Ahora son tuyas, Borja

El euskera, catalán y el gallego son un patrimonio cultural extraordinario que hemos regalado a una España que ni lo reconoce ni lo valora. Todo lo que está mal lo resume Borja Sémper (sobre el que quise pensar bien pero se empeña en que no lo haga) en este titular en EPE: “Intentaba evidenciar que las lenguas cooficiales no son patrimonio de los independentistas”. Se justifica el de Gipuzkoa por haber osado a usar el idioma de las y los vascos incivilizados en el Congreso, por no hablar en cristiano, como le pedirán los suyos. Está mal su intento y peor está el planteamiento: esa concesión a lo “cooficial” y esa falsa patrimonialización.

Objetivo: la siguiente curva

Si lo de Sémper es sintomático, lo del ministro español y en funciones de Exteriores es demencial: priorizar el catalán sobre el euskera y el galego en Europa no tiene justificación alguna. Pero sí explicación: es una petición de Junts para lograr la investidura y Pedro Sánchez y su equipo, que siguen siendo unos cortoplacistas peligrosos, quieren satisfacerla. Los problemas que generen por el camino ya los resolverán cuando se vuelvan acuciantes. Las explicaciones de José Manuel Albares son muy significativas, tanto como innecesarias, como aclaran en Nuis: “Ningún país ha pedido a España priorizar el catalán”.

Ningún convencimiento

Me resigno a dar la razón a Nicolás Redondo Terreros cuando dice que “será una amnistía por siete votos para gobernar. No hay generosidad ni grandeza en eso” (Vozpópuli). Lo mismo sucede con el uso del euskera, el catalán y el galego en el Congreso o su impulso (a plazos) en Europa: no es por sensibilidad, no es por aprecio, no es por la cultura, es por asegurar una investidura ante el avance del PP (que aunque no podrá gobernar por elegir a Vox como socio, ganó ampliamente las elecciones). No podemos olvidar eso: España sigue cediendo a golpe de necesidad. No es cosa de los partidos vascos o catalanes, sino de los españoles.

Otra guerra en Europa

La cuestión de las naciones sin estado y los territorios en disputa es muy sensible, y el desprecio sistemático que hace España (porque, sí, el PSOE no tiene sensibilidad, sino necesidad; y sí, las y los progres madrileños son los grandes vencedores que ahora pueden oír las bucólicas lenguas de los pueblos de la periferia) solo tensiona la cuerda. Pero las cuestiones sin resolver y enquistadas son peligrosas de verdad: “Los bombardeos de Azerbaiyán y los combates con las fuerzas armenias en Nagorno Karabaj han continuado durante toda la noche y siguen esta mañana. Ya hay más de 40 muertos y más de 200 heridos”, explica Andrés Mourenza en Twitter.

No son “gamberradas”

Gerard Piqué tiene fama de ser lo que parece: uno de esos millonarios que gastan recursos (lo que haga con su dinero me da igual) como si no costara con sus deportivos, sus aviones privados y sus viajes. Porque quedarse en casa es de losers. Ahora se ha montado la Kings League porque respetar el fútbol que le hizo rico no va con él, cree que tiene éxito y anima a la chavalada a “hacer gamberradas” a cambio de entradas gratis. Hay que ver cómo somos los pobres. Chocar la mano a un policía, entrar en un barco sin permiso o tirarse de un quinto. Ja, ja. Qué risas. Y si hay multa él la paga, como explican en El Diario, porque para eso él es el rico.

Hacer el canelo

Voy a ser bueno y voy a pensar que Borja Sémper supo que se había pasado cuando definió como “hacer el canelo” esa cosa tan salvaje de hablar en euskera en la tribuna del Congreso de las y los diputados. Por eso él mismo lo hizo. Tres frases. Pero menos es nada, literalmente. Celebro sin dobleces la rectificación de Sémper a sí mismo porque me parece especialmente significativa: el avance de posiciones cavernícolas hacia una normalidad que ya se da en parlamentos autonómicos con representantes de muchos y muy diversos partidos. Yo, que estoy por civilizar, sigo pensando que ayer ganó España haciendo suyas lenguas que no lo son.

