¿Hasta cuándo “molará” Amazon?

¿Cuánto va a durarnos el idilio con Amazon? ¿Hasta cuándo vamos a permitir que nos maltrate a cambio de colmar todos nuestros caprichos? Los vendedores son sometidos a condiciones draconianas, los repartidores ahora son personas con sus vehículos que hacen rutas a golpe de látigo digital, y para rematarlo todo, gracias a Diego Barros descubrimos que, en EE.UU., Amazon ha lanzado tarjetas de crédito… ¡Al 28%! Bernie Sanders lo ha denunciado en Twitter porque considera que estas compras compulsivas y esos intereses mantienen pobres a los pobres y soberbios a los ricos. Nos vamos a la mierda.

Las cosas, por su nombre

Vivo de Internet, de observarlo, de explicarlo y de utilizarlo para intentar colocar mensajes con tanta honestidad como puedo (y me dejan). No niego su importancia en que hayamos avanzado tanto en tan pocos años. Pero tampoco dejo que nadie me niegue que el Internet comercial es una de las peores cosas que nos ha pasado como sociedad: nos ha desnaturalizado y nos ha hecho admitir cosas inaceptables. Lo último es lo que denuncia Marta Peirano: el 5G es una buena herramienta… Para espiarnos. Pero siempre es más bonito hablar de operaciones a distancia o hacernos llegar a Marte.

Por ejemplo

En plata: nuestros móviles pueden captar cualquier cosa que hagamos y digamos, enviárselo a quien no sabemos, almacenarlo y que luego con ello hagan lo que quieran los que tengan los intereses más oscuros. También en plata: ¿y qué? La mayoría de nosotros tenemos vidas anodinas y cuentas corrientes esmirriadas. Pero tecnológicamente es posible, no lo duden. Fíjense en lo que ha admitido Facebook al Senado de EE.UU.: que, efectivamente, usó una App que analizaba hábitos de consumo para espiar a sus usuarios. Aseguran que toda la información sensible se destruyó. ¿Admitirán lo contrario más adelante?

Una generación que hablará con los cacharros

Si todo esto se puede hacer con los móviles, ¿qué no se podrá hacer con los altavoces esos que quieren que pongamos en casa para controlar, a golpe de voz, todos los electrodomésticos, la domótica, pidamos algo a un esclavo de Glovo y nos volvamos vagos cerebrales (“obesos mentales”, como nos definía Antonio Rodríguez), incapaces de retener un dato porque podemos preguntárselo a Siri, Alexa o Sherpa una y otra vez? Antonio Martínez Ron, al que siempre hay que leer, reflexionaba en Twitter sobre “que somos la primera generación de humanos que hablan a las cosas y las cosas les contestan”.

Cambios profundos

Por si todos estos cambios fueran pocos en nuestro día a día, hay otros que están sucediendo a nivel “macro” que se nos escapan por completo… Y que nos afectarán, sin duda. Antonio Ortiz apuntaba en Twitter un dato interesante: “El veto a Huawei está sirviendo para mostrar la pérdida de influencia de Estados Unidos en gran parte de Asia”, tras leer la pieza en Los Ángeles Times sobre cómo algunos aliados tradicionales de EE.UU. no han colaborado en el veto a Huawei impulsado por Trump para mantener viva su lucha con China, clave que daba Steve Bannon a Michael Wolff al principio de la legislatura y que se mantiene.

Acaparar no es de izquierdas

Acaparar tanto morro no es de izquierdas. Pero Arnaldo Otegi lo hace en el tuit de mayor “postureo” de lo que llevamos de Mundial. Quien no fue a San Mamés en 2016 para no sacarse la foto de la megahostia de aquel partido de la selección masculina sin público, y quien no fue a Ipurua en 2017, a aquel frío encuentro de la selección femenina, tuitea en plan buenrollero, colega, máquina, crack: “Kaixo lagunak! Cómo celebraríais el primer gol de la Selección de Euskal Herria en un Mundial? ¿Cual sería vuestro equipo titular?” (sic). Política de tuit: compromiso de tuit.

La indignación tiene que invadirnos

Bernie Sanders, el político demócrata más a la izquierda de EE.UU., criticaba en Twitter la decisión de Donald Trump de separar a los hijos de sus padres y madres en los centros de detención de inmigrantes ilegales: lo califica de “inhumano” y “antiamericano”. Por su parte, el republicano John McCain apela a los valores fundacionales de los Estados Unidos para reclamar el final de esta política. Trump nos vuelve a recordar lo que es: un tipo sin valores morales ni empatía capaz de cabrear a propios y extraños, y para el que “los americanos, primero” es solo una excusa.

Salvini haciendo cosas de nazis

Si un gobierno de extrema derecha hace censos específicos de grupos poblacionales como los gitanos es lógico que nos acordemos del gobierno nazi haciendo listas de judíos… Y de lo que vino después. Si, además, Matteo Salvini acompaña su decisión con declaraciones en las que afirma que listará a todos los gitanos de Italia “aunque desgraciadamente nos los tengamos que quedar”, estamos ante un racista de libro. Un racista de libro… En el gobierno porque, como recuerda Margaret Castor en Twitter (con más de 11.200 seguidores), así de nazi lo han querido una parte de los italianos.

