«Tiro en la nuka»

Hernani, 2024, y algunos o algunas siguen, espray en mano, amenazando a la Ertzaintza y al consejero vasco de Seguridad el día que arranca en el cargo. Imanol Lasa lo explica muy bien en X: “No son tics residuales del pasado, sino la expresión del odio y la amenaza que aún perviven”. Y estas amenazas tan concretas y conocidas no son un fenómeno atmosférico: es un modo de pensar, de vivir y de sentir que existe, y que el marketing político caro no logra tapar. Y debe de ser, también, un mensaje claro a las y los agentes, para que no duden de quién les defiende pese a todo, y quien sigue atacándoles como siempre.

¿Por qué?

La salida, por fin, de prisión de Julian Assange es una buena noticia aunque para lograrlo, “se declarará culpable del delito de conspiración” (BBC). El australiano ha pasado cinco años encarcelado en el Reino Unido y de doce refugiándose en embajadas, perseguido por acusaciones de violación que se archivaron, y claro, por conspirar y relevar secretos. Todo ha sido bastante difuso, la verdad, pero lo cierto es que Assange se ha convertido en el símbolo de que también en el mundo occidental los países persiguen a los periodistas. Tampoco hace falta irse tan lejos: Pablo González sigue en una cárcel de Polonia sin que nadie le haya juzgado.

Otro que pacta con la justicia

Otro que pacta con la justicia es Alberto González, la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que admite que “defraudó a Hacienda por valor de 350.951 euros en dos ejercicios y que también se sirvió de una trama de facturas falsas para ejecutar el engaño” (El Diario). A mí esto me escandaliza, pero más lo hace aún que no sea un escándalo mayúsculo en España. Ya sé que Díaz Ayuso es responsable solo de sus propios actos, pero no es sostenible este punto de degradación tan próximo al poder. Y en Moncloa también tienen lo suyo, claro. No me imagino lo que supondría algo así en la CAV.

El horror de cada día

Almudena Ariza mostraba en X un vídeo de unos pocos segundos pero abrumadoramente angustioso, en el que se veían las consecuencias directas de un bombardeo, y lo explicaba así: “Más de 150 muertos en poco más de 24 horas en Gaza. Están siendo las jornadas más letales de la guerra. Ha habido 48 muertos solo en ataques contra tres barrios residenciales”. Ane Irazabal era igual de descriptiva en su tuit sobre el mismo ataque, pero en otro sentido: “El horror que ya no ocupa titulares”. No podemos permitirnos dejar de sorprendernos, ni por la persecución a la prensa, ni por los escándalos políticos, ni por el ataque a la humanidad.

Rusia, igual

En Ucrania también continúan las agresiones sobre población civil: “Rusia ha atacado hoy, como ya es habitual, el centro de Járkiv. Ha vuelto a bombardear el barrio donde siempre me alojo. Esta vez con una bomba aérea; su capacidad de destrucción es tremenda. Conozco al dedillo el lugar y allí no hay nada militar. Es una salvajada rusa más”. El tuit es del periodista Cristian Segura. Ya sé que no son los únicos lugares del mundo donde hay guerra, destrucción y muerte, pero sí sé que los presidentes de Israel y Rusia son los responsables de sus guerras, la destrucción que ejecutan sus ejércitos y la muerte de civiles.

La legión de idiotas

Quienes niegan la masacre de Bucha, la destrucción de Mariupol y la invasión por el morro del ejército ruso sobre Ucrania, forman esa “legión de idiotas” de la que nos avisó Umberto Eco, que en las redes sociales de Internet eran capaces de negar la opinión de personas expertas o, en este caso, de periodistas sobre el terreno. Profesionales como Mikel Ayestaran, que hablan con las víctimas que han perdido a hijos, hermanos, maridos y padres (lo escribo así porque, según las crónicas, el ejército ruso se ensañó con los hombres), y que, por supuesto, “no tienen tiempo para montajes” después de seis semanas de horror absoluto.

