Así es la guerra

Que un comisario ruso se encuentre en estado crítico después de haber sido disparado en una oficina de reclutamiento militar después de la orden de Vladímir Putin, y que el joven recluta (un civil) que ha disparado haya arruinado su vida es una tragedia. Una tragedia que es consecuencia directa de una invasión injusta a todas luces sobre un país que no inició ninguna agresión y una población a la que pillaron por sorpresa los bombardeos y la crueldad que hemos visto. La guerra es así: con disparos, con sangre y con vidas truncadas. Justificar a quien la inicia, la sostiene y la amplía es una bajeza moral y debería de tener consecuencias.

¿Os compra con esto?

Vladímir Putin lleva décadas intentando desestabilizar occidente. Para él, la guerra es de largo recorrido, es contra todos los países que no pueda controlar y es multinivel. Sí, creo que con el dinero que le hemos entregado a cambio de sus reservas naturales ha ido financiando todo tipo de acciones que ponían en duda valores tradicionales, y también creo que no es casual que Edward Snowden se refugiase en Rusia. Ahora, además, es ciudadano de ese país. Así lo han decretados las autoridades para jolgorio de quienes, consciente o inconscientemente, han participado en esa desestabilización que solo ha beneficiado a Putin y los oligarcas.

La democracia blandengue

Después de que Begoña Villacís tuiteara que “la derecha nostálgica gana las elecciones en Italia”, Rafa Cabeleira acotaba en la misma red: “Derecha nostálgica, fascismo riquiño… Elige tu propia aventura, claro que sí”. En uno de los principales periódicos españoles llamaron a la coalición de Meloni, Salvini y Berlusconi “derecha dura”. La derecha será dura pero el periodismo, por desgracia, esta vez ha sido blando. Y no solo eso: Félix Álvarez (Felisuco), del mismo partido que Villacís, ha sido más contundente en Twitter con las reacciones ante la victoria del fascismo que con el propio fascismo. La democracia blandengue es solo la suya.

¿De verdad no va a pasar nada?

España es un estado fallido. Y la culpa no es de los nacionalistas que queremos independizarnos, sino de quienes llevan la bandera rojigualda en la pulsera o de quienes hablan de patriotismo progresista. La culpa es de que no haya consecuencias después de que Alberto Reyero, el exconsejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid durante el confinamiento, dijese en la Cadena SER esto: “El simple hecho de estar en una residencia e ir en silla de ruedas te excluía para ir a un hospital, es algo gravísimo”. ¿De verdad nadie va a investigar esto a fondo? ¿De verdad no va a pasar nada?

En serio: dejaos de mierdas

La ultraderecha avanza en Europa, Rusia amenaza al mundo, en la capital de España han podido cometerse atrocidades durante la pandemia, la sociedad catalana está fracturada y el nacionalismo catalán, aún más… Y ERC, secundado por Podemos y Más País, quiere que debatamos sobre si los menores de 16 años tienen que poder votar porque tienen ya la edad legal para trabajar. ¿Y por qué no lo bajamos a 14? Total, si pueden abrirse una cuenta en Instagram para seguir a los líderes de esos partidos, ¿por qué no van a poder votar? Creo que hay más de una inflación negativa, y la inflación legislativa es una de ellas.

Señalar al enemigo

En Vox ya no se cortan y si algo les molesta lo señalan, aunque sea una publicación satírica: “Se llama Ricardo Rodrigo Amar y es presidente de RBA, grupo que edita El Jueves. Su revista difunde odio contra millones de españoles a diario. Es posible que muchos de ellos le empiecen a exigir responsabilidades cuando le vean salir de su despacho de la Diagonal de Barcelona”. El mensaje y el señalamiento explícito y expreso son intolerables. No solo la profesión: la sociedad en su conjunto debe mostrar dónde están los límites a quien vive de lo público y representa a una parte de la sociedad pero no para mejorarla en su totalidad.

También la policía

Si lo de Vox es intolerable aunque se justifiquen en que representan a una parte de la sociedad española (y vasca, aunque sobrerrepresentada en el Parlamento de Gasteiz), lo del sindicato JUPOL de policías, esto es, de funcionarios públicos, es todavía peor: el enfrentamiento en Twitter con el periodista Miquel Ramos es inaceptable. Por supuesto, Ramos tiene todo el derecho del mundo a publicar y contextualizar los vídeos sobre las agresiones después de la manifestación por el asesinato de Samuel Luiz. Y por supuesto, la policía puede defenderse pero nunca, nunca, atacar a un periodista públicamente o en privado.

“Patronos judiciales”

Antes de la pandemia diríamos que estamos en época de “jaiak” de los pueblos. Hoy solo podemos decir que estamos en época de patronos. Pero quien los tiene mejor puestos, los patronos, digo, son los de la derecha que señala a periodistas (será por lo mucho que van a misa): que la fiscalía no recurra ahora la exoneración de Rocío Monasterio por una falsificación burda de su visado del Colegio de Aparejadores provocó este comentario en Twitter de Carlos Hidalgo: “No sé a qué santos patronos judiciales se encomiendan algunos, pero son muy milagreros”. Lo inexplicable abraza a o intolerable.

