“El colmo de la jeta”

La extrema derecha somete al adversario por definición. Así que los que han optado por pegarse a Vox no podrán decir que no estaban avisados. Y si puede humillar lo hace. Porque así es como ha quedado Albert Rivera y su partido tras el ya famoso tuit de los de Abascal: “El colmo de la jeta. Dile al acojonado y sinvergüenza de tu jefe que se deje de cordones sanitarios, de lamerle el culo a Macron y que os permita sentaros en una mesa y llegar a acuerdos como gente normal. Y si no, pactad con el PSOE, que es lo queréis”. Hagan lo que hagan ahora los naranjas, ya han sido arrastrados.

“CM de verano”

Yo leo el tuit anterior y me imagino a Iván Espinosa de los Monteros dictándolo, igual que el siguiente que publicaron relanzando el de los insultos, por cierto: “No es fácil aguantar callados el desprecio de Ciudadanos a nuestros votantes y las mentiras a los suyos. Nuestro CM de verano, aunque tenga razón, debe vigilar el lenguaje. No podemos garantizar que si Ciudadanos se empeña en dar los gobiernos al PSOE, esto no vuelva a suceder”. Es evidente que no se arrepienten y que este es su estilo (incluida la excusa de echar la culpa al community manager suplente). Si PP y Ciudadanos lo validan cargarán con las consecuencias.

El empeño por no ser bienvenidos

Sigo con Ciudadanos porque en ese partido siguen empeñados en salir escaldados: Inés Arrimadas ha anunciado que, aunque no serán bien recibidos, acudirán a la manifestación del Orgullo en Madrid. Un tuitero le recuerda: “Inés, te hemos manifestado de mil formas distintas que no os queremos allí. Eres una acosadora de manual”. En Euskadi y sobre todo en Catalunya saben cómo se las gastan los del partido naranja: móviles al 100% de batería y con la cámara de vídeo encendida todo el tiempo para grabar la respuesta a su provocación. Porque no se manifiestan para sumar sino para provocar.

¡Hay que ver cómo era la casta!

Pablo Iglesias sigue sin tocar poder, aunque el hombre lo intenta. Así que cuando dio las gracias de un modo tan efusivo a los profesionales de la Sanidad Pública que habían atendido a sus hijos estaba reconociendo, de modo implícito, que quien había montado el sistema sanitario de todos lo había hecho bien. Esta semana, recordando la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo en 2005, acepta también de un modo explícito que aquella casta acertó, vaya. Algo se le ha pegado también de la caspa a Iglesias, que también ha publicado un tuit lamentando el fallecimiento de Arturo Fernández.

Falta democracia en Europa

Pepe Fernández Albertos acierta cuando critica en Twitter la incoherencia de muchos políticos europeos que durante la reciente campaña avisaban de cuánto nos jugábamos votando a nuestros representantes a los Parlamentos de Bruselas y Estrasburgo… Y poco más de un mes después se han repartido los puestos de poder de la Unión entre ellos, sin tener en cuenta ni siquiera para la galería la voluntad de los europeos en las urnas. Luego se quejarán de desafección y pedirán a los medios que informemos más y mejor sobre Europa. De momento, lo que hay que contar es solo un caro cambalache.

La tradición política española tiene que cambiar

Pueden ponerse tan estupendos como quieran, pero los políticos españoles de PSOE y PP saben que sin PNV y CiU o ERC su país hubiera sido ingobernable. Así era el juego: dos bloques y sus argumentarios cainitas, y las bisagras. La ciudadanía pensaba que los de la nueva política iban a sustituir a las bisagras, pero ellos quieren reemplazar a los bloques, y España ahora sí que es ingobernable. Por eso Ciudadanos y Podemos generan insatisfacción y pierden apoyos, porque van a lo suyo, no a lo que la ciudadanía reclama. Y por eso las tradicionales bisagras se mantienen o suben. La política española tiene que cambiar pero no quiere.

