Los fines de semana saben mucho mejor si vienen acompañados de una victoria del Athletic, y éste así ha sido, encima, pudiéndolo disfrutar desde el viernes.
Si a eso le añadimos que hemos ido viendo, poco a poco, día a día, como los rivales directos de los rojiblancos han ido perdiendo u empatando sus partidos,… vamos… alegría total. La jornada ha sido redonda. Los puestos europeos están relativamente cerca. A tres puntos la Europa League y a 6 puntos la Champions. Soy de las que sigue diciendo que hay que ir partido a partido, pero tampoco puedo negar la evidencia y olvidarme de dónde estamos situados. Mejor que la semana pasada y ya veremos… qué ocurre ésta.
De momento, este fin de semana hemos solventado la jornada trayéndonos los tres puntos de Girona, algo que casi podemos denominar como de milagro, porque por lo que he leído en los distintos medios de comunicación y redes sociales (gracias a Adurizpedia de twitter, un crack), el Athletic llevaba 12 años sin ganar en Catalunya. Ahí es nada. Encima por si fuera poco, el Girona se adelantó en el primer tiempo. A lo que añadimos que el Athletic llevaba sin poder remontar un partido fuera de casa desde hace 4 años… Vamos… todo en contra… pero como siempre decimos, las estadísticas están para romperse y así lo hicieron los leones. En mucha parte, gracias a Raúl García y a Iñaki Williams, pareja que resultó fundamental para nosotros y letal para los catalanes. Entre los dos fabricaron los dos goles y los remataron. Raúl en su línea de crack, metiendo un pase extraordinario entre líneas, de esos pases que sólo ven los muy buenos jugadores, para dejar solo a Yuri, que a su vez le puso el balón a Iñaki para que, aunque no es su fuerte, metiese el gol de cabeza. Empate. Y seguido, sin dar tiempo, a los también rojiblancos, a despertarse del mazazo, internada y centro de Iñaki para que el más listo de la clase, Raúl se le adelante al defensa y remate de cabeza picado, impidiendo al portero detenerlo. 1 a 2 y a mantener el resultado, eso sí, sin grandes agobios porque el Girona, tras hacer una buena parte más que meritoria, no pudo mantener ni el ritmo ni el nivel. Triunfo y para casa más contentos que un niño con zapatos nuevos.
Así que, el milagro de Garitano nos hace muy difícil el no soñar con Europa, pero por otro lado, sin ilusionarnos mucho, ya que no se nos olvida de dónde venimos. Una mezcla rara.
Eso sí, pronto vamos a saber cuáles son los objetivos reales ya que esta misma semana tenemos dos partidos, por supuesto, fundamentales. Miércoles, Levante en La Catedral y domingo, el Getafe en Madrid. Poco a poco y partido a partido, pero con ambición máxima.
¡A por el Levante! y …
¡Aúpa Athletic!