¡Claro que son las formas!

Puede que el ministro Garzón tenga razón sobre las megagranjas, pero no puede decirlo abiertamente. ¿Por qué? Miquel Roig lo explica en Twitter: “Imagínese que el ministro de Consumo de Marruecos (o Hungría, por poner un país UE) dice en La Sexta que en su país hay granjas buenas y otras que exportan carne de mala calidad. Luego va al súper y ve una bandeja de lomo de origen marroquí o húngaro. ¿Qué hace? (…) Si eres ministro de Consumo y sabes que hay granjas exportando carne de mala calidad en tu país, entiendo que lo que tienes que hacer es cerrarlas, en lugar de ir a contarlo en un periódico de tu principal mercado”.

Un racista de mierda

Este es el titular en El Español: “El diputado mantero de Podemos ve racista pintar de negro al rey mago Baltasar en las cabalgatas”. Esta, la reacción en Twitter de Roberto García ante semejante mamarrachada: “‘El diputado mantero de Podemos’. Si es que hay que ser hijoputa, ¿eh?”. Y la mía no la escondo: si eres un racista de mierda no puedes ser un buen periodista por el mismo motivo por el que no puedes ser una buena persona. Serigne Mbayé, al que se refiere la noticia, es un representante de Podemos en la asamblea de Madrid elegido con la misma legitimidad que Isabel Díaz Ayuso. Quien no entienda eso es un fascista.

¡Qué tomadura de pelo!

Uno de los principales problemas políticos del PP de Rajoy, corrupción, aparte, era que se trataba de un PP de millonarias y millonarios, completamente despegados de la realidad de la ciudadanía a la que gobernaban. Uno de los principales problemas del PP de Aznar fue que muchos de los suyos se hicieron millonarios sobre la marcha: Zaplana vivía a todo trapo con un piso en el barrio de Salamanca, un barco de medios millón de euros y un reloj de 20.000, entre otros lujos que ya prometían su moreno-todo-el-año. Según un “detallado” informe de la UCO para el Caso Erial, todo podría proceder de “mordidas” (El Plural).

Tarde e insuficiente

“Twitter ha suspendido la cuenta personal de la congresista republicana estadounidense Marjorie Taylor Greene por difundir información falsa sobre el coronavirus”, leemos en El Independiente, pero lo que podía ser una buena noticia es solo una decisión insuficiente que llega tarde. Tarde porque no es la primera vez: “Twitter había restringido previamente y de manera temporal la cuenta personal de Greene por compartir información errónea sobre las elecciones presidenciales de 2020”. E insuficiente porque “Greene puede escribir desde otra oficial, reservada por la compañía para miembros del Congreso estadounidense”.

El primero

El estafador que ha sido detenido tras arramblar más de dos millones de euros con la excusa de las criptomonedas y un sistema muy similar a la estafa piramidal, puede ser solo el primero de muchos “corredores” de monedas virtuales. Básicamente, repartía dividendos con lo que le daban los nuevos incautos y él acababa quedándose con la parte del león. No es algo distinto a lo que podría estar pasando con las verdaderas criptomonedas, realmente, aunque en este caso influyen con fuerza el elemento especulador y el refugio de capitales. Pero es una buena noticia, en cualquier caso, que vayan cayendo los delincuentes y las caretas.

No es un oasis, es negociación

Lo del “oasis vasco” es como lo de los “charnegos” catalanes, que solo lo usan quienes quieren acusar de racistas a los nacionalistas catalanes, o lo de los “maquetos”, que solo lo usan quienes quieren hacer lo propio con los nacionalistas vascos. El “oasis vasco” solo lo usan quienes quieren negar su existencia. Y así es: no existe, nadie recuerda a ningún político que lo haya usado nunca como algo positivo. Euskadi no es un oasis, pero en Euskadi sí se negocia, como tuitea Dani Álvarez: “Con el pacto presupuestario PNV-EHBildu-PSE, más de 82% del parlamento dará el visto bueno al eje de la gestión de un gobierno”.

¿Dónde están ahora los agoreros?

