Un beneficio del pacto PSOE-Podemos

Esperaremos a que se conforme el nuevo gobierno español y a ver qué pasos da para saber si es bueno o no para Euskadi. Pero no podemos negar que el rápido entendimiento entre Sánchez e Iglesias, 200 millones de euros después, sirve como detector de fachas. Y los que se había destapado, como Hermann Tertsch, van lanzados: “Muchos países europeos habrían sacado ya al ejército ya para imponer el orden constitucional de tener una situación similar a la que se da hoy en España. Aquí el gobierno tiene atadas de manos a policía y Guardia Civil para consumar planes del gobierno con sus socios golpistas”.

Antifascistas que no lo son

Muchos se toman lo de “antifascista” como una etiqueta que deciden ponerse, y listo. Pero antifascista se es y se demuestra en todo. No puede uno declarase antifascista y no ser beligerante contra ETA, por ejemplo, ni abrazar el antifascismo y pedir el cierre de medios de comunicación como acaba de hacer Albano-Dante Fachín en Twitter para El País. El motivo, que no le ha gustado la opinión de uno de los periodistas de este medio. Vaya. Malos tiempos para la lírica estos en los que todos aseguran ser los paladines de la libertad mientras intentan callar a los que no les reconocen como tal.

La importancia de lo local

Dani Álvarez tuiteaba: “Un escano para @obloque e falamos máis de Galicia en tres días que en oito anos”, mientras muchos nos preguntamos sobre las posiciones de partida de Teruel Existe y la caverna española se rasga las vestiduras ante la posibilidad de que los partidos nacionalistas vascos y catalanes puedan decidir sobre el próximo gobierno español (algo que por cierto lleva pasando desde el siglo pasado). Todo esto solo refuerza una certeza: lo importante que es que haya partidos y políticos que defiendan lo local. Pero no solo las obsesiones de cada uno, sino lo de todos.

Guaidó sí reconoce a Áñez

El tuit de Juan Guaidó parece un chiste pero no lo es: “Desde el Gobierno legítimo de Venezuela reconocemos a Jeanine Áñez como Presidenta interina de Bolivia, en su misión de guiar una transición constitucional hacia una elección presidencial. Son una inspiración para nuestro país, tenemos la convicción que lograremos la libertad”. El venezolano, que desde que se autoproclamó presidente de su país ha ido perdiendo fuelle da la bienvenida a su paraíso de presidentes designados por sí mismos, la gracia de Dios y algún apoyo externo… Pero que no logran ocupar lo que pretenden. Y esa es una buena noticia.

A ver si ha sido un golpe de estado…

Javier Solana, que no arriesga nada nunca, ha tuiteado: “Evo Morales se asila en Méjico. Bolivia ha sufrido un golpe de estado por el ejército” (sic). No ha podido ser más preciso, y si hasta él lo reconoce es que podemos hablar de golpe de estado en Bolivia. Tal vez Morales no actuara de la manera más transparente para mantenerse en el poder, pero la consecuencia no puede ser una sustitución por la fuerza del jefe del gobierno. Internet sí ha sido positivo para esto: ¿cuántas autoproclamaciones de falsos presidentes nos han colado en la historia? Hoy, la opinión pública mundial vigila y no perdona.

Lo que diga Vallín

Igual que soy un columnista peor de lo que me gustaría estoy seguro de que sería un cronista peor de lo que imagino, pero incluso con esa certeza sigo sintiéndome un cronista frustrado. Tal vez por eso disfruto tanto con las crónicas deportivas y políticas. Entre las segundas brillan las de Pedro Vallín en La Vanguardia por lo bien que conoce la corte, por eso era de los pocos que se acordaban de esto: “Una aclaración: es falso que este acuerdo no llega seis meses tarde, sino cuatro años. Era el pacto obvio en diciembre de 2015, cuando juntos, PSOE, Podemos e IU sumaban casi 12 millones de votos”.

