Más como Nico Williams

Iñaki Williams ya había dejado unas cuentas lecciones sobre el racismo, ideas que hay que tener claras y transmitir, con la misma claridad, a quienes aprenden de nosotras y nosotros. Y Nico Williams sigue su camino. Tuitea Paul Ríos que “qué importante es que se escuchen este tipo de discursos de personas que tienen mucha repercusión mediática. Más Nicos y menos Abascales y Albioles”, y tiene razón. El pequeño de los Williams explica lo obvio: que su familia vino a Euskadi a trabajar y que nadie nace racista, y lo hace con un discurso mucho más templado que el de Vinicius, que es quien ha vuelto a sacar el tema.

Por cierto

Aunque la idea inicial era que la columna fuese sobre discursos positivos que hay que aplaudir e ideas malas que hay que señalar, no voy a autocensurarme si he encontrado en X un mensaje como este, que considero relevante, de mi compañero Aitor Martínez, y que está perfectamente justificado por el párrafo anterior: “Es que en el Athletic no se puede… Ahí está Nico Williams, que sí, no va a ganar el balón de oro, pero nominado entre los 30 mejores futbolistas (ya me pierdo si es de la temporada, del año o del mes de junio). Qué mensaje al mundo. Y Unai Simón, el lujo de tener a Simón”. Tal cual.

Más como Alfredo Merino

El fútbol necesita a más personas como Alfredo Merino y a menos como Joan Laporta. El director deportivo del Mirandés ha explicado con sencillez y sin palancas cómo funciona el sistema de la Liga para que los clubes puedan hacer fichajes: no puedes gastar lo que tienes sino lo que generas, y para calcular los gastos y los ingresos se tienen en cuenta elementos que se cuentan con los dedos de una mano en cada caso. Un discurso que no tiene nada que ver con el del presidente del FC Barcelona, que solo unas horas antes había afirmado que no había fichado más era porque no había querido, y habló otra vez de arquitectura financiera.

Menos como Shakira

O Shakira miente o le han engañado. Nadie, absolutamente nadie paga todo lo que gana a Hacienda. Aunque estoy bastante de acuerdo con Bernie Sanders, que propuso tributar el 100% a partir de los 1.000 millones de dólares de ingresos. De hecho, bajaría ese umbral a los 10 millones. Pero me centro: la carta que firma la cantante en El Mundo y que recogen en Jenesaispop, en la que afirma que “la década que viví en España fue financieramente perdida, todo lo que gané se lo quedó el Estado español” y en la que “acusa a Hacienda de manipulación y machismo”, igual debería de haber ido dirigida a sus asesoras y asesores.

Más minutos como estos

Necesitamos más periodismo como los primeros dos minutos del clip de Vicente Vallés que Jorge Bustos lleva a X. Ya sé que uno y otro han sido señalados por cometer excesos desde su visión conservadora y española de la vida, pero la verdad es que del primero no tengo una opinión formada, que el segundo es el mejor cronista que yo he leído, y que Vallés informa sobre el nombramiento de Escrivá al frente del Banco de España con excelencia: el único antecedente de un ministro que da el salto a ese puesto es con Franco y Sánchez ha ido colocando a los miembros de sus equipos en altas instancias del Estado sin ruborizarse.

No

Me sorprendió el tuit de Maruja Torres después de que Pedro Sánchez anunciara el adelanto electoral: “Es un animal político y un verdadero demócrata”. No, no lo es. Con el adelanto, Sánchez puede que tome la decisión más pragmática para él, la menos mala para sus aspiraciones, la que menos le perjudique. Pero eso no significa que haya tomado una buena decisión “política”, porque la política consiste en hablar y acordar entre diferentes, es decir, es justo lo contrario a un acto tan egoísta como el del líder del PSOE y el gobierno español. Lo de “verdadero demócrata”, vistos los hechos, es un exceso evidente.

