que en la final de Copa se requisaron prendas amarillas y/o con la palabra “libertad” porque podían incitar a la violencia. Un país que hace eso es un país enfermo. Así que, animado por Sant Jordi, empiezo la columna de hoy con este vuelo de Van Der Sar, aquel portero holandés interminable, vestido completamente de amarillo en la década pasada, cuando llevar ese color en un campo de fútbol no estaba prohibido.

El vídeo que debería avergonzar a Europa

Son muchos pero yo he elegido el vídeo del periodista Jofre Llombart en el que se ve a un aficionado de mediana edad entrar en el Wanda Metropolitano con la camiseta del Barcelona y una bufanda amarilla, al que obligan a entregarla a un miembro de seguridad. Esta imagen, sumada a tantas otras (incluida una imagen de policías fotografiando con un teleobjetivo a quien silbaba al himno español), deberían avergonzar a España ante Europa, o a la propia Europa que tiene un estado miembro que hace todo eso.

Sí, Europa

Quiso la casualidad que ayer en una cuenta en Twitter que publica banderas del mundo aleatoriamente (y así alcanza más de 600 seguidores) apareciera la de Europa: azul… Y amarilla. ¿Qué hicieron con las banderas españolas en los tornos del Wanda Metropolitano? ¿Ese amarillo no podía suponer un riesgo para la seguridad? ¿El matiz del “gualda” por fin es importante para no requisar la bandera o camiseta equivocada? ¿Saldremos de este bucle de tonterías?

Y llega Sant Jordi

Atónitos seguíamos ante semejante muestra de vandalismo en nombre de la democracia cuando llega Sant Jordi y leemos en El Nacional que la venta de rosas amarillas se multiplica por diez. ¿Qué van a hacer España o el Govern intervenido? ¿A cuántos va a meter Llarena a la cárcel por vender, comprar o intercambiar una flor amarilla? Me niego a pensar que en España nadie se está dando cuenta de los atropellos de sus poderes y de que esta regresión también les afecta.

Volveremos a criticar

Fui crítico con la actuación de aquel Govern que escenificó una falsa declaración de independencia para contentar a la CUP (¡a la CUP!) y mantuvo la bandera española izada. He sido crítico con los políticos que han huido de la justicia española mientras sus compañeros cuentan cientos de días en la cárcel. Y volveré a serlo, pero ahora no toca: con todos sin excepción en sus casas podremos hacer crítica política, hasta entonces toca recordar a “los Jordis” y el resto de damnificados.

Liderar de verdad

Empiezo a pensar que ni Manuela Carmena ni Ada Colau son tan buenas como quieren que nos creamos. De saque, cuentan con cierta simpatía porque fueron capaces de soliviantar a la caverna y porque quien reciba el ataque constante de los trogloditas, qué demonios, tiene que ser una buena tía. A esto sumamos las loas de la prensa amiga (que la tienen y abundante). Pero hay noticias que las desnudan políticamente: son incapaces de tejer acuerdos presupuestarios con otros partidos.

La tienda de Amazon

Desde el principio he entendido que Amazon ha abierto su tienda como una acción comunicativa de una marca que sabe trabajar la notoriedad. Pero no me esperaba un uso tan perverso: la empresa viene a decir que todavía no estamos preparados para nuevas tiendas, sin colas ni cajeros (la gente se ha agolpado y ha habido robos). Así que sus clientes tendrán que seguir eligiendo (sugiere Amazon) entre el viejo comercio físico y la comodísima compra on-line que ellos ofrecen.

El desastre del prime-time español

No es el primer post al respecto que leemos, ni será el último porque las perspectivas no son buenas: la televisión española, en su conjunto, parece que esté destrozándose a sí misma. Los contenidos a lo largo del día cada vez producen más vergüenza, y la noche está abandonada con horarios imposibles, informativos en los que entra todo (publicidad, incluida) y rellenos pretendidamente graciosetes que ya han caducado. Así el prime-time desaparece y las plataformas on-line ganan fácilmente la batalla.

Hacer una compra sin azúcar

Según Magnet es posible hacer una compra controlando la cantidad de azúcar añadido que metemos en el carro, en casa y en nuestros cuerpos, pero es bastante más difícil y algo más caro. Sin embargo el ejercicio es cada vez más necesario y en el post explican cómo se enfrentan a los lineales de un modo realista, como lo hacemos todos en nuestro súper de referencia: no siempre hay alternativas sin azúcar y en algunos casos hay que cambiar el hábito alimenticio.

Hablemos de otros

Hablemos de Goretzka o Aubameyang, de la liga alemana, de cómo el primero abandonará el Schalke al final de temporada para irse al Bayern y de cómo el segundo ha dejado en enero el Borussia para llegar a un Arsenal en horas bajas. Hablemos de cómo se quedan aquellos aficionados, de cómo han actuado los clubes de salida y llegada, y de sus representantes. Hablemos de lo que les ha importado el proyecto, ciudad, entorno e hinchada que olvidarán. Hablemos de otros… Para no hacerlo de nosotros.

