Cada vez me desagrada más que el Athletic juegue contra el Barça. No es por el equipo en sí, sino por todo lo que le rodea y por la prensa que mueve a su alrededor. Un entorno que llega a los jugadores que hace que esa superioridad que existe en el juego que es evidentísima se convierta en prepotencia en todo lo demás. Sus declaraciones de toda la semana antes del partido, de unos de otros, de los periodistas, de los jugadores, del entrenador, diciendo lo que quieren y lo que se les ocurre sobre la designación del árbitro, hace que si ya de por sí es difícil jugar contra ellos, todo se convierte en un auténtico agobio. El árbitro sale al campo totalmente mediatizado. No sabe ni qué pitar, bueno sí. El árbitro tiene muy claro que no lo puede hacer en contra de los blaugranas porque si es así ya está crucificado. Y aunque no lo haga en contra de ellos, la verdad es que va a estar crucificado igual porque lo que quieren unos y otros, entrenador, jugadores, periodistas, es que el árbitro tome todas las decisiones que ellos quieren. Asqueroso. Esto convierte el partido en un asco. «¡Que pite, que pite, que pite Luis Enrique!» Hace mucho tiempo que no escuchaba una frase con tanta razón gritada en San Mamés por todo el público. Un público que está harto como lo estoy yo. Como lo estamos todos. Esa actuación del entorno lo que hace para empezar es, por supuesto, librar de tarjetas a los culés, o de tarjetas a sus hombres importantes. Me explico. González González sacó a Iniesta una tarjeta por protestar. Sabe que eso no va a ningún sitio. Seguro que no le tiene que sacar más tarjetas durante el partido y no es peligroso. Los catalanes dicen perrerías contra esa tarjeta. El simpático de Busquets dice que el árbitro les falta al respeto. Toma ya. El árbitro les falta al respeto a ellos, que desde que se dijo su nombre le han dado hasta en el carnet de identidad. Lo que ocurre, es que están acostumbrados a comerles la oreja a todos los colegiados todo el partido y de manera continua y seguida como muy bien lo comprobamos cada vez que nos enfrentamos a ellos. No paran. Todo el rato encima de ellos discutiendo todas y cada una de sus decisiones. Les sirve y no ocurre nada. El miércoles una tarjeta para el capitán. Sí, pero de mientras Mascherano da una patada al final del primer tiempo, a un jugador nuestro. Se sanciona con falta, pero de tarjeta nada. Mascherano es muy probable que haga otra falta así. Así que casi mejor no sacar cartulina. Dicho y hecho. Entrada clara de tarjeta pero sin ella. En el segundo tiempo da otra patada similar y esta vez sí es tarjeta. El pequeño detalle es que debería ser la segunda y para el minuto 30 del segundo tiempo debería estar en la caseta, pero no. Con esta ventaja juegan y ellos lo saben. Ellos, los jugadores, los periodistas, el entrenador, los aficionados. Todos. Lo negarán, pero lo saben y es así. En nuestro caso, se fue sin tarjeta y sí la mereció De Marcos en una de sus faltas. Yo reconozco las de mis jugadores. Ellos jamás. Luego tienen a Neymar. Un gran jugador pero con un problemilla. Es tan buen jugador como teatrero. Eso sí las cámaras luego le dejan en evidencia y podemos comprobar que sí, que es un jugador muy poco deportivo, que intenta sacar tarjetas para los contrarios aunque no le hagan nada. Para Oscar su actuación del miércoles agarrándose primero el cuello y luego la espalda como si Aritz le hubiese pisado. Los comentaristas no sabían como defenderlo. Pues no, señores. No hay que defenderlo. Hay que reprobar su actuación porque también es asquerosa. Confunde y luego lleva a pensar cosas que no son. Por ejemplo, alguno en las redes pedía hoy que actúen de oficio contra Aduriz. Será por no pisarle, supongo. Y siguen así. Y seguirán así hasta que volvamos a jugar el miércoles otra vez contra ellos. Y a nosotros nos seguirá subiendo la bilis toda la semana. Y nos la tendremos que comer con tranquilidad… ¡QUÉ PENA QUE SIENDO TAN SUPERIORES COMO SON TENGAN QUE VALERSE DE ESTAS TÁCTICAS TAN BARRIOBAJERAS!
