Empecemos bien la semana

Vistos los antecedentes, y me refiero a las últimas cien o doscientas semanas, creo que es importante empezar la semana teniendo en cuenta este tuit de la Fundación Internacional de Derechos Humanos: “La libertad de expresión no legitima la difusión del neonazismo”. Y punto. Vamos, que si eres un puto facha, mejor quédate callado. Así, por lo menos, nadie con el cerebro reblandecido podrá oír tus ideas de mierda. Y en Euskadi de la misma manera que del neonazismo podemos hablar del fascismo local, de quienes mataban por pensar diferente. Su defensa tampoco está cubierta por la libertad de expresión.

Solo cogemos lo nuestro

Otra discusión que me gustaría zanjar es la que nos vemos obligados a mantener con quienes llaman “paguita” a la RGI o el Ingreso Mínimo Vital. Esas rentas son garantistas y nos protegen a todos, como parte de la sociedad, y no solo al quienes la perciben. Quien no entienda eso no entiende lo más básico. Y como bien sugiere Lordo en Twitter, hay cosas que deberían de preocuparnos más, como el modo en el que regalamos nuestro tiempo trabajando de más, esas horas extras que no son ni pagadas, esos ratos que sustraemos a nuestras familias para beneficio a veces colectivo, a veces, no.

Lunes, también para los estudiantes

La mayoría de los docentes han hecho un esfuerzo extraordinario durante el confinamiento. Ahora van volviendo a las aulas, con complicaciones, como todos (operarios de fábricas u obras, comerciantes, hosteleros u oficinistas), y la presión añadida de unos sindicatos que convocaron una huelga general de la que luego ni ellos mismos volvieron a hablar. Borja Bergareche recuerda en Twitter que en Francia, Inglaterra u Holanda también la normalidad llega a las escuelas. Y sugiere la demagogia de algunos políticos que señalan el regreso a las aulas mientras todos, también ellos, se acercan a las terrazas.

No dejamos de quejarnos

Si algo nos ha enseñado esta pandemia y confinamiento es a quejarnos. Hemos aprendido a hacerlo en todas las plataformas. Somos unos artistas. Hasta los más privilegiados se quejan: Sillonbol tuiteaba sobre unas declaraciones de Quique Setién. Si hablamos de fútbol es que la normalidad avanza. Bueno, al lío, este es el tuit: “Sí, porque solo el rival puede sustituir a 5 y meter gente fresca en el campo. Al Barça se lo prohíben. Si a alguien beneficia esto es a los equipos grandes que tienen más fondo de plantilla, so llorica”. El entrenador se quejaba preventivamente de que los cinco cambios perjudicaban al Barça.

Ni de pedir

Para mí, el mejor ejemplo de estos tiempos tan extraños es que mientras la ciudadanía demanda información los medios ponen en marcha ERTE. Y los nuevos medios presumen de ideología al mismo tiempo que de agilidad y capacidad de adaptación, pero callan cuando toca hablar de modelo de negocio y facturas a los colaboradores. Con estos mimbres, no es de extrañar que la cesta sirva para llenarse de ironía o sarcasmo. El Mundo Today anunciaba con su habitual retranca: “Por favor, apoya el periodismo libre, objetivo, de izquierdas y de servicio público, no seas hijo de puta y facha”.

Je Suis Hontzak

El obispo y el juez han conseguido que la imagen que han obligado a retirar en Aste Nagusia, de un Cristo presentado como una pieza de carnicería, haya sido (y lo seguirá siendo) replicada con profusión. Lo del obispado lo puedo entender, lo del juez, ya, me cuesta más: ha puesto a los pies de los caballos a la Ertzaintza y al Ayuntamiento (no faltan quienes aprovechan para hacer mezquinamente su campaña). La respuesta solidaria con Hontzak, honestamente, me parece bien.

Quien no quiere entender

Puedo entender que algunas situaciones nos agote, puedo entender que alguien se equivoque midiendo su respuesta gravemente indignada ante una tontería, puedo entender hasta las campañas contra ideas… Pero me cuesta entender qué pasó por la cabeza del periodista que se levantó de la rueda de prensa del jefe de los Mossos d’Esquadra que aclaró que respondería en catalán si le preguntaban en catalán (y en castellano si lo hacían en ese idioma).

