¿Necesitamos una pandemia?

La ausencia de epidemias gracias a las vacunas nos ha llevado no ya a relajarnos, sino a idiotizarnos. Tanto es así que el gobierno británico ha tenido que poner en marcha una campaña de concienciación sobre la gravedad de no vacunar a los niños después de encontrarse con un brote de sarampión: de mil niños enfermos morirán uno o dos. ¿Los de quién? En esto no tiene que caber la duda: no hay moda, ni libro, ni corriente en Internet que justifique el riesgo.

Sí necesitamos más información

España está jodida. La recuperación económica de la mayoría se basa en el abaratamiento de la mano de obra mientras que la minoría de los poderes económicos y políticos no ha dejado de vivir bien. Ante esta realidad, nada más adecuado que una gran pantalla nacional. Y si el enemigo es ese español (según su visión) al que no le va tan mal, mejor. Y todo vale, como la mentira de que los vascos (incluidos los clubes de fútbol) pagamos menos impuestos. Así indignan y entretienen a los que pierden.

Fomentar la especulación

Me sorprendo cuando alguien intenta venderme una bondad que solo es posible gracias a Internet. Ya he oído muchas tonterías “de base tecnológica” en nombre de “lo colaborativo”. Sinceramente, no encuentro diferencia entre la inversión en Bitcoin y la especulación: hacer dinero rápido con recursos que no sabes de dónde salen ni a quién pertenecen, y haciendo un ejercicio de ceguera ante la evidencia de que es el refugio de fortunas manchadas de sangre y droga.

Neymar, tres millones al mes

Termino ya (o eso espero) con estos dos minutos del odio que he empezado con la ignorancia, he continuado con la mentira interesada y la especulación, y completo con la desvergüenza. Me gusta mucho el fútbol y soy capaz hasta explicar algunos de sus excesos. Pero otros sigo sin entenderlos, como los tres millones de euros al mes que gana Neymar. Con ese dineral, según El Periódico, pudo pagar un superfiestón en París por su 26 cumpleaños en el que compañeros, jefes y varios aprovechados tuvieron la oportunidad de hacerle la pelota.

Tenía que pasar

En esta vorágine de consumismo y de noticias que deberían de indignarnos pero nos anestesian, entiendo que los adultos vayan incorporando el hábito de los videojuegos. Soy de los que piensa que no tienen nada de malo, al contrario (en su justa medida, claro). Además, el acceso se ha simplificado y en el móvil podemos jugar casi a lo que queramos. Ese “casi” Google ahora lo quiere salvar con una nueva consola, una especie de “smart” consola conectada a una oferta infinita. Bienvenida.

El mundo es de unos pocos

Si cuando se abrió su cuenta en Twitter el presidente de la compañía no le dio la bienvenida, lo siento, es usted pobre. Como yo. Esta semana, Jack Dorsey sin embargo sí se ha molestado en responder “welcome” a una nueva tuitera: Ana Botín, que con quince tuits ha superado los doce millones de seguidores. El mundo es para unos pocos, otra vez lo hemos comprobado. Permítanme la maldad, pero la Botín ha entrado en Twitter… Solo cuando la empresa ha empezado a ser rentable.

Facebook sigue ganando

Twitter es la red social que más mencionamos porque nos encanta a los periodistas y a los políticos. Precisamente por eso para mí es un milagro que aún no haya cerrado. Pero la red social predominante sigue siendo Facebook en el mundo, en España, en Euskadi y en Bilbao. En Trecebits sacan los datos: un 90% de los bilbaínos tendría cuenta en Facebook (hay más de 300.000 pero seguro que menos usuarios); un 49%, en Instagram; y en Twitter, menos de un 10%.

La gran, gran historia de Instagram

Precisamente en Twitter, José Luis Antúnez tiene una serie de hilos estupendos sobre esas historias de tecnológicas y visionarios que tanto nos gustan. Esta semana ha dedicado una imprescindible a Instagram y a sus creadores, Kevin Systrom y Mike Krieger: la red social que Facebook está convirtiendo en el nuevo gigante es un prodigio de la innovación. Supieron apostar por el móvil, por la foto, por la localización… Por todo lo que ha triunfado desde que la lanzaron en 2010.

