Tenemos un problema

Aprovechando que Juan Carlos I ha pasado el fin de semana en Sanxenxo, entre sus amigos los ricos, y vuelve ya a Abu Dabi, entre sus amigos los delincuentes (no lo digo yo, lo dice hasta la Interpol), rescato este titular en Público de la semana pasada: “Los hogares soportan una presión fiscal ochenta veces más intensa que las fortunas”. ¿Por qué lo hago? Porque, realmente, el rey emérito de España podría repatriar su fortuna, ahora que sabemos que su origen no puede ser juzgado por cuestiones de forma (y porque nadie entrar en un fondo tan maloliente): apenas notaría que paga a Hacienda. No como el resto.

Bueno, dos

“La deuda pública alcanzó en marzo la cifra más elevada de su historia: 1,45 billones de euros”, leemos en El Independiente. La cifra es tan alta que es inabarcable, por lo menos, para una mente mediana como la mía. ¿Qué supone tanto dinero? ¿Qué se puede hacer con él? ¿Quién lo va a pagar? Bueno, esta sí me la sé: nosotras, nosotros y quienes nos sustituyan. Estado, comunidades autónomas y ayuntamientos se han endeudado para hacer frente a la crisis, primero, a la pandemia, después, y ahora a una nueva crisis. Y no, no sale gratis: los que volverán a salir serán los famosos hombres de negro a pasear sus libretas de contabilidad.

Tenemos tres problemas

Tenemos un grave problema con las apuestas en Euskadi y en España: “Las casas de apuestas rompen su techo pese al veto del Gobierno y facturan 11.000 millones en 2021” (2 Playbook). “Se jugaron 11.065 millones de euros en España en 2021 (…) La facturación no solo se ha disparado un 57,3% interanual y alcanza su récord histórico, sino que, además, supera por primera vez la barrera de los 10.000 millones después de tres años estancada en 7.000 millones”. Es decir: toda la labor de concienciación y las medidas contra la publicidad de las casas de apuestas no están valiendo para nada. Y eso es terrorífico.

Podemos tener otro

“Sánchez ata el gas de Qatar a cambio de inversiones en empresas regadas con fondos europeos”, leo en Vozpópuli como corolario a la edulcorada visita del Emir a España, y me pregunto: ¿qué puede salir mal? Pues todo. Pero a Sánchez le va el riesgo y por eso se ha abierto a un cambalache: “El Ejecutivo ofrece a cambio la entrada del fondo soberano de Qatar en inversiones en empresas españolas regadas con los fondos europeos Next Generation”. Intentan evitar a Argelia para seguir sin depender de Rusia y acaban en brazos del jeque Tamim bin Hamad Al Thani. Que no es un trabalenguas, pero sí otro dictador.

Y Musk, los suyos

La persona con más dinero del mundo también puede tener problemas: su paso atrás en la compra de Twitter puede suponerle algún quebradero de cabeza y una multa millonaria que, bueno, ni notará. Lo que sí deja Musk es la impresión de que ha dudado, de que no sabe lo que hace por primera vez. Marcelino Madrigal intuye muy bien lo que le puede suceder: “Elon Musk no sabe cómo funciona Twitter. Es más, no creo que conozca esta red social. Comete el error más común de cualquier usuario en una red social: Pensar que su experiencia, lo que le sucede a él, es lo que le ocurre a todo el mundo. Nada más lejos de la realidad”.

Sí, estamos en campaña

Sí, ya ha empezado el ciclo electoral que completaremos en junio de 2024, cuando elegiremos a la o el próximo lehendakari. Antes de eso habrá elecciones europeas; antes, Generales; y en mayo de 2023, municipales y forales. Pero en Bizkaia este ciclo ya está abierto: elegimos al presidente del Athletic. Y sí, esta semana ha habido “meneo” electoral aunque todavía nos aferremos en lo deportivo a nuestra última oportunidad para volver a Europa. Iker Fernández tuiteaba muy bien lo que quiero decir: “Los mismos que pedíais el adelanto electoral ahora decís que no se hable de elecciones para no desestabilizar al equipo. ¡Idos al peo!”.