Y sobre el partido… me gustó el equipo. La diferencia entre ambos es tal, que que sólo perdiésemos por 1 -2 me parece de enorme mérito. Sobre todo porque los dos goles vinieron de un conjunto encadenado de errores que es algo que no necesitan los cules para machacarte. Dos errores y dos goles. A partir de ahí ellos a controlar el partido y nosotros a arreones y a esperar su fallo. Y ahí, incluso pudimos empatar al final. El Barcelona tampoco merecía tanto. Un gol, nuestro, de Aduriz, el de siempre, que limpia un poco el honor. La vuelta por mucho que digan está imposible y sino ya harán algo como en el partido de Liga. Impedir por lo civil o lo criminal cualquier posibilidad de repetir el milagro de la Supercopa. Cada vez les fastidia más que se la quitásemos. Pues sí, es nuestra. No conseguistéis el pleno porque el Athletic lo evitó. Un Athletic supercampeón, que … ¿por qué no puede volver a actuar? Es dificilísimo pero… nunca se sabe. La solución el miércoles.
Pero antes el domingo otra vez la Liga contra el super Eibar. Vaya temporadón se está pegando. El Athletic va a tener que sudar para doblegarle. A ver qué tal de fuelle andan los que salten a La Catedral. Van a tener que estar a tope.
¡Aúpa Athletic y a por el Eibar!
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¡Vaya arbitrajes sufre el Athletic!
Ya llevo quejándome tiempo del tema. De hecho uno de mis anteriores comentarios lo acabé, diciendo que esperaba que el árbitro pasase desapercibido, que fuese imparcial. Pues nada más lejos de la realidad. Los dos últimos arbitrajes que hemos recibido han sido calamitosos. Para empezar, contra el Sevilla fue Prieto Iglesias el que nos puso las cosas imposibles. De hecho el Comité de Competición le ha dado la razón al Athletic en uno de los errores importantes del colegiado, al quitarle la tarjeta amarilla a Laporte, dejando claro que no fue penalti el pitado. Es decir, que el segundo gol no debería haber subido al marcador. Laporte sin tarjeta pero el equipo se queda con ese marcador. Sobre el penalti a Aduriz nada que decir… Casualidad, el que sí fue penalti, el árbitro no lo vio. Y el que no existió, se lo inventó. Esto son las paradojas de la vida.
En Castellón no hubo problemas de penaltis ni jugadas dudosas. El problema en Villarreal fue que Velasco Carballo, vio y no vio lo que le dio la gana. Ni él ni sus linieres ni el cuarto árbitro. Se ve que ejerzo de adivina pero vistos los partidos de Bailly este año contra el Athletic ya avisé que había que tener cuidado con él. La verdad es que tampoco me voy a dar ningún mérito por adiviarlo, simplemente era una evidencia. En el partido de Liga a Kike Sola le dio hasta en el carnet de identidad. El miércoles pasado en Copa hizo lo mismo con Aduriz y con todo el que se acercaba a su zona (como pudo comprobar también Beñat). Y esta semana las jugadas que ha tenido con Aduriz son de auténtica vergüenza. Le tenían que haber expulsado dos veces. En la primera jugada en un salto le da un codazo en la cabeza, ya de por sí merecedor de tarjeta amarilla, que no la vio. Le debió parecer poco al marfileño porque al quedarse Aritz dolorido en el suelo le pisó. Vamos roja directa. Ah, y para coronar el despropósito de la jugada, aparte de no sacar ninguna tarjeta a Bailly, la tarjeta se la llevó nuestro delantero centro por protestar.
Y si eso no fuera suficiente, el mismo jugador, Bailly, en una disputa por alto, le clavó la rodilla otra vez a Aritz en la espalda. Aquí sí se llevó la amarilla, pero la jugada igual era incluso de roja. Un fenómeno el marfileño. Tampoco Eraso se libró de su entrada.
