Sí, son humanas y humanos

Pocas dudas tengo de que detrás de las filtraciones de los vídeos supuestamente escandalosos de la primera ministra finlandesa está el aparato de propaganda ruso. Practican la desestabilización desde hace décadas a nivel global y poco les está costando que entren al trapo ahora prensa y tuiteros. Pero de lo que estoy absolutamente seguro es de que Sanna Marin y todas las políticas y políticos del mundo tienen derecho a una juerga o una siesta, si es su manera de aliviar la presión. Menos el rey de Marruecos: si ese iba chuza es porque es un sinvergüenza que se salta en París la prohibición, vía religión, que impone en su país.

Su fiesta

Y mientras una primera ministra tiene que salir a recordar al mundo su derecho a la juerga, la fiesta no se detiene para Juan Carlos Girauta y Marcos de Quinto: “Se han unido para impulsar una ‘asociación cultural’ a la que han bautizado como ‘Pie en Pared’. Su fin es ‘remover ideas en el ámbito cultural para reivindicar la democracia liberal’. ‘Nuestro objetivo es influir en la cultura, plantar cara a la hegemonía de esa izquierda woke aferrada al discurso feminista radical progre, que defiende ahora el indigenismo, o se ha empeñado en achacar todo al cambio climático’. También pretenden combatir el ‘nacionalismo’ (no español)”. (El Diario)

Hablando de ello

Otra fiesta que no se detiene es la de las redes sociales: según Vozpópuli, que ha consultado el informe de Facebook sobre la inversión en su plataforma de partidos políticos y ONG. “Podemos es quienes más ha usado este formato, con una cifra de 636.000 € en anuncios en Facebook. Por su parte, Ciudadanos ha destinado 550.000 euros desde abril de 2019”. En España, el PP lleva gastados 413.000 €, el PSOE, 127.000, y Vox, solo 11.300. A nivel global, quien más gasta es “Save The Children, que está a punto de alcanzar los 1,5 millones de euros de inversión”. Por su parte, el Parlamento Europeo ha gastado con 1,1 millones.

Y el gran tema

Solo espero que después de haber abierto el melón del cambio climático no metamos el tema en el congelador para no volver a mirarlo hasta que llegue una inundación en el corazón de Europa, por ejemplo. No podemos permitirnos más desgracias ni, sobre todo, que el deterioro vaya a más: “El cambio climático exige más pantanos, energía nuclear, actuaciones contra los incendios y recuperar ‘la España vaciada’”, leo en República y pienso también en algunas localidades vascas, del norte y del sur, con problemas similares de despoblación. Tenemos que mirar al problema de frente y, lo más importante, sin vendas en los ojos.

Casi lo mismo pero pagando

Esto de Cinemanía no necesita casi apuntes: “Netflix, Disney+ y la futura plataforma de Warner Discovery están ultimando sus estrategias para incorporar anuncios de publicidad al inicio de los contenidos de sus respectivos negociados. Esta medida, unida a un previsible aumento de precios (las tarifas baratas pasarían a incluir publicidad; si no quieres anuncios, tendrás que pagar más) llega justo a tiempo de calmar los ánimos de Wall Street”. Ahora que el otoño y la crisis nos meterán en casa (el coronavirus parece descartado, por suerte), el entretenimiento será más caro y con publicidad. Es decir: la tele de siempre pero pagando.

Están en contra de las mujeres

Los insultos y la colección de malos deseos hacia Rita Maestre porque ha anunciado que está embarazada, sugerencias de aborto, incluidas, vuelven a demostrar que muchas personas no son provida, son antimujeres. Locos y tontos siempre ha habido y habrá, y es cierto que en Twitter están sobrerrepresentados, pero lo que estamos viendo desde hace algunos años (intensificado por la “nueva política”, especialmente la de Vox) es preocupante e intolerable. Quien tenga que actuar de oficio va a tener mucho trabajo, pero estaría bien que cada indicio de delito en redes sociales fuese perseguido para detener esta deriva hacia el abismo moral.

