En mi equipo

Margaret Keenan tiene 90 años y más sentido común que mucha gente más joven que ella: a su edad se ha convertido en la primera mujer vacunada contra el coronavirus después de que se validara la comercialización del medicamento. Su imagen y su decisión debe servir a quienes dudan para acabar con sus supersticiones. Las vacunas son seguras, si no, no se habrían distribuido. Posiblemente, las que vengan serán más efectivas, pero la que se ha puesto Keenan es completamente segura. Y los antivacunas o los que esparcen bulos son unos seres despreciables. No tengo más que añadir.

Pese a todo

Me refugio de los cenizos y los malintencionados en este tuit de Pedro Torrijos: “Que hayamos desarrollado una vacuna en menos de un año y, aún más, que estemos vacunando a personas de más de 90 años me parece un absoluto triunfo de la Humanidad”. Una Humanidad que tiene que lidiar no solo con los ignorantes y los del cuanto peor, mejor, ahora también lo tiene que hacer con sus altavoces y portavoces. El mismo grado de desarrollo que va a acabar con una pandemia en menos de un año es el mismo que ha servido para meternos miedo e ideas equivocadas, y para llenarnos de pesimismo.

El VISAbuelo

El chiste no es mío, sino de un célebre tuitero conocido como Bob Estropajo. Pero que un buen tuit no nos distraiga: el uso de tarjetas de crédito que iban contra cuentas corrientes llenas de dinero de origen desconocido era algo habitual en la casa real española. Así lo explican en El Plural: “Tanto Elena como Cristina y varios de sus nietos utilizaron dichos fondos durante tres ejercicios fiscales para pagar viajes en Uber, hacer compras en El Corte Inglés o pagar clases de piano. (…) Los que más han gastado han sido Froilán y Victoria Federica”, que habrían llegado a hacerse tarjetas del centro comercial con ese número de cuenta.

Más fraude

El titular de Público, basado en una noticia de El Confidencial, es de los que te dejan con cara de pasmo: “El marido de la jefa de la oficina Antifraude con Rajoy, cabecilla de una trama de evasores para 500 fortunas”. Pero España, ¿qué es? La familia real gastando con alegría de una cuenta de origen desconocido montada por Juan Carlos I y el gobierno español a la espera de que lo que debería de ser un escándalo mayúsculo pase desapercibido entre tanto mangoneo. Es duro escribirlo pero a algunos la vacuna les ha venido bien… Para desviar la atención. Lo malo es que esos “algunos” deberían de ser los ejemplares.

No podían faltar los Franco

Y en esta orgía en la que, supuestamente, jefatura de Estado y allegados a miembros del Gobierno se lo habrían estado llevando crudo, se suman, cómo no, los Franco: el inventario realizado en el Pazo de Mierás para evitar que los herederos del dictador lo vaciasen ha resultado ser un catálogo del expolio. “Hasta los muebles están tapizados ‘con tejidos históricos’, destacan los técnicos enviados por el Juzgado número uno de A Coruña”, leemos en Elidario.es, donde enumeran parte de lo encontrado, que debe ser analizado. Pero ya adelantan que hay elementos “catalogados como bienes públicos”.

¿Qué es lo que queremos?

El hilo en Twitter de Nyscalo (desconozco su identidad), un usuario que vive en Shanghái y que ha relatado el estricto protocolo que ha tenido que cumplir para regresar a su ciudad desde España, ha tenido miles de reacciones en Twitter. La mayoría, de alabanza a las autoridades chinas que manejan con una disciplina férrea el control del virus. Me parece bien, pero, ¿esto es lo que queremos: un control dictatorial durante la pandemia? Porque su metodología choca de frente contra el “a mí que no me confinen”, el “a mí que no me cierren el bar” y hasta con el “a mí que no me metan en un ERTE”.

Pero, ¿cuánto dinero tiene? ¿Y por qué?