Las consecuencias

Un buen político, un verdadero demócrata, no intentaría pillar a contrapié a todos los partidos, incluso al suyo para evitar levantamientos internos, y sobre todo, no dejaría caer leyes como la de familia, la del derecho al olvido oncológico o la de la ELA. “4 años de trabajo, sudor y lágrimas de toda la Comunidad ELA a la basura. Estoy llorando”, tuiteaba Jordi Sabaté, un afectado por esta enfermedad que, además, es un conocido activista por los derechos de su colectivo. Sabaté es solo un ejemplo de la gente que se ha quedado colgada de la brocha: no hablo del trabajo de diputadas y diputados, hablo de las personas que hay detrás de él.

Todos menos Pablo Iglesias tenemos la culpa

Pablo Iglesias salió de una tertulia. Mejor dicho: salió de varias tertulias que contaban con él como la voz de “la gente”, el que señalaba lo que estaba mal en los gobiernos, en todos los gobiernos. Tal fue la importancia mediática de Pablo Iglesias que Íñigo Errejón, en su momento más sagaz, propuso con acierto que su cara fuera impresa en las papeletas de Podemos para que no hubiese confusión. Pablo Iglesias, sin las tertulias, no habría hecho carrera política. Y ahora que no sale en la tele y Podemos se derrumba, la culpa, por supuesto, es de los medios. La culpa, en definitiva, siempre será de todas y todos menos de él.

Un buen resumen

Lo cierto es que Podemos y Más País gastaron su mejor pólvora rápidamente: Iglesias, Errejón, Belarra, Montero, pero también Yolanda Díaz, con el paso de los acontecimientos demuestran que son peores políticos de lo que creen y quieren que creamos. Este resumen tuitero de Jorge Bustos, que me ha recordado al gran cronista que fue, es bastante certero: “Si Iglesias sale tan rápido a proponer una alianza con Sumar, es precisamente para que no salga y poder culpar a Yolanda de no querer la unidad. Pero el verdugo principal de Díaz es Sánchez: le quitó primero el programa y ahora también el calendario. Con aliados así, en fin”.

Me representan

Pedro Sánchez ha fastidiado a todo el mundo. Un modo muy significativo de afrontar la precampaña. Miles de afiliados y afiliadas cambiarán o cancelarán sus planes familiares. Técnicas y técnicos de audio, montadoras y montadores, publicistas, impresoras e impresores agotados tendrán que sacar material y días de donde sea para seguir otras 55 jornadas. Y mi colectivo, por supuesto: periodistas que a ambos lados de la red tendremos que seguir contando lo que pasa, pensando en qué sucederá y adivinando los porqués. El aspaviento de Àngels Barceló nos representa a muchas y muchos, pero no ha sido la única reacción airada.

No hay debate

Respeto mucho a Jorge Bustos porque es un cronista y columnista extraordinario. Pero no puedo darle la razón cuando tuitea: “Cada año mil parejas españolas recurren a la gestación subrogada, y serán más. Usarlas de arma ideológica, condenarlas, insultar a sus hijos es torpe activismo”. Sigo su lógica: cada año miles de personas se saltan los límites de velocidad. Usarlas de arma ideológica sería ridículo. Para mí es bastante evidente: recurrir a vientres de alquiler se parece bastante a la compra de bebés y precisamente por eso es ilegal en España y, por extensión, Euskadi. No hay debate porque hay vidas que proteger.

La peor precampaña

El control de los tiempos en Sumar es para ponerlo de ejemplo de lo que no hay que hacer: en plena precampaña de las elecciones municipales y forales, y autonómicas en algunos casos en España, a las que no se presentan, echan un pulso al partido del que pretenden beber candidatos y candidatas, cargos y votantes. La imagen de una izquierda partida no solo divide el voto: lo hace desaparecer porque desmoviliza. La idea de que te sumas, sí, pero a la fuerza, no es atractiva para quien ha confiado en un Podemos que ha fagocitado a la izquierda (empezando por IU) y ahora tiene que resignase a ser fagocitado por otro nuevo proyecto.

No flipes

Si algo ha sido criticable en Podemos desde el primer minuto es el tono mesiánico de Pablo Iglesias. Incluso ahora que, en teoría, está retirado, dicta a Ione Belarra lo que tiene que decir y al resto del partido lo que tiene que pensar. Las formas serán otras, pero los fondos y las costuras son las mismas en Yolanda Díaz: “En los momentos históricos hay que estar”, dice la vicepresidenta y recogen en Nius. Que no flipe, que la puesta en marcha de Sumar no es histórica salvo para ella. Que la mayoría vamos a seguir el acto pero solo con curiosidad, que todo el pescado está vendido. Lo que hay que ver es si es mucho y bueno.

