No pueden más

“55 palestinos muertos, incluidos 6 niños. 2.771 personas heridas, 1.359 de ellas por munición real. 130 personas en estado crítico. Los equipos médicos están sobrepasados. A los hospitales de Gaza solo les queda combustible continuar sus operaciones 7 días. NO PUEDEN MÁS”. Ese tuit lo lanzó como lo ven, con esas mayúsculas y ese desgarro incluidos, la agencia de Naciones Unidas de ayuda a las personas refugiadas después del ataque de Israel sobre población civil palestina.

La masacre que vimos todos

Ya puede tener Israel todos los aliados que quiera, que su última masacre la hemos visto todos, por desgracia. No solo imágenes sueltas en Twitter que hay que mirar con precaución para que no nos cuelen fotos de otros conflictos. En la web de Reuters podemos ver una muestra de fotos del horror, imágenes que captura Ibraheem Abu Mustafa para que el mundo las denuncie. No es el único: The Guardian pedía en su editorial a Israel que dejara de matar a civiles.

La sensibilidad de Girauta

Antes de ser diputado con Ciudadanos, Juan Carlos Girauta estaba en las manifestaciones de Madrid que señalaban a ETA como autor del atentado del 11-M. Esa teoría conspirativa, sobre todo, perjudicaba a las víctimas, y darse cuenta de ello o no es una cuestión de sensibilidad. Girauta sigue demostrando que no tiene mucha cuando después de la masacre tuitea una foto de él con el embajador de Israel en España y felicita a este estado por su 70 aniversario. “Luz para las naciones”, tuitea.

Eurovision como cortina de humo

Da la casualidad, o no, de que esta lluvia de muerte sobre palestinos ha coincidido con un éxito musical a nivel europeo de Israel. Miguel Ángel Puente tuiteaba así: “Israel gana Eurovisión con una canción contra el bullying mientras su ejército masacra a 59 seres humanos. Y Europa aplaude la cancioncita mientras mira para otro lado con la barbarie. Vergüenza de mundo…”, y lo hacía con toda la razón: son muchos los que ignoran el asesinato y veneran los fuegos de artificio del fin de semana.

Sí, tiene que ver

Por supuesto que ambos elementos se pueden relacionar. La también periodista Yolanda Álvarez lo resumía magistralmente en Twitter: “El Estado de Israel contrata publicidad en la ‘app’ gay de contactos Grindr para que Netta, su concursante, gane el festival de Eurovision. También pagó 12 millones de euros para que el Giro de 2018 arrancara en Jerusalén: marketing para tapar la ocupación”. Pero no solo la ocupación: las 60 muertes no pueden tener tapadera.

Alguien tiene que decir «basta»

Carles Puigdemont señala a su sucesor, saltándose cualquier mecanismo de consenso entre quienes van a votar a su favor. Quim Torra almacena desprecios en tuits y textos muy desacertados y fácilmente utilizables por quienes están deseando descubrir a un xenófobo. Además, insiste en lo que es imposible: no hay república catalana y menos la habrá con él. Lo único que hay es desgobierno y una intervención que urge revertir. Y en Euskadi algunos aplauden todo esto.

Intolerable

Por desgracia, me toca insistir: es intolerable que en Euskadi hoy haya todavía carteles y pintadas dando las gracias a ETA y asegurando que sus miembros son “gudaris”. No sé si esos mensajes son fruto de la ignorancia, la manipulación o la necesidad de creer que tanto sufrimiento ha servido para algo, pero sí sé que necesitas mucha ignorancia, mucha manipulación y mucha necesidad para llegar a hacer la pintada. No le debemos nada a ETA. Nada.

Sin palabras

Sí, solo me vale un “basta” ante la huida hacia delante de Puigdemont y Torra. Sí, me parecen intolerables los “eskerrik asko” a ETA. Y sí, me quedo sin palabras ante el enlace que ha puesto Eider Hurtado en Twitter: un reportaje de La Vanguardia sobre las víctimas de ETA no resarcidas por el estado. Entre ellos, una madre y un padre de dos hijos en Hipercor e incluso la propia Pilar Manjón han dejado de ser consideradas (e indemnizadas) como víctimas porque no estaban en el atentado.

Grave y peligroso

Sigo con las denuncias y con mi indignación galopante: Josep Miquel Arenas, conocido como el rapero “Valtonyc” tendrá que ingresar finalmente en la cárcel. No, no es solo por una canción y porque se haya metido con el Rey. Es por referencias sangrantes a diferentes sectores, incluso a víctimas de ETA, y hacer el caldo gordo a ETA. Pero eso no es motivo para que nadie vaya a la cárcel. El mal gusto de Valtonyc no debería de ser delito, pero lo es en una España que no deja de sorprendernos.

Os la cuelan

Miren, sí. No se trata de ser soberbio ni de ir de listo por la vida. Se trata de tener cierta sensibilidad. La victoria de Israel en Eurovisión no puede ser celebrada ignorando que ese país está en una guerra abierta contra Palestina y este mismo fin de semana ha habido un bombardeo israelí. ¿Tiene la culpa la representante en un concurso musical de la política bélica de su gobierno? Pues cuando el mensaje es además contra el acoso y abuso (a las mujeres), sí tiene pecado.