¿Por qué?

Importa que cesen los ataques contra la población de Gaza cuanto antes, por supuesto, y que millones de personas no sientan cada día, cada hora, cada minuto, que pueden ver morir, con suerte, de un bombazo, sin suerte, quemadas vivos o de hambre, a las personas que más quieren. Pero también importa el porqué: ¿por qué el gobierno y el ejército israelíes está siendo tan cruel? ¿Por qué le importa tan poco que veamos los “disparos de Israel cuando multitudes abarrotaban un centro de ayuda humanitaria” (BBC)? ¿Por qué tantas personas se dejan liderar por Netanyahu y llegan al punto de radicalidad que estamos observando?

¿Qué cambio?

Si Pedro Sánchez es el presidente del gobierno solo porque no es Núñez Feijóo y porque prefiere aliarse con cualquiera antes que con Vox, literalmente. Pero Pedro Sánchez y este gobierno, que tiene que contentar a partidos tan diferentes, no está haciéndolo bien. Esta es la realidad por mucho que en medios afines al PSOE, como El Plural, vistan a la mona de seda: “Un año del reconocimiento de Palestina: cuando Sánchez inició el cambio de rumbo de Gaza en Bruselas”. ¿Qué cambio? ¿Qué rumbo? ¿Cómo está la población de Gaza un año después? Y sobre todo, la gran pregunta: ¿cómo puede alguien instrumentalizar el dolor ajeno así?

Un error tras otro

Se equivocaba Podemos con su recurso constante a “las cloacas” para tapar sus errores. Se equivocan el PP y su ejército mediático aireando audios que dicen más de las personas que los protagonizan que lo que dice su propio contenido. Y se equivoca el entorno del PSOE enfangando todo porque, ya, da igual: “RTVE difunde whatsapps de un capitán de la UCO y un confidente buscando trapos sucios del PSOE y Podemos” (El Nacional). No, no da igual. El ruido mediático de un lado y de otro solo genera hartazgo en la sociedad, cansancio, sensación de que la política es barro. Pero no lo es. ¿Por qué algunos quieren que lo parezca?

El enviado de Dios

Otro que se cree El Elegido es Donald Trump. Después de conocer que la justicia estadounidense ha dejado sin efecto los aranceles aleatorios que anunció, el presidente de EE.UU. ha publicado una imagen en su red social, Truth (“verdad”), en la que aparece caminando en la noche junto a la frase: “Está en misión de Dios y nada podrá parar lo que viene”. Pues muy bien. Lo que me sorprende es que haya alguien comprando esta mandanga, que crea que Trump sabe lo que hace o que tiene una misión diferente que la de enriquecerse aún más (ahí tenemos su gira por oriente medio, también para sus negocios particulares).

Elon Musk se va

No tengo pruebas pero tampoco dudas de que la relación entre Donald Trump y Elon Musk se basaba en que ambos creían que estaban aprovechándose del otro. Ahora su simbiosis, por lo menos la política (Musk tiene muchísimos intereses con sus diferentes empresas que facturan millones de dólares al gobierno estadounidense), se ha acabado: “Elon Musk anuncia su salida del Gobierno de EEUU tras admitir su ‘decepción’ con la política fiscal de Trump” (El Independiente). ¿Qué esperaría Musk de Trump para que este, que está beneficiando a los millonarios sin taparse, le haya decepcionado? ¿Qué estará diciendo Trump de Musk?

Arrieras y arrieros somos…

El nombre de Leire Díez Castro, ahora en boca de todas y todos por sus conversaciones telefónicas alegres, es conocido para las y los viejos rockeros de Internet en Euskadi. Cuando X se llamaba Twitter y nos conocíamos todas y todos, Díez era una de las hooligans de Patxi López. ¡Qué campaña y qué legislatura nos dio allá por el año 2009 y siguientes! El socialista se rodeó de forofas y forofos a los que el tiempo ha puesto en su sitio: a algunas y algunos, mejor; a otras y otros, en el olvido; y a Leire Díez, en las portadas, en las que leemos que “desaparece de las redes” (El Independiente) que entonces usaba para atacar a abertzales.