Otro detector de trogloditas

Creo que Joseba Agirretxea lo clavó: “Los que se han marchado son los mismos que antes nos echaban de clase, nos multaban o nos metían en la cárcel por hablar euskera. Ahora se han ido ellos. Algo hemos avanzado”. El diputado nacionalista vasco se refería a las y los diputados de Vox que en un gesto propio de niñatas y niñatos, dejaron los receptores de la traducción simultánea en el escaño de Pedro Sánchez. “Ahí lo llevas”, debieron pensar, pero lo cierto es que se lo llevan ellos: esos aparatos amontonados se convirtieron automáticamente en útiles detectores de trogloditas capaces de negar lo que no comprenden.

Otra vez, no

Precisamente los representantes del PNV están demostrando una gran cortesía parlamentaria diciendo “no” de la manera más amable una y otra vez al PP, que se empeña en arrancarles un “sí”. Es más fácil rechazar las reuniones, no mirar a la cara y dar una rueda de prensa en el mismo Congreso, pero es mucho menos político. Lo que me sorprende es que no haya ningún periodista que reclame a esas y esos de las ruedas de prensa y las entrevistas en carrusel una respuesta: ¿por qué mintieron en campaña con aquellos anuncios, repetidos cada día, de un pacto entre PP, Vox y PNV? ¿Por qué ahora ni se sonrojan?

Si no me gusta el resultado, elecciones

Yo creo que el PP pide elecciones como quien tiene la partida perdida pero tira los dados y espera tener una suerte increíble para avanzar de oca en oca y de puente a puente hasta la casilla final. Porque si se repiten lo más probable es que Sánchez pegue un par de bocados a derecha e izquierda y suba un poco más (librándose de algún partido nacionalista). Pero los de Núñez Feijóo, insisto, dan la batalla por perdida: antes de su propio intento de investidura ya piden que Sánchez convoque elecciones… Incluso aunque la ley lo prohíba, ya que es presidente en funciones y ahora todo marcha con los plazos que arrancó Felipe VI.

Es imposible hacerlo peor

Es imposible hacer las cosas peor que en la RFEF. No sé si la era Rubiales ha desnortado a todas y todos o si el dimitido presidente sigue mandando y equivocándose, fiel a su estilo. La convocatoria de Montse Tomé, dejando fuera a Jennifer Hermoso y llamando a jugadoras que habían avisado de su renuncia, es un despropósito. Creo que las futbolistas exigen más de lo que les corresponde (lo del cambio en la gestión del marketing no corresponde a ninguna jugadora o jugador), pero lo básico es inapelable. Y es en lo más elemental en lo que la Federación sigue haciéndose un daño cada vez más difícil de reparar.

Habla para tontos

No estoy sugiriendo, ni mucho menos, que quien escucha o vote a Núñez Feijóo sea tonto. Al contrario: sus votantes me merecen todo el respeto, creo que incluso más que a él cuando lanzó una sombra de duda sobre el voto por correo, y también con este titular: “Ha quedado acreditado que el señor Sánchez quiere ser presidente del Gobierno aun perdiendo las elecciones. Si gobernasen quienes ganan, hoy no tendríamos partidos minoritarios en los extremos ni partidos que bloquean las instituciones” (El Confidencial). Esos partidos son los que generan estabilidad institucional. Y eso lo sabe cualquiera con el mínimo sentido crítico.

La pelotita roja

Creo que una de mis obligaciones como periodista vasco es que nadie olvide de dónde venimos para saber a dónde vamos: el horror de ETA no puede caer en el olvido ni ser blanqueado (simplemente, no es posible blanquear tanto sufrimiento gratuito). Así que, cuando me toque, moveré la pelotita roja (es decir, uno de esos temas que hay que lanzar al que tiene que hablar para incomodarle) de cómo Bildu, por medio portavoces como Aizpurua y Otegi, pero también por medio de los colaboracionistas, pide cínicamente dignidad para las víctimas de ETA por el “que te vote Txapote”. Por cierto, ¿a quién votará Txapote?