Los 100 millones que un jeque le regaló a cambio de nada, según quieren hacernos creer, los casi 10 que tiene en el paraíso fiscal de Jersey y, ahora, los 8 que tenía en Suiza. Hablamos de millones, no de miles ni de centenas de miles de euros. Millones. ¿Cómo los ha ganado Juan Carlos I? ¿Por qué no los ha declarado? ¿Quién lo sabía y lo permitió? ¿Por qué demonios las autoridades españolas no lo trincan y lo investigan hasta que aflore cada euro con su correspondiente origen? Hasta que esto no suceda España no será mayor de edad política y democráticamente. Lo pongo en castizo: al toro, por los cuernos.

El expolio que nunca cesó

Incluso aunque Juan Carlos I sea investigado con rigurosidad, cueste lo que le cueste a Felipe VI, España seguirá sin hacerse mayor de edad en lo democrático hasta que no paralice, de una vez, el expolio que siguen cometiendo los del antiguo régimen: la familia Franco pretende vaciar el Pazo de Meirás después de que la justicia obligue a entregarlo a la ciudadanía. Quieren que nos quedemos con el continente pero ellos retendrán el contenido a menos que las autoridades se lo impidan. Una vez hecho esto, volvemos al principio: investigar el origen de las piezas y el dinero, y retirarlo si es necesario. No cabe ya otra cosa.

Así se corta un tema

Hasta que España no se tome en serio a sí misma, y eso pasa por revertir lo que se ha permitido a los monárquicos y a los franquistas, porque solo lo son si chupan del respetivo bote, nadie más podrá tomarla en serio. Es así de sencillo. En EE.UU. también lo han aprendido: la Fox ha cortado el discurso de la portavoz del todavía presidente cuando Neil Cavuto empezaba a hablar de fraude electoral. Es decir: la principal cadena trumpista no va a permitir que nadie ponga en duda el sistema de democracia estadounidense. Ni siquiera Trump. Así, la Fox se suma los medios que quieren un papel relevante.

Y así se desenfoca otro

Estoy bastante seguro también de que los medios tienen que empezar a tomarse en serio a sí mismos y reclamar un papel más relevante, dar un paso al frente, coger el balón para lanzar el penalti jodido. Lo pueden llamar como sea pero, sí, quiero ese rol. Y personalmente no me importa mojarme: me parece bien que el gobierno español intervenga para frenar contenidos falsos que se difunden, sobre todo, en Internet. Según La Vanguardia, ya cuenta con el plácet europeo. Pero me sigue preocupando que ese control quede, según la ley, definido con vaguedades como si los de ahora fueran a gobernar siempre.

Te lo recomienda Agustín

Agustín Rosety, diputado de Vox, tuiteaba esto hace solo un par de días: “Francisco Franco fue uno de los fundadores de la Legión y protagonista de algunas de sus acciones militares más heroicas. No se puede celebrar el centenario de la Legión honrando a todos los legionarios, menos a uno de ellos. Os recomiendo el libro de Niko Roa. ‘El joven Franco’”. Por si acaso a alguno le quedaban dudas de qué son los de Vox. Lo que no entiendo es que, en democracia, pueda glosarse la figura del dictador que la precedió sin ningún problema. Porque no me hace falta leer el libro que recomienda Rosety para saber de qué va.

Algo más ya queda

Visto el tuit de Agustín Rosety, el de Borja Sémper sobre el enésimo homenaje a un preso de ETA, parece un poco deslavado: “Si algo queda en España del franquismo son los rescoldos de ETA: sus apologetas”. Bueno, algo más ya queda: quedan los franquistas y hasta un partido político fundado por un ministro de Franco. Un partido que a Sémper le tiene que sonar, por mucho que haya cambiado de vida (un cambio bien hecho porque en política se vive mal). Franquismo aparte, las imágenes del recibimiento en Hernani son las del fracaso de una parte importante de la sociedad, como dijo Arkaitz Rodríguez.

¡Claro que hay diferencia!

En una situación tan complicada como esta, me he puesto siempre del lado del gobierno, de cualquier gobierno, porque en una pandemia tomar decisiones difíciles, encontrar recursos y soportar la presión de todo el mundo que pide: “¿Qué hay de lo mío?”, no es fácil. Al contrario. En resumen: la pandemia nos afecta a todos por igual pero hay diferentes maneras de hacerla frente. Y hay algunos responsables que lo están haciendo mal: colocar dispensadores de hidrogel en 50 estaciones de metro en Madrid (hay más de un centenar) el 22 de septiembre debería de darles vergüenza en vez de sacarlo en su televisión autonómica.