Nos la cogemos con papel de fumar

Creo que el canal en castellano de la Fundación Internacional por los Derechos Humanos se equivocó al intentar rectificar en Twitter a los Mossos d’Esquadra por usar la expresión “piel oscura”. Y se empeñaron en su error con otro tuit: “Consideramos innecesario y contraproducente que se hagan públicos: el color de piel, la orientación sexual o la religión de los sospechosos”. Ni es equiparable lo que equiparan, ni es entendible lo que reclaman. Las cosas, por su nombre.

Todo en orden, sí

Jorge Bustos ha sido el que mejor ha resumido, en un solo tuit, la situación en la que nos encontramos más allá de la tragedia: “El rojo de salón culpa a Occidente. La derecha reaccionaria, a la inmigración. Y el islam ¡moderado!, a Israel. Todo en orden dentro del delirio”. Algunas lecturas políticas nos han sorprendido al mismo tiempo que alertado: parece que todo es justificable cuando no lo es, y por eso vemos peticiones escandalosas dadas las circunstancias.

Tampoco hay que pasarse

Cada vez tengo más claro que necesitamos llamar a las cosas por su nombre para no ponérselo tan fácil a Trump, Le Pen, Farage o Pablo Iglesias, que con cuatro medias verdades populistas parece que son los que más claro hablan. Pero de ahí a ser un faltón e insultar de un modo tan gratuito como ha hecho Carlos Iturgaiz, va un trecho: “Gracias a @SM_FelipeVI y gobierno de España🇪🇸 la #manifestación de #Barcelona no olerá a basura ya que no asistirán los guarros de la #CUP” (sic).

Sí, es libertad de expresión

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No lo digo yo, lo ha puesto por escrito la Fundación Internacional de Derechos Humanos en su cuenta de Twitter, y lo hizo el mismo sábado 30 de mayo a media tarde, antes de la final: “Aplaudir, pitar o silbar para mostrar acuerdo o rechazo son formas pacíficas y democráticas de ejercer el derecho a la #LibertadDeExpresión”. Aquí, lo más grave, es que Antiviolencia no haya felicitado aún el ejemplar comportamiento de las aficiones de Athletic y Barcelona.

No, no es libertad de expresión

Un saludo fascista no es libertad de expresión de ninguna manera. Varios saludos fascistas durante una manifestación, delante de la sede de un partido político democrático, y para protestar por el acuerdo entre dos formaciones, me parece que podría rozar lo delictivo, además de ser totalmente ridículo. Pero ha pasado, y apenas tiene eco salvo en ‘Vozpópuli’: “Saludos fascistas y el ‘Cara al Sol’ frente a Ferraz para pedir al PSOE que no pacte con Podemos”.

¡Toma libertad de expresión!

Me imagino a Esperanza Aguirre en su despacho permanentemente iracunda, echando la culpa de todo a todos, alzando la voz y moviendo enérgicamente los brazos. Su desastrosa campaña se convierte en el símbolo de la derrota del PP: un partido destrozado, unido solo por la conveniencia y vencido por la ciudadanía. Por si esto fuera poco, “un nutrido grupo de afiliados del PP de Madrid empezó a difundir, desde el lunes, un WhatsApp, a modo de ‘pásalo’, a todos los compañeros de militancia para que, todos juntos, exigieran a Esperanza Aguirre que dimitiera” (‘El Confidencial Digital’).

Imputados… como los demás

Aprovecho que Tania Sánchez, ex de IU y ex de Pablo Iglesias, ha sido imputada “por tráfico de influencias, malversación y prevaricación” (‘El Confidencial’) para recordar que esta situación no tiene nada que ver con una condena judicial por los mismos motivos. Es decir: si no hay sentencia sigue siendo inocente, y como imputada tendrá la oportunidad de explicar que no fueron irregulares los 1,3 millones de euros en concesiones que el hermano de Sánchez se llevó del ayuntamiento en el que tanto ella como el padre de ambos eran concejales. Luego, decidirá el juez.

¿Sigue siendo defendible Raúl Castro?

La dictadura de los hermanos Castro en Cuba ha sido la más defendida, además, por supuestos progresistas de todo el mundo. Ahora que Raúl y Fidel han abrazado a Obama y, como recuerdan en ‘Sabemos’, han abierto la puerta a que el turismo desde EE.UU. se dispare, ¿seguirán siendo igualmente justificados por los de siempre? ¿La apertura a EE.UU. es una traición o una necesidad explicable? ¿Que los gringos vuelvan a tomar Cuba como un patio de recreo es necesario para la revolución que nació para evitarlo?