Si Lordo lo tuitea mejor de lo que yo lo escribiría, ¿qué puedo aportar? “Por supuesto que no se comenta que baja el paro después de la subida del SMI, ni hay papers ni tabarras desde tribunas salmón ni el Banco de España, es que date cuenta de que si se entera la peña de que es mentira que es necesario vivir en la precariedad permanente”. A esto hay que sumar la cantidad de contratos que se han consolidado gracias a una sencilla carta del ministerio. Y en Euskadi, donde el gobierno siempre ha estado a favor de la subida de sueldos, también hay que tener en cuenta el impulso económico. Las cosas bien hechas también pueden ser noticia.

Del ministerio a la campaña

El paso del tiempo nos trae a exjugadores que lo han supuesto todo en los años en los que se enfundaban camisetas y que ahora que visten traje nos han regalado algunas decepciones. Y también nos trae a políticas como Yolanda Díaz que al frente de su ministerio eran prometedoras (y al párrafo anterior me remito) y ya dejan ver que en campaña van a resultar un fiasco, sobre todo, por las altas expectativas que ella misma y su entorno habían generado. César Calderón, que de política argentina también sabe, destaca a Díaz como “estudiante de peronismo” por sus intentos de ensanchar su base a marchas forzadas.

Qué asco

Los intentos de Yolanda Díaz de mostrarse como una opción transversal anuncian el fracaso. Las formas son distintas a las de Macarena Olona, como tienen que ser, pero el fondo no es tan diferente: ambas quieren salir de sus espacios a la izquierda del PSOE y a la derecha del PP, cada una a su manera. Y la manera de Vox, por supuesto es la de siempre: insultando, cuando no es a una persona o a un colectivo concretos, es a la inteligencia de las y los votantes. La última de Macarena Olona: ‘Anguita se sentiría orgulloso de Vox’”, leemos en El Plural. El absurdo es tan grande que no encuentro ni qué buscan con semejante provocación.

Y qué insensatez

Para pactar con Vox es necesario tener unas enormes tragaderas (lo que te convierte en un colaboracionista), estar de acuerdo (lo que te convierte en extrema derecha) o ser un insensato. Isabel Díaz Ayuso da muestras de algo de una de las tres opciones anteriores constantemente, por ejemplo, esta misma semana: “Ayuso, en pleno auge del covid en Europa, dice que los ‘cierres’ de otros países crean ‘una alarma inexistente’” (Huffington Post). Es evidente que Ayuso va a por un tipo de votante irreflexivo y poco maduro, incapaz de entender, simplemente, qué es una pandemia mundial. Y es evidente que le va bien.

Pero, ¿es periodismo?

Las y los jefes de prensa de todos los grupos en el Congreso salvo los de PP, Ciudadanos y Vox, han pedido medidas para limitar la participación de los nuevos medios de derechas en las ruedas de prensa de los diputados. Sí, son medios de comunicación. Sí, se trata de limitar. Y sí, puede que quien haga las preguntas sea periodista. Pero ningún representante de esos canales está ahí ni por el periodismo ni por la información. Tenemos que empezar a ser honestos con nosotros mismos de una vez. Y empeñarnos en defender a cualquier periodista, en demostrar que no distinguimos incendiarios de intencionados, no nos hace ningún bien.

Ciudadanos se desangra

Es imposible explicar el auge de Vox sin mencionar a Ciudadanos, escalón en el que se apoyó la extrema derecha para llegar al nivel de empoderamiento e impunidad que siente ahora. Tanto es así que la expectativa de que los de Abascal mantengan o mejoren sus datos pasa, indefectiblemente, por el vaciamiento de los de Rivera y Arrimadas. Una caída que, claro, los naranjas intentan evitar: en Andalucía, la propia Arrimadas y Juan Marín fían “su supervivencia política a reeditar un pacto con Juanma Moreno” (El Independiente). Pero antes el propio Marín tiene que sobrevivir a los duelos internos y, lo más importante, sacar representación.

No es fácil

Llevo varios días guardando el link a esta noticia, y con la del negro futuro de Ciudadanos, por fin, le he encontrado encaje: porque la viabilidad de los partidos no es fácil. La damos por hecho porque hasta la aparición de lo que desde Ciudadanos y Podemos llamaron “nueva política”, la mayoría de los partidos estaban ahí, como el dinosaurio de Monterroso, desde el regreso de la democracia (con algunos cambios). Pero el futuro de Ciudadanos, Podemos, Más País y Vox va a ser complejo, como lo es su presente: “La Policía detiene a un exempleado de Más Madrid por hackear su web y desviar dinero a una cuenta de Podemos” (EPE).

