También en Europa

Mientras todos mirábamos a las sedes de los partidos flamencos y las embajadas en Bruselas para encontrar a Puigdemont, en la Eurocámara el PP europeo, con el apoyo de los diputados españoles, enmendaba una ley común para luchar contra la corrupción en el continente y establecer unos criterios mínimos en todos los estados miembros. Entre otros, según Público, se opone a un mayor control sobre los lobbies y a inhabilitar políticamente a condenados.

Un buen resumen

Creo que la serie de tuits que ha lanzado Antonio Agredano esta semana es uno de los mejores resúmenes sobre el procés hasta el momento. Básicamente, se basa en tres pilares: la independencia es forzada y ficticia. La derecha española está encantada con cómo termina todo, con el españolismo desatado. Y la izquierda española no sabe hacia dónde ir. Suma un último apunte a tener en cuenta: el español es un estado más sólido de lo que esperaban propios y extraños.

Las elecciones dañan a España

Isabel San Sebastián patinó en Twitter: “Si alguien pensaba que los separatistas no se presentarían el 21-D es que no les conoce. Ellos harán siempre lo que más perjudique a España”. Pero, ¡cómo puede alguien pensar que presentarse a unas elecciones en tu circunscripción es un daño! Solo lo cree quien considera las urnas como una excusa para imponer un resultado y un modo de pensar. Pero la mejor decisión de los partidos catalanes últimamente es acudir a esa cita.

Los “no nacionalistas”

Celebro ver en Twitter voces desde fuera de Catalunya y Euskadi que afean a algunos nuevos “patriotas” precisamente ese patriotismo. Porque son los mismos que antes aseguraban que las banderas eran “trapos”. Los mismos que el 12 de octubre se vienen arriba. Los mismos que luego van a muerte con las selecciones españolas. Los mismos que se desgañitan en explicarnos la diferencia entre nacionalista y “patriota” generando más sonrisas que convencidos.

Un poco de otra cosa

Sospecho que ustedes, como yo, necesitan otros temas, necesitan refrescar la mirada y echar un ojo a la actualidad que tapa el gran tema catalán. Así que con esa sospecha como excusa les traigo un historión que ha rescatado Borja Barba en Diarios de Fútbol: el del Sheffield FC, que cumple 160 años como primer club del mundo. Sus normas para este deporte (diferentes a las actuales) se consideran también las primeras para jugar al fútbol. Gracias infinitas a aquellos fundadores.

¿Cómo les explico esto?

Creo que Puigdemont y los suyos han perdido el horizonte de la realidad que siempre, pase lo que pase, tiene que tener a la vista un líder político. Incluso el alcalde del pueblo más pequeño. Voy a dar por buena la explicación del President de que está en Bruselas para internacionalizar el conflicto. Pero ni aún así: su puesta en escena, la de un gobierno exiliado que habla al mundo, no ha salido como esperaba, y desde el 2 de octubre no consigue capitalizar los errores de España.

Pues miren, sí

“Cuando uno declara la independencia debe quedarse con su gente”. No lo digo yo, lo dice Kris Peeters, el vicepresidente belga. Y estoy de acuerdo con él, básicamente, porque estoy deseando tomarme también esta fase del procés en serio. Pero nos lo ponen bastante difícil, la verdad. Por mucho que nos lo expliquen desde Bruselas, Barcelona y la sede de Bildu, me cuesta despegarme de la sensación de que estamos pringados y nadie sabe cerrar este grifo.

Merecemos la verdad

La independencia de Catalunya ha pasado ya de ser un motor para el proceso vasco y ha empezado a convertirse en un freno. ¿Qué tenemos ahora? Un españolismo que ha perdido la vergüenza, un gobierno español que esgrime con soltura el 155, y una república catalana que solo se creen los que tienen algo invertido en ella, como Gabriel Rufián, incapaz de justificar que su partido y todos los nacionalistas acudan al 21-D o su permanencia en el Congreso.

La España que da asco

Y en este momento en el que la vía catalana resulta cada día menos atractiva, la permanencia en España parece cada vez más una condena y salir, una necesidad. Ejemplos como el que citan el diario Ara y el propio Puigdemont desde Bruselas resultan nauseabundos: un fiscal no puede titular el documento que contiene la querella contra el President con un “más dura será la caída” sin que queramos dar una patada a España y alejarnos.