No lo entiendo

Otra periodista, Rebeca Carranco, ha ido relatando en Twitter los piquetes de la carretera a la frontera entre Catalunya y Francia. Ha sido muy interesante seguirla porque ha ido detallando las numerosas acciones encaminadas a detener el tráfico y, como consecuencia, el país. Yo, por mucho que me esfuerce e intente informarme (también sigo el canal de Telegram de Tsunami Democràtic), sigo sin entender cómo se gana la razón y cómo se construye un país paralizándolo, destrozando sus infraestructuras, provocando a su policía y emitiendo al exterior una imagen de desgobierno y descontrol.

Hasta los hue…

Al próximo que me diga que Ciudadanos es un partido de centro le voy a soltar: “Y tú eres gilipollas”. Tengo tanto sueño acumulado por culpa de una campaña innecesaria y tanta mala leche por todo lo que ha permitido el periodismo a esa gentuza de la extrema derecha que le voy a declarar la guerra al eufemismo y a los claims de campaña. Y ya de paso, le voy a declarar la guerra a los que pagan a 90 días, a los que solo ponen tapa a los del pueblo y a los que no usan los intermitentes. Pero a los primeros, a esos que también denuncia Rafa Cabaleira: “‘El voto de centro se ha ido a VOX’, dice uno en el 24h… Y así todo”.

Cada uno elige su manera de hacer el ridículo

Están los que trabajan en política y llaman “centro” a Ciudadanos y está Jeanine Áñez portando una biblia de medio metro de lado como si fueran las tablas de los diez mandamientos de Moisés rodeada por simpatizantes que parecen reírse de ella. Cada uno elige su manera de hacer el ridículo. Pero lo de la boliviana autoproclamada presidenta casi por la gracia de Dios es de las mejores maneras de hacer el tonto ante el Mundo que yo haya visto. Y no creo que represente tampoco a ningún católico con su desprecio a la cultura indígena… Y a los propios indígenas en algunos tuits pasados, por lo que hemos visto.

Se va un grande

David Villa anunció ayer que lo deja. Con esta retirada el fútbol mundial pierde a uno de sus mejores delanteros que en su último año en Japón también ha marcado más de diez goles. Villa nunca fue el más mediático, pero sí uno de los nueves de la liga española con más recursos (y con un hat-trick en San Mamés que mi memoria había querido olvidar), y por eso quiero traerle a esta columna, porque todavía existen esos futbolistas que no son ciudadanos sobre el césped, sino futbolistas de verdad que, por otro lado, pasan del foco, las declaraciones para forzar renovaciones y la ostentación, y se dedican, simplemente, al fútbol.

¿Ahora, sí?

Bienvenido sea el acuerdo de gobierno en España pero no puedo evitar pensarlo: ¡qué tomadura de pelo! Para cerrar una negociación abierta en mayo no hacían falta estas elecciones, no hacía falta tirar por la borda decenas de millones de euros, no hacía falta dar una segunda oportunidad a la extrema derecha (que además la ha aprovechado bien). ¿Ahora sí? ¿Qué ha cambiado entre Sánchez e Iglesias? ¿Por qué han empezado a confiar el uno en el otro hasta abrazarse como dos amigos que se reconcilian por fin? Conoceremos todos los detalles en unos días. Por fin, España avanza.

Iglesias ha vencido

Ese es el resumen. Ha vencido a Íñigo Errejón en las elecciones, ha vencido a Pedro Sánchez en su apuesta por el modelo de gobierno y ha vencido a la entente entre ambos. No solo sobrevive, que es a lo que empezaba a acostumbrarse: ahora emerge a costa de Sánchez y Errejón. “Ahora, sí”, el que lo piensa es él, Pablo, que fiaba el futuro de su partido a rascar poder y lo va a hacer frente a la extrema derecha y con el PSOE doblegado. El mejor escenario. Ahora le toca lograr lo que nunca ha conseguido: aprovechar su oportunidad con inteligencia y de un modo pragmático. La clase de politología se ha acabado.

La otra gran noticia del día

La reposición de los derechos civiles básicos a personas que han sido injustamente condenadas también es una gran noticia. De momento, no hay sentencia, pero Europa ha dado un paso en ese sentido después de que el abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el polaco Maciej Szpunar, considere que Oriol Junqueras tenía que haber podido ser nombrado miembro del Parlamento Europeo porque pudo presentarse para ello y fue elegido. Parece lógico, ¿verdad? Pero en el laberinto español en el que hay una condena real por un delito simulado, nada lo es ya. Ojalá en Europa se haga justicia.

