«Qué inmoralidad»

Las dos palabras que utiliza Antonio Agredano para definir las declaraciones de Pello Otxandiano en la SER son suficientes. Aunque sé que no es un tema popular en esta campaña, ni en este país, ni en este momento, yo me niego, como vasco, a enterrarlo en la memoria: en Euskadi sufrimos a un grupo terrorista que asesinaba a quien pensaba diferente, y hoy todavía sufrimos a una banda de fascistas y colaboracionistas que callan o se van por las ramas cuando les preguntan si son capaces de llamar terrorismo al terrorismo. Soy un viejo y estaré fuera de sitio, pero me sorprende que la inmoralidad de Pello Otxandiano y Bildu pase como si nada.

Terrorismo es terrorismo, y masacre es masacre

Ellas y ellos creen que sí, y su clac, esa que manipula vídeos incentivada por el partido político paraguas, también lo cree, pero no: no hay ninguna diferencia entre Pello Otxandiano negándose a llamar “terrorismo” a lo de ETA y Borja Sémper negándose a llamar “masacre” a lo de Israel en Gaza. “Sémper, tras más de 33.000 muertos en Gaza: ‘España no puede ser equidistante entre la dictadura de Irán y la democracia de Israel’”, es el titular que destacan en El Diario para dejar claro quién es el equidistante, el manipulador, el insensible que no duda en echar balones fuera para seguir justificando la violencia que ya justifica.

Hablemos del presente

Pero venga, vale, hablemos del presente. Vamos a actuar como todos los medios vascos, que evitan preguntar a Pello Otxandiano por el elefante en la habitación (que haya tenido que hacerlo Aimar Bretos debería de sonrojar a más de una y uno en Euskadi). Hablemos del presente, de la actividad de Bildu hoy, solo como partido político: “Primer impacto del control del alquiler en Cataluña: la oferta de vivienda cae un 14% y el precio sube un 4,6% en Barcelona” (El Economista). Ese es el resultado de la ley de vivienda que aprobó, abanderó y se ha quedado solo defendiendo con el PSOE y Sumar, incluso aunque invada el autogobierno.

El futuro es de Oriente

Europa tiene un problema: necesita encontrar rápidamente nuevas industrias que liderar, porque la de la automoción, tan clásica nuestra, desaparece: “La demanda de sus autos eléctricos es tan grande en todo el mundo que China se ha encontrado con un problema inesperado: le faltan barcos” (Ludd). Es decir, no es problema ni de oferta, ni de mercado, sino de exportación. Lo más fácil de resolver. Y no es el único sector en el que Oriente va tomando la delantera mientras Europa se adormecerá en la lucha ideológica por culpa de la extrema derecha que hay que erradicar, con eficacia, para avanzar.

Que el dinero no deje de correr

Este titular en 2 Playbook es de los que mejor definen el fútbol de hoy: “El fútbol inglés gasta 560 millones en pagos a agentes por traspasos en 2023-2024”. El fútbol es un negocio perfecto para quienes sean hábiles en hacer que el dinero corra, en eso consiste. Por eso cada temporada las plantillas se renuevan cada verano. Y por eso modelos como el del Athletic (en el que también entran en juego agentes e intermediadores, por supuesto, pero en menor medida) son atípicos y mal mirados por tanta gente. 560 millones de libras en solo un año, solo en una liga y solo en agentes. Es imposible que el fútbol sea sostenible.

Va de esto

En El Nacional hablan, claramente, de “catalanofobia en Mallorca”. Lo sucedido es un ejemplo perfecto de por qué en territorios con lenguas cooficiales las y los funcionarios, sin excepción, deberían de poder atender en cualquiera de ellas: “Un médico pide a una paciente hablar castellano después de atender a un turista en inglés”. Ese médico sabía inglés y permitió a un paciente que le explicase su dolencia en el idioma en el que mejor se desenvolvía. Pero fue incapaz de atender a una paciente que hablaba catalán en Baleares, una paciente que tiene ese derecho. Porque no va de los derechos de las y los funcionarios, sino de las y los pacientes.

¡Pero qué sorpresa!

