Euskal presoak, Euskal Herrian

La histórica reivindicación de la izquierda abertzale se va a ver, por fin, satisfecha: las y los presos de ETA (que no son los únicos presos vascos fuera de Euskadi) están siendo trasladados a cárceles vascas gracias al cumplimiento de la legislación penitenciaria. La reivindicación, por cierto, era de la izquierda abertzale y de cualquiera que entienda la prisión como una manera de reinsertar y no de castigar. Solo nos queda ver cómo reacciona un grupo acostumbrado a convertir las reivindicaciones en banderas, literalmente, y a un lenguaje de lucha, pelea y confrontación, porque será muy significativo.

Suben los beneficios, baja el IVA

No lo sé, no sé qué me parece que el gobierno español baje el IVA del gas. Por un lado, no lo veo mal como una respuesta puntual a una situación extraordinaria. Por otro, soy consciente de que se trata de un problema estructural que esta tirita con dibujos de La Patrulla Canina, que parece que siempre cura más, no soluciona. Finalmente, que quien deje de ganar dinero sea el Estado (es decir: también nosotros) cuando todos sabemos que los proveedores declararán beneficios millonarios, y que la medida haya sido reclamada por una partido claramente neoliberal como el PP, me hace tener aún más dudas y reservas.

También el tuyo, Javier

Si el estilismo de ministras y altos cargos del gobierno y de Podemos “también lo pagamos todos” porque se compran la ropa con el dinero público que ganan, como dice Javier Negre en su tuit, el estilismo, o la falta de él, del polemista también lo paga la ciudadanía de los ayuntamientos y comunidades que han invertido dinero público en su canal. O todos o ninguno, Javier. O todas o ninguna. Pero la honestidad, la credibilidad, separar la anécdota de la noticia y tratar a todos por igual no va con el propagandista (aunque este título le queda grande). Lo suyo es intoxicar y que hablemos de él como en este párrafo, lo sé.

Oh, sorpresa

Esto de Magnet, sobre cómo más de la mitad de las operaciones en Bitcoin que se declaran son falsas, es sencillamente maravilloso e ilustrativo: “El 51% del volumen diario de comercio de bitcoins que se informa es falso”. ¿Para qué? Para “inflar el volumen de negociación de un activo para dar la apariencia de una creciente popularidad”. ¿Cómo? Se anuncian “transacciones para dar la apariencia de que se han realizado compras y ventas (todo eso sin incurrir en riesgos de mercado ni cambiar la posición del comerciante)”. ¿Y por qué? Pues porque “operan con poca o ninguna supervisión regulatoria”.

Otros que hinchan los números

En esencia, lo que hacen con los bitcoin es lo mismo que intenta hacer la industria taurina: inflan los números para que parezca que hay más gente trabajando en el sector de la que realmente vive de él. Lo denuncia un usuario de Twitter, Pombeitor, que ha armado un post bastante interesante con las cifras declaradas y las reales: “Las cifras de inscritos que no trabajan van del 80 al 92% dependiendo de la categoría”. No solo eso: “Entre el 66 y el 76% de las ganaderías inscritas en 2018 no vendieron un solo toro de lidia”. Y hablamos de datos prepandemia. La reciente imagen de la plaza de toros de Bilbao ya la hemos visto.

Pero, ¿sabe lo que es un autónomo?

El ministro José Luis Escrivá está empeñado en ver a las y los autónomos como la vaca a la que hay que ordeñar. El señalamiento a este sector productivo, el que genera IVA y empleo, es una constante de su ministerio, pero tampoco es extraña en el PSOE: Patxi López, El Breve, ya avisó como lehendakari del agujero que, a su criterio, generaban las y los trabajadores por cuenta propia. Ahora, Escrivá va un paso más allá en su desprecio a quienes guisamos para que lo coma él: “Los autónomos deberán facilitar una previsión de rendimientos en el momento de solicitar su alta en este régimen”. Pero, ¿ya sabe lo que es una o un autónomo?

