¿Quién genera la riqueza?

Me parece muy buena noticia esta que leo en Estrategia Empresarial: “Bizkaia destina 28,5 millones de euros en ayudas a empresas y personas emprendedoras, un 5,5% más que el año pasado”. Tenemos que proteger a quien genera la riqueza y el empleo. Es inviable, absolutamente inviable, que todo el mundo quiera ser asalariada y asalariado o funcionaria y funcionario. ¿Quién monta las empresas? ¿Nadie? ¿Nos ponemos todas y todos en manos de grandes corporaciones que tributarán donde les resulte más rentable porque nadie quiere poner un negocio? O damos valor y ayudas a quien emprende o nos vamos por el desagüe.

Ella controla

 “Yolanda Díaz diseña Sumar como una confederación de partidos aunque se asegura el control de la dirección”, titulan en EPE, y dan por cerrado, por lo tanto, el intento de la nueva lideresa de la izquierda de crear un partido político que aglutine a todas las marcas que se presentaron a las generales bajo el paraguas de Sumar. Reconozco y valoro su intento porque es lo más realista que podía hacer después de reventar Podemos desde el gobierno español. Y creo que la resistencia de quienes ven cómo se diluye el espacio a la izquierda del PSOE, en realidad, favorece que todo se licue. Eso, sí, pase lo que pase, ella lo va a controlar.

Que paguen

Si es cierto que “la industria del petróleo descubrió en 1954 que se estaba cargando la atmósfera y el clima” (Motorpasión) y “llevan 70 años intentando quitarle importancia”, es evidente que tenemos claro a quién podemos reclamar compensaciones que podemos invertir directamente al cambio de modelo productivo que afecta, directamente, a la emergencia climática que vivimos hoy. De hecho, “fue la propia industria de los combustibles fósiles la que financió algunas de las investigaciones sobre el clima más importantes del mundo ya en 1954”, así que “no se puede utilizar aquello de ‘no se podía saber’ porque sí, se sabía”.

¿Podemos permitírnoslo?

La emergencia climática no es una exageración o un mantra que algunos repetimos porque tenemos “ecoansiedad” (atención a la chorrada), es una realidad que hemos padecido con temperaturas agradables en enero y que sufriremos durante la canícula. ¿Nuestra respuesta como sociedad interconectada? Esta, según France24: “El turismo en el mundo podría crecer un 2% en 2024 y Latinoamérica se posiciona como destino”. ¿Podemos permitírnoslo? Esa es la pregunta que más veces me hago últimamente cuando leo noticias económicas. Y lo que más me preocupa es que sigamos actuando como si nada.

Un modelo insostenible

Si partimos de la idea de que nuestra civilización corre hacia su colapso, el colapso, precisamente, del modelo futbolístico actual evidentemente es una minucia. Pero también es inevitable: “Los clubes de la Serie A pierden 441 millones en 2022-2023 pese a ingresar 3.500 millones” (Palco 23). Y la liga española, que nadie se engañe, está más cerca de la italiana que de la inglesa, que es el modelo que todas las competiciones quieren seguir… y sobre el que también hay muchos engaños o autoengaños. Otra cifra sobre el Calcio: “Desde la temporada 2018-2019, acumulan pérdidas por 3.400 millones de euros”.

Son reconocimientos

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Ya en la primera edición, el jefe de marketing de DEIA, Jon Goikoetxea, insistía: “Son reconocimientos”. Tres años después todos lo tenemos claro: lo que hicimos el martes en la Bizkaia Aretoa, como lo que hicimos en 2014 y 2013, fue reconocer la labor de esas personas que, en su área, en su sector, en su espacio de influencia, son conocidas porque saben aprovechar las potencialidades que ofrece Internet. Y eso, aunque parece lo normal, se lo aseguro, es extraordinario.

Pero unos nuevos reconocimientos necesitaban, creíamos, unos reconocidos novedosos, unos nombres propios que no fueran los ya generalizados, por lo menos, en sus canales habituales (blogosfera, tuitesfera). ¿Es justo dejar fuera a quienes habían crecido con el desarrollo de las herramientas? Esa pregunta, se lo aseguro, nos la hemos hecho año tras año y nominación tras nominación. Por eso, en esta edición han asomado nombres largamente conocidos como la SPRI, o como Mikel Agirregabiria y José Antonio Pérez, ambos blogueros desde hace mucho más de tres años cuyo mérito, sin duda, es no desfallecer y mantener su nivel de autoexigencia. En Internet, en esencia, es la propia voluntad y determinación la que marca la diferencia. Y de eso también sabe bastante Álex Gibelalde, que pese a su juventud ya ha pasado por dos grandes del sector tecnológico: Google y Twitter.

Junto a ellos, los nombres nuevos: Xabier Álvarez, Itziar García, Ianire Estébanez, Urko Fernández y Gontzal Hormaetxea, Estefanía Jiménez y Miguel Ángel Casado, Erlantz Plaza, Maite Goienetxea, Nico Vázquez o la cerveza La Salve. Entre todos suman gremios y áreas de interés muy diversas: desde abogados a periodistas, desde la comunicación política al humor pasando por la formación y orientación para el uso de Internet… Y de la vida. Pero puede que la tipología que más mérito tenga sea la del nombre con recorrido off-line que ha sabido reinventarse en lo on-line: Begoña Beristain, Ramón Zallo, Mikel Mancisidor, nuestro Athletic Club, Bilbao Dendak, Lantegi Batuak, Ullibarri Euskaltegia, Estrategia Empresarial y la Herri Krosa. Todos ellos y todas ellas han aprendido a aprovechar la gran oportunidad que es hoy Internet para comunicar y, por qué no, para vender.

Los nuevos, los que se han reciclado, y los que supieron crecer mientras lo hacía Internet, merecen nuestro reconocimiento. El del periódico y el de una sociedad cada vez más interesada en lo que ocurre en la red y más dispuesta a comprobar, con sus propios ojos y sus propios dedos, cómo va sucediendo.

Esta columna fue publicada en el suplemento que acompañó el periódico del día de la fecha.