Comunicativamente, Kepa Arrizabalaga hace lo que tiene que hacer: no decir nada. En una situación tan complicada como la que se ha buscado, por lo menos, mantiene un silencio que puede ser lo único que le otorgue cierto beneficio y descanso. En sus redes, en las que nunca fue especialmente elocuente (siempre ha tirado de fotos sin texto), también reina una extraña calma: imágenes viejas y, sobre todo en Twitter, referencias a su debut en la selección española como últimos posts en rojo y blanco. El portero ha decidido callar, nosotros hemos decidido no hacerlo.
Tu equipo eres tú
Reutilizo este titular que escribí hace unos meses para hablar de la importancia del equipo de los políticos: solo una persona sube al estrado pero tiene que estar bien asesorado por otras que le ayuden, y no al contrario. En el fútbol es el nudo de todos los planteamientos: el equipo que salta al césped y el que elige el jugador. Cuando Kepa Arrizabalaga escogió a Bahía Internacional para representarle ya sabía lo que hacía y a lo que se arriesgaba… O lo que quería.
Lo que no podemos permitirnos
Este culebrón ha servido para algo: para desnudarnos. Kepa, Josu Urrutia, quienes les asesoran, Cuco Ziganda… Y los periodistas. Algunos, sorprendentemente, han comprado el discurso que le interesa al Real Madrid: ser el suplente de Keylor Navas es mejor que ser titular en San Mamés, y es un síntoma, al parecer, de ambición profesional. ¡Toma ya! Y algunos de los que firman estas ideas se erigirán en defensores del Athletic. ¿En serio? Tomás Roncero se lo firma.
Por supuesto, toca hacer autocrítica
Cuando una campaña sale bien es importante repasarla y saber dónde acertamos. Cuando sale mal es imprescindible examinarla palmo a palmo para aprender lo que hicimos mal. En esta operación la directiva del Athletic Club y el equipo de comunicación tienen que hacer una necesaria autocrítica: ¿cómo es posible que, otra vez, un jugador que despunta se quiera marchar? ¿Cómo no se ató antes a un portero cuya titularidad estaba pautada desde hace años? ¿Todo terminará echando a los pies de los caballos al jugador?
“Beti zurekin” no es un canto de resignación
La marcha de Kepa Arrizabalaga ha descubierto los problemas de Ibaigane pero ninguno bajo los palos. De momento, Iago Herrerín está ganándose el primer dorsal de la plantilla, pero no por ello tenemos que correr otro velo, uno más, y cantar el “Beti Zurekin” para resignarnos en comunidad. Ese grito es para acompañar al Athletic a las victorias y a los títulos. Me niego a tener una mentalidad conformista: no vale con ser un equipo único, ganamos siendo un equipo único, ¡esta es nuestra grandeza!