Hooligans

Después de saber que la justicia también había decidido que un cartel electoral de Vox que señalaba claramente a los MENA no era delito, Rafa Cabeleira se preguntaba en Twitter: “¿Cómo hacéis para diferenciar al TSJM del Frente Atlético? Yo no soy capaz”. Esta pandemia y las decisiones contra la salud pública que han tomado algunos togados ha permitido que rasguemos un velo más, el que protegía a las y los jueces de las críticas. Una judicatura que, cada vez lo leemos más veces porque siempre está bien recordarlo, es heredera directa en muchos casos de la anterior generación y, por extensión, el anterior régimen.

Los abrazos

Parece que de momento Rivera no ingresará en el PP, ni como afiliado ni como asesor: “Pablo Montesinos ha aclarado este martes que el expresidente de Ciudadanos Albert Rivera no es asesor del líder de su partido y ha circunscrito la relación laboral que mantienen ambos al hecho de que desde el bufete de abogados en el que trabaja se han llevado a cabo una serie de recursos que ha planteado su formación política” (La Vanguardia). La relación es evidente, y la noticia del fichaje se ha dado por hecho esta semana hasta el desmentido. Todo invita a pensar que solo es cuestión de tiempo que Rivera acabe con el partido que fundó.

Y con él llegó la República Vasca

Una cosa es que Arnaldo Otegi sepa que tiene el discurso comprado antes de pronunciarlo porque los suyos se mueven más por el odio al PNV que por cualquier otro impulso político o social, y otra es que el líder de Bildu piense que toda la ciudadanía es igual de permeable. Porque, si votar “sí” a unos presupuestos españoles, con todo lo que eso conlleva, es avanzar en la República Vasca, ¿no llega 40 años tarde la izquierda abertzale? ¿O es votar “sí” a estos PGE lo que ayuda a avanzar en esa independencia? Entonces, Otegi se sumaría a la tan española tradición de pensar que la política llegó con él.

Rafa Cabeleira nos lo resume

Creo que esta sentencia de Rafa Cabeleira va a convertirse en una de mis preferidas, por lo menos, hasta que dure la pandemia: “No pasa nada por ser un poquito hijo de puta, lo imperdonable es ser profundamente subnormal”. El periodista se refería al tui de Alfonso Rojo en el que criticaba a la hija de Ernest Lluch por legitimar lo evidente: la acción política de Bildu. Otra tradición española parece ser la de los señores que explican lo que le sucede a quien vive en primera persona los hechos. Por suerte, seguimos contando con cronistas como Cabeleira que dejan claro, con un hablar llano, lo que todos pensamos de muchos.

Así va España

Lo que a Bildu más le cuesta admitir es que su entrada en el posibilismo político llega 40 años tarde sin ninguna buena razón que justifique ese retraso. De hecho, la política, por definición, es posibilista. Si se basa en el enfrentamiento solo sirve para la foto del periódico de turno y el tuit. Y es necesario ese posibilismo, hoy y siempre, incluso con esa España en la que “un cambio burocrático” (Vozpópuli) dejó sin cobrar el ERTE a miles de trabajadores. Nadie se libra de un error, pero es el mismo país, el mismo gobierno y la misma crisis en la que el ingreso mínimo vital pasó de gran anuncio social a problema crónico.

Y así, algunos españoles

Quien no parece necesitar el Ingreso Mínimo Vital ni ha pasado a formar parte de un ERTE, ni nota las restricciones de movilidad (ni las restricciones, en general), es Elena de Borbón, que ha visitad en Abu Dabi a su padre, Juan Carlos I. Según hemos visto estos meses, la hija de Elena, precisamente, también se ha desplazado por territorio español pese a las limitaciones, y la hija y hermana de reyes “no es la primera ocasión que sortea las restricciones a causa del coronavirus. Hace unos días, con la región de Andalucía cerrada perimetralmente, la infanta Elena viajó hasta Sevilla para acudir a misa” (El Plural).

Hil da jainkoa

El título de la canción de Pi LT podría ser la banda sonora de la noticia de El Clarín que el miércoles por la tarde saltaba de WhatsApp en WhatsApp: “Conmoción mundial: murió Diego Armando Maradona”. El Diego, el de la mano de Dios, el Diez, el Pelusa, fallecía a los 60 años. Yo, que cuento cuarenta otoños, solo le vi jugar en su ocaso y en los videos de sus goles que siempre han estado en YouTube. Pocos pegarán a la pelota como él y nadie tenía tantos recursos futbolísticos en aquel momento, pero el personaje se comió al jugador y la leyenda nace con demasiados relatos. Que descanse por fin en paz.