Memorias de un viaje por Alemania en tren (2)

Continúo el relato del viaje del viaje realizado en tren por Alemania durante la primera quincena de junio de 2007. La pasada semana lo dejaba en Augsburg, ciudad desde la que también nos desplazamos a Munich (München). Solo se tarda 40 minutos y hay trenes cada cuarto de hora. La capital de Baviera es ante todo conocida por su monumental Ayuntamiento nuevo (Neues Rathaus), edificio neogótico con una torre de 85 metros de altura, que preside la Marienplatz. Por cierto, parte de él estaba con andamios. El edificio fue proyectado por Georg von Hauberrisser en estilo neogótico, extendiéndose la construcción desde 1867 hasta 1908. A un paso tenemos el mercado de las flores y el Viktualienmarkt, mercado de frutas y verduras. También está la Frauenkirche, la Catedral de Nuestra Señora.

Munich (München) me ha decepcionado un poco, quizás porque el tiempo no nos acompañó durante nuestra visita. Sin embargo tiene edificios de interés, como el Teatro Nacional, la iglesia de los Teatinos y de San Cayetano (Theatinerkirche St. Kajetan), el edificio de la Logia (Feldherrnhalle), la Catedral (Frauenkirche), la Odeonsplatz y el antiguo Ayuntamiento (Altes Rathaus), aunque para el recuerdo solo quedará la imagen del nuevo Ayuntamiento y el codillo y las salchichas que comimos en la popular cervecería Donisl, ubicada nada más entrar en la calle Weinstraße, al lado mismo del monumental edificio.

Tras pasar cinco noches en Augsburg, de nuevo subimos al tren para dirigirnos hacia Leipzig, pero a la hora de viaje nos bajamos, dejamos los equipajes en la consigna de la estación y nos dispusimos a recorrer Núremberg (Nürnberg), la ciudad que más nos ha gustado de Baviera, pese a que solo disponíamos de poco más de cuatro horas antes de continuar viaje hacia Leipzig (3 horas de tren). Su casco histórico tiene un atractivo especial, al estar rodeado por una muralla medieval de más de 5 km, construida en 1325. Os dejo un resumen en imágenes, en las que destaca la Torre Spittlertor, la iglesia de San Lorenzo, la fuente de las Virtudes, el antiguo Hospicio del Espíritu Santo (Heilig-Geist-Spital) y la Nassauer Haus. Si algo llamó especialmente nuestra atención fue la fuente maravillosa (Schöner Brunnen). Se trata de una aguja gótica de 19 metros de altura, construida entre 1385 y 1396, que cuenta con 40 figuras. Durante la Segunda Guerra Mundial se salvó de los bombardeos gracias a que fue envuelta en un abrigo de hormigón. Todos los lugares citados se encuentran en la llamada milla monumental.

Hicimos dos noches en Leipzig, así que al día siguiente nos desplazamos hasta Dresde (Dresden), distante poco más de una hora de tren. La que fue conocida como “la Florencia del Norte”, fue excluida en 2009 por la UNESCO de la lista del Patrimonio de la Humanidad, por la construcción de un puente sobre el río Elba. Cuando visitamos la ciudad se notaba mucho que habíamos pasado a la antigua Alemania Oriental, pues sus edificios estaban muy negros, aunque supongo que ahora todo habrá cambiado. Sus principales monumentos se encuentran en un reducido espacio a orillas del río. Residencia de la realeza de Sajonia a finales del siglo XV, la ciudad ha sufrido varias guerras e incendios. De su rico pasado hoy podemos contemplar la iglesia luterana de Nuestra Señora (Frauenkirche), la Catedral católica (Hofkirche), la antigua residencia de los reyes de Sajonia (Dresdner Schloss), el edificio de la Ópera y el Zwinger, palacio de estilo barroco, aunque lo que más original nos pareció fue el “Desfile de los Príncipes” (Fürstenzug), un mural formado por unos 24.000 azulejos de porcelana de Meissen, situado junto a la Schlossplatz, que representa a los monarcas de la casa de Wettin entre 1123 y 1906.

Leipzig nos dio imagen de ciudad más moderna, quizás debido a los murales que la adornan, algunos cubriendo fachadas enteras o por la presencia de su edificio más alto, el City-Hochhaus, de 142 metros. De la parte monumental me quedo con los dos Ayuntamientos, el viejo y el nuevo (Altes Rathaus y Neues Rathaus) y la iglesia de San Nicolás (Nikolaikirche), uno de los lugares de donde partió en 1989 la rebelión contra el régimen comunista alemán. Mañana tenemos menos de hora y media de tren para llegar a Berlín.

Berlín es una ciudad que nos encanta y muy fácil de recorrer, pero como ya hemos estado con anterioridad solo le dedicamos algo menos de dos días. La tarjeta Berlin Welcome Card incluye transporte gratis y descuentos en muchos muesos. Una forma para desplazarse por la ciudad es utilizar el autobús nº 100, pues es casi como un autobús turístico, ya que une Alexanderplatz con Zoologischer Garten, pasando por los principales lugares de interés. En esta ocasión nos dedicamos a visitar los lugares que ya conocíamos, pero teníamos una asignatura pendiente, subir hasta la acristalada cúpula del Reichstag, diseñada por Norman Foster. Además, el Parlamento alemán está a un paso de la archiconocida Puerta de Brandemburgo (Brandenburger Tor), antigua puerta de entrada a Berlín y emblema de la ciudad.

Berlín es una de esas ciudades que resulta muy atractiva para el visitante. En la Alexanderplatz, bajo la enorme torre de la televisión visible desde casi toda la ciudad, iniciamos nuestro recorrido acercándonos al viejo Ayuntamiento (Roten Rathaus), para continuar por esa gran avenida que es la Unter den Linden, trazada en 1647 durante el reinado de Federico el Grande. Sucesivamente fuimos viendo la iglesia de Santa María (Marlenkirche) y la Catedral de Berlín (Berliner Dom), concluida en 1905, desde donde nos desviamos a la impresionante Isla de los Museos, de la que os hablo a continuación. Caminando entre palacios junto al río Spree, llegamos a la hermosa plaza Gendarmenmarkt, a la que se asoman el Konzerthaus y las catedrales alemana y francesa. De nuevo en la avenida, nos dirigimos a la Puerta de Brandemburgo y al Reichstag. Todavía nos queda por ver algún resto del antiguo muro, Postdamerpltz y los alrededores de Zoologischer Garten, donde se encuentra la iglesia Memorial Kaiser Wilhelm y, muy cerca, la escultura “Berlin”.

En Berlín recomiendo especialmente acercarse a la llamada Isla de los Museos, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en la que al menos hay que visitar dos de los museos existentes. El Museo de Pérgamo (Pergamonmuseum) es uno de los museos de arquitectura más impresionantes del mundo. Su origen se encuentra en las expediciones de los museos berlineses por Asia Menor (Antioquía), Pérgamo, Mileto, Babilonia y otras metrópolis de Mesopotamia. Sus obras más relevantes son los Altares de Zeus y de Pérgamo y la Puerta de Ishtar. El otro es el Museo Nuevo (Neues Museum), donde se exhiben las colecciones egipcias, siendo la obra más conocida el busto de la Reina Nefertiti.

Un comentario en «Memorias de un viaje por Alemania en tren (2)»

  1. Un bonito viaje por Alemania,me hace recordar sitios de un viaje nuestro, sólo que explicado por un auténtico profesional.Un abrazo.

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