¿Por qué lo permitimos?

El gobierno de Irán ha demolido la casa familiar de Elnaz Rekabi, la deportista que escaló sin velo en una competición en Corea del Sur, que estuvo desaparecida y que después salió a decir que se le había caído y con los nervios no se lo había podido poner antes de que empezara su turno. Es una noticia terrible que da medida del terror que impone la dictadura islámica. Y es una práctica, sin embargo, que no resulta novedosa: Israel derriba las casas familiares de palestinos, desde quienes se inmolan a quienes son detenidos por cuestiones arbitrarias. Este es el mundo no solo que hemos creado, sino que permitimos día a día.

Rufián solo hace política

No soy yo el fan número de uno de Gabriel Rufián, precisamente, pero creo que no hay nada reprochable en que haya admitido que negoció la reforma del delito de sedición a cambio de apoyar los PGE. En eso consiste la política, precisamente. Y en España en vez de rasgarse las vestiduras deberían de hacer una autocrítica. Primero, mal quienes se sorprenden ahora y se hacen cruces, en un gesto exagerado e innecesario. Y mal también quien no permite negociar estas cosas si no es en el marco de los PGE. No son los catalanes ni los vascos quienes estamos sacando tajada política: son los que diseñan el presupuesto quienes lo hacen.

¿Cuál es el problema?

Cuando vi que El Mundo había publicado una entrevista con Carlos Navarro, el concursante de Gran Hermano en busca y captura por no presentarse voluntariamente para entrar en la cárcel y cumplir su condena por malos tratos a su mujer, su hija y su hijo, sentí una punzada de envidia. Ellos lo habían logrado. Cuando vi que en Twitter, especialmente, pero también en algunos digitales, había críticas duras por darle voz, pensé que mi envidia profesional era una miniatura. ¿Cuál es el problema si en ninguna pieza se justifica a “El Yoyas”? El mismo que analizaba la actualidad con Jordi Évole en, Salvados, La Sexta, por cierto.

Creo que vamos ganando la guerra

A Rusia le ha dolido mucho el tope al precio de su petróleo que ha impulsado la Unión Europea. Lo sabemos por lo mucho que está pataleando y amenazando. Y esa es una buena señal: estamos ganando la guerra. Es necesario recordar que el petróleo no baja más porque la OPEP ha decidido bajar la producción y mantener el precio, en su larga tradición de extorsión al Mundo, pero la realidad es que cada vez somos menos dependientes del combustible fósil y por eso la Unión, con tino, ha decidido hacer la jugada. Cada paso que debilite a Putin o le haga revolverse es un paso en la dirección correcta. Quienes titubean que se hagan a un lado.

Lo segundo es lo primero

Entre la competición y el dinero, Cristiano Ronaldo ha elegido el dinero. Entre los valores occidentales y el dinero, Cristiano Ronaldo ha elegido el dinero. Puede hacerlo, se lo ha ganado siendo uno de los mejores futbolistas en activo, pero también deja claro de qué madera está hecho, y no es una madera noble: los saudíes le pagarán cien millones por jugar en su pobrísima liga y otro tanto por las campañas de promoción. Quien dice “promoción” puede decir también “blanqueo”, claramente: lo estamos viendo en Qatar. Cristiano Ronaldo podía haberse retirado bien, aplaudido y respetado. Ha elegido el dinero.

Ahora sí va a Bruselas por Euskadi

Tengo que confesar mi sorpresa cuando vi en la cuenta en Twitter del PP vasco a Carlos Iturgaiz en Bruselas hablando de Euskadi. Hablando mal de Euskadi, claro. En concreto, de su Gobierno. Después de tres legislaturas en el Parlamento Europeo, en las que fue uno de los diputados vascos menos activos (si no el que menos participó) y en las que no tuvo ninguna iniciativa destacada sobre la alta velocidad ferroviaria o la pesca (y eso que presidió la comisión correspondiente), ahora tira de contactos para unos vídeos, unas fotos y unos tuits. Algunos han logrado más con el “parecer” que con el “hacer”. Y así, toda la vida.

La “purga”

No lo digo yo, sino el jefe de gabinete de Carles Puigdemont, Josep Lluís Alay: “Como no hay sentido de Estado, no mantienen ni el mínimo ‘servicio diplomático’ que tenemos: es una purga, no un cambio de Gobierno” (El Nacional). Lo tuitea al respecto del cese de Gorka Knörr, hasta esta semana “delegado del Govern de la Generalitat en la Unión Europea”. El suyo es el caso que más puede impactarnos en Euskadi, pero solo es uno más en Catalunya: “Hasta 11 altos cargos” han sido cesados “en el Departamento de Acción Exterior y Unión Europea” de la Generalitat después de la crisis de gobierno.

Ya está en “casa”

Cuando una deportista de élite llega al aeropuerto más próximo a su casa después de haber protagonizado una gesta lo normal es que se sienta bien. Por desgracia, no es el caso de la escaladora iraní Elnaz Rekabi, aunque haya sido recibida al grito de “campeona” (Vozpópuli). La deportista ha tenido que pisar territorio iraní con el velo puesto y con miedo por si el régimen tomará represalias contra ella por haber participado en una competición sin esta prenda. La propia Rekabi ha explicado en Instagram que con la tensión de la competición se le olvidó ponérselo cuando se le cayó. Solo imaginar su temor ahora genera escalofríos.

Yo no sería capaz

Pablo Iglesias es mucho más listo que yo. Por eso llegó a vicepresidente. Y por eso es capaz de escribir una columnita en Público para hablar de su programa de televisión en esta misma web, La Base, sobre el futuro de China, sin mencionar en ningún momento que se trata de una dictadura férrea en un país con unas diferencias socioeconómicas brutales. Sí admite un “control estatal”, pero como consecuencia: “Por lo que no rompe con Mao”. Pero incluso parece que ve con buenos ojos el “desarrollo” de “la burguesía nacional progresista” “como potencial motor económico”. Ahora desea ver a Xi Jinping librar “la guerra comercial”.

Ha fallecido Claudio Biern Boyd

El tuit de la cuenta de RTVE en la que hablan del inmenso archivo del ente es suficiente: “Ha fallecido Claudio Biern Boyd, el ‘Walt Disney español’, creador ‘David el gnomo’, ‘Dartacan y los tres mosqueperros’ o ‘La vuelta al mundo en 80 días’”. Pocas biografías laborales serán tan conmovedoras para tanta gente y una muestra tan grande de saber hacer. Sí, soy un señor mayor con canas en la barba y un reloj analógico en la muñeca, que disfrutó de la obra de Biern Boyd como un niño, literalmente. Incluso durante el confinamiento Willy Fog nos acompañó varias noches, antes de dormir a mi hija y a mi hijo.