Macron no me gusta, pero…

No me gusta Macron, pero reconozco que uno de sus últimos episodios me parece ejemplar: un joven francés le llamó “Manu” y, como recogen varias crónicas que hacen una traducción más o menos fiel de la conversación que se oye claramente, el presidente francés se detuvo y le corrigió. Emmanuel Macron le recordó que al presidente de la república hay que llamarle “Monsieur” por respeto a la institución, y le recomendó estudiar un poco de historia. La irreverencia no es llamar por un diminutivo a un político que no conoces personalmente, eso es una chorrada.

Cantona sigue siendo el mejor

Ya sé que los futbolistas son, por norma general, un poco horteras, como todos los millonarios muy jóvenes por lo que vemos en Instagram (donde algunos se exhiben sin pudor). Pero Neymar es un tipo con un gusto especialmente poco recomendable. También es poco recomendable por otros asuntos que, ahora mismo, tampoco vienen al caso. Y el caso es su horroroso peinado en el Mundial de fútbol que un tipo que ya está de vuelta de todo como Éric Cantona ha imitado para una foto en sus redes sociales poniéndose un puñado de espaguetis cocidos en la cabeza.

Zorionak, Maialen!

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Puede que las imágenes de los JJ.OO. que vemos en casa sea el resultado de una realización en la que RTVE (que tiene los derechos) no interviene. Pero no es menos cierto que en el Telediario, por ejemplo, pudimos ver sin problemas a Mireia Belmonte abrazar a sus familiares, que portaban, porque les daba la gana, banderas españolas. Sin embargo, fue imposible ver a Maialen Chourraut abrazar a los suyos, que portaban, porque les daba la gana, ikurriñas. Quienes politizan son quienes enseñan y tapan, no quienes lo denunciamos. Pero lo más importante aquí es el éxito de la medallista vasca. Zorionak, Maialen!

Podemos se resquebraja

Pablo Iglesias está desaparecido. El partido, fuera de los focos cuya atracción están manejando mejor ahora PP, PSOE y Ciudadanos. Las polémicas con Mariló Montero y con el asistente personal de Echenique les han arrinconado. Y el silencio y la inacción ante la denuncia de acoso sexual en el Círculo Joven de Madrid, son inexplicables. Lo último que les faltaba a los morados es que las confluencias quieran desmarcarse, y que Podemos se convierta en una centrifugadora. Pues en Galicia ya ha sucedido.

Esto te lo explica Álvaro Cabo

La mejor referencia que he leído en Twitter sobre este menor, de 13 años, es la de “el niño cuñado”. Fuera de Twitter le conoceríamos, sin duda, como el niño repelente que se empeña en hablar como un mayor, y en repetir lo que les oye y ve en la tele. Lo que me sorprende es que en Antena3 haga gracia, y que en Espejo Público se enorgullezcan de contar con “el analista político más precoz de España”, que les arregla el país en 15 segundos. ¿De verdad en verano todo vale?

“¡A la mierda con todo!”

Cuando he leído la noticia de The Washington Post sobre la casa de más de medio millón de dólares que acaba de comprarse Bernie Sanders me he imaginado que el candidato demócrata a presidente de EE.UU. seguramente haya pensado eso antes de firmar: “¡A la mierda con todo!”. Pero son muchos los seguidores de Sanders, posiblemente el primer político estadounidense de izquierdas que yo haya visto, que se han caído del guindo y se han dado cuenta de que, vaya, solo era otro millonario con tiempo libre para la política.

No hubo “glory hole”

El “glory hole” es una práctica sexual en la que, como en el golf, un agujerito tiene un papel importante. Y seguramente algunos de ustedes hayan descubierto el nombre de la misma cuando hayan visto la noticia de que, en la RTVE que oculta ikurriñas, habían rotulado “glory hole” en vez de “hole in one”, que es como se llama en golf a meter la pelota en el hoyo de un solo golpe. Pues bien, simplemente, no es cierto como nos explican en Magnet. Es solo el enésimo “fake” o imagen falsa que se ha extendido por Twitter.

Chaves y Griñán

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Si no fueran los apellidos de dos ex presidentes socialistas de Andalucía, Antena3 podría preparar una serie policiaca sobre dos agentes que forman pareja laboral: “Chaves y Griñán”. Pero para desgracia del PSOE son lo que son: otro lunar, en este caso, dos que cambian de color al castaño oscuro en el peor momento. Después de que González se neutralizase a sí mismo como colaborador de Sánchez en campaña, con sus cartas a dictadores y genocidas para favorecer los negocios de un amigo, a Susana Díaz ahora solo le queda esperar la ola de Podemos en Andalucía.