Juan Carlos I ha callado mucho

Escribiendo sobre cómo por la boca muere el pez me he acordado de esta noticia en El Confidencial Digital que, no sé por qué, todavía no había traído a la columna: “Juan Carlos I: ‘He callado mucho, pero hay cosas que no tolero más’”. “Mi vida la gestiono yo”, ha asegurado, para explicar por qué ha demandado a Corinna Larsen, primero, y a Miguel Ángel Revilla, después. Curioso emparejamiento. “Que no me roben mi historia”, clama el emérito. “No tolero más”, avisa. Está claro que tiene dinero para pagar buenos abogados y no dudará en usarlo contra quien dude de cómo lo ha obtenido.

Dezcallar opina sobre Trump

“Trump se cansa pronto, no parece capaz de mantener la atención durante mucho tiempo o, mejor aún, se impacienta cuando las cosas no salen rápidamente como él quiere”, escribe Jorge Dezcallar en El Periódico. Por eso cree que Trump pasará pronto de la invasión rusa sobre Ucrania: “Empieza a mirar para otro lado como si el asunto ya no fuera con él, que nadie le pueda vincular con el fracaso”. También se ha cansado de Netanyahu: “Empieza a tontear con Mohamed bin Salman de Arabia Saudita como potencial futuro socio preferido en Oriente Medio. Al fin y al cabo es allí (y en EAU y Catar) donde está de verdad el dinero”.

Y luego, ¿qué?

Leo en El Diario que “el Gobierno ordena a Airbnb bloquear más de 65.000 anuncios de pisos turísticos ilegales”, y me parece muy bien, claro. Pero, después, ¿qué va a pasar? ¿Van a cerrar esos pisos turísticos ilegales? ¿Van a multar a sus dueñas y sus dueños con sanciones ejemplares que sirvan para que el estado recaude las ganancias que han percibido y para que se desanimen quienes quieren lanzar proyectos similares? Sí, estoy en contra de los pisos turísticos, también de los legales, del egoísmo de quien los usa y de la incoherencia de quien no los quiere en su ciudad pero los alquila por noches en otras.

La industria del videojuego aquí y hoy

Julen Zaballa ha hecho un resumen estupendo (para algo es una de las personas de referencia en el sector) en Bluesky sobre la situación de la industria del videojuego en la CAV, en comparación con España: “Euskadi acoge al 2,7% de los estudios de videojuegos en activo de todo el Estado. Se encuentra en el top cinco de las comunidades autónomas mejor valoradas por los estudios (20%). El euskera incluido en el 7% de los juegos españoles, por debajo del gallego (9%) y del catalán (36%)”. Una industria importantísima (mueve en el mundo más que el cine y la música, juntas) que podemos y debemos reivindicar, pero también promover.

¿Por qué?

Llevo días con este artículo guardado, penando en si lo meto en la columna o lo dejo pasar, pero finalmente creo que es necesario conocer lo que piensa el enemigo. Porque, sí, Fiamma Nirenstein es la enemiga de las buenas personas: alguien que muestra tan poca empatía con la población de Gaza, abrasada por el gobierno y el ejército israelíes, no está en el lado bueno de la humanidad. Comparto su denuncia sobre que Hamas utiliza a la población civil, pero solo puedo señalar y condenar su argumentario, que firmaría Netanyahu, y que podemos leer en Voz.us, el medio que traslada el trumpismo, y lo que diga Benjamín, a España.

En el lado bueno

¡Claro que hay un lado bueno y uno malo! No voy a entrar a discutirlo. Fiamma Nirenstein ha elegido uno, y Ben Cohen, el cofundador de Ben & Jerry’s, la marca de helados, ha elegido el otro: “Detenido en el Capitolio por protestar contra el apoyo de EEUU a Israel. Ben Cohen ha interrumpido una comparecencia de Robert F. Kennedy Jr. al grito de: ‘El Congreso paga las bombas que matan a niños en Gaza’” (El Diario). Cohen, evidentemente, está en el lado bueno, en el de los seres humanos a los que les duelen las más de 50.000 personas muertas por las bombas israelíes, el fuego, las heridas o el hambre.

