«Nazi», dijo Guerra

Quim Torra no me gusta porque es justo aquello que critica: un virrey, en este caso de Puigdemont, que no quiere avanzar sino destruir (hasta que empiece a demostrar lo contrario). Pero no es un nazi. Cada día parece más probado que la campaña para denunciar su fascismo es un montaje, y que fuentes como Alfonso Guerra, con el pasado con el que carga, le llamen “nazi” solo confirman que en España van todos contra Catalunya, donde nadie hace lo que ya toca.

Lo que pasó con Evaristo

El tuit de Joaquín Urias es suficiente para conocer qué le sucedió a Evaristo Páramos, sin manipulaciones: “Lo que le pasó a Evaristo hay que entenderlo en sus justos términos, más allá de rumores y de la indignación genérica: la ley mordaza da a la policía un poder excesivo para sancionar que usa de manera arbitraria e ideológica, con poco control judicial. Es ‘solo’ eso”. Le añado yo las comillas al “solo” que luego aclara el exmagistrado en otro tuit. Ya es grave, no hay que mentir.

Eduardo Maura también lo explica bien

Eduardo Maura lanzó un tuit clarificador hace un par de días: “Lo de que la moción es para convocar elecciones se está yendo un poco de las manos. Las mociones de censura son para sustituir al gobierno en base al voto libre y legítimo de la gente. Gane Sánchez o Rajoy, tendrá derecho a gobernar. Convocar elecciones es una decisión política”. Lástima que ayer mismo su partido le contradijera, ofreciendo tres diputados a Ciudadanos para su “moción instrumental”.

Lo que la moción esconde

Más allá de la enésima contradicción de los morados, bajo toda su acción en este baile de mociones (ya se apunta a la tercera, lo que da a entender el fracaso de la segunda) se esconde lo que denuncia Luis Arroyo: que Iglesias busca el fracaso de Sánchez para seguir minando al PSOE, su verdadero objetivo. Por eso ya deja que hablemos de la tercera; por eso, con el rostro muy duro, sugería que Sánchez tiene que irse si pierde la moción cuando no lo hizo él hace solo unos meses.

Ramos, menudo capitán

Después de ver desde varios ángulos la caída de Salah mientras Ramos le agarraba el brazo, tengo bastante claro que la lesión no fue un accidente. Después, hemos visto actuaciones del capitán del Real Madrid agrediendo al portero del Liverpool o simulando con enorme teatralidad una caída. Lo último ha sido el recopilatorio de entradas duras y feas a Messi durante años que corre por Twitter para que nos convenzamos de que el blanco es un jugador algo más que agresivo.

«Apaizen gela»

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No soy más listo que nadie, simplemente, he visto tantas manipulaciones en Twitter que no me fío de nada. Así que cuando vi la foto que circulaba de un cartel de Osakidetza en el que, supuestamente, habían traducido “sala de curas” como “apaizen gela”, desconfié. A lo largo del día, Jon Darpón lo desmintió también en Twitter y mostró una foto real del cartel bien traducido, “sendaketa gela”. ¿Una broma? Perdónenme que no me fíe y piense que más bien ha habido mala intención en quien hizo el montaje y lo viralizó.

Otra más de Espinar

Ramón Espinar colecciona los problemas y los desprecios a quienes lo señalamos. Es cierto que no tiene la culpa de que su padre fuera usuario de una tarjeta “black” de Bankia, pero sí de declararse un hijo de obrero mientras lo hacía. No puede esconderse de varias polémicas en Twitter, ni de protagonizar la foto del odio de la pasada investidura… Ni de la acusación de haber ganado 30.000 euros con la compra-venta rápida (lo que viene a ser “especulación”) de una VPO cuando tenía 23 años.

“Sin condiciones”

El asunto le estalla a Espinar en pleno proceso de primarias de Podemos Madrid (es el candidato de Pablo Iglesias) y lo hace público la Cadena SER. Elementos que para obsesionados con las conspiraciones, lo explican todo. Ojo, que en Twitter había periodistas como Cristina Pardo que sugerían una filtración desde el propio Podemos. Irónicamente, la cuenta de su campaña había difundido recientemente una intervención de Espinar en la que se presentaba para “defender los servicios públicos sin condiciones”.

