Lo suponíamos y ahora lo sabemos

La del fin de ETA es la historia de una rendición, la de la banda armada; y de una derrota, la de la izquierda abertzale. Se pueden desgañitar en afirmar lo contrario hoy pero solo hay que tener un poco de memoria y ser honesto con uno mismo lo mínimo exigible para verlo. Y si no lo ves es porque formas parte de los derrotados y no quieres. El relato que ha hecho público el Gobierno Vasco pone negro sobre blanco además lo que vislumbramos hace ocho años: que quisieron enredarnos con artesanos y sociedad civil que solo eran otros nombres con los que la izquierda abertzale se rebautizaba a sí misma.

Pero, ¿por qué lo graban?

Me parece radicalmente mal que Pedro Sánchez no coja el teléfono a Quim Torra. También me parece mal que el Govern haya difundido el momento en el que informan al President de que su homólogo en Moncloa no le responde. Desconozco si fue en directo o, peor, lo recrearon para grabar el ya famoso vídeo. Lo que sí sé es que, sin matices, es una idea malísima, y que alguien tenía que haberla parado antes de la grabación, durante la misma, en la edición (porque va subtitulado) o antes de que decidieran publicarlo. Como muestra de que falta de sentido común es bastante elocuente.

Los antifascistas no dan alas a Vox

Los provocadores que buscaron pelea con los asistentes al mitin de Vox en Bilbao no son antifascistas. Si lo fueran no darían alas a los de Abascal. Por cierto, lo que es de fascista es manipular vídeos de aquel día para señalar al enemigo (la Ertzaintza y el PNV, por supuesto, para que quede claro quién montó el tinglado y el altercado). Del mismo modo, no pueden presentarse como antifascistas los que, insistiendo en la violencia callejera en Catalunya, no dejan de dar motivos a los votantes de Vox para volver a elegir su papeleta. Ser antifascista se demuestra a cada paso, no es una etiqueta que te puedas poner.

Dijo el de La Tuerka…

Pablo Iglesias tiene una memoria muy frágil y quiere que los demás la tengamos. Pero satisfacerle es más difícil de lo que parece: sí, tenemos memoria, por eso recordamos que la democracia no empezó con Podemos, y por eso recordamos que él es el responsable de emisiones como Fort Apache en La Tuerka, donde la intoxicación por ideología trasnochada era un dolencia habitual. Ahora, Iglesias, el político, tuitea: “Hace años que la información se subordinó al espectáculo (…) Debemos cuestionar a nuestros medios (…) a construyen una realidad y un ambiente que puede ser explosivo a pie de calle”.

Sí, hemos sido engañados

La crisis en España ha sido una gran oportunidad para algunos, hoy no tenemos duda ya de ello. La “crisis” (entre comillas, sí) inmobiliaria permitió a quien tenía liquidez hacerse con los pisos que hoy alquilan a precios desorbitados y que se venden cada vez más caros. Y como hablamos de los pisos podemos hablar de las empresas adquiridas con una praxis similar, lo que permitió a unos cuantos hacer mucho, pero que mucho dinero, tanto que, como leemos en Público, “el número de millonarios en España se quintuplica en los últimos nueve años”. Justo, en los últimos nueve años. Qué “casualidad”.

La crónica que hay que leer (aunque fastidie)

No, Twitter no sirve para informarse, y si el acontecimiento es muy relevante, como lo que estamos viendo en Catalunya, todavía es menos adecuado. Multitud de personas que no saben estar calladas y que no tienen nada que decir generan un ruido insoportable. Por desgracia, tampoco he leído buenas crónicas periodísticas (completa y equilibrada, escrita por alguien que conozca bien el terreno y el tema) salvo algunas excepciones como la de Isabel García Pagán en La Vanguardia. La crónica que hay que escribir, y no creo que le haya sido fácil, en la que Torra es retratado como lo que parece: un incapaz.