EE.UU. es el modelo

En esta carrera por llegar a Ibaigane oiremos a los candidatos hablar más que nunca del equipo femenino. No es una moda: es una realidad. Y para confirmarlo hemos buscado y hemos encontrado un modelo inesperado a seguir en equiparación: el estadounidense. “EEUU aprueba el convenio colectivo para igualar salarios y premios entre mujeres y hombres. Se trata de dos convenios que estarán en vigor hasta 2028 y es la primera federación en aprobar medidas similares. Además, se ha creado una nueva estructura comercial que reparte ingresos por televisión y patrocinio al 50% con ambas selecciones” (2 Playbook).

Rubiales y Piqué no lo son

Hay una pareja de moda en el fútbol español, pero no son dos centrales, un doble pivote, o una conexión letal de mediapunta y delantero centro: Luis Rubiales y Gerard Piqué son el binomio del que más estamos hablando en este final de temporada. Y lo estamos haciendo porque, básicamente, son dos jetas que han manejado las competiciones (y los millones) como les ha dado la gana, por lo que parece en los audios que estamos oyendo todas y todos. Ahora, “Anticorrupción abre investigación a Rubiales y Piqué por el contrato de la Supercopa en Arabia Saudí” (Huffington Post). Esperemos que la fiscalía no dispare al palo.

¡Cómo no iba a entrar el deporte de élite!

Gracias al fútbol y otros deportes de masas, personas con pocos escrúpulos y pocas luces, aparentemente, han ganado mucho dinero. ¿Cómo? Moviéndolo continuamente: el flujo de millones no puede detenerse para que así se les quede entre las uñas la mayor cantidad posible. Por eso a nadie le extrañó la entrada del mundo “cripto” en el deporte profesional estadounidense con millones de inversión para patrocinar estadios y camisetas. Roger Senserrich en Vozpópuli ha escrito una buena reflexión al respecto. ¿De dónde salía todo ese dinero? ¿Y dónde está ahora? Porque las “cripto” pagan en criptomonedas.

Una sociedad fallida

Me importa entre poco y nada el dinero que hayan perdido los creadores de criptomonedas con la caída de este producto. Me importa un poco más que hayan perdido sus ahorros las y los pobres incautos que fueron embaucados por comerciales venidos arriba. Pero lo que más me sorprende, me indigna y me desasosiega es cómo los primeros han amasado fortunas tan enormes. En La República, un periódico colombiano, han publicado una relación de capitales desorbitados y claramente injustos. La contemporánea es una sociedad fallida que permite enriquecimientos injustificables y grietas socioeconómicas cada día más insalvables.

La diplomacia sigue, la lucha vive

Puestos a decir chorradas como que hay que apostar únicamente por la “diplomacia de precisión” para terminar con la invasión de Putin sobre Ucrania, yo me anoto un juego de palabras simplón porque la diplomacia sigue (y la lucha, por desgracia y porque la ejerce Rusia, vive): Fernando Alarcón mencionaba al primer ministro israelí, el presidente francés y el dictador turco, que han intentado convencer al ruso para que deje de masacrar a la población ucraniana. Pero, por lanzar la precampaña para las Generales, Ione Belarra e Irene Montero omiten esto en sus mítines, que es lo que se cascaron con la excusa del “no a la guerra”.

Putin, el diplomático

Ante lo que vimos en Ucrania el pasado fin de semana solo puedo sumarme al calificativo que usó mi compañera Laura Buján en Twitter: “Terror”. Lo usaba para mostrar la portada de DEIA en la que se veía el cadáver de una persona junto a su maleta, que habría preparado con angustia y penas inmensas, dejando todo atrás. ¿Qué diplomacia podemos usar contra esta carnicería? ¿Cuánto tiempo podemos perder en llamadas de teléfono mientras el ejército ruso dispara contra población civil que huye? ¿De verdad es sostenible el buenismo, un buenismo expuesto en clave “local”, con un ojo puesto en las elecciones generales?