Pero todo estaba ya inventado

Systrom y Krieger realmente no inventaron nada, pero sí supieron identificar y unir todo lo que molaba. Incluso los famosos filtros los usaba antes Hipstamatic, otra app. Y mucho antes solo eran defectos de la química fotográfica, como muestra la colección de polaroids de Andrei Tarkovsky, que conocemos ahora y con las que en Magnet conjeturan que hoy este cineasta sería el mejor instagramer… Si fuera capaz de dejarse atrapar por la vorágine de Internet, algo difícil de imaginar.

De aquellos crowdfundings…

No vi El Cosmonauta, no puse dinero para su financiación vía crowdfunding, y no conozco a Nicolás Alcalá, su director, más que por lo que he leído esta semana en El Confidencial. Así que no sé si es justa la semblanza que le hacen en un reportaje sobre aquella cinta que alcanzó cierta notoriedad porque iba a cambiar el modo de producir cine. Me quedo precisamente con eso: no con el fracaso, sino con el canto de sirena, uno más, que lanzaron desde el Internet redentor y “lo colaborativo”.

Ya vienen a por nosotros

Algo no va bien en la prensa de Madrid cuando el medio que mejor explica las posiciones de partida de los partidos abertzales en la ponencia vasca de Autogobierno es Público. Danilo Albín no solo lo cuenta bien, también retrata perfectamente a quienes buscan la confrontación por medio de mentiras: portavoces del PP vasco, Albert Rivera en Twitter, periódicos que buscan el titular escandaloso… Colaboran en el envenenamiento político a la sociedad española.

Por fin se juntan para sumar

En esto no hay trampa ni cartón: Ciudadanos y Podemos impulsan una reforma en la ley electoral únicamente porque les beneficia. Del mismo modo, los partidos a los que el actual sistema les viene mejor no van a mover un dedo para poner en marcha esa modificación. No es necesario vestir el santo con una mejora en la proporcionalidad o en la ponderación. No somos tontos. Tampoco lo somos para darnos cuenta de que la nueva política alcanza su primer acuerdo para beneficiarse a sí misma.

Ante todo, populismo

Y mientras los tirios y los troyanos se ponen de acuerdo, el PP se ve ahora acosado hasta por quien llevó a Rajoy a la presidencia del gobierno, Ciudadanos, y decide atacarle usando sus mismas armas: ¡el selfie! Si no puedes con “la gente”, únete a “la gente”, Mariano. Así que Rajoy se vio obligado a salir a los nevados jardines de Moncloa sin el abrigo y con el móvil, a hacer que se sacaba una autofoto para que el fotógrafo de presidencia le hiciera un posado-robado, como a cualquier Pantoja.

Yo te doy cremita, tú me das cremita

Bea Talegón ha mencionado a Twitter en un tuit y con eso en El Nacional se hacen una noticia. Para algunos la batalla del relato se gana sumando argumentos sin que importe su calidad: lo importante es que haya más. Pero no: Beatriz Talegón es una periodista que no ha empatado con nadie, pero también es una periodista española que habla bien del independentismo y a la que no le importa hacer de cualquier cosa, cualquiera, una conspiración contra ella y sus causas.

Twitter ya gana dinero

Por fin Twitter ha ganado dinero. En concreto, en el último trimestre de 2017 tuvo un beneficio de 91 millones de dólares. En el mismo período de 2016 la red social del pajarito perdió 167 millones de dólares, y esa noticia en un mercado a la baja provocó que la empresa se disparara en bolsa. El futuro parece bueno ahora que, por fin, Twitter empieza a ser rentable, pero la losa de los muchos millones de euros perdidos en el pasado reciente todavía les pesará un tiempo.

Sí, es preocupante

El texto de Sergio del Molino en CTXT no es el primero al respecto que leo: los más jóvenes muestran en estadísticas y estudios sociológicos cierto desinterés por el sexo. La generación de la historia de la humanidad que más cuerpos desnudos ha visto vía Internet parece que pasa de tocarlos o besarlos en directo, o de hacer el esfuerzo de relacionarse con otras personas hasta lograrlo. Hasta es interpretable un mensaje a la especie: sobramos, así que mejor no reproducirnos.

Por qué es importante la carrera espacial

Al contrario que a muchos, sigue generándome más dudas que emociones que Elon Musk haya puesto un coche de más de cien mil euros en la órbita de Marte. Como campaña de publicidad me parece cara pero buena. Pero como paso adelante tengo mis reservas. Lo que le agradezco es que nos haya generado la oportunidad de hablar sobre lo positiva que es la inversión en investigación aeroespacial, que el usuario Shine McShine ha resumido acertadamente en Twitter.