Cotarelo vs. Rufián

Nunca me ha caído bien Gabriel Rufián y, ahora, en cuanto ha tenido que ponerse serio se le han visto las costuras. Pero la situación no está para ser fiel a las filias y fobias: ha sido capaz de pisar el suelo de Barcelona, llamar a la calma, rechazar la violencia con claridad y ponerse en la diana de quienes creen que el fuego y los adoquines sirven para algo. Desde luego, Rufián ha pegado mil vueltas a Ramón Cotarelo, que carga contra él de forma injusta e inconsciente, como todo lo que dice. Lo que me lleva a pensar que algunos medios también tienen que hacer autocrítica, esos que legitiman precisamente a los Cotarelo y las Rahola.

Casi nadie muestra la vergüenza mínima

El gesto de dignidad y valor de Rufián y la crónica de García Pagán son excepciones. Sobre Catalunya, la mayoría de lo que leemos y escuchamos es basura. Sobre todo, en Twitter, pero no únicamente en esta red social. En un mitin del PSOE (últimamente, todo pasa mientras alguien del PSOE da un mitin), José Luis Ábalos tuvo el morro de decir: “Lo que está produciéndose hoy en Cataluña es la consecuencia de una acción u omisión de la gestión de Mariano Rajoy”, como si Zapatero no prometiera lealtad al estatuto catalán antes de dejar que lo cepillaran y convirtieran en el germen de todo lo que vino después.

Pero nadie supera a Rivera

Albert Rivera ha basado toda su carrera política en el oportunismo: ser el antagonista de CiU, sumarse al euroescepticismo, aparecer como nueva política y, finalmente, aprovechar la debilidad del PP que le facilitó Vox. Ahora, a Rivera le estará costando entender que le vaya tan mal cuando la oportunidad es de oro: Catalunya arde a manos de los independentistas. Pero nada le funciona: es el perdedor oficial de las próximas elecciones y ya va a tumba abierta, con vídeos sorprendentes de él en primera persona frente a la tele, como si fuera lo último que le han recomendado en un taller de redes sociales.

Nos tocan a todos

La ausencia de crónicas fiables salvo excepciones como la que hemos señalado en esta columna, hacen que uno mire con recelo tanto la violencia extrema que se adjudica a los manifestantes como la desproporción sistemática de la que son acusados mossos y policías nacionales. Pero hay un hecho que nunca falla: cuando los periodistas son agredidos la parte agresora no quiere testigos y esa es una señal de alerta. En las batallas del fin de semana en Catalunya periodistas, reporteros y fotógrafos han sido atacados y detenidos. Nadie desea que veamos la verdad y eso, insisto, es lo más preocupante.

De manifestantes y cagapoquitos

Intento ser un buen ciudadano y resignarme cuando una huelga o una protesta me perjudica o señala. Pero también entiendo a los ciudadanos que en Londres han arrastrado a los que han intentado boicotear un tren eléctrico para manifestarse por la sostenibilidad del planeta. Y no, no creo que esa gente cabreada haya sido abducida por la patronal, los que mandan, las oligarquías, los poderes o como quieran llamarlo. Al revés: hoy ejercen como concentradores del poder quienes se empeñan en llamar a la movilización, la protesta y la huelga como si estas no tuvieran también límites. Pues miren, sí, los tienen.

Para esto sirven las bitcoin

Desde el principio avisamos que las bitcoin podían ser un refugio de esas grandes cantidades de dinero negro que vienen del tráfico de gran volumen de armas o drogas. Nadie logró desmentirlo. Al contrario, hasta leímos ciertas justificaciones como un mal menor hacia un nuevo modelo. Hoy, con la moda pasada y la rentabilidad por los suelos (¿dónde ha ido el dinero transferido de los inversores que ahora no se puede recuperar por la devaluación de estos activos?), leemos noticias como que estas monedas virtuales eran usadas para comprar pornografía infantil en el mayor portal del mundo, ahora desactivado.

Hablando de dinero…

Lo importante de la mecánica que ha elegido Vox para el control del dinero no es la propia mecánica (aunque es bastante significativa) sino si es legal y si la han copiado a algún otro partido. Según leemos en Eldiario.es, las subvenciones que recibe Vox en los municipios son transferidas directamente a una cuenta central que manejan Javier Ortega Smith, como secretario general de la organización; el gerente, Enrique Cabanas; el tesorero, Andrés Porta; y el vicesecretario jurídico, Pedro Fernández. Una operativa que muestra una forma de actuar, de pensar y de confiar en la sociedad.