Quien firma con Vox…

Pablo Casado se movió rápido para asegurarse un pacto con Vox y Ciudadanos que le garantizara obtener cambiando cromos autonómicos lo que a ciudadanía había decidido otorgar a otros. Casado ganaba un poco de tiempo para sí mismo y de aire para su partido, en descomposición desde las Generales. Todo iba mejor que lo que las proyecciones apuntaban… Hasta que han descubierto lo que es pactar con quien no respeta a nada ni a nadie: la Comunidad de Madrid está en manos de la extrema derecha que en Murcia ya ha dejado en el aire el nombramiento del presidente. Casado y Rivera se lo han buscado.

Ha llegado el momento del realismo

Escribo mucho menos sobre Puigdemont de lo que se me ocurre. Me autocensuro, es cierto, porque no quiero debilitar las reclamaciones nacionalistas en su conjunto, absolutamente legítimas, criticando el desacierto del catalán. Pero hay veces que no puedo negar lo que tengo delante ni mirar para otro lado. Miquel Roig lo escribe en Twitter mucho mejor que yo: “Es alucinante las ganas de creer que tienen algunos. Les tumban un recurso en el TJUE, pero lo siguen viendo como una señal de que la cosa pinta bien para ellos. Yo no sé cómo acabará el caso. Sí sé que, que te desestimen unas cautelares, no es una buena señal”.

La altura política se tiene o no se tiene

Las circunstancias no te dan altura política: te dan la oportunidad de demostrar que ya la tenías. Lo normal es que, ante esa oportunidad, la mayoría se desmorone o, simplemente, se muestre como alguien sin ideas, recursos ni el mínimo básico para estar entre los grandes de la política mundial (un papel muy difícil y no suficientemente valorado). El último ejemplo que hemos visto, hasta con cierta lástima, lo ha protagonizado Ivanka Trump, incapaz de colarse en una conversación con políticas de verdad en el encuentro del G-20. Los Trump no llegan al cinco. Pero ojo con hacer chistes: no son los únicos.

Sí, pagamos más. Lo dice Bruselas

Es una constante en España: tradicionalmente hemos pagado (sí, para lo de pagar somos iguales… O peores) más por la electricidad que países de nuestro entorno, y ahora lo hacemos también con las telecomunicaciones. Hasta el punto de que por encima de las tarifas de Movistar, Vodafone y Orange solo se sitúan las de seis países de los 28 de la Unión. Pagamos como los que más para tener lo que todos. Lo interesante tiene que venir a continuación: que la constatación que ha llegado de Bruselas sirva para que los grandes operadores intenten situarse más cerca de la media que de nuestro bolsillo.

Populismo en mayúsculas

Si no ofrecemos sueldos atractivos a nuestros representantes políticos estos serán personas con mucho dinero y tiempo (volveríamos a la casilla de salida de la democracia representativa) o personas sin otras aspiraciones laborales. Difícilmente podremos atraer a la política municipal a ingenieros, profesores de universidad o funcionarios de carrera con sueldos que no les igualen, por lo menos, lo que perciben para meterse en más líos que no necesitan. Con la bajada de sueldos, Bildu (que también ha votado antes incrementos) tiende la trampa del populismo: algunos han caído y otros le están ayudando a desplegarla.

Iglesias, diga la verdad

Otro que tira de manual populista es Pablo Iglesias, que sigue empeñado en tocar poder (él personalmente, no su partido) de la mano de Sánchez y, si no, pincha el balón. Pero esta vez parece que no va a poder: los sondeos marcan otro descenso para Podemos en caso de repetición electoral, así que no va a atreverse, como hace cuatro años, a mandarnos de nuevo a otra campaña. Sánchez lo sabe y sigue dejando hacer, al más puro estilo de Rajoy, por cierto: si Iglesias quiere vender que será el Congreso el que decida si entra en el gobierno, que lo venda. Sánchez se ve ya presidente en segunda votación.

Buenas noticias

La puesta en libertad de Carola Rackete es una buena noticia para todos y todas: la humanidad queda por encima de la interpretación estricta de la ley que puede hacer un ministro de la extrema derecha italiana. Así que hoy me he reconciliado un poco con el Mundo gracias a la jueza que no ve delito en la actividad de la capitana que rescata a personas que arriesgan su vida huyendo de la peor cara del ser humano. ¿Debemos entrar en el problema de fondo y evitar que haya países controlados por mafias, expoliadores y extorsionadores? Sí, pero de momento el trabajo de quienes rescatan a los refugiados solo merece elogio.