No estarán tan mal en Nafarroa…

No estarán tan mal en Nafarroa cuando ELA y LAB no han convocado una huelga ni han anunciado más movilizaciones, y UGT y CCOO no se han puesto a disposición de los sindicatos vascos. Pero parece que pese a esa paz sindical, el coronavirus está golpeando al territorio, sobre todo en los municipios donde han celebrado “no-fiestas”. Lo que nos lleva a otro debate: pueden hacerse los indignados tanto como quieran los de siempre, pero el principal punto de contagio del coronavirus está en el ocio y luego los contagiados difunden el virus. No se trata de criminalizar, sino de ser realistas y atajar los contactos.

¿Cuántos avisos más tendrá?

Ojalá Javier Negre no haga caso a las recomendaciones y siga subiendo a su canal en YouTube contenido censurable. Al final y después de varios avisos o suspensiones temporales, llega un momento en que las plataformas cierran definitivamente los espacios problemáticos, que es en lo que se está convirtiendo el de este periodista que da voz a lo más fascistoide de las redes sociales (el nuevo famoseo rancio, un primor): solo hace un mes que le habían devuelto el canal en YouTube cuando han vuelto a cerrárselo por un tiempo. Así que, ¡ánimo, Javier, que tú puedes lograr el cierre definitivo!

Un desalojo, ¿otra ocupación?

La justicia ha ratificado lo que dictaba el sentido común. Ahora solo falta que se ejecute la sentencia cuanto antes y la familia Franco sea desalojada del Pazo de Meirás que, por cierto, puede acabar ocupado por los Borbón porque la jueza interpreta que la propiedad fue regalada (curioso eufemismo) al jefe de Estado de turno, no a Franco y sus herederos. De momento, la reclamación la ha hecho el Estado y este ha sido reconocido como dueño, sin tener que pagar, además, una compensación a los descendientes del dictador por su mantenimiento, como estos y su cara dura exigían.

Patria, sí, pero la que ellos quieran

Después de dar la bienvenida en Twitter al anuncio de la serie “Patria” con la foto del cartel de la misma, Fernando Aramburu ha reculado en su blog y se ha sumado a los críticos con la equidistancia que, según muchos y casi todos de derechas, muestra. No les ha gustado que junto a la imagen de un atentado de ETA haya otra de una tortura policial (ambas son del fotógrafo vasco David Herranz). Aramburu va al grano: su novela no es equidistante y se centra en un sufrimiento. Como se centra, también, en una única manera de ver e interpretar lo que pasó, convertida ahora en estrategia de marketing.

La casa de la ultraderecha

En ese espacio entre la derecha y la pared podemos encontrar críticos televisivos, críticos de fotos promocionales, racistas pero con amigos negros, xenófobos pero con amigos gays, liberales en lo económico, lectores de OK Diario y, la última moda, negacionistas de la pandemia y opositores al uso de mascarilla o a las restricciones. La detención de un tuitero por “incitar a la violencia, pasarse por un profesional sanitario del Instituto Carlos III y hacer afirmaciones falsas sobre el COVID” ha levantado la liebre sobre cómo estos perfiles se relacionan con seguidores de la extrema derecha, muy activos en Internet.

Enseñar la bandera en Twitter

En “American History X”, el primer día en el patio de la cárcel, Derek Vinyard decide “enseñar la bandera”, como él mismo dice: se quita la camiseta para hacer pesas y para que el resto de reclusos vean sus tatuajes con simbología nazi. Y siguen haciéndolo: la extrema derecha se oculta torpemente hasta que decide que ha llegado el momento de enseñar la bandera. Ahí, ya, no hay vuelta atrás y la violencia toma el protagonismo. Así que es significativo que la diputada Rocío de Meer divulgue con insistencia en su propio Twitter material audiovisual que generan y dinamizan grupos de extrema derecha.

