Sí, parecemos tontos

Tengo la sensación de que cuando intento explicar a alguien que no tiene Twitter la actualidad de esta red social me miran como si fuésemos tontos. ¿De verdad que dedicamos tiempo a debates tan irrelevantes? Me alivia pensar que dentro de Twitter, usuarios como El Cojo de Lepanto (27.300 seguidores) también aprecian el bajo nivel que estamos alcanzando: esta semana la foto de una socorrista atractiva en Gijón se ha convertido en la mayor muestra de machismo.

Mala política

Ni vieja ni nueva: airear los trapos sucios de un partido y, sobre todo, que estos consistan en rencillas personales elevadas a categoría de lucha de bandos, grupos o familias, todo ello forma parte de la mala política. Y la practica Pablo Echenique, el más sobrevalorado de los representantes públicos actuales: en Twitter le han caído críticas por intentar arrinconar a Fernando Barredo, que en Vistalegre dejó en evidencia delante de todo el mundo su gestión como cargo interno.

Otro tuit que sobra

Gorka Knörr me respondía en Twitter, precisamente, que la gravedad de la frase de Andrea Levy era que el PP había despreciado repetidamente a Lorca. Y no le falta razón, pero creo sinceramente que Levy, que asegura que La Casa de Bernarda Alba le convirtió en revolucionaria, vive de espaldas al pasado hasta para despreciarlo, como toda esa generación de jóvenes “populares”. Y si Levy lee a Lorca es un avance, ¡igual hasta lo valora!, por lo que tuits como el de IU, riéndose de ella, sobran.

Kempes afea a Maradona

Lo grande que fue Maradona como futbolista (yo solo lo he visto en imágenes grabadas) y como icono (eso es indiscutible) se ha diluido: como entrenador ha sido un fracaso y como prescriptor político, peor. Defensor del régimen cubano se ha ofrecido a Maduro ahora como soldado de Venezuela. Mario Kempes le ha respondido en Twitter lamentando la posición de “el pelusa”, que no se ha puesto del lado de los 124 muertos durante las manifestaciones contra el chavismo.

Trump ni se molesta

Con casi 700.000 seguidores, la parodia española del dictador de Corea del Norte es una de las estrellas de Twitter en castellano. Y lo ha conseguido gracias a respuestas satíricas como la que dirigió a Donald Trump: “Te voy a dejar Washington que va a parecer Desembarco del Rey, payaso”, sobre la guerra que está dispuesto a iniciar el estadounidense contra una dictadura de chiste que ha sido obviada por todos sus antecesores hasta Nixon. Pero Trump necesita su guerra y no se molesta en crear un enemigo.

La «true left»

El periodista Miquel Roig cogió carrerilla en Twitter y denunció varios casos previos en los que integrantes de esa “true left” o “verdadera izquierda” como Espinar o Monedero han apelado al fin de sus ganancias para excusarlas. Esta vez el desencadenante era la excusa de Joan Ribet, al que han pillado con un piso turístico. El exconcejal de la CUP dice que con lo que saca paga la hipoteca. Como si todos menos ellos fuéramos especuladores y su piso turístico una ONG.

Nacidos para amasar

Otro que nos toma por tontos es Pablo Iglesias, que defiende los 12 millones de beneficio de Podemos asegurando que es porque gestionan mejor. No, no lo hacen: Podemos gestiona de una manera diferente, gestiona para amasar. Y si malos son los políticos millonarios, no son mejores los partidos ricos. Los microcréditos, las mordidas a los representantes y el beneficio por voto materializado dispara a Podemos, que en el último CIS gana solo entre los votantes de clases altas.

Patadas policiales

Desconozco qué método tenían que haber seguido los agentes que se vieron desbordados en Ceuta por el paso masivo de inmigrantes ilegales, pero el vídeo de los policías a porrazos y patadas contra esas personas no me parece defendible. En algunos medios incluso el agente con la tibia y el peroné fracturados parece una víctima, pero en las imágenes se le ve soltando patadas a los inmigrantes hasta que en una de ellas se rompe la pierna. Por lo menos, esta vez no les han disparado.