El trabajo de Celia Villalobos

Celia Villalobos es diputada en el Congreso desde 1989, antes sacó plaza como funcionaria del estado en el “sindicato vertical” franquista, y está casada con Pedro Arriola, uno de los principales asesores del PP. A sus 68 años tiene edad y seguro que cotización para jubilarse porque en el ejercicio de su profesión, la política, cada vez patina más. Con una actividad parlamentaria paupérrima y cobrando solo por sentarse, sus críticas a los pensionistas no pueden pasar sin una reacción de su propio partido.

Cuatro años de Pablo

Podemos tiene un mérito que nadie puede cuestionarle: cuando algunos recomendaban con cierto desprecio a los del 15-M que fundaran un partido ellos se levantaron, lo hicieron y consiguieron el voto de millones de españoles que llevaban años quedándose en casa los domingos electorales. Pero a ese chispazo no le ha acompañado un buen fuego: Pablo Iglesias celebra el cuarto aniversario de su partido mostrando en Twitter decenas de fotos… de Pablo Iglesias, la estrella del rock.

Un tema muy serio

Tengo bastante claro que la falta de una pandemia es lo que lleva a tantos seres humanos a comprar recomendaciones que les hace cualquiera incluso en un blog contra su propia integridad y las de sus familias. Un ejemplo: la pareja que ha perdido la custodia de su hijo porque, según la Junta de Andalucía, estaba desnutrido, sin vacunar y sin que lo hubiese visto nunca un pediatra. El niño, que está con sus tíos, nació en la casa de sus padres que lo criaban con la fórmula del “apego” que leyeron un libro.

Y otro que parece una broma

Tal vez hayan leído que hace unos días la ciudadanía de Hawaii recibió una alerta por misil y la recomendación de que buscaran refugio inmediatamente. Poco tardaron las autoridades en achacar la falsa alarma a un error humano aunque, con Trump de presidente, ¡como para no tomársela en serio! Pero, ¿cuál fue el error? Según Gizmodo el funcionario que emite estas alertas posó para una revista en su oficina… ¡Y en la foto podía verse el usuario y contraseña del sistema en un post-it!

Empieza la segunda vuelta

Después de varias semanas hablándoles de fútbol casi a diario por temas poco agradables, me vengo arriba y les traigo el resumen de la primera vuelta de la liga de fútbol que hemos encontrado en la web Panenka: los que se hunden, los que sorprenden, los que siempre están ahí y, para mí, la más importante, las sensaciones. Reivindican en la revista que el fútbol es un estado de ánimo, que nos hace sentir, y eso es precisamente lo que nos atrapa de este deporte.

A Podemos se le pasa el arroz

IU parece que se arrepiente de asociarse con Podemos porque, para formar parte de una agrupación con más pasado que futuro, se quedaba como estaba. Es así: el partido de Iglesias ya no emociona ni ilusiona, y el líder es una caricatura de sí mismo. Que sí, que es bueno que hagan bromas con uno… Pero siempre que la parodia no se convierta en una idea normalizada: “Podemos plantea cambiarse el nombre a ‘Pablo Iglesias Magic Experience’”, titulan en El Mundo Today.

Y los problemas son reales

El número no engaña, y menos si lo da el secretario de organización de Podemos: de los 760 municipios con estructura organizativa y una secretaría general local que había en 2015 en toda España, hoy solo queda “casi un centenar”. ¿Por qué? Porque en los otros casi 700 municipios no cumplen los requisitos mínimos: 50 afiliados de verdad (no vale con que se apunten en una web). Con todo, Echenique asegura que no ha desaparecido la presencial local de Podemos.

Ojalá pase pronto la moda…

Por partes: el tuit de la Policía Foral de Nafarroa sobre Amaia Romero, la concursante de Operación Triunfo (“Es rojilla, es navarra, guapa, simpática, natural, canta bien… No sería un mal fichaje como imagen de Policía Foral”), es una sinsorgada, y no merece ni la décima parte de la polémica que, según El Confidencial, ha generado, vale. Pero a ver si pasa ya de una vez la moda de que las policías sean divertidas en Twitter, copiada a la estrategia de Carlos Fernández Guerra, que ya no aporta nada.

GoPro como referente

GoPro es una empresa que durante muchos años ha sido el referente de los emprendedores. Tuvieron una gran idea (las cámaras de aventura), un buen desarrollo tecnológico y unas campañas de marketing muy atractivas. Pero descuidaron el mercado y la competencia les ha comido. Hoy, con despidos (el 20% de la plantilla) y recortes (división de drones, productora de contenidos) GroPro es un referente de cómo se te puede ir escurrir entre los dedos todo lo que sabes y haces.

¿Arda Turan ha cumplido su sueño?

Todos los aficionados al fútbol hemos comentado en alguna ocasión la figura del jugador que, una vez llega a la élite, se echa a dormir. Pues bien, según Marcel Beltrán en Panenka, esta vez la exageración es real: Arda Turán no ha demostrado en el Barcelona nada de lo que hizo con el Atlético de Madrid, pero según el redactor ha cumplido su palabra. El jugador dijo que quería cambiar de equipo porque con Simeone se había cansado de correr. Una fortuna y 50 partidos en tres años después, se marcha.