El placer de que te hagan la campaña

El recordatorio constante del cinismo e hipocresía de los que más cerca estuvieron y del blanqueamiento de los que se acercaron después, con el “que te vote Txapote”, es precisamente uno de los pocos problemas de Bildu en campaña. Sus representantes están sobre la ola buena y no están cometiendo ningún error. Nada invita a pensar que no tendrán otro gran resultado el 23 de julio. Ni siquiera tienen que hacer campaña porque todos los días Bildu es trending-topic en Twitter gracias a la nueva caverna: periodistas trogloditas, diputados desatados de derechas y tontos útiles de PP y Vox se la hacen.

El renovador

Cuando Borja Sémper volvió al PP para ser su portavoz los medios próximos a la derecha española en España y en Euskadi se volcaron en el pulido de su carrocería: llegaba el renovador, el amable, el moderado, el rostro del nuevo PP de siempre. Pero poco ha tardado en dejar que le veamos las costuras: primero, con su defensa de la cultura incoherente con lo que hace su partido, y ahora con la hemeroteca. Sémper, defensor del dialogo con Bildu cuando le tocaba ahora que le toca hacer lo contrario reniega de sus propias palabras. Y todavía la campaña no ha acabado, aún le da tiempo a hacer un ridículo más.

¿Igualar por lo bajo se la suda a Greenpeace?

No me esperaba un error tan de bulto de Greenpeace, pero la verdad es que ya me espero cualquier cosa de quien tiene por costumbre manifestarse en la calle. La espiral para llamar la atención y señalar al político de turno es tan loca ya, en Euskadi y en España, que estamos viendo de todo y nada bueno. Los ecologistas han decidido igualar en su última campaña el negacionismo climático de Vox y PP con PSOE y Sumar que, si bien podrían hacer más, por lo menos conocen y reconocen la realidad del calentamiento global. Igualar por lo bajo no parece una buena receta, pero estamos en la era de la pancarta llamativa y la verdad da igual.

Lo más importante

Johann Hari cree que estamos tontamente entretenidos, que estamos agilipollados (esto es de mi cosecha) con tonterías que nos impiden centrarnos en lo verdaderamente importante: “Acabamos de vivir el día más caluroso de la historia registrada” (Hipertextual). Y no es porque la Tierra esté acercándose peligrosamente al sol, que para eso pueden faltar 5.000 años. Lo que nos pasa es que estamos cargándonos el planeta mientras vemos vídeos chorras en Instagram y TikTok, y eso nos impide exigir que se prohíban radicalmente el uso de jets privados o los viajes turísticos al espacio o el fondo del mar.

“Contra la hipocresía”

Borja Sémper, el portavoz del mismo PP que llega de la mano de Vox a las instituciones y con el que cierra acuerdos para ponerse en el camino de regreso a las cavernas, tiene el cuajo de tuitear esto: “Por una cultura en libertad #StopCensura. Comprometidos con la libertad artística, de creación, académica y de prensa. A favor de la libertad y contra cualquier tipo de censura, pero también contra la hipocresía, venga de donde venga y afecte a quien afecte”. Voy a quedarme con tres palabras de su mensaje: “Contra la hipocresía”. ¿A qué hipocresía puede referirse Sémper si no es a la suya propia?

Para hipocresía, esta

Seguí el txupinazo de San Fermín en ETB1 como cada año, y me sorprendieron los gritos de “UPN, kanpora!” que algún tuitero ha recogido junto a la reclamación de que las y los presos de ETA vuelvan a casa. A sus casas, claro, porque en Euskadi ya están todas y todos. A lo que iba: el grito, el clamor, me pareció otra muestra de hipocresía a la altura de la que luce el PP. ¿Por qué gobierna UPN en Iruña si no es porque Bildu bloqueó cualquier posible gobierno alternativo que no fuera con Asiron de alcalde? ¿Cómo explica Bildu que se negase a que el alcalde de Iruña fuese de Geroa Bai en vez de UPN?

Si Díaz te da más miedo que Abascal…

Las encuestas no le ofrecen un buen resultado a ERC. Lo suyo ha sido tocar poder y defraudar: el electorado catalán no siente empatía por el partido que lidera el Govern desde que le eligió para ello. Con este escenario, su actor principal tiene que llamar la atención y, en mi opinión, ha elegido una de las peores maneras: que Gabriel Rufián dijese a Risto Mejide que le daba más miedo Yolanda Díaz que Santiago Abascal es un resbalón. Por poco fiable que parezca la de Sumar (que lo parece), un ultraderechista es lo peor del mundo. Eso tiene que ser indiscutible. Insisto: un antifascista lo es en todo momento y lugar o no lo es.

