Costó muchísimo abrir la lata y hasta el minuto 60 no pudimos respirar tranquilos.
El varapalo de la eliminación de la Copa y que el Athletic es especialista en tirar petardazos cuando juega contra los colistas (no tenemos que alejarnos mucho en el tiempo para ver los ejemplos), daban un poco de miedo. Por ello, el primer tiempo fue desesperante. Un montón de oportunidades, algunas muy claras, muchos tiros a puerta, incluso un tiro al larguero pero… sin goles. Ni Iñaki, que es especialista en desaprovechar unos contra unos, ni Íñigo, ni Sancet, ni Berenguer marcaban. Cárdenas, el portero de ellos, se lucía varias veces. Encima, sus compañeros, con pocos acercamientos nos metían el miedo en el cuerpo con, por ejemplo, otro tiro al travesaño. El equipo estaba jugado bien aunque sin premio, pero también, con una enorme cantidad de balones perdidos por unos pases horribles, que nos hacían, por lo menos a mí, ponernos, en lo peor.
Curiosamente, el segundo tiempo, en el que hubo menos ocasiones, por fin éstas se materializaron. Vesga, que ya había hecho un muy buen partido en Mestalla, cortó un balón, se lo pasó a Berenguer y siguió la jugada, hasta el área pequeña, en la que empujó a la red de cabeza el regalito puesto por Álex. Perfecto. Me alegro infinito por él, ya que suele ser el blanco de las críticas de todos. De él en el primer tiempo fue el fenomenal pase a Iñaki que lo dejó sólo delante del portero. Paso adelante de Mikel, que ayer sorpresivamente le quitó la titularidad a Dani García. ¡Que siga así!
A partir del gol, los rojiblancos se gustaron y completaron la noche con otros dos. Berenguer regaló otro balón de oro, a la carrera de Iñaki, que esta vez sí, marcó. ¡A ver si se quita el peso de encima y empieza a marcar más, porque es DESESPERANTE (sí, con mayúsculas)!
El tercero, de penalti, pero la jugada previa es preciosa. Saque con la mano de Unai a la galopada de Nico, que centró a Zárraga, al que hacieron penalti. Se cabreó bastante Oier consigo mismo por no meterla antes del penalti, pero… pidió el balón para tirar la pena máxima, y así se encargó de inaugurar su cuenta de goles con el primer equipo. Perfecto, engañando al portero.
No todo fue bueno, en el descuento De Frutos metió un buen gol y Unai no pudo dejar su portería a cero. Poco antes había hecho un paradón. Pero… ante la última no pudo. Además, se lesionó Íñigo Martínez, que esperemos que sea para poco. Con mucha diferencia es el mejor jugador del equipo de este año. Está a un nivel increíble. A ver si hay suerte.
En definitiva, 3 a 1, para ganar la primera final de las doce que nos quedaban por la lucha por Europa. Ahora quedan 11. Es difícil, pero tienen que seguir luchando. El siguiente paso es el domingo que viene, nada menos que contra el finalista de Copa, el Betis. Equipazo, al que vamos a coger entre dos partidos europeos, por lo que debemos aprovechar que estarán algo cansados. Es en Sevilla, en el Villamarín que ya sabemos que se nos da bastante mal. Campo en el que se dan «incidentes aislados», según ellos, pero que se repiten todas las semanas. Campo bastante desagradable, pero que hay que intentar profanar. ¡A por el Betis! Y…
¡Aúpa Athletic!
P.D.: Este fin de semana he visto en un partido algo nada habitual. Jugaban, en Iparralde, el juvenil A del Indautxu y el Portugalete A. En una jugada en la que un jugador del Portu acabó en el suelo, el árbitro pitó fuera de banda a favor de los de casa, pero hablaron los jugadores con el árbitro y el jugador del Indautxu supongo que le diría que le había hecho falta al del Portu, porque el árbitro cambió la decisión y pitó dicha falta. El del Portu se lo agradeció y yo desde estas líneas lo hago ahora. Gracias Pedro, muchas gracias, da gusto que alguien demuestre su deportividad en el fútbol, algo que por desgracia no suele ser nada habitual. Así, encima, me enorgullezco más de ser del Indautxu.