El dinero virtual, más lejos de ser realidad

Me extrañó mucho que con los malos resultados del bitcoin y de las cuentas de Facebook, el monedero virtual que quería impulsar la marca de Zuckerberg fuera a tener tanto éxito, sobre todo, reclutando a grandes empresas del negocio financiero. Hoy leemos en Xataka que Visa, MasterCard, eBay, y otras menos conocidas como Stripe y Mercado Pago, se han sumado a PayPal bajándose del barco de Libra. Como con las bitcoin, vuelvo a preguntarme con ironía: ¿qué puede salir mal en un plan que empieza con un dinero virtual que no está sujeto a ningún banco central y solo está controlado por empresas privadas?

Se acaba el dinero para el fútbol

Más que el dinero, lo que se ha acabado es la gente capaz de pagar por ver fútbol. El mercado no da más de sí: Movistar, Orange y Mediaset no logran rentabilizar su inversión y ahora va la Federación y pide 45 millones por la emisión de la Copa del Rey. Una oferta que de momento nadie ha agarrado al vuelo (ni siquiera RTVE). Tampoco sabemos si, finalmente, se está viendo la liga española en Inglaterra después de que le distribuidora revocara el contrato, ni a qué precio han logrado vender el paquete. El fútbol sigue siendo un deporte maravilloso que enriquece hasta a los intermediarios más torpes, pero ya no da para más.

Igual se han equivocado de país

Me cuesta creer que nadie se haya dado cuenta de que quienes están bloquendo Catalunya tal vez se hayan equivocado de país: el que debería de sufrir la mala prensa internacional, el corte de calles y las barricadas es España, que es el país desde el que dictan sentencias injustas y amenazan con la suspensión de la autonomía. Los de los piquetes, los de los enfrentamientos con la policía y con viandantes, los del tsunami democrátic que se desbordó en 24 horas no construyen país, precisamente. Para empezar, porque atan las manos del Govern, para seguir, porque dan munición argumental a sus enemigos.

¿Otras elecciones?

Sí, la democracia es la solución al conflicto catalán: un referéndum a la escocesa, valiente y vinculante. No tengo duda. Pero encadenar votaciones y elecciones no soluciona nada, necesariamente. Y lo estamos viendo en España. Así que convocar unas nuevas elecciones catalanas no puede presentarse como un arreglo: es este Govern el que tiene que agarrar la situación y lidera el país. Si ERC (donde, evidentemente, hablan mirando a las encuestas) es el primero en deslegitimar a Torra (por mucho que compita con Puigdemont por ser el catalán que peor me cae), ¿qué no hará la oposición?

No, Adriana, es justo al revés

Las elecciones que ya están convocadas, no nos olvidemos, son las españolas: Sánchez nos ha llevado a una segunda vuelta artificial porque le ha dado la gana y porque no ha sabido interpretar las encuestas y se ha limitado únicamente a leerlas. Además de lo que han hecho en el PSOE, tienen el morro de decir esto: “Estamos aquí porque nos han robado las elecciones”. Lo de Adriana Lastra es cara dura de la buena: los que nos han robado nuestro voto son los socialistas, que despreciaron el ejercicio que hicimos todos el 28 de abril solo porque creyeron que podía ser mejor para ellos.

Los guardias civiles, absueltos

“No hay prueba de cargo suficiente” para condenar a los dos agentes de la Guardia Civil que, según la versión de la denunciante, obligaron a ella, a su pareja y a varios clientes de un bar, a meterse balas en la boca y cantar el “Cara al Sol”, según leemos en Eldiario.es. No tengo ni idea de si, efectivamente, fue un invento de esa mujer (no lograron localizar al resto de clientes y, según la sentencia, hay contradicciones con la versión de su pareja) o sucedió en realidad, pero sí sé que con poco más los de Altsasu han sido condenados, igual que los presos políticos catalanes por un delito que se cuidaron mucho en no cometer.

¿Nos lo creemos o no?