Y qué más da, si son cosas de la edad

La canción de Modestia Aparte puede servir de excusa recurrente a Juan Carlos I ahora que entra en otra fase, en la de que ya le da igual lo que piense la gente de él, del apellido Borbón y de la monarquía española. En su regreso a España ha encadenado excesos pese a sus 84 años y su movilidad reducida, lo que no le impide, sin embargo, resultar ingobernable. Pero su marcha no ha dejado paz: “El emérito se blinda de pagar impuestos por regalos como el viaje en jet privado al fijar su residencia fiscal en Abu Dabi” (Eldiraio.es). A España regresará por las regatas y las fiestas. La tributación se queda en Emiratos Árabes.

Sabemos que no es verdad

Alberto Núñez Feijóo ha buscado la manera de llegar al Senado para enfrentarse a Pedro Sánchez, para coger un poco de foco español, para mostrarse como líder más allá de que lo haya sido en Galiza. Así que su tuit cuando fue designado solo por el PP como senador autonómico, no es cierto, y todas y todos lo sabemos: “Desde mañana seguiré representando a mi tierra en la Cámara Alta con la misma entrega y dedicación con la que he trabajado durante todos estos años como diputado autonómico”. ¿Por qué lo dice? ¿Por qué se empeña en tratar a la ciudadanía como si fuera infantil o tonta, directamente?

¿No debería de actuar el Congreso?

El “hija de puta” que Javier Negre lanzó a Mertxe Aizpurua por negarse a responderle (este es otro debate que también hay que abordar, y más cuando la ahora diputada ha sido, precisamente, periodista) lo oímos todas y todos, y todas y todos sabemos, también, que es absolutamente intolerable. Era esperable un intento de victimización del propio Negre en Twitter (nadie va a encontrar en mí un colaborador para victimizar a quien nunca fue una víctima, del bando que sea), pero yo lo que espero es que el Congreso tome medidas contra el intoxicador: el insulto a una representante de la ciudadanía es inadmisible.

¿Qué más podemos decir?

Más allá del relato de los hechos, que también puede ser sucinto, ¿qué más podemos decir sobre el último asesinato múltiple en EE.UU. perpetrado con un arma de fuego que puede comprarse en cualquier supermercado? Aquel es un estado fallido, sin apenas asistencia a la ciudadanía más allá de la policía (violenta) y el ejército (con millones de veteranos), consumido por sus propios problemas (desde la ultraderecha en política al consumo de drogas en las calles), y secuestrado por los lobbies, como el de los fabricantes de armas que solo proponen más balas sobre niñas y niños, y sus profesores, masacrados a tiros.

El emérito, desatado

Un hombre de 84 años con limitaciones en la movilidad, acosado por la prensa y que lleva dos años fuera de su casa, resulta incontrolable para Zarzuela y, lo que es peor, Moncloa. Es tan asombroso como desconcertante y cierto: “‘Está fuera de control’, describen con cierta perplejidad fuentes del Gobierno” (InfoLibre). ¿En serio? ¿Cómo puede ser posible? Y lo más importante: ¿a quién quieren engañar? La impunidad ha sido la verdadera corona de Juan Carlos I, y nada hace pensar que no siga siendo la de Felipe VI. Y solo desde esa impunidad cosida a una figura empeñada en autodestruirse es explicable el descontrol.

Y Vox, también

Esa manera de tomarse la vida sin vergüenza, tan propia de Juan Carlos I, ese motivo que ha dado su regreso para desatar también las lenguas más ultraconservadoras, que se han metido en el agujero más oscuro que han encontrado, ese arranque de nostalgia de quienes escondían en el juancarlismo su franquismo, por supuesto, todo eso sirve para alentar a una ultraderecha que no necesita que le empoderen más: “Vox desafía al PP tras descartar un gobierno en coalición con Vox en Andalucía: ‘No aprenden’” (El Plural). Son Moreno y Núñez Feijóo quienes se la juegan, no Olona y Abascal. Pero las consecuencias serán para todas y todos.