El peor argumentario del mundo

Podemos en España y Bildu en Euskadi van a tener muy difícil sostener su apuesta pacifista. Lo que oímos en Euskadi suena a sátira de quienes justificaron el asesinato selectivo. Lo que vemos en España nos lleva a una precampaña lanzada sobre el sufrimiento ajeno. A las evidencias se suman argumentarios pobrísimos, como el de Anita Botwin, influencer en la izquierda española: tuitear que el caso de la República Española es diferente porque podía haber ganado es una chorrada difícil de superar, pero lo logra: “Creo que son los ucranianos quienes deberían haber elegido en su conjunto si querían o no ser ayudados y cómo”.

Más cerca

La que vemos en Ucrania con pavor no es la única tragedia que nos rodea (pero sí la más importante por sus consecuencias): este fin de semana hemos asistido también al maltrato a personas en las fronteras españolas con Marruecos. Policías y Guardias Civiles se han empleado con saña ante inmigrantes ilegales indefensos y desarmados. Hemos visto con impotencia y cabreo cómo les esperaban, cómo les lanzaban contra el suelo y cómo les golpeaban. El ser humano a veces es desesperanzador: no aprendemos nada de lo que nos hace sufrir mucho. Ojalá los agresores aprendan con juicios y sentencias.

Trampas permitidas

Ya sé que resulta absolutamente extemporáneo hablar de fútbol con lo que estamos viviendo, pero si no comento esta noticia en 2Playbook no me quedo tranquilo: “El Barça negocia con La Liga y CVC para anotarse un ingreso de 270 millones y salvar 2021-2022. El club baraja distintas opciones jurídicas para que la inyección del fondo no compute como deuda”. Si se lo permiten (y lo harán) podremos seguir hablando de una Liga y una Copa adulteradas. Igual que podemos hacerlo ahora: la remontada del FC Barcelona solo tiene que ver con lo que ha podido fichar como si no tuviera la deuda que arrastra.

Correcto

Esta noticia de 2Playbook es estupenda: “El organismo de control publicitario del país británico ha prohibido dos campañas de promoción de ‘tokens’ del club ‘gunner’ al considerar que la ‘trivializa la inversión en criptoactivos’”. Es el primer aviso de este tipo que vemos después de asistir, especialmente desde la Eurocopa, a cómo en el mundo del fútbol se introducen las compañías que generan, por medio del ya famoso blockchain, “tokens” o cadenas de código exclusivas que adquieren los fans. El funcionamiento de este tipo de “merchandising” es el mismo y con las mismas empresas que luego ofrecen criptomonedas.

Un poco de vergüenza

Un poco de vergüenza con un montón de millones repartidos por bancos, paraísos fiscales y fundaciones, se lleva mejor. Pero, bueno, algo es algo: “Juan Carlos I se compromete a llevar una vida discreta cuando regrese a España” (El Periódico de España). Cada dificultad en la recta final de la vida de Juan Carlos I es una pequeña victoria de quienes ni robamos, ni engañamos, ni somos protegidos por los poderes del estado español. Pero tampoco tengo mucha confianza ni en la promesa del emérito ni en esa discreción porque antes de emigrar y muy discretamente, Juan Carlos I se pegó una vidorra de restaurantes de lujo en compañía de personas importantes.

Pero queda su herencia

Hay en la política española una especie de leyenda que cuentan personas con bastante conocimiento: es la historia de cómo un grupo de influyentes invirtieron en la creación de UPYD como contrapoder a PSOE y PP. La historia luego habla de cómo la apuesta cambió de color y la inversión se la llevó Ciudadanos, provocando la desaparición de los de Rosa Díez. Ahora, los de Arrimadas viven su último episodio mientras crece Vox. ¿Otro cambio de apuesta? Los naranjas desaparecen después de hacer una política paupérrima y haber cebado a la extrema derecha mejor representada por Abascal. Ya hay que ser torpe.

¿Es lo que queremos?

Mientras el mundo se prepara para vivir con el COVID, en China han decidido vivir sin él. Materializar esa gran diferencia solo puede lograrlo un régimen totalitario y una ciudadanía que acata sin rechistar cada confinamiento preventivo. Y si Europa y el resto del mundo tienen otra estrategia solo se explica por los derechos adquiridos a los que las sociedades occidentales no quieren renunciar ni temporalmente por culpa de una pandemia mundial. Esa es la realidad. Y del mismo modo que un gobierno represivo y de partido único es indeseable, la nula capacidad de renuncia de los individuos resulta poco recomendable.