Borja Sémper fue repescado por Núñez Feijóo para ser el encargado de dar la cara (amable, agradable, joder, una cara guapa, un tío al que le quedan los trajes bien, no como a mí) mientras en Génova iban dando luz verde a los pactos con Vox. Después, el PP hizo suyos los escaños ultras para la investidura y cuenta con ellos si hay repetición electoral. Ha tenido que pasar todo esto para que salte la sorpresa: “El foco mediático acaba con la moderación de Borja Sémper. Llamado a ser la voz moderada de la cúpula de Feijóo, se alinea con el ala más reaccionaria de la derecha en su nueva etapa como portavoz del partido” (Público).

Pero, ¿qué precaución?

Nos pide Air Europa que, por precaución, cancelemos nuestras tarjetas de crédito si las hemos usado para contratar un vuelo con la compañía. Es difícil echar más morro al tema, y más cuando, como leemos en El Confidencial, “la regulación impide almacenar datos de tarjetas de clientes”. Air Europa tiene encima de la mesa mucho más que una crisis reputacional. Pero el robo también sirve para poner encima de la mesa cómo funciona: en el mismo digital sugieren que puede tratarse de un “ataque de origen ruso”. Y es interesante porque no se trata de hackers codiciosos, como pudiera parecer: hay dictaduras que se financian con ciberataques.

Los ricos casas quieren

Si no estás buscando un apartamento de lujo no eres rico. Esa es la última tendencia: la vivienda (poca novedad) para quienes más tienen. Apartamentos y propiedades de primer nivel para alejarse, por supuesto, de la chusma. Viviendas que, no lo dudo, tendrán un alto impacto energético en forma de domóticas o calefacciones potentísimas para grandes espacios. Lo explican bien en Xataka haciendo lo más práctico: seguir el rastro del dinero. ¿Cómo? La inmobiliaria de Amancio Ortega ha dejado de invertir en los mejores locales y oficinas para hacerlo en viviendas high-class, y por supuesto, le va bien.

¿Cuál es la hora exacta?

No he podido resistirme a traer esto de Microsiervos, donde consiguen resumir de dónde viene lo que entendemos como “la hora exacta” que dan los dispositivos electrónicos: “Del Protocolo NTP que proviene de NTP Estrato 3, de NTP estrato 2, de NTP Estrato 1 del GPS de la base aérea Schriever de la Fuerza Espacial de Colorado, del Reloj Maestro Alternativo del Observatorio Naval en Washington, de relojes atómicos y el IERS de París y de la OIPM de relojes de cesio, originalmente calibrados mediante observaciones de la Unión Astronómica Internacional, y de un modelo matemático creado por Simon Newcomb en el siglo XIX”.

La moda

Meterse con el PNV está de moda. Especialmente, si eres periodista. Lo vemos en todos los medios, incluso en los señalados como “aparateros”. Nada mejor que una buena torta a lo Bud Spencer al lehendakari o a Ortuzar en informaciones, opiniones o Twitter para que quede claro que la o el periodista de turno está a la moda. Una moda compartida con España: la semana previa al Alderdi Eguna están siendo muy propicia para exhibir esa vanguardia en los digitales que presentan a un PNV dividido, sin músculo, acongojado por Bildu y ninguneado por el PSOE. Si esto es cierto o no, curiosamente, lo confirmará la afiliación el domingo.

¿Qué te han impuesto, Borja?

Borja Sémper se ha ganado muy bien la vida en lo público, la mayor parte de su carrera la ha desarrollado en Euskadi, se ha ganado cada voto que ha logrado (no lo discuto) y abandonó las instituciones de la CAV cuando le ofrecieron un empleo que le satisfacía en una empresa privada de Madrid. ¿Quién y qué le han impuesto a Sémper, más allá de su propio partido, para que en la tribuna del Congreso, en pleno debate del uso de otras lenguas oficiales, exprese: “A mí a lo largo de mi vida me han intentado imponer en qué lengua hablar, cómo pensar y cómo vivir. Ni aquellos ni usted, nadie me va a decir a mí en qué lengua hablar”?

Débil anda

Débil anda el partido de Núñez Feijóo si existe un “temor en el PP a un pinchazo el domingo por el ‘error’ de Sémper al hablar en euskera” (The Objective). Si un gesto hacia el exterior de la caverna tan sencillo como pronunciar tres frases en un idioma puede generar una desmovilización en un partido un par de días antes de una investidura, es que ese partido tiene la piel muy fina. Y si la tiene es porque no se ha protegido ni cuidado bien a sí mismo. La exposición al sol radioactivo de Vox es la que provoca tanta sensibilidad e irritación, a esta evidencia el PP ha respondido encadenándose a la toxicidad durante cuatro años.