No, Maura no amenazó a nadie

Antes de la mala fe de algunos tuiteros vascos y el “affaire Espinar” (solo el último hasta el momento, creo), estaba decidido a encabezar esta columna defendiendo a Eduardo Maura, que se ha visto envuelto en una polémica tonta como pocas en Twitter. Le acusan, también en digitales cavernarios, de amenazar a un Juan Carlos Girauta, de Ciudadanos, cuando tuiteó: “Cuidado con los insultos gratuitos al bulto y cuidado con insultar a quienes de ETA sabemos mucho más. Es indigno y se nota”. Es tan evidente que sobra ese “cuidado” como que el tuit no constituye amenaza alguna.

“Todos menos yo tenéis la culpa”

Esa que pronuncia Homer es una de mis líneas de guión favoritas de Los Simpson, y reconozco que la uso recurrentemente para resumir noticias o entrevistas como la de Pedro Sánchez con Jordi Évole. También es el mantra oculto de tuiteros como esos a los que se refiere el usuario @MargaretCastor con su acierto habitual: “Si alguien dice una subnormalada que no aguanta ni 10 segundos de mirar en Google, y lo dices, eres de derechas”. Si señalas algo que evidentemente está mal eres un colaborador del régimen. Mi pan de cada día.

«Si alguien se mete conmigo yo me meto con él»

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La cita corresponde a una línea de guión extraordinaria de Los Intocables de Eliot Ness, y la pronuncia Robert de Niro, que en esa película interpreta a Al Pacino Capone. Ahí es nada. Confieso que no pude evitar recordarla mientras leía la noticia en El Confidencial de que González había dado la puntilla a Pedro Sánchez: “Me dijo que se abstendría en segunda votación. Me siento engañado”. El ex presidente español devuelve al desgastado candidato, así, esa traición: haciéndola pública en el peor momento político para Sánchez. Y hasta aquí llegó el PSOE.

“Pesebrera”, y de las malas

Cuando Pablo Iglesias era solo un político de plató de televisión calificó como “pesebreros” a los consultores, asesores y, en general, trabajadores de un partido político. Lo que es hoy Carolina Bescansa en Podemos. Lo malo es que esta pesebrera-socióloga parece de las malas cuando insiste en la misma idea que Eduardo Maura: “Si solo votaran los menores de 45 años Pablo Iglesias sería presidente”. El periodista Roberto García le corregía muy gráficamente en Twitter: “Que se dé un paseo Bescansa por Santander a ver qué vota la chavalada de menos de 45…”.

Reinventar la democracia era esto

No son buenos días para los de Podemos, que se están hartando de demostrar cómo entienden ellos la democracia. Lo de Eduardo Maura lo agrava Carolina Bescansa, y lo de Bescansa lo agrava Miguel Anxo Fernán, que llama “ignorantes” a los votantes gallegos que no han confiado en Podemos. Es decir, a Podemos le votan solo los jóvenes listos. El resto de la ciudadanía les sobramos, no servimos. Yo me excluyo porque soy tan tonto que un candidato de Podemos me dijo que tenían que enseñarme a manejar Twitter.

Rita Barberá se ríe de nosotros. Como siempre

Empiezo por lo que ya me habrán leído en alguna ocasión: no me importa cuánto ganan los políticos, me importa que se lo ganen. Y entiendo que un representante público tiene que tener un buen sueldo porque también tiene responsabilidad y porque tiene que ser inmune a las tentaciones. Pero lo de Rita Barberá sí que jode, oigan. No solo porque se duerma en el Senado o por el dineral que se saca al pasar al Grupo Mixto y disponer de más recursos, sino porque viene del grupo del PP riéndose de todos. De los suyos pero también de usted y de mí.

Y ahora, el “tapapá”

“Nunca hemos tenido peor resultado en el País Vasco pese a las cosas que hicimos… tá-pá-pá”. La frase pertenece al mismo interlocutor y la misma entrevista con la que hemos abierto la columna: Felipe González hacía un repaso a la situación global de su partido, incluido Euskadi, donde el que fuera presidente del Gobierno español en la época del GAL, reconoce que hicieron “cosas”. ¿Qué cosas, Felipe? Lo pregunto para ver si podemos ir tachándolas con una “equis”. Me voy a ahorrar el calificativo que se me ocurre porque no quiero meterme en un lío.