Así mismo, Soldado en otra jugada sin venir a cuento le pega por la espalda a Etxeita un golpe sin balón ni nada. Por supuesto sin consecuencias. Etxeita se dio la vuelta y le miró alucinado, como nos quedamos todos, alucinados. Excepto Velasco Carballo que por supuesto no vio nada. Velasco Carballo no vio nada. Los linieres tampoco y el cuarto árbitro tampoco. Curiosamente el cuarto árbitro hace poco nos dejó con un jugador menos cuando se chivó que San José se había revuelto para empujar a un jugador que le había dado una patada por detrás… pero que casualmente esa patada no vio nadie porque le sacaron una roja a Mikel, el contrario se fue tan pichi y solucionado el problema. ¿Por qué tenemos tan mala suerte? ¿O no es cuestión de suerte?
Y ahora voy a lo importante. ¿El Athletic hace algo ante estos continuos atropellos? Ya sabemos que el Comité no va a rearbitrar si no se le pide, pero… ahí debería entrar el Athletic. Primero solicitando que a Aritz se le quite la tarjeta. E incluso voy más lejos. Yo denunciaba a Bailly, enviando las imágenes de las entradas y que el Comité haga lo que deba. Ya está bien la tomadura de pelo. Nuestra Junta directiva algo tiene que hacer. En un programa de radio le he oído a Iturralde González que eso no lo hacen los clubs para curarse en salud y que luego no les ocurra a ellos. Pero lo que está claro es que si los clubs denunciasen, los jugadores se cuidarían muy mucho de hacer ese tipo de cosas tan a menudo porque con la cantidad de cámaras que hay ahora se les pilla siempre. ¿Por qué no les interesa a los clubs? No lo entiendo.
Todo esto lo uno a que el domingo vamos a Barcelona, donde se están quejando amargamente por las entradas que le hicieron ayer a Messi. Entradas todas repetidas mil veces en la tele y para mí entradas normales, de tarjeta amarilla y tarjeta tuvieron. Eso sí nada o poco dicen de los dos pisotones de Alves y Mascherano, que debieron ser fortuitos ambos (¡JA!). También se habla de la de Caicedo sobre Ter Stegen. Para mí tres rojas como tres casas, pero… Lo de los arbitrajes es un desastre. Allí el artista fue Fernández Borbalán. Por cierto, Televisión Española no tenía imágenes de las entradas de Bailly. ¡Qué casualidad! De verdad, que todo me parece una vergüenza. Mientras, por las entradas a Messi, el Barça se pasará los cuatro días llorando hasta que lleguemos nosotros el domingo, los siguientes primos y hasta por tirar a saque de banda nos sacarán tarjeta. Encima con Mateu Lahoz. Así que lo tengo muy claro, el domingo hacía rotaciones y dejaba a los jugadores que quiero que estén frescos para la Copa el miércoles, sin jugar. Total, va a dar lo mismo lo que hagamos, seguro que nos la lían de alguna manera, porque en Barcelona nos ha pasado de todo. Las cosas más rocambolescas. Os recuerdo algunas. Iraizoz hizo un penalti con el labio a Henry. Sí sí. ¿A que os acordáis de la patada que dio el francés en la cara a Gorka y fue sancionado con penalti? Otra el puñetazo de Rivaldo a Mari Lacruz, con por supuesto tarjeta para nuestro jugador. Salivazo de Eto’o a Expósito. Agresión de Valdés a Toquero,… Y no me invento nada, por si no me creeis he encontrado en Youtube un vídeo con la voz del gran Jose Iragorri, que introduzco, en el que nos dice lo que pensamos todos: «Vamos allí, nos ganan, encima nos dan de leches y volvemos nosotros con algún jugador expulsado». Así que, ¡Cuidado Athletic!
Salga con quien salga Txingurri (mejor los suplentes): ¡Aúpa Athletic y a por el Barcelona!
Casi Athletic pero… ¿ayudita al Barça?