El feminicidio es real

Estamos asistiendo a una regresión en los derechos de la mujer y, al mismo tiempo, a un avance hacia ninguna parte como ha quedado demostrado con la mala interpretación de la “autodefensa” esta misma semana en Getxo. Además de eso, en los países en los que las mujeres siempre han sido tratadas como seres humanos de segunda categoría, como Arabia Saudí, ese país asquerosamente blanqueado, siguen produciéndose crímenes: “Arabía Saudí condena a 34 años de cárcel a una mujer por usar Twitter”. “Los cargos son por seguir y retuitear publicaciones a favor de la libertad y derechos de las mujeres” (El Economista).

Buzones para madres

Mientras todo esto sucede en Euskadi, en España y en Arabia Saudí, en EE.UU. han presentado otra idea que sigue yendo contra un derecho elemental de la mujer, el de decidir sobre su propio cuerpo: los buzones para dejar bebés que no pueden ser cuidados por sus madres, ahora que el aborto es ilegal en algunos estados, es un ejemplo muy elocuente de lo desquiciado que está aquel país. ¿De verdad es mejor colocar buzones para recién nacidos que facilitar la irrupción de embarazados no deseados? Y más en un país en el que estar embarazada y parir sale carísimo. ¿O es precisamente por eso?

Yo pensé lo mismo

Lo reconozco sin ningún problema: cuando vi a Sánchez asegurar que no iba a haber crisis ni remodelación en su gobierno lo primero que pensé es si esta sería a finales de agosto o ya en septiembre. A una conclusión parecida han llegado en República: “Sánchez puede estar preparando una crisis de Gobierno aunque lo desmienta porque nunca dice la verdad”. También tengo claro desde casi el primer minuto del gobierno de coalición de que Sánchez se presentaría a las elecciones con un gobierno monocolor después de alguna excusa. Pero cuando lo vaticiné Yolanda Díaz no era la política de moda.

Este tío es gi…

Nunca he tragado a Elon Musk. No puedo con los visionarios cuyo mayor mérito, al final, es acaparar millones. Tantos que si quiere puede comprarse Twitter (al final, no va a hacerlo) o el Manchester United (todavía no sabemos si es cierto o solo una exageración más). Pero esto no me parece lo más grave: su soberbia cuando explica que él apoya al ala izquierdista del partido republicano o al ala conservadora del partido demócrata, me sobra. ¿Y a mí, qué? Si es conservador que lo sea. Pero que nos deje en paz, que no pretenda darnos lecciones, que no nos chuleé solo porque es el conservador con más dinero del mundo.

«Una crisis alimentaria mundial»

“Una crisis alimentaria mundial que provocará estragos en las economías locales y desatará revueltas sociales”. No es la premisa de una película apocalíptica, sino el reportaje en Business Insider en el que han recopilado casos concretos de carestía de alimentos en todo el mundo: India, Nigeria, México, EE.UU., Japón, Perú y, por supuesto, la incidencia de la invasión rusa sobre Ucrania muestran el camino a una crisis global que tiene antecedentes claros: “El cambio climático, la pandemia del COVID-19 y el creciente número de conflictos en todo el mundo han acumulado presión sobre el sistema alimentario mundial en los últimos años”.

También el agua

El cambio climático que ha provocado estos veranos tan calurosos tiene una consecuencia lógica, esperada y muy próxima: “La sequía fuerza a varias autonomías y municipios a restringir el consumo de agua” (República). Eso es lo que nos espera: restricciones. No solo a la hora de comer por culpa del precio, también a la hora de beber o mantener nuestra higiene en condiciones de máximo calor, como las que estamos viviendo. No hace falta que venga ninguna o ningún experto a confirmarnos que algo está pasando sin recursos energéticos, con alimentos cada vez más caros y con menos agua cada día extremadamente caluroso que pasa.

Sigamos llenando piscinas

Odio eso de que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. Por supuesto que no. Pero no es menos cierto que hemos querido emular modos de vida que superaban las posibilidades de todos. No podemos tener una piscina en cada jardín o patio de clase media, es evidente. Pero quienes tampoco podían hacerlo en todas sus propiedades son las clases más altas que han generado modelos de vida que empresas han querido trasladar a bolsillos más humildes. En conjunto, lo que hemos generado es una insostenibilidad manifiesta: junto a la noticia de las restricciones, una de las mejores piscinas portátiles. Algo falla.