Lo que es el teletrabajo y lo que pensamos que es

Antes de la pandemia era necesario legislar el teletrabajo. Hoy es imprescindible. Sobre todo, para aclarar qué es teletrabajo, ya que hay demasiadas versiones. Teletrabajar no consiste en acortar las semanas. Quienes llevan años teletrabajando saben que, de hecho, es todo lo contrario. Así que, por un lado, sorprenden las quejas del trabajador ante una regulación exigente con él (esperamos la misma exigencia para la empresa, que no tiene presos en celdas pagadas por el reo) y, por otro, que en el propio ministerio crean que quien pica tecla puede estar pensando en alargar los fines de semana.

¿Nos lo creemos o no?

No me cansaré de repetirlo: una vez rubricado el convenio de las jugadoras profesionales de fútbol, por fin, nos toca. Nos toca tomarnos en serio el fútbol. Porque nos ha gustado ver fútbol de Segunda B y Tercera en la Copa, nos gusta hablar del fútbol base y, por supuesto, disfrutar de los primeros equipos. Siempre que jueguen chicos, claro. El fútbol femenino queda para las “fiestas” y las fotos oficiales, de momento. Pero esto tiene que cambiar: hay que ir a verlas, a animarlas, a apretar a las rivales, hay que comprar sus camisetas y, para empezar, hay que conocerlas y reconocerlas.

Iglesias se lo puso en bandeja

La invitación de Pablo Iglesias a que los agricultores españoles siguieran manifestándose y apretando ha tenido consecuencias: “Una organización de agricultores muy ligada al PP planea manifestarse frente a la casa de Iglesias”, leemos en El Plural. Eso es lo que pasa cuando uno es vicepresidente pero se niega a abandonar la pancarta, que da pie a que el esperpento continúe y se agrave. El matiz político lo explican muy bien en El Plural, pero en el resto de digitales han ido al trazo grueso. Si se consuma el escrache me parecerá mal, como siempre. Pero no todos en Podemos han criticado antes este tipo de ataques.

“La herencia de Carmen Polo”

Reconozco que el titular en La Información me ha indignado: “Los Franco venden a precio de saldo la herencia de Carmen Polo para hacer caja”. Porque la herencia de la hija del dictador que ahora se vende a derribo es, en realidad, la herencia del franquismo, de una dictadura que se apropió del Pazo de Meirás, convertido en un icono y puesto a la venta por ocho millones de euros, o de un lote de terrenos en Vigo (250.000 €) que la autoridad portuaria discute que sea de los Franco. También venden una villa entre Oviedo y Gijón por 2,9 millones, y que heredó directamente la mujer del dictador de su propia familia.

Gracias, Larry

Suelo decir que esta columna no sería la mismo sin Twitter. Pero la verdad es que sería muy diferente sin la innovación que aportó Larry Tesler, que desarrolló la opción de copiar y pegar en los ordenadores. Gracias a ella traigo yo los tuits al periódico. Pero sobre todo, gracias a esta función muchos digitales, bloggers y tuiteros generan sus contenidos: copiando y pegando de aquí y allá. Dicen que el periodismo es informar de que Lord Jones ha muerto a lectores que no sabían que Lord Jones había vivido (esta no la he copypasteado, me la sé de memoria). Pues yo tampoco conocía a Teslar, pero le doy gracias infinitas.

Hablemos de Mateu Lahoz

Hoy juega el Athletic. A las 14:00, nuestro horario habitual. Y nos arbitra en el derby Mateu Lahoz. Un colegiado que a nadie gusta en San Mamés. ¿Por qué? Me limito a trasladar lo que tuitea Roger Álvarez en su Adurizpedia: “Es el árbitro con el que el Athletic ha perdido más partidos en toda su historia: 21. Las derrotas con él más que triplican a las victorias. El Athletic es el equipo que más partidos de Primera ha perdido con Lahoz (20). Casi duplica al segundo, el Sevilla”. “El Athletic tiene un 65% de derrotas con Mateu en Liga (20 de 31). El porcentaje de derrotas en Liga del Athletic en esos mismos años es del 35%”.