Sánchez salvará a Puigdemont

Es evidente que en el reencuentro gana más Junts acercándose al PNV que al revés. Otra cosa es que la moda de meterse con el PNV dicte que hay que asegurar lo contrario. En cualquier caso, bien hallado ese retorno. Explicito esto porque no quiero que referenciar las críticas de Bernat Dedéu al “presidente 130” sea hacerlas mías. Solo señalo que lo que escribe Dedéu en El Nacional es interesante: opina que el uso del catalán y el euskera en el Congreso es otra señal de que “Sánchez ha fagocitado la dinámica del procesismo en la política española” y concluye que el presidente español es el único que puede asegurar el regreso de Puigdemont.

En resumen

No sé qué me parece porque desconozco la propuesta que, según adelantó Radio Nervión, algunas y algunos socios compromisarios quieren hacer a la asamblea sobre la filosofía del Athletic. ¿Hay que fijarla? Yo creo que todas y todos lo tenemos claro, y que el limbo nos deja margen suficiente. ¿Hay que actualizarla? Puede ser, pero no mirando a 2023, sino a 2033 y 2063. Lo que sí tengo claro es esto que tuitea Gorka Mostajo: “El objetivo de la filosofía no es otro que jugar y garantizar  el arraigo y el sentimiento de pertenencia a un Club, a una identidad y a una tierra; no una cuestión de pedigrí”.

Ahora son tuyas, Borja

El euskera, catalán y el gallego son un patrimonio cultural extraordinario que hemos regalado a una España que ni lo reconoce ni lo valora. Todo lo que está mal lo resume Borja Sémper (sobre el que quise pensar bien pero se empeña en que no lo haga) en este titular en EPE: “Intentaba evidenciar que las lenguas cooficiales no son patrimonio de los independentistas”. Se justifica el de Gipuzkoa por haber osado a usar el idioma de las y los vascos incivilizados en el Congreso, por no hablar en cristiano, como le pedirán los suyos. Está mal su intento y peor está el planteamiento: esa concesión a lo “cooficial” y esa falsa patrimonialización.

Objetivo: la siguiente curva

Si lo de Sémper es sintomático, lo del ministro español y en funciones de Exteriores es demencial: priorizar el catalán sobre el euskera y el galego en Europa no tiene justificación alguna. Pero sí explicación: es una petición de Junts para lograr la investidura y Pedro Sánchez y su equipo, que siguen siendo unos cortoplacistas peligrosos, quieren satisfacerla. Los problemas que generen por el camino ya los resolverán cuando se vuelvan acuciantes. Las explicaciones de José Manuel Albares son muy significativas, tanto como innecesarias, como aclaran en Nuis: “Ningún país ha pedido a España priorizar el catalán”.

Ningún convencimiento

Me resigno a dar la razón a Nicolás Redondo Terreros cuando dice que “será una amnistía por siete votos para gobernar. No hay generosidad ni grandeza en eso” (Vozpópuli). Lo mismo sucede con el uso del euskera, el catalán y el galego en el Congreso o su impulso (a plazos) en Europa: no es por sensibilidad, no es por aprecio, no es por la cultura, es por asegurar una investidura ante el avance del PP (que aunque no podrá gobernar por elegir a Vox como socio, ganó ampliamente las elecciones). No podemos olvidar eso: España sigue cediendo a golpe de necesidad. No es cosa de los partidos vascos o catalanes, sino de los españoles.

Otra guerra en Europa

La cuestión de las naciones sin estado y los territorios en disputa es muy sensible, y el desprecio sistemático que hace España (porque, sí, el PSOE no tiene sensibilidad, sino necesidad; y sí, las y los progres madrileños son los grandes vencedores que ahora pueden oír las bucólicas lenguas de los pueblos de la periferia) solo tensiona la cuerda. Pero las cuestiones sin resolver y enquistadas son peligrosas de verdad: “Los bombardeos de Azerbaiyán y los combates con las fuerzas armenias en Nagorno Karabaj han continuado durante toda la noche y siguen esta mañana. Ya hay más de 40 muertos y más de 200 heridos”, explica Andrés Mourenza en Twitter.