Ven la luz cuando ven la puerta de la UCI

No es el primero y no será el último, pero vamos a confiar en que queden pocos, no porque se los lleve la pandemia, sino porque van entrando en razón: “Lorenzo Damiano, de 56 años, ‘líder’ del movimiento antivacunas contra la COVID-19 en Italia, ha contraído la enfermedad e, ingresado en un hospital, se ha arrepentido por no vacunarse y ha pedido a la población ‘seguir la ciencia’, que ‘cura y salva’. ‘Claramente mi visión ha cambiado, estoy listo para decirle al mundo lo importante que es seguir colectivamente la ciencia, la que te cura y te salva’” (Nius Diario). ¿De cuántas muertes ha sido responsable?

Tampoco estaban tan convencidos

El movimiento antivacunas es ridículo. Lo era antes de la pandemia y lo es más ahora, cuando de la acción solidaria de todas y todos depende que salgamos de una pandemia mundial. El último episodio que están protagonizando quienes han rechazado los pinchazos, la ciencia y la inversión, ratifica el absurdo al que estamos asistiendo y que Iu Forn ha condensado en muy pocas palabras: “Vacunarse por el bar o viajar, sí y por el abuelo, no”. Al final, las fiestas de Nochevieja y el puente que se nos echa encima, junto al pasaporte COVID, han hecho más por las vacunas que proteger a los suyos. Si esto no es de atolondrados…

Apaga la luz. Y el móvil

“El precio de la luz no da tregua y vuelve a subir este lunes hasta los 225,36 euros/MWh”, titulaban en InfoLibre entre otros medios (cada vez, menos, porque la noticia que sucede a diario deja de ser noticia), y yo vuelvo a preguntarme: ¿qué podemos hacer? Reducir nuestro consumo, está claro. Y sobre todo, dejar de engañarnos con que un mayor gasto energético mejora nuestra calidad de vida. Sin renunciar a ningún imprescindible o básico, sí podemos abandonar lo accesorio y dejar de consumir electricidad viendo chorradas en el móvil u ocupando varias habitaciones a la vez.

No lo entiendo

Entiendo perfectamente que Alberto Rodríguez mantenga su inocencia y, por ello, se vea absolutamente agraviado por la pérdida de su escaño en el Congreso después de la sentencia del Supremo que ratificó que había agredido a un policía durante una manifestación. Y entiendo perfectamente que busque fórmulas para que quede clara esa inocencia. Pero ni en su caso ni en ningún otro entiendo que una o un representante abandone la política e incluso la militancia cuando le toca entregar un acta. Hay mucha política más allá del cargo. Muchísima. Y quien solo ve el asiento también deja ver mucho.

¿Cuántas partes tiene el gobierno español?

Sigo pensando que en Podemos y Yolanda Díaz, la nueva estrella del rock en la izquierda, se equivocan cuando intentan trasladar a la sociedad que el gobierno español está partido para dejar claras sus posiciones. No es bueno este “sálvese quien pueda” o “a mí que no me miren”, no es bueno que exista esa división, menos lo es que la denuncie una parte del propio gobierno, no es bueno que la ciudadanía perciba que la coalición no funciona, ni lo es que ese mensaje se traslade también a los grupos que tienen que sumar sus votos porque a los de los partidos del gobierno (partido) no son suficientes.

Juan Carlos I podría volver a Estoril

“La Casa Real, el Gobierno y el Emérito consideran que la localidad portuguesa puede ser una solución ‘a corto plazo’ para la marcha del exmonarca de Abu Dabi”, leo con sorpresa en Vozpópuli. Sorpresa, primero, porque la localidad rememora el destierro que la familia real española vivió con Franco, y segundo, porque no sé qué pinta el exjefe de Estado opinando junto a la Casa Real y el gobierno español sobre su acercamiento a España. ¿Cuál es el rol de Juan Carlos I hoy? ¿Para qué más se le tiene en cuenta? ¿La implicación de la Casa Real parte de Felipe VI? ¿Quién sigue pagando esta larga fiesta?