Las futbolistas de Primera están a punto de declarase en huelga (si no lo han hecho entre que escribo estas líneas y usted las lee) porque no han llegado a un acuerdo con los dueños de los equipos (salvo Athletic, Barcelona y Tacón) para profesionalizarse. La clave está en los contratos a tiempo parcial: si dejan que el sueldo mínimo de estos sea de 8.000 (la mitad del mínimo de los completos) abren la puerta a la precariedad, nuevamente. Por eso piden el 75% de esos 16.000 como mínimo del parcial. No solo parece justo, es que es escaso. Pero también es responsabilidad de todos que el suyo sea un espectáculo rentable.

Los pacifistas están en la cárcel

Las columnas de humo de las barricadas en Catalunya tapan las columnas que avanzaron para denunciar la injusticia de la sentencia a los presos políticos catalanes, por desgracia. Hoy, las ciudades se suman en el caos, el Govern no hace lo que le toca y los partidos que le sustentan, tampoco (esto también hay que escribirlo aunque fastidie). Pero los primeros culpables de esta situación son, como tuitea Cristina Fallarás, quienes metieron en la cárcel a los líderes de los movimientos pacíficos: Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, que se subieron a un coche policial para pedir calma a los manifestantes… Y por eso están condenados.

Y los fascistas, en la calle

Los que están en las calles de Catalunya y no deberían, al contrario que “los Jordis” son los fascistas que golpean a independentistas y que son definidos por los medios españoles como “partidarios de la unidad de España” o “constitucionalistas”, como denuncia Joaquín Urías en Twitter. Lo que sorprende es la cantidad de medios que han entrado a ese juego de blanqueo o colaboracionismo (si ellos no llaman a las cosas por su nombre otros tendremos que hacerlo). Lo de la extrema derecha en España no es ninguna broma, la paliza que recibió un catalán a mano de cabezas rapadas no es ninguna broma.

Rivera, en estado puro

Las previsiones electorales son desastrosas para Ciudadanos y esas tendencias negativas suelen reforzarse para mal el día de las elecciones porque nadie elige la papeleta de un partido perdedor. Esta situación está sacando la esencia de Albert Rivera, siempre populista y victimista, hasta el punto de comparar Barcelona con Alepo y Bagdad. Si el papel lo soportaba todo, ahora Twitter aguanta hasta lo más increíble, como esa comparación, como ese tuit y todos los anteriores que hemos podido observar, y los que vendrán. Porque Rivera encarna lo peor de la nueva política, de esa liquidez y de la falta de altura.

¿Y los demás problemas?

Siguen ahí. No quito relevancia a lo que está sucediendo en Catalunya, empezando por las sentencias injustas, siguiendo por los disturbios que bloquean un país y terminando por un Govern que no controla la situación ni desde Waterloo ni en Barcelona. Pero los otros problemas se mantienen: en El Blog Salmón recuerdan que la maratón de elecciones generales es el principal impedimento para que se resuelva el asunto de las pensiones, la justa retribución a los pensionsitas y la pervivencia del sistema. ¿Y quiénes son los responsables de esta situación? Curiosamente, casi los mismos que los del nudo catalán.

La ignorancia de Trump

La ignorancia de Trump va a pasar de ser un chiste recurrente a convertirse en una característica de la historia contemporánea de EE.UU. con ejemplos como el de esta semana: el presidente ha tenido el atrevimiento de asegurar que su país mantiene relaciones con Italia desde la Antigua Roma. Como lo oyen. La frase casi pasaba desapercibida… Hasta que ha empezado a viralizarse la cara de la traductora, supuestamente, ante semejante burrada. En Público explican que la reacción de la profesional ha sido genuina pero ante otra ocurrencia de Trump, no obstante, la conjunción de elementos ha resultado útil.

Actualización a 21 de octubre de 2019: Maldito Bulo corrigió a Público, de donde sacamos la información para esta columna, y no, el presidente de EE.UU. no dijo que su país e Italia colaboraron desde la Antigua Roma. Por mucho cuidado que pongamos y mucha experiencia que tengamos, siempre podemos ser víctimas de los difusores de bulos.