¿Cuál es la tesis?

Hace un par de días les hablé de cómo Josele Sánchez hacía público un supuesto intento de soborno y que temía por su vida porque en el medio que dirige, La Tribuna de Cartagena, estaba informando del asesinato de Emilio Botín cuando ningún otro medio lo hacía. Pero, ¿qué cuentan Sánchez y su digital? Que el expresidente del Santander ha sido asesinado y, sobre todo, que son el único medio que informa del tema porque el resto estamos comprados por este banco.

Cambia el modelo

Javier Gil está investigando desde la universidad a Airbnb, esa web que, en nombre de “lo colaborativo”, se ha convertido en un modo tapado de ofrecer alojamientos turísticos. Gil ha aportado en Twitter un dato muy significativo: en Madrid ya hay más pisos en esta plataforma que para alquilar en Idealista. Es decir: quien tiene una vivienda en algunas ciudades prefiere rentabilizarla como apartamento turístico con empresas que hacen todas las gestiones que como vivienda habitual.

Cambia Instagram

Seguramente hayan notado cambios en Instagram últimamente: hace unos meses la plataforma empezó a mezclar contenido reciente con otro relevante pero más antiguo. Desde hace unos días esto se ha acentuado y las actualizaciones se pierden entre fotos de hace varios días… Y la publicidad. Para los aficionados es un pequeño lío, pero para quien ha hecho de Instagram su modo de vida ese cambio puede ser tan importante como negativo. Y no nos alegramos.

Les presento mis dudas

Un millonario lanza la campaña de promoción más cara que soy capaz de recordar de dos marcas comerciales propias y en Twitter y los blogs de tecnología casi todo el mundo pierde la cabeza buscando las mayores alabanzas, incluidos muchos usuarios cuyo nivel intelectual reconozco como muy superior al mío y a los que respeto. Pero yo no lo entiendo: la maniobra de Elon Musk, que ha puesto en órbita un coche de más de cien mil dólares me genera más dudas que emoción.

¡Lo que nos gusta un nombre anglosajón!

Y no les está hablando uno de esos que se preguntan airadamente por qué no dedicar a fines sociales los recursos que se lleva la investigación aeroespacial. Ni mucho menos. Precisamente por porque conozco su importancia me sorprende el poco margen para la crítica y la autocrítica. Si en vez de Elon Musk y Tesla hablásemos del proyecto megalómano y puramente comercial de Amancio Ortega, el de Zara, estoy seguro de que la mayoría lo repudiaría. Claro que Elon Musk también tuitea.

Anda que una mala idea…

A los periodistas por lo menos también nos gustan las malas ideas. Por ejemplo, la noticia de que Cristiano Ronaldo va a construir un hotel de lujo y un ático para sí mismo en la Gran Vía de Madrid, en el edificio que albergaba La Casa del Libro, ha rebotado de un medio a otro, y en Twitter se ha movido un montón. Lo que ha tenido mucho menos recorrido es el desmentido de la propia cadena de librerías, que niega que un futbolista vaya a cargarse su emblemático local para dedicarlo al lujo.

Pues no te metas

El martes se “celebró” el día contra la mutilación genital femenina, esa práctica salvaje contra niñas que debemos ayudar a erradicar. No fueron pocos los políticos y, sobre todo, las políticas o artistas que se sumaron a la denuncia en Twitter. Tampoco faltaron las de la piel hipersensible poniendo su preocupación por delante del sufrimiento de millones de niñas: “Es una transfobada innecesaria cuando podrían defender ‘Stop Mutilación’”. Yo propongo: stop llamar la atención.

Sí, son de chiste

Todos estos usuarios y usuarias que se apuntan a protagonizar luchas contra el sufrimiento de casi cualquier colectivo sin acercarse realmente al padecimiento de quienes lo componen, merecen ser carnaza de chiste. Hace bien, por lo tanto, la web satírica El Mundo Today en inventarse que “un niño dice su primera palabra y ofende a varios colectivos”. La necesidad de atención de muchos usuarios que se erigen en defensores de causas que van encontrándose ha empeorado las redes sociales.