Relax, Pablo, relax

Todo lo que es Pablo Iglesias y todo lo que ha hecho se puede resumir en el tuit de ‘Hora 25’ sobre su intervención en el programa: “Iglesias, a Garzón: ‘Tenemos que ser serios y no decir que no te importan las listas cuando llevas más de 10 años siendo cargo público’”. Iglesias se presentó hasta a tres elecciones, negoció, brindó y posó para la foto con unos botellines de cerveza con el mismo Alberto Garzón al que ahora lanza patadas a la altura del tobillo, y demuestra que le interesa todo aquello que criticaba a “la vieja política” y “los pesebreros”, según sus propias palabras: las listas y los cargos. El puestito. Estar. Salir.

Hablando de eso…

Estos dos titulares en The Objective muestran que una cosa es hablar cuando eres contertulio o candidato permanente y, otra, gobernar: “Irene Montero adjudica a dedo el 78% de sus contratos y la mitad son a las mismas empresas”. “Montero ha adjudicado a dedo 62 contratos de 14.999 euros para esquivar los controles”. ¡Vaya con las de la nueva política! Pero lo importante no es lo que la ministra haya hecho, sino que hay trabajos complejos, finos, especiales, que en un ministerio saben que una empresa concreta haría muy bien pero tienen que sacar a concurso por normas se han hecho mal y al dictado de la crítica facilona.

Una mala idea

Llevo siguiendo la política muy de cerca más de dos décadas. En este tiempo he visto pasar la política a un estado líquido nada recomendable y a otro gaseoso que hasta asusta. Así que soy capaz de entender muchas cosas de las que pasan en nuestros parlamentos aunque me parezcan mal. Pero me cuesta comprender este titular en El Independiente: “PSOE y Podemos recrudecen su guerra por el ‘sí es sí’ a un mes del 8-M”. Me parece una mala idea marcar perfil a hostia limpia. Será que, por mucho que haya visto no alcanzo a enterarme de qué va esta “nueva política” (que ya no tiene nada de nueva). O será que están equivocados.

O sí

Definitivamente, no entiendo la política de ahora. No sé si no comprendo la parte de “nueva política” o de “política líquida”, pero es evidente que algo se me escapa: “El PSOE cree que le favorece distanciarse de Podemos: ‘Se acabó la juerga’” (El Periódico de España). Y por lo que parece, las y los socialistas están seguros de que ese distanciamiento puede ser de manera brusca y burda, y por eso asistimos a esta colección de declaraciones cruzadas mientras nos preguntamos: ¿y estos mensajes que se lanzan unos a otros en las televisiones por qué no se los dicen con calma en el consejo de ministros? ¿O sí se lo dicen y aquello es ingobernable?

No te parecerá lógico a ti

No sé cómo acabará la reforma (evidentemente necesaria ante la cantidad de jueces y juezas dispuestas a hacer una lectura machista) de la ley conocida como “solo sí es sí”. Lo que no creo es que acabe con ninguna ministra ni ningún ministro. Pero lo que sí espero es que acabe con la caterva de opinadores trogloditas: “No parece lógico castigar igual al sobón del autobús que a quien arrastra a una mujer a punta de navaja y la golpea antes de violarla”, destacaba Jorge Bustos en Twitter del artículo de José María de Pablo. No les parecerá lógico a ellos, pero visto lo visto en España es evidente que todo abuso debe ser castigado con la máxima sanción.

No hay herencias en política

La política, antes de que apareciese la “nueva” y antes de convertirse en “líquida” ya devoraba todo lo anterior. Así que creo que Gerardo Tecé confunde su deseo con la realidad cuando asegura en Ctxt que Podemos, aunque desaparezca, deja en la política española la necesidad de que las y los políticos de izquierda sean incómodos. Si Podemos desaparece y vuelve el bipartidismo, la izquierda española volverá a parecer una derecha moderada, vía PSOE, y la derecha será una extrema derecha que esconde lo que tiene en casa, vía PP. No habrá más. Ni Podemos ni Iglesias han cambiado nada. Es así de sencillo.