Miguel Bosé se equivoca

Miguel Bosé se equivoca cuando compara los currículum de Nicolás Maduro y Lepoldo López: que el actual presidente de Venezuela condujera un autobús y el líder de la oposición tenga un título por Harvard no es significativo. De hecho, me hace recelar más la biografía de López que la de Maduro. El chavismo y su líder hoy son suficientemente déspotas como para limitarnos a contar la verdad que seamos capaces de extraer de las montañas de mierda informativa que nos llegan.

¿Más que un club?

Evidentemente, no soy objetivo: el FC Barcelona ha sido el rival más importante del Athletic en los últimos diez años. Pero soy capaz de empatizar con parte de esa afición que siente que uno de sus mejores jugadores se ha marchado traicionándoles: en Bilbao también nos pasó. Lo que no me parece excusable es que el lunes cantaran “Neymar, muérete” en una parte de las gradas, y menos cuando el rival era el Chapecoense brasileño, que enterró a 19 jugadores en noviembre.

Otra vez

Sobran por completo en este país (ponga aquí el que quiera) quienes coaccionan, quienes no han entendido que la época del amedrentamiento ha pasado, quienes no son capaces de darse cuenta de que no funciona, de que somos más los que hacemos frente a los del spray, la cara tapada y la nocturnidad. Se acabó. Y si para algunos no ha terminado que los que les han enseñado a meter miedo se lo expliquen porque este país, Euskadi, necesita descansar.

Qué pena, Venezuela

Los debates sobre Venezuela a este lado del charco son una tontería. El drama está allí, con un presidente indolente dispuesto a todo para perpetuarse en el poder y dirigentes haciéndose ricos. A la derecha, la oligarquía con un apoyo internacional que genera recelo. Y en medio, el pueblo empobrecido y en una espiral de violencia que dura ya décadas. Mientras tanto, en el lado tranquilo del mundo, discutimos en Twitter y justificamos lo injustificable en ambos bandos. Qué pena.

La broma pesada del “salario ético”

Empezamos por el principio: el tesorero de Podemos reconoció que los eurodiputados, diputados y senadores de Podemos que cumplen la norma de los tres SMI para calcular el sueldo son los menos. Y en los ayuntamientos, como el de Barcelona reconocen que fue una medida de campaña y equivocada. La idea, personalmente, siempre me pareció un error: se trata de que en política estén los mejores y sin tentaciones (se les supone, pero mejor asegurarnos).

Ganas de tener razón

Este gobierno de Rajoy ya ha dado alguna muestra de no estar suficientemente pegado a la innovación tecnológica, pero creo que en el caso del agujero de seguridad de Lexnet hay cierta exageración por parte del sector. Es cierto que hay una llamada de atención en la comunicación de la Guardia Civil al informante del “gap” pero, ¿qué esperaban, una recompensa de un millón de euros y una medalla? Es necesario ser crítico pero también realista.

La foto de Gatlin y Bolt

Supongo que no es casualidad que estemos asistiendo a la aparición y confirmación de estrellas del deporte en un montón de disciplinas: fútbol, fútbol americano, tenis o atletismo. Usain Bolt, como Roger Federer, Tom Brady o Leo Messi son el fruto de la ciencia aplicada al deporte, pero son mitos de nuestro tiempo en cualquier caso: Justin Gatlin supo ganar al más rápido el día de su despedida y reconocer a la figura deportiva a la que había batido. Deporte del bueno, del que emociona.

Huelga de hippies

¿Tienen derecho a la huelga los hippies de Ibiza que se dedican a tocar los tambores durante la puesta de sol? Entonces, ¿lo que hacen es un trabajo? ¿Cobran por ello? ¿Cotizan? Si se quedan las propinas, ¿se la gastan? ¿Y todo eso no es capitalismo con tintes de fraude? Yo no tengo las respuestas pero sí la noticia del Diario de Ibiza: el creador de “los tambores de Benirràs” reclama colaboración pública y se queja de que las empresas hosteleras privadas no compartan beneficios con ellos.

Centrémonos

Hasta el final de la pieza en Vozpópuli no desvelan que no, que Sofía de Grecia no está devolviendo a Juan Carlos I sus infidelidades con un novio nuevo: visita regularmente a su hermano en Kranidi, no a un amante. Pero hasta llegar ahí está lo jugoso: el buen vivir de los reyes y los reyes eméritos (que pierden responsabilidad pero no “gas” de “gasto”), y cómo Letizia Ortiz pasa de su familia política en Mallorca y de los veleros, como la típica nuera cabreada por compartir sus vacaciones.