Ongi etorri

La periodista mexicana Verónica Calderón ironizaba en Twitter cuando daba la bienvenida a la ciudadanía de España a esa sensación de que los de fuera no dejan de contarte qué te pasa y por qué. Ella lo vivía como latinoamericana, según cuenta, y nosotros lo hemos hecho siempre como vascos. Así, la España mediática, política, contertulia y la del codo apoyado en la barra del bar ahora prueba su propia medicina con la prensa y los opinadores de todo rango en el mundo.

Se es o no se es

Miren, esto no va de tener o no tener razón. Esto va de que se tomen en serio a un pueblo quien no le deja votar y quien le lleva a votar… Para nada. Lo del viernes pasado tenía poco de declaración de independencia y mucho de intentar quedar bien: el fin de semana la CUP reconoce que lo mejor es ir a elecciones y ayer PeCat y ERC anuncian que lo harán con total seguridad. Mientras tanto, la bandera española ondea en el Palau de la Generalitat… ¿Y Puigdemont, en Bruselas?

La independencia no es una foto

Lo que no puede hacer un independentista es tomarse la independencia para la foto. Josep Rull se apresuró a sacarse una en el despacho, con el periódico del día, antes de que los Mossos le advirtiesen y lo abandonara, según él, para seguir con su agenda. Mientras tanto, Carme Forcadell desconvocaba la mesa del Parlament. Si esto se disuelve ahora, así, con la declaración lanzada para nada, el daño al nacionalismo (sí, al también al vasco) puede ser irreparable.

Ada Colau me representa

Antes de contemplar atónito cómo se iban rilando desde la moqueta quienes han asegurado que ciudadanía y funcionarios iban que resistir, tenía claro que iba a abrir esta columna con Ada Colau: “No lo sé, estoy perpleja” es la respuesta que yo también hubiera dado si me preguntan si el Parlament declaró la independencia el viernes. No es tibieza, como no lo ha sido nunca cuando reclamábamos garantías para este procés y evitar lo que está pasando, precisamente.

Hablando de Podemos…

Ícaro Moyano lleva una temporada especialmente atinado analizando las políticas española y catalana a golpe de tuit con casi tantas preguntas como respuestas. Su última punzada iba dirigida a Teresa Rodríguez y José María “Kichi” González, que lanzaban un comunicado (¡de dos personas!) para desmarcarse de los anticapitalistas que, dentro de Podemos, reconocían la independencia de Catalunya que, por lo visto, no reconocen ni los que votaron a favor el viernes.

El 155 de Pablo Iglesias

El caos en las instituciones catalanas ya solo lo salva Soraya Sáenz de Santamaría. Y que esto lo hayan provocado los que han lanzado la independencia es trágico (sin cómico). Del mismo modo, el caos en Podemos solo lo salva el gran líder Pablo Iglesias que, según El Español entre otros, ha decidido intervenir en la delegación catalana de su partido ante la diferencia de criterios en la que se ha convertido su política actual. Una pena, porque ese Podemos libre me gustaba.

Catalunya no puede tapar esto

También hablaremos de Catalunya, pero me parece absolutamente imprescindible que les traiga esta vieja pieza en Público (2013) sobre los 373.000 euros, trajes y corbatas aparte, que Mariano Rajoy habría cobrado en sobres, en B, sin declarar, de la mano de Luis Bárcenas, que recogía el dinero que le daban las empresas que recibían obra pública de los gobiernos del PP. Entonces lo dijo el tesorero del PP, esta semana que hoy termina la fiscal ha concluido probada la trama Gürtel.

Ni esto otro

Ahora les traigo un enlace del mismo medio pero totalmente actual, de esta semana: “Con Rajoy en la Moncloa se generan cada día 222 millones de euros de déficit. (…) Lo que supone una media de 81.276 millones anuales. (…) En cinco años y medio ha crecido nada menos que un 53%. La cifra per cápita, por su parte, ha pasado de 15.881 a 24.455 euros”. Pero dentro de unos meses, gracias a la crisis catalana, veremos a Rajoy reforzado en los barómetros. Terrible.