Euskal Herria se españoliza

Y mientras la cosa se pone seria en España y en Europa, en Euskadi, Arnaldo Otegi se pone con los “memes”: El show tuitero del líder de Bildu, equiparable al de Pablo Iglesias preguntando qué serie mola o al de Errejón respondiendo a cantantes de moda, ha consistido en recordar el momento en el que dijo que el único Rivera referente en España iba a ser el hijo de Isabel Pantoja. Qué risas, eh. Por si acaso el chiste no hace al espectador desternillarse, ha sumado unas gafas superpuestas y unas letras verdes. Cachondísimo. Ángel Munarriz resumía el clip así: “Retrato de la política española. Su nivel, su altura, su seriedad”.

Y Rivera se lo pierde

El acuerdo entre PSOE y Podemos, el principio de justicia para los presos políticos catalanes y los chistacos de Arnaldo Otegi han pillado a Albert Rivera haciendo la mudanza de su despacho a su casa. Una pena. Bueno, no es verdad, no es una pena. Tampoco una alegría porque Albert Rivera no se las ha dado a nadie: ha radicalizado a su electorado, ha normalizado el blanqueo de la política ultra en los medios (¿cuántos entraron en el juego de llamar “centro” a los que estaban entre la derecha y la pared?), ha optimizado eso de la inversión en partidos y ha hecho una política de mierda. Nadie va a echarle de menos.

«Hostia puta, cuánto facha»

El humorista gráfico catalán, Mia Font, resumía mejor que nadie en su explícito tuit la jornada electoral: “Hostia puta, cuánto facha”. Siempre he creído que el votante es sagrado y que su decisión es absolutamente respetable, pero empiezo a dudar de mí mismo porque votar a Vox no es como ser capaz de votar a Bildu, el PP o Ciudadanos, es ir un paso más allá y legitimar en España la historia más negra de ese país. Es revanchimo, es avalar la xenofobia, la homofobia y el machismo. Porque el movimiento de Vox es mucho más concreto y directo que el de Trump o Le Pen: hace solo 45 años eran los que mandaban.

Sí, eran ellos

Dani Bordas también clavaba el diagnóstico en Twitter: “Los que votaban a Ciudadanos, para no ser de izquierdas ni de derechas, han resultado ser de ultraderecha”. Los números, además, son muy claros: lo que ha perdido Ciudadanos se ha ido a Vox, sobre todo, y un poco al PP. Antes, toda esa bolsa de votos era del PP, que aglutinaba desde el centro-derecha hasta el extremo diestro. La irrupción de los de Rivera empezó a resquebrajar su flanco más derecho (pocas cosas más perniciosas ha habido en España que entrar en el juego de llamar “centro” a Ciudadanos) y al final la mano dura les ha arrancado lo que es suyo.

Y los medios españoles, ¿de qué se sorprenden?

Aunque fastidie, también hay que tener en cuenta avisos como el que hacía el guionista Raúl Díaz: “Un juego para esa gente que trabaja en medios y reclama autocrítica a políticos: a ver si adivináis qué parte de culpa tenéis en la frase ‘solo hace 11 meses no teníamos ninguna representación en España, solo hace 11 meses. Hoy somos la tercera fuerza política, con 52 diputados’”. Porque los que se sumaron desde su tribuna al “Ciudadanos es el centro” son casi los mismos que han sido colaboracionistas con la extrema derecha. Y cuanto antes enmienden lo hecho (nadie pide que se inmolen), mejor para ellos y para todos.

Tezanos no hizo sociología, hizo campaña

Las elecciones más innecesarias solo las quiso el PSOE y, sobre todo, las ha perdido el PSOE. Si Sánchez no fue capaz de sacar adelante el escenario de abril no será capaz de sacar este de noviembre a menos que se rodee, para variar, de viejos políticos que saben de cosas de Estado. En vez de ellos, hasta ahora ha preferido el marketing, el consulting y Tezanos, que pasó de hacer sociología a hacer campaña para ver si la teoría que se cumple a si misma obraba el milagro. Pero no lo hizo. Al contrario: ahora Sánchez tiene más de cincuenta fachas en la cámara y la obligación de entenderse con Podemos a cualquier precio.