Nula inversión, nula respuesta

La televisión tradicional está viviendo tiempos difíciles, de cambio de modelo de negocio, las plataformas han irrumpido con fuerza y aunque ya hay señales de estabilización también encontramos víctimas claras, como sugieren en el blog de El Androide Feliz: los canales de la TDT de las empresas privadas se han convertido en spam por el que pasamos cuando hacemos zapping. Una consecuencia totalmente lógica: a nula inversión, nula respuesta de la audiencia. Era lo que buscaban: concentrar toda la potencia de tiro en uno o dos canales. Pero la irrupción de las plataformas ha convertido la gran apuesta en una gran debilidad.

Nadie recordará sus nombres

No sé si Almudena Grandes ha hecho los méritos suficientes para ser nombrada hija predilecta de Madrid. Sí sé que Julio Iglesias recibió este reconocimiento en 2015. Y también puedo suponer que las razones de PP, Ciudadanos y Vox para negárselo a la escritora no tienen nada que ver ni con su obra ni con su impacto en la capital de España, donde defendió con vehemencia los derechos sociales. A Grandes, que sí tendrá una calle en la ciudad, le estudiarán en los colegios madrileños, no me cabe duda, solo espero que la ciudadanía tenga memoria también para quienes la despreciaron, aunque nadie recuerde sus nombres.

Un idioma no es bastante para él

Toni Cantó “no está cómodo en la Oficina del Español”, así que la dirección del PP “ya prepara el rescate” del exactor, ex de UPYD, ex de Ciudadanos y futuro exdirector de la oficina que crearon para él. Según leemos en Vozpópuli, Cantó tiene grandes planes para sí mismo: quiere ser el candidato principal en las autonómicas valencianas o en las locales. En Génova parece que prefieren “hacerle cabeza de lista por Valencia para las elecciones generales” y que ocupe un escaño en el Congreso. Lo que no pienso perderme es a quién colocarán después en la Oficina del Español de la Comunidad de Madrid.

El líder de una economía virtual

Jack Dorsey abandona por segunda vez la presidencia de Twitter sin haber logrado que la red social que creó sea rentable pero llevándose una buena millonada. ¿Cómo lo ha logrado? Exprimiendo como nadie la economía virtual que nos ha traído Internet, porque Dorsey, como leemos en La Información, no solo ha dedicado tiempo a su primera empresa (de hecho, fue apartado de ella la primera vez porque no le prestaba toda su atención): su compañía más rentable (sobre todo, para él) es una que se dedica a las transacciones on-line y, además, es un fanático, por lo que cuentan, de las criptomonedas.

Yo también discrepo

Discrepo con quienes defienden las bondades de este nuevo orden económico basado en empresas que no son rentables y monedas cuyo valor nadie explica más allá de la especulación. Pero también discrepo en esto que apuntaba Emilio Ordiz: “Pues yo voy a discrepar de lo de ‘vacunarse es una decisión personal’. No lo creo. Vacunarse es una cuestión de responsabilidad social. Que puedes no tenerla, cierto. Pero dejemos las cosas claras”. Así que, sí, quien no quiere vacunarse es un egoísta (además de desinformado), y más lo es quien no quiere hacerlo para ayudar a salir de una pandemia.

El titular que yo necesitaba

“El Athletic Club apuesta por la estabilidad tras aprobar su presupuesto”. Este de 2Playbook es el titular que necesitaba leer sobre algo que para mí es tan visceral como el Athletic. En esta época de inestabilidad social, política, económica y hasta personal, necesito aferrarme a algo, aunque solo sea al club de fútbol al que sigo y que me hace llorar de emoción (para bien y para mal) desde que tengo uso de razón. No va conmigo el “cuanto peor, mejor”, ni regalar sufrimiento, aunque puedo entender posiciones (a favor y en contra de lo que sea) argumentadas. Lo que va siempre conmigo es lo que me da el Athletic. No necesito más.