Algunos, ilustrados. O eso creen ellos

Así que, sí, voy a tratarles como lo que son, idiotas, y no pienso perder ni un segundo en discutir con quienes forman esa legión capaz de negar, desde sus casas, el relato de decenas de periodistas de medios de comunicación de todo el mundo que se juegan la vida en Ucrania. Y me da igual que se llamen Bea Talegón, que no es más que una friki, o Pascual Serrano, que no se ha cortado durante décadas en darnos lecciones de comunicación y ética, para el que la revolución de la comunicación es, atención, contrastar la información de todos esos periodistas en el lugar de los hechos con fuentes gubernamentales, en este caso, rusas.

Las preguntas

Me voy a 5W porque Santi Palacios, que sí ha estado en Bucha, ha visto con sus ojos qué paso y ha hablado con quién lo sufrió, creo que expresa muy bien lo que tiene que suceder, y porque es un medio de comunicación de esos alternativos que tanto gustan a los Serrano y las Talegón, y les pintan la cara: “Las caras de shock no mienten. Por eso es necesaria una investigación. No para poner los testimonios en tela de juicio, sino para lo contrario: para saber, de forma pormenorizada, qué pasó en Bucha. Quiénes dieron la orden en la cadena militar rusa si la dieron, cuáles son los motivos, quiénes son las víctimas”.

La respuesta

Es tiempo de periodismo y del mismo modo que durante la pandemia me llevé un chasco con mi propio oficio, la mayoría de los trabajos que estamos viendo durante la invasión rusa dignifican la profesión. Ane Irazabal ha estado en otro punto caliente este fin de semana en esta tercera guerra mundial latente que vivimos: Hungría. Y desde allí ha informado del resultado de las elecciones, también vía Twitter: “En su discurso del vencedor, Orban ha dicho que sus enemigos son: burócratas de Bruselas, la izquierda liberal húngara, George Soros, ONG, medios de comunicación, Zelenski”.

Los colaboradores

Orban abandona su pose de neutralidad y, una vez ganadas las elecciones, vuelve a abrazar virtualmente a Putin, que le ha felicitado. Pero según cuenta Steven Forti en Twitter, el ruso no es el único que se alegra por el húngaro: “Tertsch se ha desplazado a Budapest y celebra la victoria de Fidesz encantado de la vida, cargando contra Von der Leyen y la UE, además de Soros (…) Buxadé ha pillado un avión, se ha plantado en Budapest y lleva doce horas celebrando como si no hubiese un mañana la victoria del autócrata húngaro, además de contar lo que ve ahí como si estuviese hablando del paraíso terrenal”.

¿Su opinión? ¿En serio?

Pedro Sánchez tiene un problema: lo suyo era la escena y ahora no la maneja. De hecho, su entrevista en LaSexta ha pasado bastante desapercibida aunque en ella dio respuestas como esta que destacan en República.com: “Sería conveniente que Juan Carlos I dijese efectivamente cuál es su opinión sobre todos estos hechos, que como los califiqué, son informaciones perturbadoras, y que al final socavan la confianza del pueblo español en todas las instituciones”. No creo que nadie necesite la opinión de Juan Carlos I sobre sus propios hechos (los conocidos y publicados), lo que exigimos es responsabilidad y consecuencias.

Cuando haces lo que puedes

La existencia de la vacuna y la capacidad logística de los servicios públicos de Sanidad nos permiten convivir mejor con el maldito coronavirus. Ahora podemos mirar por el retrovisor y admitirnos lo mal que lo pasamos durante el confinamiento, lo mucho que echamos de menos a otras personas, y cómo asumimos que los gobiernos hicieron lo que pudieron, populistas, aparte. Y siguen haciéndolo. La periodista Ane Irazabal tuiteaba: “Se acabaron las pruebas gratuitas de antígenos en Alemania. Una decisión que pretende impulsar la vacunación (Solo el 65% de la población vacunable tiene la pauta completa)”.