Una gran entrevista

Bittor Arginzoniz es un personaje que despierta una gran curiosidad: un perfeccionista que obtiene uno de los mayores reconocimientos en su profesión pero él solo quiere seguir trabajando. Y Cristina Jolonch le ha hecho una entrevista extraordinaria en La Vanguardia, de esas que dibujan al personaje en pinceladas y que cumplen el sobado halago: “Para enseñarla en las facultades de periodismo”. Esta entrevista sí merece ser mostrada como un gran trabajo periodístico: da con el personaje y el momento, y deja a Arginzoniz que se haga un autorretrato ayudado por las preguntas.

Las trampas al solitario

Habría preferido que el Athletic no hubiese incorporado a Bibiane Schulze, igual que habría preferido que no lo hubiera hecho en los casos de Diarra o Laporte, por mucho que nos haya reportado en lo deportivo y lo económico el francés. En definitiva, me gustaría que mi Athletic no se hiciese más trampas al solitario, como bien apunta Iker Fernández en El Desmarque. Al mismo tiempo, me preocupa porque me pone frente al espejo el acertadísimo tuit de Albert: “Los argumentos anti-Bibiane me recuerdan demasiado al ‘eres español porque lo pone en tu DNI’”. Y sobre todo, me asombra la actual maquinaria de dar o quitar la razón.

¿En qué estamos convirtiéndonos?

Puedo llegar a entender que un Estado se empeñe en cumplir la ley sin observar los contextos o motivaciones, o dejando estas en manos de fiscalía y jueces. Pero no puedo entender de ninguna manera que Carola Rackete haya tenido que soportar insultos y desprecios cuando las autoridades italianas la han detenido por tráfico ilegal de personas y resistencia a un buque de guerra. La capitana alemana, que se dedica a salvar en el mar a esas personas que intentan abandonar África aunque les cueste la vida, debería de ser un modelo a seguir, pero es objeto de la ira de los de Salvini, como denuncia Ane Irazabal en Twitter.

Así que Sánchez está tranquilo…

Parece que los sondeos expresan lo más lógico: una repetición de elecciones generales beneficiaría a PSOE y PP, y perjudicarían a Ciudadanos, Podemos y Vox. El resto de partidos, como el PNV, se quedaría más o menos igual. Así que cabría pensar que los de “la nueva política”, tan permeables hasta ahora a los sondeos y la veleta, aplicarán la misma lógica y dejarán hacer, sobre todo, para no seguir deshaciéndose ellos como azucarillos. En plata: la política de bloques de los grandes partidos tradicionales está normalizada por la sociedad, pero si los nuevos no ayudan, no sirven, y les penalizaremos.

Rivera, te lo están diciendo los tuyos

Pedro J. Ramírez, que va de revolucionario, políticamente siempre ha estado al lado del stablishment, hasta el punto de quedarse solo apoyando a UPyD y dejar como herencia en El Mundo la predilección por Ciudadanos que también impuso en su digital, El Español. Si en estos medios le están diciendo a Rivera que reaccione este tiene que hacerlo, porque no se lo dice Pedro J. ni Francisco Rosell, se lo dice el stablishment, por supuesto. Hasta un 70% de votantes de los naranjas quieren facilitar la investidura de Sánchez a la que Rivera se niega. ¿Será el propio Rivera el verdadero revolucionario?

No, no pasará nada con tu Huawei

Lo dijimos en esta columna y lo vimos reflejado en algunos blogs (no muchos): el veto de Trump a Huawei no iba a afectar a las personas que ya tuvieran uno en sus bolsos o bolsillos. Y los efectos en los productos que estaban ensamblándose durante el veto estaban por verse. Solo unas semanas después, Trump ha levantado el veto al fabricante chino. ¿Ha dejado de espiar? ¿Ha dejado de ser una amenaza su desarrollo del 5G? Dice Trump ahora que no tiene pruebas al respecto. Pero lo cierto es que había elegido el modo más dañino para muchas empresas estadounidenses de mantener su guerra contra China.