Tampoco hay hielo

Si no hay agua y la energía para generar frío es cada vez más caro, obviamente, habrá menos hielo. Pero la escasez en algunos puntos de España viene dada, además, por la incertidumbre de los últimos meses: en primavera las fábricas van generando parte del hielo que comercializan en verano (no sabía yo esto que cuentan en Magnet), pero este año el precio de la energía y las dudas de que el verano fuese como está siendo, además de una mayor demanda por la canícula, han hecho que los cubitos industriales sean un bien preciado y, a la vez, escaso: en los puntos de venta se limita el número de bolsas que podemos comprar.

Y el agua de lluvia está contaminada

Para acabar con esta columna que solo es representativa de las noticias que podemos leer en los digitales cada día, vamos con este párrafo aterrador en Microsiervos: “El agua de lluvia ya no es potable en ningún lugar del mundo debido a los agentes químicos perjudiciales para la salud que contiene. Y no es que esto suceda sólo cerca de zonas habitadas y muy contaminadas; se refiere al agua de lluvia de todas partes, incluyendo la Antártida, el último rincón virgen del planeta”. Esta vez, con un rayo de esperanza: “Agua para beber habrá, y el problema tiene solución, pero no de forma natural, ni barata, ni global”.

El PP de Feijóo

El mayor éxito político de Núñez Feijóo hasta el momento es que ha sacado del foco a Vox. El PP ha renunciado a luchar por el espacio de la extrema derecha y ha ensanchado su base: “El PP de Feijóo se dispara en las encuestas: los populares podrían igualar los 137 diputados de Rajoy en 2016” (República.com). Los sondeos de momento son amables con los de Génova 13 (que seguirán en el edificio que Casado quería vender o alquilar) pero lo más importante es que existe ya una sensación generalizada de que el gobierno español de coalición se desinfla sin remedio. Feijóo va ganando, a derecha y a izquierda, casi sin competir.

Los bancos sin gente

La gente es un problema para la banca: intentan repelernos de las oficinas, a golpe de clic, app y cajeros automáticos (veremos cuánto duran). E incluso su propia gente resulta molesta al sector: “Caixabank, Sabadell y BBVA ahorran 280 millones tras la salida de 10.000 trabajadores. Pese a pagar casi 3.150 millones por los despidos, Caixabank, Sabadell y BBVA consiguen reducir sus gastos de personal en apenas doce meses” (Economía Digital). Es como si más abajo del consejo de administración de turno, todas y todos les sobráramos. Esta aversión al factor humano tiene mala pinta pero, a corto, genera buenas cifras.

La semana de cuatro días

“La semana laboral de 4 días ‘te cambia la vida’”, y para bien, claro. Eso aseguran quienes han participado en el experimento de ocho semanas en el Reino Unido, el más grande hasta el momento. “Puedo hacerlo sin sentirme culpable” es la frase más importante del reportaje de la CNN. Las y los participantes se comprometían a mantener el 100% de su productividad en el 80% de su tiempo y reconocen que al principio resultó un poco caótico contar con plazos más cortos. Ahora toca comprobar que, efectivamente, la producción no se resintió, y lo más importante: si empresas y trabajadores acuerdan mantener esa semana de cuatro días.

“Content babies”

Llevamos años viéndolos, y ahora que es verano y el contenido de otro tipo baja y sube el de las y los influencers, los vemos más: son los “content babies”. Mort los define así en Twitter: “Las criaturas paridas para hacer dinero para sus padres en redes sociales”. Esas y esos menores que salen en Instagram admirando la capacidad de sus progenitores para generar una foto bonita en la que colar alguna marca, y a quienes desde hoy podemos poner nombre. En su hilo, este veterano tuitero recordaba también que “los primeros content babies estaban llegando a ya a la mayoría de edad y partiendo peras con la familia que les ha explotado”.