The Sun no la lía

En el interior de la pieza de El Independiente lo dicen con claridad meridiana: “El paraíso gastronómico de San Sebastián es la capital de la sidra del país”. Este es el texto literal de The Sun. Y dice la verdad: Donostia puede ser la capital de la sidra del País Vasco (por lo menos, por volumen de ventas). Así que a mí el grito en el cielo del digital español, lo siento, hace que me entre la risa (con el debido respeto): “‘The Sun’ la lía al señalar la capital española de la sidra (y no está en Asturias)”. El problema es ese “española” que, según lo que cuentan el mismo medio, no explicitan lo otros. Igual el periódico británico sabe algo que no saben ellos.

Manda el fútbol

En parte es por mi desconocimiento, lo reconozco, pero me alucina que LaLiga pueda decretar el bloqueo de hasta “2,7 millones de dominios web” durante las jornadas de fútbol. “Y estamos hablando siempre de dominios y sitios web legítimos”, explican en Xataka. LaLiga ordena esos bloqueos alegando que esas webs pueden difundir links en los que ver gratis los partidos de fútbol. “Entre los afectados, Steam y X (Twitter)”, o Reddit, según leemos. Es decir: no hace falta que haya delito, el bloqueo es preventivo y por orden de una empresa privada, la que preside Tebas, que es evidente que hace lo que le da la gana porque se lo permiten.

¡Qué poco dura el hype!

Enrique Tellechea reflexiona en Yorokobu sobre lo rápidamente que nos aburrimos de los temas que, durante instantes, a veces, semanas, se llevan nuestra atención. Algunos, incluso, son cuestiones trascendentes que se desinflan igual que las menos relevantes: “Estamos en el hype de la IA, pero veo indicios de que la turra empieza a licuarse un poquito en el entorno”. Vivimos “saltando de milagro en milagro”, “el caso es estar entretenidos”, y antes del cierre lanza su gran conclusión: “Ya sabemos que el ser humano es decepcionante”. Para terminar su reflexión hace una lista de temazos que ahora dan hasta pena.

El baño de masas

El pasado viernes, el rector de la UPV/EHU, José Ramón Bengoetxea, “Joxerra”, para los amigos y las redes, se pegó un baño de masas. Un chombito, más bien, porque la lluvia deslució la fiesta universitaria que este rectorado “magnífico” decidió hacer suya. Porque a la uni hace tiempo que se va “también” a estudiar: desde que Bolonia despreció las clases magistrales (poca culpa tiene Bengoetxea) y empoderó a un alumnado que, oh, sorpresa, no sabe porque no se lo han enseñado, la deriva parece incorregible. Ante eso hay que decidir: o le añades el acelerante del populismo o te pones serio (que no necesariamente aburrido).

Pero no son los ochenta

En la temporada final de El Ala Oeste, el más demócrata de los candidatos republicanos pierde las elecciones ante el más republicano de los candidatos demócratas por un accidente en una central nuclear (falso, por supuesto). El personaje de Alan Alda había apostado por esa energía con argumentos pragmáticos, pero la casualidad lo lamina. Me he acordado de ello cuando he leído este titular en El Independiente: “Vuelve la década de los ochenta: ‘¿Nucleares? No, gracias’”. Han pasado cuarenta años, la tecnología ha evolucionado pero los argumentos, no. ¿Por qué? Por uno de los grandes enemigos de nuestro tiempo: el populismo. Otra vez.

No me parece interesante

Me temo que no me alejo del tema central de los primeros párrafos. Esta vez me voy a El Plural, donde se preguntan: “¿Te parece ético que se publiquen conversaciones privadas de Pedro Sánchez?”. A mí lo que no me parece es interesante, la verdad. A menos que la exclusiva de hoy en El Mundo (único periódico del que soy suscriptor junto a DEIA) sea revolucionaria, no hemos leído nada que no esperásemos. La publicación de conversaciones privadas en las que se promueven delitos o maniobras políticas escandalosas es necesaria, pero no lo es la de chats entre dos compañeros cercanos con contenido que no nos sorprende.

Él sabrá

Entiendo la estrategia de Núñez Feijóo: quiere parecer preparado para ser presidente. Pero si fuera asesor de Pedro Sánchez yo lo tendría muy claro: o elecciones el 5 de julio (cuando el PP celebrará el consejo que acaba de anunciar) lanzadas apurando el plazo legal para hacerlo, o al final de la legislatura agotando el plazo legal, esta vez, para extenderla tanto como sea posible y que, así, las nuevas caras del PP parezcan viejas y cansadas de esperar y exponerse. Tampoco soy optimista: el gallego no ha acertado con las y los portavoces que ha designado… o que le han salido espontáneamente, como Isabel Díaz Ayuso.

