Después de que Pernando Barrena señalara a EAJ-PNV como un agente violento del conflicto, con todo el morro del mundo, Joseba Permach califica en Twitter de “gran artículo” el firmado por varios presos de ETA y publicado en ‘Gara’, en el que son muy, muy explícitos: “Requerimos al PNV autocrítica reconociendo el mal causado con su apoyo a las políticas de excepción”. Esa es la frase que destacan los propios autores, el periódico y el político. Un requerimiento por el daño causado por parte de ETA al partido nacionalista que siempre rechazó la violencia. Esta es la Euskadi en la que nos quieren envolver algunos.
Pedro Sánchez, el conocido
Iñaki Anasagasti describe así en su blog de DEIA al nuevo secretario general del PSOE y a su rival: “Madina ha sido años el designado por los dioses para serlo todo en el PSOE. El tapado antipático que viviendo en Madrid pasa por intelectual y aunque está casado con sevillana que curiosamente trabaja en Telefónica y Sánchez, casado con bilbaína y con una hija llamada Ainhoa, la España profunda prefiere el desconocido por conocer, que el conocido que viene del Norte. Lo demás no se entiende que en Andalucía haya vencido tan mayoritariamente Sánchez. Eso no es una elección libre. Eso es actuar por consigna y por un antiMadinismo muy marcado”.
Pedro Sánchez, el percibido
Pero para quienes estamos lejos de Ferraz y de ese aparato que tocaba a Sánchez y a Madina, pero al primero mucho más que al segundo, y que nos confunde porque lo que importa es no parecer del aparato pero ser el designado, Pedro Sánchez es un constructo poco atractivo. Me quedo con dos tweets realmente brillantes. El primero, de @deploreibol: “Sánchez ha mostrado que ser varón, hetero, guapo, de la capital y aupado por el poder no es obstáculo para alcanzar tus sueños”. El segundo, de @mort: “Las críticas a Pedro Sánchez me parecen exageradas: está muy bien hecho y parece de verdad”.
Pedro Sánchez, el patrón
Lo primero que tiene que afrontar Pedro Sánchez es el ERE como la copa de un pino en el que está metido el PSOE, según ‘Nueva Televisión’. Una regulación de empleados y empleadas llevada a cabo con la ley del PP que tanto criticón y producto de una constante caída de resultados y, por lo tanto, empleados asignados y necesidades. Una regulación para la que necesitó liquidez que extrajo de hasta cuatro bancos y que supuso la eliminación de 123 puestos de trabajo por medio de despidos, bajas incentivadas y prejubilaciones.
Puertas giratorias… y atascadas
No seré yo quien critique que un trabajador de la empresa privada pase a la política durante unas legislaturas y luego vuelva a la empresa privada. De hecho, así tienen que ser las cosas: mejor un profesional político que un político profesional, en mi humilde opinión. Pero mal profesional y mal político fue Juan Junquera, secretario de Estado de Telecomunicaciones con el PSOE que otorgó subvenciones de 1,2 millones de euros a Gowex antes de pasar a ser consejero de esta empresa, según ‘El Confidencial’. Una empresa que fue un fraude en la época de las subvenciones y en la del consejo en la que se integraba Junquera.