La ruina de Venezuela

Según los portavoces oficiales entre los progres no nos gusta lo que está haciendo Maduro porque tenemos interés en los riquísimos recursos naturales de Venezuela a los que la derecha de todo el mundo quiere echar mano. Entonces, ¿por qué no los usa? Porque es incapaz: Carlos Sala recuerda en La Información cómo las expropiaciones de empresas que pasaron a manos de militares desde el principio del Chavismo han paralizado la economía y empobrecido a un país de funcionarios que dilapida recursos.

Demandados por piratería

Siempre me ha parecido un atraco a mano armada el canon digital que nos impone el gobierno español porque antes o después vamos a delinquir cada vez que nos compramos un DVD virgen, una memoria USB o cualquier dispositivo que almacene o reproduzca música o películas. Así que, sí, creo que merece la pena que hablemos de que Universal Music, parte de esa industria que empuja a que nos atraquen, esté siendo investigada por usar una tipografía con beneficio comercial sin pagar por ella.

Hartos del “zasca” y los palmeros

Efectivamente, como bien tuitea Robustiano Mazas (que tiene pinta de ser un nombre inventado): pocos palmeros peores hay en Internet que los que se dedican a aplaudir y determinar lo que ha sido un buen “zasca” de su ídolo (preferiblemente político, probablemente del entorno de Podemos). Esa masa de seguidores acríticos que solo siguen, defienden o atacan lo que toca, sin pensar primero por sí mismos, es la que empeora las redes sociales. Pero muchos la necesitan.

¿Qué hacen los turistofóbicos cuando salen?

A Héctor G. Barnés no le tiembla el pulso al señalar en El Confidencial la hipocresía de esos que se manifiestan en contra del turismo y que, cuando salen de su entorno, se consideran “viajeros” o visitantes responsables, nada que ver con lo que hacemos la mayoría, turistas barricidas. Además de hipocresía, la caradura y el clasismo moral no faltan a su cita con los que se suman a modas, y ahora toca la de estar en contra de un sector con un impacto económico positivo real.

Cánones de “belleza”

Está bien que a Blanca Cuesta la encuentren atractiva, aunque me pareció excesiva desde el principio la calificación de “mamá cañón” que utilizaron en la revista Diez Minutos y que ha corrido mucho por Twitter. Más me sorprende que encuentren “gorda” a Melani Olivares, que se ha fotografiado desnuda (de espaldas) tres meses después de ser madre. Pero en Internet se extienden esos peligrosos cánones de “belleza” que subliman la delgadez y desprecian la naturalidad.

La élite intelectual

En Twitter estamos los listos. O eso se creen algunos. Y ojo, siempre he dicho que hay muchos Twitter dentro de Twitter y cada uno tiene que encontrar el que más le gusta. También hay muchos usuarios de esta red social cuyas reflexiones merecen la pena. Pero la mayoría, como siempre, como en la calle, como en todas las casas, es mucho más prosaica y, como recuerda Carlos Malpartida, un programa como First Dates es trending topic cada noche. Eso es Twitter.

El debate de género

Creo que Lorena G. Maldonado no acierta con el enfoque de su pieza en El Español, pero tiene el mérito de haberla escrito sin defender ni atacar a muerte la cuestión que trata: la iniciativa que no pocas personas en Twitter están llevando a la práctica creando un género neutro usando la “e”. De este modo: “Nosotres les ciudadanes” (sería más fácil e inclusuivo usar “la ciudadanía”, por ejemplo) creen que se visibiliza a esos colectivos que se consideran de género neutro o no definido.

Reconcíliense con Internet (y el ser humano)

Fíjense, de lo que leemos en Magnet hay un aspecto al que creo que no se le da la importancia que tiene: la actitud del museo. Les cuento: Charlie es un niño de Essex con síndrome de Asperger (lo que parece que tiene Sheldon Cooper en The Big Bang Theory) y pasión por los dinosaurios, capaz de descubrir que un cartel del prestigioso Museo de Historia Natural de Londres era erróneo. Los padres lo comunicaron a la institución que lo estudió, corrigió y reconoció el mérito de Charlie.