Rajoy, el asustaniños

Patricia Centeno le ha soltado un “zasca” a Mariano Rajoy en Twitter de esos que, por lo menos, pican: el mismo día que el presidente de los EE.UU. subía a esta red social una imagen de sí mismo sujetando un bebé, publicaban una del español haciendo lo mismo… pero con diferente resultado. La soltura de Obama y la alegría del menor al que hacía una caricia destacaba sobre el llanto del que era agarrado con ayuda por Rajoy. Por eso nos gusta tanto la foto.

Modelo UPN

Esto es lo que ha escrito Carlos Salvador en su cuenta en Twitter: “El euskera, que NO es un idioma necesario, los abertzales lo quieren OBLIGATORIO (para construir la nación vasca). Esa es la cuestión. Punto” (sic). Hace bien el diputado de UPN en cerrar la frase porque, realmente, no hace falta ni una palabra más para saber que este hombre tiene una visión del mundo, y de su propio territorio, cuando menos limitada. Puro estilo UPN: que el de las orejeras tire del carro.

El suma y sigue de Rato

Una sencilla búsqueda en Google nos permite conocer que hay quien cifra en hasta 147.000 millones de euros las ayudas que el Estado (usted y yo) ha dado a Bankia (Rodrigo Rato). Pero esto no acaba aquí: Iberdrola ha reclamado que le sean devueltos los 70 millones que invirtió “a petición urgente del Gobierno, que pidió a numerosas empresas del Ibex y no cotizadas que echaran una mano para sacar adelante una operación que se calificó como cuestión de Estado” (El Confidencial).

Esto sí que no lo entiendo

No se ha confirmado ni materializado aún, así que solo lo tomaré como ejemplo: Bernie Sanders podría crear otro partido político en el caso de que Hillary Clinton le ganara en las primarias demócratas. Entiendo que alguien concluyea que el partido en el que milita no es su sitio, después de una reflexión larga y pausada, y acabe cambiando. Pero, ¿alguien que ha sido candidato hasta el minuto antes de inaugurar unas nuevas siglas? Sería más propio de Trump. O de Rosa Díez.

Diputados ricos… y muy endeudados

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Si siguen esta columna ya habrán leído en alguna ocasión que desconfío de los políticos ricos, como Esperanza Aguirre, que se asoman al ejercicio de solucionar los problemas de la ciudadanía como un entretenimiento más. Pero no me preocupan menos los políticos con un nivel de endeudamiento tan grande como hemos visto en Libertad Digital: de los 666.000 € que debe Alicia Sánchez-Camacho a los 350.000 € de Moragas, el top-ten lo forman ocho diputados del PP, uno del PSOE y Albert Rivera (que debe más de 360.000 €).

Detrás de la foto no hay nada

Podemos ya ha presentado su primera proposición de Ley en el Congreso, para paliar algunas de las urgencias de los españoles como son la falta de recursos de los parados de larga duración, o los desahucios. Sin embargo, como critica José Carlos Díez, esta proposición no tiene otro fin que el comunicativo, ya que carece de la necesaria memoria económica y propone normas (prohibir los desahucios por ley, directamente) que chocan con normativa ya existente o garantías de la ciudadanía (hacer frente a un moroso que se niega a abandonar tu vivienda).

Un socialista triunfa por fin en EE.UU.

El triunfo, por lo menos momentáneo, de Bernie Sanders es muy paradigmático porque, por fin, un declarado socialista lejos de ser denostado en EE.UU. es lanzado a la carrera presidencial. Sanders ha perdido por poco en un Estado y ha ganado ampliamente en otro a Hillary Clinton en las primarias demócratas con un discurso que, como bien recuerda Luis Arroyo, sobre todo choca allí: igualdad real, educación y sanidad pública de calidad… En Magnet y el propio Arroyo en InfoLibre han publicado lecturas muy recomendables para conocer mejor al personaje-revelación.

No, no existe la nube

Aviso de que las líneas que vienen pueden empeorar el lunes invernal que estamos sufriendo: una simple imagen en Twitter nos tiene que servir para recordar que lo que se está extendiendo como “la nube”, en el fondo es solo el ordenador de alguien desconocido. Hace unos días elucubraba con una compañera que esos archivos que compartimos y que no están en ninguno de nuestros ordenadores, en realidad, estarán en algún servidor de China, posiblemente de la región que pega con Rusia, donde la refrigeración es natural. No podemos olvidarlo.

Por fin cae un modelo de negocio tramposo

En El Español publican un reportaje sobre la caída de esas centrales de cupones que nos permitían acceder a productos por debajo de su precio habitual. El fin de ese modelo de negocio se explica por la falta de rentabilidad. ¡Oh, qué sorpresa! He sido sarcástico, sí, porque quienes han soportado la falta de margen han sido los pequeños empresarios a los que algunos vendedores engañaban con el mantra del “darse a conocer” mientras les obligaban a trabajar por debajo de su coste, o a regalar su hora de trabajo, mientras los de los cupones sí sacaban margen de beneficio.