Se acabó la travesía del desierto

El FC Barcelona va a ganar la Liga (salvo sorpresa), ha ganado la Copa y ha alcanzado las semifinales de la Champions (con la millonada que ello supone) con un equipo que no podía pagar. No solo eso: hace menos de seis meses, Dani Olmo fue desinscrito pero gracias al CSD pudo jugar sin problemas. Mientras el resto de clubes tienen límites presupuestarios, el Barça, no. Así, el Athletic no pudo renovar a Iñigo Martínez pero los culés pudieron fichar a su mejor central de la temporada, y han seguido haciendo incorporaciones como si no costaran hasta que, por fin, su travesía del desierto ha llegado al final. Pues molt bé.

¿Y por qué tengo que estar contra alguna?

No entiendo el debate ni el momento de lanzarlo, la verdad. ¿Por qué tenemos que elegir entre las energías renovables y la nuclear? ¿No puede esta última ayudarnos a sostener el sistema en una Euskadi, una Europa y un mundo completamente electrificado o camino de ello? Ojalá, como afirma Pedro Sánchez, llegue pronto el día en el que las energías verdes sean la única opción, pero eso, sencillamente, hoy no es verdad. ¿Cómo van a cargar el móvil quienes le hacen retuit con fruición o mandan por WhatsApp los brindis al sol de la misma Bildu que ahora tiene que desdecirse de sus críticas a los parques eólicos y solares?

Explíquese

Esto tendrán que explicarlo muy bien porque, si no, la tentación de exigir una expropiación va a ser irresistible: “Red Eléctrica repartió 5.400 millones de euros en dividendos en la última década” (Público). Esos dividendos salen de las facturas de todas y de todos, y de las empresas, de nuestro consumo y nuestra cuenta corriente. Lo mínimo exigible es que una parte muy importante de los ingresos en un bien de primera necesidad como es la luz vaya destinada a la reinversión, al mantenimiento y a la mejora, a la previsión para que no haya caídas globales ni locales (ahí está Karrantza) que nos generen pérdidas. Ni de tiempo.

Corto

“Alvise, condenado a pagar 20.000 euros a Ábalos por vulnerar su derecho al honor”, leo en The Objective, y pienso: “Igual se queda un poco corto”. Porque Alvise Pérez montó un partido político y ganó un escaño (ganó tres, pero ahora su compañera y compañero de listas van de digna y digno) para eso: para aforarse y para poder pagar las multas con tranquilidad. El ex ministro le pedía 50.000, pero un juzgado de Primera Instancia de Madrid ha considerado que no era para tanto, aunque así leído lo parezca: “Intromisión ilegítima en sus derechos fundamentales al honor y a la propia imagen por la divulgación de texto y fotografías” en X.

El mundo no es suyo

Donald Trump es el enemigo, porque es un tipo peligroso y por todo lo que representa: el ultrarrico que sabe aprovecharse del cabreo de la gente sin que le importen las personas, y que cree que todo tiene un precio. “Nunca digas nunca” (El Imparcial), respondió Trump a Mark Carney, cuando este expresó algo tan obvio como que “Canadá no está en venta”. En la misma comparecencia, Trump presumió de estar llenando de oro el despacho oval (esto es literal), mientras su gobierno ha pegado tijeretazos sin piedad y planea atacar ahora a la sanidad pública. Por eso también es el enemigo.

Novia, vale, ¿pero Dios?

Me gustó mucho ‘Her’. Me pareció plausible, además, que en una sociedad que empuja a los seres humanos a aislarse (dejemos de prestar atención, por favor, a esos influencers que viven como mendigos por mucho que ellos lo llamen “viajar solo en una furgoneta que yo mismo he camperizado”), alguien acabe estableciendo un vínculo con una inteligencia artificial (sobre todo, si tiene la voz de Scarlett Johansson). Pero lo de “tener delirios espirituales en torno a ChatGPT y otros chatbots” (Genbeta) me parece un exceso, por mucho que nos revelen el camino. Ahora que lo he leído, no dejo de pensar en la tabarra del “IAnimismo”.