No son “gamberradas”

Gerard Piqué tiene fama de ser lo que parece: uno de esos millonarios que gastan recursos (lo que haga con su dinero me da igual) como si no costara con sus deportivos, sus aviones privados y sus viajes. Porque quedarse en casa es de losers. Ahora se ha montado la Kings League porque respetar el fútbol que le hizo rico no va con él, cree que tiene éxito y anima a la chavalada a “hacer gamberradas” a cambio de entradas gratis. Hay que ver cómo somos los pobres. Chocar la mano a un policía, entrar en un barco sin permiso o tirarse de un quinto. Ja, ja. Qué risas. Y si hay multa él la paga, como explican en El Diario, porque para eso él es el rico.

Hacer el canelo

Voy a ser bueno y voy a pensar que Borja Sémper supo que se había pasado cuando definió como “hacer el canelo” esa cosa tan salvaje de hablar en euskera en la tribuna del Congreso de las y los diputados. Por eso él mismo lo hizo. Tres frases. Pero menos es nada, literalmente. Celebro sin dobleces la rectificación de Sémper a sí mismo porque me parece especialmente significativa: el avance de posiciones cavernícolas hacia una normalidad que ya se da en parlamentos autonómicos con representantes de muchos y muy diversos partidos. Yo, que estoy por civilizar, sigo pensando que ayer ganó España haciendo suyas lenguas que no lo son.

Otro detector de trogloditas

Creo que Joseba Agirretxea lo clavó: “Los que se han marchado son los mismos que antes nos echaban de clase, nos multaban o nos metían en la cárcel por hablar euskera. Ahora se han ido ellos. Algo hemos avanzado”. El diputado nacionalista vasco se refería a las y los diputados de Vox que en un gesto propio de niñatas y niñatos, dejaron los receptores de la traducción simultánea en el escaño de Pedro Sánchez. “Ahí lo llevas”, debieron pensar, pero lo cierto es que se lo llevan ellos: esos aparatos amontonados se convirtieron automáticamente en útiles detectores de trogloditas capaces de negar lo que no comprenden.

Otra vez, no

Precisamente los representantes del PNV están demostrando una gran cortesía parlamentaria diciendo “no” de la manera más amable una y otra vez al PP, que se empeña en arrancarles un “sí”. Es más fácil rechazar las reuniones, no mirar a la cara y dar una rueda de prensa en el mismo Congreso, pero es mucho menos político. Lo que me sorprende es que no haya ningún periodista que reclame a esas y esos de las ruedas de prensa y las entrevistas en carrusel una respuesta: ¿por qué mintieron en campaña con aquellos anuncios, repetidos cada día, de un pacto entre PP, Vox y PNV? ¿Por qué ahora ni se sonrojan?

Si no me gusta el resultado, elecciones

Yo creo que el PP pide elecciones como quien tiene la partida perdida pero tira los dados y espera tener una suerte increíble para avanzar de oca en oca y de puente a puente hasta la casilla final. Porque si se repiten lo más probable es que Sánchez pegue un par de bocados a derecha e izquierda y suba un poco más (librándose de algún partido nacionalista). Pero los de Núñez Feijóo, insisto, dan la batalla por perdida: antes de su propio intento de investidura ya piden que Sánchez convoque elecciones… Incluso aunque la ley lo prohíba, ya que es presidente en funciones y ahora todo marcha con los plazos que arrancó Felipe VI.

Es imposible hacerlo peor

Es imposible hacer las cosas peor que en la RFEF. No sé si la era Rubiales ha desnortado a todas y todos o si el dimitido presidente sigue mandando y equivocándose, fiel a su estilo. La convocatoria de Montse Tomé, dejando fuera a Jennifer Hermoso y llamando a jugadoras que habían avisado de su renuncia, es un despropósito. Creo que las futbolistas exigen más de lo que les corresponde (lo del cambio en la gestión del marketing no corresponde a ninguna jugadora o jugador), pero lo básico es inapelable. Y es en lo más elemental en lo que la Federación sigue haciéndose un daño cada vez más difícil de reparar.