¿Por qué no?

“Olona arrancará la campaña electoral en un prostíbulo e invitará a consumiciones”, leo en Público y pienso: ¿por qué no? Total, la política española no puede estar en horas más bajas. Gobierno y oposición hacen lo suyo a golpe de tuit y titular, algunos partidos actúan como si unas elecciones no costaran, y parece que todo vale para llamar la atención. Macarena Olona personifica, en sí misma, todos esos males. Ella es la decantación de lo que va mal, que es mucho. Pero no nos sintamos elfos de la Tierra Media: Euskadi sufre este contagio y las campañas basadas únicamente en marketing también triunfan.

Y el coste que tiene para los demás

La pérdida de cinco vidas en el fondo del mar tendría que invitarnos a reflexionar sobre qué podemos permitir hacer a las personas más ricas. Me niego a pensar que porque tienen el dinero pueden hacer lo que les dé la gana. Si el uso de jet privados me parece una barbaridad por el impacto medioambiental que las y los pobres compensamos separando nuestra basura hasta en cinco bolsas, “el turismo de élite” que puede consistir en “inmersiones submarinas, viajes espaciales y turismo de guerra” (República) me parece que, simplemente, debería de ser ilegalizado. Nada lo justifica, y menos lo hace el simple hecho de tener el dinero.

¿Qué estamos haciendo mal?

52.760 personas con nombres y apellidos han perdido su vida “en su travesía hacia Europa” entre 1993 y 2023, según un estudio de United que ha tuiteado Miquel Ramos. 52.760 personas documentadas… Que se suman a muchas otras que ni siquiera podrán ser contabilizadas, tenidas en cuenta. ¿Qué estamos haciendo mal en Europa? ¿Cuántos errores somos capaces de encadenar durante 30 años para que la cifra aumente día a día, a veces, con embarcaciones que pueden evitar las tragedias que no intervienen por decisiones políticas inhumanas? ¿Qué hacemos que no abordamos esto ya para pararlo?

Sémper es una playa y un decorado

Soy duro con Borja Sémper porque creo que no hay peor tipo de político que el que se presta a ablandar la imagen de un partido duro, insensible, capaz de volverse contra las personas. En Euskadi tenemos a unos cuantos de estos, además de él, que se presentarán a las próximas elecciones. Pero Sémper ya no engaña a nadie: la imagen del decorado del mar en una falsa playa de Madrid es más él que nada de lo que diga para hacernos creer que el pacto entre PP y Vox no es abrazar a la extrema derecha. Sus gafas colgadas de la camisa son casi una provocación: demasiado casual para justificar a la ultraderecha.

Más poder para ellos

Estaba Sémper en una playa falsa, delante de un decorado que simulaba el mar, asegurándonos con sus gafas colgadas de la camisa que su partido estaba a tope con las mujeres y los avances sociales, y estaban los suyos entregando a Vox más poder: la presidencia de las cortes de Aragón, que hay que sumar a las carteras y las cesiones en los pactos de gobierno que este PP, el del moderado Núñez Feijóo, está haciendo a la ultraderecha como anticipo de lo que vendrá si la suma les da el 23 de julio por la noche. Parar al fascismo, a todos los fascismos, es una obligación democrática.

¿Qué va a dejar para la campaña?

Yolanda Díaz ha decidido hacerse un Pedro Sánchez: prometer en la campaña y meter (en el cajón) después. Porque, ¿dónde quedaron todas esas promociones de vivienda que anunció Pedro Sánchez en la campaña para las elecciones municipales y forales? Ahora, Yolanda Díaz va con todo anunciando menos horas de trabajo con el mismo salario (que pagarán otras y otros, por supuesto) y “1.000 euros directos a los afectados por la subida del euríbor” (El Independiente). Y solo estamos a 24 de junio. ¿Qué va a dejar para la campaña? ¿Funcionan esas promesas? A Sánchez no le fue nada bien con ellas, la verdad.