No puedes nadar contra la corriente

Nadar contra la corriente puede ser igual de malo que dejarte llevar. Al final, hacer el esfuerzo de surfear las olas suele compensar. Pero hagas lo que hagas es importante no hacer el ridículo. Ícaro Moyano acierta con su tuit: “Mientras que él se pregunta ¿quién es Ibai? el resto de la gente se pregunta ¿quién es Roberto Gómez?”. Podríamos decir que Gómez es un periodista deportivo a la antigua, pero los clásicos rara vez han sido tan soberbios. Gómez, simplemente, está equivocado también en su opinión sobre el show: Ibai Llanos es hoy un grande por méritos propios y los demás debemos reconocérselo desde nuestras limitaciones.

Pero, ¿qué se creen?

Ibai Llanos sabe mejor que nadie cómo generar un show de la nada: su mundial de globos reunió a más de dos millones de personas en Twitch, y a 600.000 durante el minuto de oro. Llanos tiene una capacidad extraordinaria para entender qué gusta y para contarlo y que parezca apasionante. Es el mejor y, además, tiene conciencia y sabe qué hace, para quién y qué supone. La cruz de esta moneda es para El Rubius, otro gran comunicador que, como otros youtubers, no dudó en mudarse a Andorra para no pagar impuestos. Ahora, todos ellos “cargan contra el turismo YouTuber que visita Andorra y les acosa” (Hobby Consolas).

No son solo quienes prohíben

El restaurante de Bilbao que ha prohibido la entrada a menores incluso en compañía de personas adultas ha logrado poner sobre la mesa el debate que recogen en Magnet sobre la legalidad de la medida. Personalmente, no me preocupa que sea legal, me preocupa que alguien considere que una niña y un niño son un incordio. Y no lo hacen solo quienes prohíben expresamente su presencia: en Euskadi son muchos los restaurantes en los que las y los menores no son bien recibidos. Y no me refiero a los menús basura de macarrones y fritanga: amas y aitas hemos sufrido y sufrimos incomodidades difícilmente justificables.

¡Pero si te ofreció tres ministerios!

Miren, lo de PSOE y Podemos, lo de Sánchez e Iglesias, es imposible. Lo es ahora, lo será después del 10 de noviembre y lo ha sido en todo momento, desde que Pablo presentara a sus ministros en una rueda de prensa, en 2016, mientras Pedro se reunía con Felipe VI. Y nos mienten claramente cuando hablan, sin pudor, sin arrepentimiento: Pablo Iglesias no puede decir que Sánchez lo que quiere es meter a Rivera en el gobierno cuando él mismo rechazó tres ministerios y una vicepresidencia. No defiendo con esto a Sánchez, que también nos miente, solo recuerdo que ambos nos toman el pelo.

Todo puede mejorar, pero…

Dani Álvarez fue el que lanzó el tuit con el pantallazo, el link y el mensaje de que la CAV y Nafarroa son las dos comunidades españolas que más invertían en gasto social (la tercera es Extremadura, por si se lo preguntan). A partir de ahí supongo que el de Radio Euskadi tuvo que abrir el paraguas porque si algo tenemos cerca es una buena cantidad de fans del “cuanto peor, mejor”, y a muchos de ellos les han dicho que se hagan cuenta en Twitter. Pero la realidad es tozuda: todo puede mejorar y si buscamos encontraremos mejores ratios en el mundo, pero las cosas aquí se hacen bien y también mejor.

Por ejemplo, en Andalucía

No solo en Euskadi (entendida como la CAV y Nafarroa) las cosas se hacen bien y mejor que en el entorno, es que en España hay regiones que han puesto la marcha atrás. Por ejemplo, Andalucía, donde siguen usando las políticas de ahorro más como políticas que como prácticas de ahorro: Juan Miguel Baquero, autor de los anuarios sobre memoria histórica en la comunidad del Sur, ha anunciado en Twitter que la Junta no financiará la publicación del volumen correspondiente al curso 2018-2019. Baquero anuncia que él seguirá adelante, “ya veré cómo”. Las víctimas lo necesitan. Los victimarios, lo contrario.

También degrada a las mujeres

No me pareció afortunado el titular que había dejado la actriz Macarena Gómez en 20 Minutos: “El feminismo radical está continuamente degradando al hombre”, básicamente porque no me siento degradado por ningún feminismo. Pero sí me pareció absolutamente desacertado el comentario de Irantzu Varela en Twitter: “Su marido le hace la cena. Pobriña”. Una muestra de que ese feminismo radical también degrada a la mujer… Que lo cuestiona. Cualquier movimiento que es llevado hasta el extremo servirá a sus líderes para que lo sigan siendo (aunque sea a hachazos) pero deja de ser útil a quien dice representar.

