Entonces, ¿para qué sirve?

Si en plena crisis sanitaria mundial la sanidad privada está barajando la solicitud de un ERTE para más de 28.000 empleados (según Público, estos serían los de un consorcio de clínicas privadas, pero podrían sumarse más fuera de esa alianza), ¿para qué sirve? Doy por hecho que estamos hablando de centros estéticos (que también hacen son importantes para las labores de reconstrucción), pero no solo. ¿No se pueden adaptar todos los centros a las necesidades actuales de urgencia más rápidamente que un hotel? ¿No son sus sanitarios hoy valiosos? Desde luego, que la Sanidad Pública es imprescindible ya ni se discute.

No me creo a China

Cada vez que veo una comparativa entre cifras de afectados por el coronavirus en China y en Europa tengo la impresión de que las cifras del gobierno oriental son falsas. ¿En una dictadura con tantas desigualdades han manejado mejor una crisis sanitaria desconocida que en estados europeos con servicios sociales universales? Imposible. El periodista Zigor Aldama ha tuiteado un hilo explicando que esa duda también la tienen en China. De hecho, diarios “locales” (en dimensiones chinas) hablan de cientos de muertos no contabilizados. ¿E infectados? ¿Cuántas personas han quedado y quedan hoy, como siempre en China, al margen?

¿Es el momento de dimisiones?

¿De verdad alguien cree, como sugiere Alberto Olmos en Twitter, que este es momento de dimisiones o ceses por la crisis sanitaria y social actual? ¿De verdad alguien cree que este es el mejor momento para ponerse a buscar nuevos responsables y que estos se pongan al frente de equipos agotados y desanimados que se enfrentan a algo para lo que nadie estaba preparado (absolutamente nadie, y quien diga lo contrario se enfrentará a la cruda realidad)? ¿De verdad alguien cree que es el momento de ver rodar cabezas de políticos y técnicos, entre las de los muertos? ¿De verdad alguien lo quiere?

Nos sobra ansiedad

Entiendo que las personas que estén confinadas en sus casas y estén solas o sin hijos, teletrabajando, lleguen a aburrirse. Pero los que tenemos que combinar el ordenador con la cocina y los pequeños, desde luego, acumulamos estrés. Pero creo que todos llevamos una carga de ansiedad tremenda. Los informativos, Twitter, WhatsApp, son una máquina de producírnosla con el contador de muertos, las noticias sobre funerarias que no dan abasto, el Ifema convertido en hospital o la ronda de ciudades con más casos. Es la realidad, sí. Pero la carrera por el catastrofismo no ayuda a nadie.

¡Cómo que no nos salvará el Estado!

No discuto la valía de Pablo Iglesias ni de ninguna de las ministras o ministros de Podemos. Están tan capacitados como los que podría proponer el PSOE o el PP, y mucho más que cualquiera de los de Vox. Pero me asusto cuando veo declaraciones como las de Rafa Mayoral que hacen propias en Podemos: “De esto no nos va a sacar el Estado, nos vais a sacar vosotros y vosotras. Solo el pueblo salva al pueblo”. ¿Cómo que el Estado no va a sacarnos de esto vía Sanidad Pública y medidas de reactivación de la economía? ¿Cómo que cuatro ministerios y una vicepresidencia no les identifica como “Estado”?