Hombre, precisamente Verstrynge…

Quién y Lilith Verstrynge ha puesto en duda la meritocracia en “La Fiesta de la Primavera” que ha celebrado Podemos: “Todo este mito de la meritocracia lo que hace es convertir los problemas colectivos en culpas individuales. Es tu culpa y solamente tu culpa. Si te va mal es porque no te esfuerzas, pero no te cuentan en realidad que lo que importa no es tu esfuerzo sino, muy probablemente y en la mayoría de los casos es tu código postal, tu entorno y tu capital cultural”, recogen en Diario Crítico. Puedo estar de acuerdo con ella, pero que precisamente lo diga la hija de Jorge Verstrynge me resulta hasta molesto.

¿Y si la periodista hubiese sido Aizpurua?

No discuto la decisión de Mertxe Aizpurua, que no ha respondido desde el atril a Josué Cárdenas y a Javier Negre, periodistas de una televisión y una web que no informan, solo intoxican. Yo mismo esquivo sus intentos de manipularnos cada día. Pero sí me pregunto qué le habría parecido a la Aizpurua periodista que una diputada rechazara contestar a sus preguntas por considerar a la redactora o el medio para el que trabajaba demasiado próximos a una expresión de fascismo. Lo que tampoco discuto es que el insulto de Negre a Aizpurua (“hija de puta”) solo retrata a quien lo profiere y de la peor manera.

“El fútbol molesto”

Como parte de la hinchada de uno de esos equipos que resultan molestos (porque la filosofía del Athletic puede desmontar en parte el negocio que hay en torno al fútbol), me ha encantado el tuit de Rodillo Blue, al que he descubierto esta temporada que el Amorebieta ha estado en Segunda: “¡Volveremos! ¡Cómo máximo representante del fútbol molesto!”. La experiencia del David que combatió a Goliat casi hasta el último partido de la temporada ha sido intensa, y la hemos disfrutado en todo Euskadi quienes buscábamos en la tabla de resultados cada fin de semana si la proeza seguía siendo posible. Eskerrik asko, urdinak!

Hay partido

El ministerio australiano de Inmigración ha retirado el permiso para permanecer en el país a Novak Djokovic por una cuestión de salud pública y, como era de esperar, el tenista serbio ha vuelto a acudir a los tribunales para ver si la arbitrariedad judicial, esa otra pandemia de nuestros días, vuelve a darle la razón. Hay partido. Y no es poco importante porque lo que pase en las antípodas de Euskadi va a generar una ola que llegará a todas las partes del planeta trayendo por correo certificado que hay ciudadanos de primera y de segunda, y que los antivacunas son un peligro que debemos dejar circular. Pues no.

Qué bonita es la política

Este subtítulo de Eldiaio.es es maravilloso: “De los 18 candidatos de la España Vaciada en Valladolid, 14 han formado parte de listas de Ciudadanos, entre ellos una alcaldesa investigada por prevaricación y malversación”. Ahí los tienen, algunos lo mismo forman parte de una candidatura liberal que engorda a la extrema derecha que se presentan por una candidatura que reclama visibilidad para zonas de baja densidad de población. Valen para todo. Es lo que pasa cuando los partidos carecen de principios y buscan finales: finalmente, colocarse, mamar de la tela pública. Las siglas, los colores y la ideología solo nos importan a los románticos.

¿No era por el gobierno y sí era por la campaña?

No puedo negar que Podemos e IU están sabiendo dar la vuelta al error del ministro Garzón de sugerir un ataque a un sector productivo de su país en un medio extranjero. De hecho, hay que reconocerles que han logrado algo dificilísimo: cambiar el foco. Pero siguen pasados de frenada: “Sánchez ordena zanjar el debate de las macrogranjas y Unidas Podemos hará de ellas campaña”, adelantan en InfoLibre. Entonces, ¿todo este esfuerzo es para competir con el propio PSOE en la campaña castellana? ¿Y el freno que quiere pisar el PSOE es por el bien del gobierno o por el del partido? ¿Alguien del ejecutivo piensa en el ejecutivo?

No seas facha

Se queja Javier Negre en Twitter de que “nosotros pedimos entrevista a la CEOE y se niegan a atendernos. A nosotros que defendemos a los empresarios. El mundo al revés”. El periodista colaboracionista puede probar a dejar de ser facha para ver si le va mejor. También estaría bien que dejara de tuitear cosas como esta: “Cada día la CEOE de Garamendi me da más asco. Primero coquetea con la comunista Yolanda Díaz y ahora esto. ¿Cómo se puede llevar a Pablo Iglesias, uno de los máximos enemigos del empresariado español, a dar una charla de liderazgo?”. Esta forma mafiosa de defender a la patronal es tan fascista que hasta da risa.