El gráfico que hay que ver

Si el de Tezanos fue el sondeo que más falló antes de las elecciones, el de Politibot es el gráfico más relevante el día después en España: marca las curvas por separado de los cinco partidos. Este sí que no tiene trampa y muestra cómo el PSOE ha dejado pasar la oportunidad, como el PP no remonta lo suficiente, como Ciudadanos se ha hundido sin remedio, como Podemos resiste pero siempre a la baja y como Vox se ha disparado. Que sí, que lo sabemos todos, pero un pelín de perspectiva (toma los datos de las Generales desde 2015) ayuda a situarnos. Ya solo falta que lo vean los citados y formen gobierno de una vez.

El día después

Por fin ha llegado el 11 de noviembre. Hoy (no puede esperar más) Pedro Sánchez tiene que descolgar el teléfono y hacer su primera llamada para formar un gobierno cuanto antes. Cualquier vuelta que dé sobrará y nos cabreará. Pero toda la política no gira en torno a él: habrá que ver cómo se conforma el grupo mixto y cómo los que han hablado de coaliciones independentistas imposibles miran a los ojos a su electorado para contarles la verdad como ya ha hecho Gabriel Rufián: él no se ve en estos grandes grupos heterogéneos. Y es normal si uno observa a sus posibles compañeros de viaje.

Íñigo, ¿y tú qué vas a hacer?

Hemos hablado mucho durante la campaña del hundimiento de Ciudadanos y menos de lo que deberíamos de la gaseosa de Íñigo Errjón que, en el último suspiro de la campaña, tiró de política de cuñado: proponía que los políticos no cobren hasta que no se pongan de acuerdo. Y él, ¿qué va a hacer? ¿Va a seguir cobrando de la Asamblea de Madrid? ¿O va a recoger su acta de diputado y renunciar al sueldo? Íñigo Errejón ha sido uno de los perdedores de esta campaña, por mucho que haya logrado entrar en el Congreso. Pero no solo él, también su política pop con la que quería sonar a trap.

Toca hablar de los problemas de verdad

Que cobren, me parece bien, pero que se lo ganen: los políticos españoles tienen que ponerse de acuerdo en cómo van a afrontar temas que ya han convertido en urgencias por su inacción, y en qué van a priorizar, una decisión que siempre es difícil porque vas a enfadar a quien dejas para luego. Pero es lo que toca. Toca dejar de ser el simpático para ser el que ponga medidas y, sobre todo, su país en marcha porque España está parada y con el motor gripado (nadie lo arranca por si acaso): “Los españoles que volvieron de UK quieren irse otra vez: ‘El trabajo aquí es basura’”, leemos en El Confidencial.

Y poner en su sitio a todos

A los que no he visto quejarse de la falta de gobierno es a los grandes capitales: ni durante el breve gobierno después de la moción de censura ni durante el período en funciones ha salido un gran banco o un millonario a quejarse. ¿Por qué van a hacerlo si con las políticas de Montoro y sin que nadie les moleste viven estupendamente? España es el país de la indolencia que permite a Jaime Botín, tío de Ana Patricia, hasta intentar llevarse un Picasso a Francia vulnerando la prohibición. Le han pillado, sí, y está siendo juzgado, pero, ¿cómo amasan esas fortunas y esa impunidad con tanta libertad?

No solo a los de siempre

El excónsul español en Edimburgo ha acusado directamente a Josep Borrell de darle órdenes inconstitucionales como el seguimiento a los representantes del PNV que acudieron a la histórica jornada del referéndum escocés. Esto también hay que pararlo porque la Marca España es la de la tranquilidad de los ricos, la de la juventud sin aspiraciones de futuro, la de los políticos de salón de escaño en escaño y la de la vigilancia constante incluso a un partido que ofrece colaboración. Sin embargo, no soy optimista: hoy no veremos ninguna solución y en unos días la enfermedad crónica de España se volverá a agravar.