La política en tiempos de Facebook

No critico la actuación de Facebook, solo intento encuadrarla para que todos tengamos claro con qué cartas jugamos quienes emitimos y recibimos mensajes por medio de esta red social… Y de todas, en general. Ane Irazabal llevaba a Twitter la noticia de que las cuentas en Instagram y Facebook de dos partidos fascistas italianos han sido eliminadas de Instagram y Facebook después del cambio de gobierno. ¿Por qué estaban activas hasta ahora? Porque las redes son soportes publicitarios y, como cualquier empresa potente del sector, hacen de las relaciones públicas (con un ministro de Interior, por ejemplo) uno de sus puntos fuertes.

No, no «estamos abocados»

Es evidente que Pedro Sánchez nos está intentando vender una moto. Está en su derecho, es más: está en su obligación si, como parece, su estrategia pasa por volver a convocar elecciones para negociar con Podemos y el resto de partidos con más fuerza. Pero no es cierto que estemos abocados a unas nuevas elecciones, como ya ha empezado a difundir el presidente en funciones: hay tiempo, partidos y voluntad de sobra para que, más o menos, quienes le hicieron presidente con una moción de censura lo hagan también en una rutina política mucho más sencilla, como es una investidura.

La culpa no es solo suya

Pese a lo complicada que parece la situación, Pedro Sánchez tiene la sartén por el mango: o le permiten gobernar o todos los partidos vuelven a una campaña electoral con peores previsiones que el PSOE. No es menos cierto que también hay que tener en cuenta, en esta época de muchos tuits y poca memoria, lo que apunta Jordi Sevilla: “O sea, que en 2016 toda la responsabilidad de la investidura de Rajoy estaba en la oposición socialista a la que se presionó hasta la ruptura. Pero hoy toda la responsabilidad es del candidato socialista sin que nadie más parezca tener responsabilidad alguna”.

¡Qué vergüenza!

Como ven,en Twitter también podemos encontrar buenas reflexiones, no todo es mensaje redondo para que siga rodando el balón. Jesús Cintora va al grano sobre la polémica decisión del Ayuntamiento de Madrid de archivar el caso del grupo de WhatsApp de agentes municipales con estos mensajes: “‘Hitler es Dios’, ‘los comunistas tenéis los días contados’, ‘hay que comenzar cacerías de guarros’, ‘Carmena merece muerte agónica’… Esta conducta de policías en un chat ‘no resulta reprochable’ y el nuevo Ayuntamiento de Madrid archiva el expediente”. Esto es lo que hay. Y no es una frase hecha.

“Indignante” se queda corto

Ane Irazabal también tuiteaba con acierto sobre un tema de actualidad y que a algunos nos genera máxima indignación: “121 personas llevan una semana a bordo de la embarcación Open Arms sin un puerto seguro donde desembarcar. Estamos empezando a normalizar que un país cierre sus puertos y los demás no reaccionen. ¿Estamos locos?”. Como buena periodista que es empezaba por lo importante: se trata de 121 personas. Ni “migrantes”, ni “refugiados”, ni “sin papeles”. Son como usted o como yo, pero con mucha peor suerte y un sufrimiento a sus espaldas que no podemos ni imaginar.

¿Qué hace Trump? Detener a más inmigrantes

Llevo mucho tiempo recomendándoles que si van a leer un digital elijan República.com. Mientras el resto (junto a las ediciones on-line de los periódicos de toda la vida) se quedaban con las protestas contra Trump, en este medio nos informaban de la redada contra los inmigrantes que había iniciado ayer mismo: 680 personas han sido detenidas en sus puestos de trabajo (grandes procesadoras de alimentos, porque esas casi 700 personas fueron apresadas en solo siete plantas), personas con hijos a su cargo y que ya habían iniciado una vida en EE.UU., ahora serán deportadas.