Esteban responde a Iglesias

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Y lo hizo de un modo que éste era capaz de entender: por medio de las redes sociales. El diputado del PNV lanzó un tuit con un enlace a su página de Facebook, en la que explicaba, como conocedor del tema, qué significa la Cruz de San Andrés en el nacionalismo vasco, y cómo la alusión de Pablo Iglesias a la Cruz de Borgoña, monárquica, era errónea. Básicamente, la primera la adopta el nacionalismo por la batalla en el día del santo, siempre de color verde (la carlista y monárquica es roja).

Pero a Pablo nada le fastidia un tuit

Antes de la explicación de Esteban, Iglesias se había anticipado y se había dado la razón por si acaso, cogiendo fotos en color sepia de la Fundación Sabino Arana y diciendo lo que ya había dicho. Después de la aclaración del diputado del PNV… Iglesias no dijo nada. ¡Cómo iba a reconocer su error! ¡Pero si él nunca se equivoca! Quien se atreve a explicarnos el presente como si fuéramos tontos, ¿por qué no iba a explicarnos también el pasado a los vascos?

La bandera de Chimo Bayo

No me cae mal Chimo Bayo, un tipo que supo brillar en una época y un territorio de oscuridad. El paso del tiempo, además, le ha presentado como un tipo capaz de reconocer sus excesos, con ganas de poner en valor sus éxitos (y hace bien), y sobre todo capaz de evolucionar. Pero de ahí a colocarle como un referente cultural, y que “la ruta del bakalao” quiera presentarse como cultura, me parece un exceso. Curiosamente, durante una entrevista para la promoción de su libro, pide una nueva bandera para España: una metáfora de estos días.

¿Y ahora, qué?

En el PSOE tienen que empezar a ver la luz después de unas semanas tan trágicas. Es importante que lo haga, por fin, pero también es importante saber quién será el que levante la persiana que acabe con la oscuridad. Me sorprendo con algunos nombres: Borrell, Patxi López… Parece que la propuesta de Luis Arroyo en InfoLIbre de un nombre alternativo a los de Pedro Sánchez o Susana Díaz es la más plausible hoy, pero para al Congreso definitivo apostaría por ellos.

La primera, de cerveza

Lo confieso: he estado tentado a intentar hacer algún chiste con el hecho de que el primer envío que ha hecho un camión robotizado, es decir, sin conductor, sea de cerveza. Pero lo cierto es que me ha dado pena: es una lástima que otras marcas y, sobre todo, algunas ONG no hayan estado más atentas para ubicar su mensaje en ese medio porque esos 160 kilómetros sin conductor y esas 51.000 latas de cerveza son el primero paso de una larga carrera.

«La desnortada progresía»

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En Twitter, hacer referencia a “la desnortada progresía” suele ser la forma de que los progresistas, precisamente, se ríen de sí mismos. Sin embargo, a veces la referencia no es irónica: el socialismo está dando palos de ciego y agrandando figuras pasadas como la de Josep Borrell (elegido por la militancia, apartado por el aparato y recolocado en el consejo de administración de Abengoa), quien además clama que los hijos de los de su generación están hoy en Podemos, por lo que tampoco les conviene atacar directamente a los de Pablo Iglesias.

El imbécil de turno

Una parte de esa “desnortada progresía”, además, habla sin parar de una necesaria regeneración democrática mientras lo que práctica es el acoso y el insulto a quien piensa diferente. Comparto en esta columna la denuncia de Andrea Levy, que tuvo que aguantar ayer al imbécil de turno que le tuiteaba: “No eres más que una cara bonita. De no ser así, ni Dios (que no existe) te seguía”. El machismo y el gilipollismo (sobre todo esto último) que rebosa la frase retrata al Santiago González (si es su verdadero nombre) que la escribe.

Los disparos que salvan vidas

Sí, los hay: hay disparos que son positivos, que ayudan a concienciar, que incluso salvan vidas. Disparos como los de Jeroen Oerlemans hasta el pasado domingo. El fotógrafo ha sido asesinado en Libia por un francotirador, desgraciadamente, a solo un par de días de regreso a Holanda, a casa, con su mujer y sus tres hijos. Nos quedaremos sin sus magníficas fotos, como la que muestra Miguel Ángel Rodríguez en Twitter, con un chico rescatando libros después de un bombardeo. Qué asco de guerras.

Iván Cuellar, contra un tipo de periodismo

El rapapolvo de Iván “Pichu” Cuellar a un periodista tendría que ser de obligada visión para todos los compañeros de la prensa. El portero del Sporting se equivoca insultándole, y reconoce que no lee la prensa y que tampoco le gusta el periodismo que se hace hoy (entonces, ¿cómo lo conoce?), pero su denuncia es acertada: hay un tipo de periodismo que no puede llamarse así. El que ofrece imágenes sin descripción: la mirada de Cuéllar a la afición del Depor no era de desafío, como había trasladado el periodista abroncado, sino de preocupación porque a un aficionado le había dado un ataque epiléptico (que socorrió el médico del Sporting, por cierto).

La paella con chorizo

Me parece estupendo que en Twitter hagan chistes con la receta de paella de Jamie Oliver, a la que añade chorizo (los ingleses identifican la cocina española con el chorizo, que les alucina, irremediablemente), lo que no entiendo es que algunos se tomen la afrenta en serio. Y más cuando en todos los países y en todas las cocinas (de casas y restaurantes) cometemos crímenes gastronómicos. Vale: vamos a llamarlo “licencias” o “modas”, como la nata en la carbonara o la “ensalada” en el gintónic.