El bufón

Cuando Elena de Borbón se casó con un Marichalar los medios de comunicación españoles, siempre atentos a contar lo que necesite la Corona, nos dijeron que la infanta entraba en una gran familia. Hoy Elena y Jaime de Marichalar están separados y Álvaro, el hermano de Jaime, es un bufón que ha anunciado en Twitter que se trasladaba a Catalunya a defender España, posa con fuets, se mete en manifestaciones independentistas y arremete contra quien le salva el pellejo.

El chiste más amargo

La cuenta de “La Merkel” en Twitter, satírica sobre el papel de la presidenta alemana en la política española, publicaba esta semana una foto de ella riendo con dos personas más y el siguiente diálogo ficticio: “–Y va, y en el país de Europa con más horas de sol al año, cuanto más días de sol seguidos hay, más sube la luz. –NOOOO. –SIIII. –JAJAJAJAJAJA” (sic), denunciando el que es el timo legalizado más grave de la actualidad: la tarifa eléctrica en España.

Bescansa, apartada

No quiero que termine la semana sin contarles el que, para mí, ha sido uno de los grandes contrastes políticos: mientras Catalunya Sí que es Pot tenía un papel muy digno en el Parlament, quedándose a votar, mostrando la mayoría sus votos negativos a la independencia, y sin disciplina de voto, Podemos en el Congreso volvía a hacer un papelón y apartaba a Carolina Bescansa de una comisión relevante por disentir de Pablo Iglesias, que coloca a Irene Montero.

Sí, me espero una trampa del Estado

Tendrán que explicarlo muy bien para minimizar el atropello que, en cualquier caso, supone la convocatoria de unas elecciones en Catalunya después de que un emisario del gobierno español imponga al Parlament su disolución. Solo escribirlo me parece terrible. Pero peor será cuando descubramos la trampa que activará el estado en Catalunya para intervenir en su resultado. ¿Prohibición de partidos independentistas? Ya lo han propuesto y ya lo hicieron en Euskadi.

Marichalar, el nuevo Capitán Trueno

El procés se está haciendo largo con plazos y un intercambio epistolar que, sinceramente, nos sobran. Pero la colección de barbaridades de España contra Catalunya nos mantiene alerta, y cuando flojea la historia aparecen los secundarios que, sinceramente, están dando un color al asunto, así, tirando a azul nacional, muy interesante: “Álvaro de Marichalar se instala en Barcelona para luchar contra el ‘proceso’”. Ahí le tienen. Salvando España. Salvando patrias.

Es que Madrid está irrespirable

Igual Álvaro de Marichalar ha abandonado Madrid porque el ambiente es irrespirable. Fíjense en estas dos noticias de El Confidencial: “La Fiscalía se querella contra Marcelo por un delito de fraude fiscal”. Y la otra: “Un error judicial libra a la familia dueña de Valdebebas de la megaquerella de Hacienda La Agencia Tributaria reclamaba 112 millones por delito fiscal a los Cort Lagos pero el retraso del juzgado en admitir a trámite la denuncia lleva a prescribir 111 millones”.

Que no se nos olvide

Lo sé: esta columna va sobre temas de actualidad. Pero tengo guardado el párrafo de Xabier Lapitz en Orain sobre Txema Agirre desde la semana pasada porque no podemos dejar pasar esto ni por Catalunya: Etxerat organizó un homenaje a los presos de ETA en la plaza que lleva el nombre del ertzaintza asesinado. “Luego se preguntarán por qué no consiguen más adhesiones para una reclamación, la del acercamiento, que por otra parte es totalmente justa”.

Sí, soy columnista

Permítanme que les hable de lo que yo hago aunque no les sorprenderá: soy columnista. Y ojo, escribirlo todavía me cuesta por el componente de vanidad con el que se percibe este trabajo (que no da para comer). Y celebro que esta semana se haya hablado tanto en Twitter y Facebook de nuestra labor, aunque sea para mal. Reivindico, en definitiva, el columnismo, el de la reflexión, el del papel, el de este periódico y el de otros. Y el bueno, además del de los amigos.