Yo quiero sus reuniones de trabajo

Antes de hablar del escándalo de la serie de fiestas en Downing Street durante el confinamiento en el Reino Unido debemos recordar que Boris Johnson llegó a ser Prime Minister tirando de morro, de mucho morro, tras el Brexit, una de las campañas más falaces que se recuerdan en Europa. Así que todo lo que leemos ahora no me extraña demasiado aunque sí me hace gracia que el propio Johnson haya dicho en el Parlamento que pensaba que las “parties” eran reuniones de trabajo. Yo también quiero de esas, qué demonios, que la vida son dos días y el alquiler en Downing Street siempre se termina.

Novak es tonto

Juegue o no el Open de Australia, lo gane o no, Djokovic ha demostrado en las últimas semanas que si algo lidera es el ranking de los más bobos. Y de ahí no me baja ningún anónimo en Twitter que me llame vendido a Darias o Sagardui por defender los protocolos y las medidas de precaución. La decisión del tenista serbio, de no vacunarse, es personal, pero lo es tanto como conducir borracho: puedes matarte, puedes matar a alguien y si las autoridades te paran tiene consecuencias graves. Hablando de eso, lo del gobierno serbio también es para tenerlo en cuenta: poner por encima al individuo sobre la sociedad es una pésima idea.

Y lo es por parte de padre

El talento es, posiblemente, el regalo más desaprovechado del mundo: muchísima gente nace con él pero solo una minoría tiene la actitud necesaria para desarrollarlo. Y muchas menos personas, además, deciden adquirir el compromiso de hacer algo bueno con ese talento. Pero la lotería de encontrar y canalizar adecuadamente ese saber hacer le puede tocar a cualquiera, incluso al más tonto, que es el padre de Novak Djokovic, como él mismo ha demostrado comparando a su hijo primero con Jesucristo y, después, con Espartaco. Claro que sí, cómo no, vamos con todo en el concurso de burradas, a competir bien fuerte.

Pues anda que este

Los negacionistas de la pandemia o la vacuna necesitan apoyarse en un numeroso grupo de ignorantes, malvados o idiotas, directamente. Hablando de esto es imposible no acordarse de Javier Negre, que aprovecha la mierda de Djokovic para tuitear: “Esto no va de Sanidad. Va de atropello de libertades”. No, Javier, esto va de pensar qué pasaría si todo el mundo hiciese lo mismo que yo, que es en lo que consiste vivir en comunidad, y va también de no venderse a los falsos apóstoles de la libertad. De no ser mala persona, en definitiva. Esto va de explicar que la pandemia nos ha jodido y que solo volveremos a la normalidad con renuncias.

No podía faltar Albert Rivera

Da igual lo que pase que no tardará en aparecer Albert Rivera con una cuchara para ver si rebaña algo: “Es legítimo que cada nación pueda legislar sus normas fronterizas o de circulación. Ahora bien, veo a mucho hipócrita aplaudiendo la deportación de un tenista cuando ellos mismos se manifiestan contra las deportaciones de nuestra ley de extranjería”. Comparar a uno de los mejores tenistas del mundo y un gran soberbio insolidario con quienes se juegan la vida cruzando el estrecho en patera está a la altura de muy pocos. De esos pocos capaces de dejar por escrito que lo suyo cómo son.

Ni los jueces

Si algo hemos comprobado durante esta pandemia es que hay mucha gente capaz de sostener y hacer las mayores barbaridades, y que las decisiones judiciales son absolutamente arbitrarias. La de la justicia australiana, confirmando al mundo que algunas personas pueden hacer lo que quieran, es uno de esos episodios que tiene que quedar recogidas en la historia de esta pandemia. No tengo ni idea de cómo terminará el asunto, pero sí sé que los antivacunas han recibido un refuerzo vía judicial y que ahora el mundo es, incluso, un poco peor. Novak y su padre miccionan, y los jueces australianos nos apuntan con sus mangueras.