“Mucho eslogan bonito”

Mientras PSOE y Podemos airean su pugna por ver qué partido es más progre y práctico a la vez, el gobierno que forman mira para otro lado con cosas que importan y marcan impronta: “Mucho eslogan bonito pero mantienen legislaciones poco garantistas y franquistas”, tuiteaba Aitor Esteban después de confirmar que el gobierno español “se desdice del compromiso público del presidente Sánchez de modificar la ley de control judicial del CNI. Y con la callada por respuesta da por válida la información publicada de que el proyecto de ley de secretos oficiales se vuelve a aplazar”. Esta es la distancia que hay entre predicar y dar trigo.

No es un partido como cualquier otro

No creo que en España puedan permitirse tratar a Vox como si fuera un partido político como cualquier otro. Desde luego, en Euskadi no podemos permitirnos que los partidos llenos de ultras, de fascistas, de aquí y de allí, sean como los demás. Son legales, están en nuestro arco parlamentario y los trataremos con la pulcritud que ordena el sistema democrático, pero moral y políticamente son otra cosa y como tal debemos de tratarlos. Es nuestra obligación. La de todas y todos. Hacer como si fueran un partido más, como si en sus filas no están quienes pusieron su bota sobre quienes pensaban diferente es engañarnos como sociedad.

Felipe VI sigue perdiendo audiencia

No vi el mensaje de Felipe VI y su contenido no merece mi atención. No esperaba nada y, por lo poco que he leído en los digitales, nada hubo. De hecho, las crónicas de su mensaje son pocas y muy breves. Y la audiencia, como la prensa, le ha dado la espalda: 1,2 millones menos que el año pasado. Pero es que en 2021 perdió 2,8 millones de espectadoras y espectadores respecto a 2020. En dos años, más de cuatro millones de personas han decidido que en Nochebuena, a las 21:00 h., un señor sin carisma al que ha elegido solo su padre, que está en Abu Dabi por sus problemas con la justicia y sus amantes, no va a robarles ni un segundo.

Juan Carlos I no será borrado

Para recordar que fue el primer jefe de Estado después de la dictadura, según el propio gobierno español, el nombre de Juan Carlos I no será borrado ni “en dependencias militares” ni “en el Premio Nacional del Deporte” (Público). Esto lo dice, insisto, el gobierno más progresista de la historia de España y, oye, bien pensado, sobre todo lo del deporte, no está tan mal. Nadie como Juan Carlos I ha personificado eso de “coge el dinero y corre”. Y en otros deportes, como la vela que tanto le gusta, lo del “Bribón” siempre fue un aviso a navegantes. En motociclismo siempre ha andado bien, y en “dobles”, en cualquier disciplina, sobrado.

Sí, es el mismo Roures

Hace solo unas semanas, Pablo Iglesias publicaba en Público, el digital que queda de lo que fue el diario de Roures, una almibarada columna defendiendo al empresario. Solo unos pocos días después, Pablo Iglesias pedía colaboración económica a sus seguidores (con enorme éxito) para poner en marcha una televisión junto a Roures. Esta semana publican en The Objective cómo Roures, el mismo Roures, podía haber sido beneficiado por el ayuntamiento de Barcelona para la construcción y promoción de vivienda pública (algunas, en el modelo público-privado, lo que hay que leer) con sobrecostes y retrasos acumulados.

2022, la invasión rusa sobre Ucrania

Esta semana, sin actividad parlamentaria en Congreso y Senado, los digitales están publicando lo más destacado del año. Si 2020 fue el de la pandemia y 2021, el de la postpandemia, este 2022, es el de la invasión rusa sobre Ucrania, como sugieren en EPE. Es el año en el que vimos, en directo, cómo un estado invadía a otro por el morro, cómo familias europeas en forma y fondo eran sacadas de sus casas a cañonazos, cómo personas normales tomaban la decisión de dejarlo todo atrás o quedarse y resistir e incluso empuñar, por primera vez, un arma. El año de otras masacres sobre las aceras. Y el año de las excusas injustificables y vergonzantes.