Lo hemos tenido. Lo hemos incluso acariciado pero… el Barça es mucho rival y siempre tienen que tener esa ayudita que les da el empujón final. Es el rollo de siempre. Ellos son buenísimos y tienen oportunidades para ganarte de sobra, pero por hache o por be, no lo estaban consiguiendo. No sólo eso, el Athletic iba por delante en el marcador y ha llegado la ayudita, que si no llega a darse, podía haber sido un triunfo definitivo. Tras el gol de Aduriz y los catalanes nerviosos, Susaeta mete un segundo gol pero… ahí estaba el línea para hacernos la puñeta. Markel no estaba en fuera de juego, era difícil de ver, pero el reglamento dice que ante la duda no hay que pitarlo. Claro, no hay que pitarlo si es a favor de los grandes pero si es en contra y supone gol, por supuesto que se pita. Era el 0 – 2. Posiblemente definitivo pero… En el Camp Nou siempre nos pasa algo. Recuerdo un penalti de Gorka Iraizoz a Henry, que se lo hizo con el labio. En mi vida había visto cosa igual… patada de Henry a Gorka en la boca y penalty. Hay más pero… Si me limito a este partido la falta sobre Messi que supone el segundo gol, ¿es falta? ¿No saca De Marcos el balón? Era la segunda falta a su favor (más que dudosas) en el borde del área, teniendo a Messi, casi medio gol. Y encima si el portero ayuda… gol completo, porque justo Iraizoz en esa jugada ha ayudado… ¡Qué rabia!
Pero a lo que iba… ¡Qué fácil se les pita a ellos, Martínez Munuera!
Si me olvido del árbitro, y me limitó al juego, sí que el Barcelona ha jugado mucho y ha tenido muchísimas oportunidades. De hecho, Gorka Iraizoz estaba siendo el mejor de nuestro equipo, con varias paradas importantes (muchas, pena el fallo en el segundo gol). Pero nosotros también estábamos teniendo alguna oportunidad, no tantas pero sí algunas. Nada más empezar, el tiro raso de Aritz que saca el meta. Y sobre todo, pena que la maravilla plástica, de nuevo de Aduriz, esa soberbia chilena, no entre, sólo porque la suerte se alía con Pinto, que había hecho la estatua, pero… ahí estaba el poste para fastidiar el momento. Eso sí, la belleza, a pesar de no ser gol es impresionante. Seguido, tras repeler el palo, el balón le llega a Susaeta, pero está claro que Markel tiene que tener muchas oportunidades para meter un gol. En el segundo tiempo sí lo ha conseguido pero… era anulado (con lo que te cuesta marcar…). También más tarde ha tenido otra Markel pero el tiro ha sido peor, de hecho Pinto no se ha ni inquietado. No tiene que estar muy contento con su partido Markel, no sólo por las oportunidades perdidas sino también porque ha estado poco afortunado con los pases.
Pena también por todos los balones que podían haber sido contraataques y que Muniain ha desperdiciado uno tras otro. Su cantidad de imprecisiones ha sido desesperante. Los laterales también se han visto un poco desbordados, tanto Balenciaga por Alexis, como De Marcos por Pedrito (¡qué dos jugadorazos!), aunque tampoco han tenido mucha ayuda de sus compañeros en labores defensivas. Sobre Pedrito, decirle que agradezca que juega en el Barça porque tu segunda patada en cualquier otro equipo (salvo el Madrid) hubiese sido segunda amarilla, y a la caseta. ¡Martínez Munuera, cobarde!
Y para acabar, otra pena, que Mikel Rico no haya hecho justicia empatando en ese último tiro que saca Mascherano, cuando parecía que entraba.
Pena porque no merecía perder y pena porque el Sevilla está ahí pisándonos los talones y se podía haber visto un partido el próximo domingo en San Mamés muy tranquilo teniendo a los del Guadalquivir a seis puntos de distancia, o incluso a cuatro. Pero… no ha podido ser. Así que nos toca jugar una final pero esta vez en San Mamés, en nuestro campo. Y hay que hacer que el factor campo sea determinante, que La Catedral, sea más Catedral que nunca. Hay que ganarles, imponernos para decir claramente que nos merecemos la Champions, porque ganamos también al rival que nos persigue. Hay que ir a por ellos Athletic, pero sabiendo que ellos son los que nos tienen que ganar, vamos, que sin locuras. El empate también vale. Aunque, claro, sin salir a por el empate, ya me entendéis.
Athletic, el premio merece muchísimo la pena… así que ¡A por el Sevilla!