¿Un cambio de paradigma?

La modelo e infuencer estadounidense Gigi Hadid ha llamado a una puerta que, si se abre, puede suponer un cambio de paradigma en el mundo de la comunicación. Ha decidido ser ella la que denuncie a una agencia de fotos por el uso de su imagen ya que, aunque fuera tomada en la calle, posó y sonrió al fotógrafo de esa agencia, por lo que se considera coautora y cocreadora de la imagen. Eso significa que puede usarla e incluso cobrar por ello (según Magnet, las agencias han buscado ingresos extra denunciando el uso que hacen las celebrities de sus fotos en Instagram). ¿Y si Hadid lo logra?

Impuestos, sí, gracias

Vamos a empezar el mes de julio con mala hostia: Pedro J. Ramírez nos vendió su proyecto digital, El Español, como la revolución del periodismo pero la verdad es que publica unos contenidos que coinciden con su línea editorial: de mierda. No hay dinero ni diseño que blanqueen lo que es capaz de lanzar en su portal: que los impuestos suponen un gasto que nos frena. Mire, Pedro J., no. Nos frena que nos roben lo recaudado, nos frenan opiniones basura sobre la fiscalidad y nos frena que Netflix pague menos impuestos al año que cualquier autónomo, como denuncia Antonio Martínez Ron en Twitter.

Menos movidas y más “meneo”

Sigo tirando del hilo de Netflix y sumo el de Amazon, que suben los precios a los usuarios. ¿De verdad alguien se sorprende? Es evidente que es insostenible la producción de estas plataformas con cuotas tan accesibles y fáciles de compartir. Pero no significa que estén “exprimiendo” a los clientes. Significa que han hecho ofertas de lanzamiento sin explicitarlo e igual alguien debería meter mano a eso. Flojo favor hacen los trabajadores de Amazon verdaderamente “exprimidos” los que llevan la cuenta en Twitter en la que intentan buscar la solidaridad del cliente que se hace el ingenuo a cambio de un bajo precio.

Nos toman por tontos

Millones de clientes no muestran problemas en mirar para otro lado mientras contratan un Uber o un Deliveroo, comparten una cuenta de Netflix o compran por Amazon lo que venden a cinco minutos de su casa. Y sin embargo, no son pocos los que ponen por encima su ahorro y se dejan embaucar por personajes como Yolanda Claramonte, exconcursante de Gran Hermano e influencer con el nombre LoveYoli. Claramonte ha sido pillada comprando ropa en Aliexpress (el Amazon chino, mucho más barato) y revendiéndola más cara con su marca. Pero no es la única: dos marcas de relojes están haciendo lo mismo.

Las cosas, mejor por su nombre

Si fuésemos capaces de soltar el lastre de los eufemismos que nos han colado en el paquete de Internet igual nos iría mejor. Ni “influencers” ni “empresas de base tecnológica”: algunos que se esconden bajo estas etiquetas son jetas, directamente (y hay prescriptores y desarrolladores de Apps de verdad, lo sé porque conozco a varios). Tampoco chorradas como la “economía del conocimiento” que recordaba Sergio Chesán en Twitter con acierto: “Sonaba mejor que decir que cuatro empresas se forrarían a base de robarnos los datos”. Para ser justos, no nos los roban: se los regalamos.

¿Podemos decir ya que es un partido más?

Precisamente una colección de eufemismos y sinónimos es lo que más usan en Podemos para presentarse y explicar en muchas ocasiones sus decisiones. Y ahí va la última: este mismo mes pondrán en marcha sus “juventudes” que actuarán bajo el nombre de “Rebeldía”. ¿Podemos decir ya que este partido es uno más o tendremos que seguir hablando de “movimiento” y que es algo diferente? Y otra pregunta mucho más graciosa: ¿de verdad quieren colarnos lo de “Rebeldía” cuando su sección juvenil, como las de todos los partidos, será un granero de continuistas cuando no una marca “B” para acciones comunicativas?