Dos años de aquel “viva Franco”

Dos años después de que el gobierno español más progresista de la historia, según quienes lo integran, posibilitasen que la televisión pública emitiera en directo un “viva Franco” durante el traslado con no pocos honores (helicóptero del ejército, incluido) del dictador, Francisco Franco descansa en paz. Según El Plural, demasiado en paz: “Ni romerías de ultras, ni flores, ni simbología franquista”, leemos, pero en la pieza que ilustra la noticia sí se ve a “un franquista durante el homenaje a Franco en Mingorrubio el 20-N” y la entrada al mausoleo llena de banderas no solo de España. Y así nos intentan colar otra campañita.

Lo que ellos quieran o nada

La paz y la reconstrucción serán a la manera de Otegi y Rodríguez o no será. Y punto. Nos ofrecen lo que dijeron pomposamente en Aiete y nada más. Lo tomamos con alborozo o lo dejamos porque somos una banda de fascistas o, como afirmaba Gabriel Rufián, malas personas. Pero que nadie crea que la izquierda abertzale va a hacer otro camino que no sea el suyo, ya lo aseguró Otegi por la tarde en Eibar y, ayer mismo, ya lo dejó claro también Bildu en el Parlamento, cuyo silencio (porque la valentía se demuestra hablando) ha impedido la unanimidad de la cámara vasca en la firme condena de la violencia de ETA.

Hombre, Arnaldo, eso, no

Después de su Dr. Jekill y Mr. Hide de la paz, Arnaldo Otegi ha preguntado en voz alta: “Me vas a tener que soltar a los 200 presos o no te apruebo los Presupuestos. ¿Alguien cree de verdad que esto es así?”. Pues claro que no, que algo de cómo va ETA y el gobierno español ya sabemos después de tantos años de convivencia. Pero, ¿cómo afecta la filtración del vídeo de Otegi a las posibilidades de que se elimine la situación de excepcionalidad de las y los presos de ETA? ¿Cómo afecta a los acercamientos, que serán mirados con lupa extragrande por la derecha y la extrema derecha? ¿Quién responsabilizará de estos perjuicios?

A mí me recuerda a alguien

¿Quién convierte de cada hecho una oportunidad y convoca a medios para exponer su relato? ¿Quién justifica a fascistas manipulando una situación que debería de servir para desautorizarlos? ¿Quién se aparta cuando otros grupos políticos actúan en un mismo sentido? ¿Quién está con el que asfixia mientras la sociedad busca amparo en otras opciones? Todo esto lo hace Jorge Buxadé en Hungría, donde ha aprovechado un viaje del Parlamento Europeo para evaluar el respeto a los derechos y las libertades, para hacer su campaña fascistoide. ¿O alguien había pensado en otra persona leyendo las primeras preguntas?

La inoportunidad

No discuto el derecho del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo en Gasteiz a hacer su homenaje a las víctimas en el décimo aniversario de la rendición de ETA. Pero, o no tienen el don de la oportunidad o les da igual contraprogramar el homenaje del Gobierno Vasco a las mismas víctimas. Sea como fuere, poco han hecho esta vez Grande Marlaska y Florencio Domínguez si dividen cuando no enfrentan a quienes quieren servir y por quienes dicen velar en un centro que, de momento, está siendo más conocido en Euskadi por polémicas y desaciertos que por cumplir su labor con el cuidado que se le supone.

La picha real

El titular y el vídeo en el Huffington Post es de los de guardar: “Villarejo asegura que inyectaron hormonas femeninas e inhibidores de testosterona al rey emérito ‘para rebajarle la libido porque se consideraba un problema de Estado que fuera tan ardiente’”. Después de leerlo es inevitable una risita malévola a poco que el juancarlismo te parezca una memez. Pero tras ella viene lo serio: ¿qué problema de estado provocaba el ardor del jefe del mismo en el ejercicio de su cargo? ¿Qué pudo suceder? ¿Dónde entró o quiso entrar la picha real, las manos reales o la lengua real que hubo que poner un remedio tan agresivo?