Instagram recula

Aunque no sigamos cuentas de influencers vemos sus posts en Instagram: la red social ha apostado por mostrarnos constantemente contenido que podría gustarnos… Y que ha acabado cansándonos: “Instagram recula y no mostrará tantos posts recomendados” (Trecebits). En su intento por neutralizar a TikTok convirtiéndose en el TikTok de los más mayorcitos, la red social de fotografía se ha pasado de frenada. Lo reconoce su propio director, Adam Mosseri, que es el que ha anunciado esta marcha atrás. Ya no veremos lasañas de croquetas rebozadas ni familias numerosas superhappy y random en Ibiza o Bahamas. O no tantas.

La culpa es del asesino

Especialmente en Euskadi es necesario recordar que la culpa de un asesinato es del asesino. Eso de culpabilizar a la sociedad vasca ya lo inventó Franco, lo actualizó Aznar y lo saca del fondo del cubo de la ropa sucia cualquiera de Vox que ande falto de ideas. Del mismo modo, el culpable de la muerte de un vendedor ambulante en Italia es de quien le asesinó, quien le dio los golpes mortales. Señalar a la ciudadanía que no intervino ante una violencia extrema es pasarse de la raya desde la silla en la que escribes el tuit o titular. Seguro, además, que muchas personas que asistieron al asesinato llamaron a la policía, la ambulancia e incluso testificarán.

El “milagro”

Joan Laporta es un tío muy hábil: lo demostró en la campaña que le devolvió al sillón presidencial del FC Barcelona, lo ha demostrado para fichar pese a la ingente deuda del club, y lo demuestra incluso inventando términos: las “palancas” que le han permitido llevar a grandes jugadores al Camp Nou son en realidad ventas de partes de los ingresos futuros del club. Pero Laporta, que es muy hábil, insisto, juega con ventaja: sabe que más adelante podrá paliar la falta de ingresos con otras “palancas” porque este Barcelona juega y ficha (o lo intenta) con ventaja. Contra todo y contra todos, un año más.

Sin soltar el “piti”

La crónica de Julián Aguirre para el diario mallorquín Última Hora es, simplemente, maravillosa: retrata a Froilán, nieto y sobrino de reyes de España, perfectamente y con una amabilidad pasmosa. “Froilán no es de madrugar, pues salió del palacio a media mañana”, empieza el relato de “un lobo de mar” que no suelta el cigarro ni sobre la tabla de paddle surf con la que se había acercado, no sin dificultades por el ejercicio físico, a una lancha llena de chicas. Todo ello sin quitarse la camiseta. La espuma de la sociedad que se parece más a la de la cerveza que a la del jabón perfumado. La España que no madruga.

No podrá reciclarse como “streamer”

No creo que a Froilán de Marichalar y Borbón le vaya mal en la vida ni aunque se dedique a tirarla por la borda de la lancha de unos amigos. No creo que, a malas, tenga que reciclarse como streamer. Y por si acaso se lo piensa (su hermana, Victoria Federica, es ya una influencer), que sepa que la cosa está regulinchi: Twitch, como YouTube en su día, se ha convertido ya en un espacio en el que unos pocos famosos se llevan la parte gorda del pastel y quienes se quedan con las migajas pasan hambre. Una vez más, el star-system se reproduce (más bien, se clona) y quienes sueñan con ser como Ibai Llanos pueden vivir una pesadilla.

Hay un Twitter de pago (y yo no lo sabía)

Había oído que iban a ponerlo en marcha pero no me constaba que ya estuviera funcionando: lo cierto es que me he enterado de que Twitter de pago existe cuando han anunciado la primera subida de facturas. No creo que sea una persona desinformada sobre las novedades de Internet, pero esto me ha pillado por sorpresa. En Trecebits explican qué ofrece la red social a cambio de cinco dólares mensuales: “Modificar un tuit publicado dentro de una ventana de tiempo, disponer de iconos personalizados, sustituir la imagen del perfil por un NFT o añadir artículos sin anuncios en la red Twitter Blue Publisher, entre otros”.