¿Queremos esto?

Confieso que soy un ciudadano con tendencia a confiar en el sistema y quienes lo sustentan. Si no, no podría dedicarme a observar a los políticos. Pero los anuncios sobreproteccionistas y ultragarantistas me dan un poco de miedo. ¿Qué oculta tanta seguridad forzada a cambio de que un organismo público (no necesariamente el poder judicial) limite libertades? ¿No gana con ambos elementos el sistema y sus peores representantes? Esto es lo que sucede en la dictadura China, de partido único: 17,5 millones de ciudadanos tienen prohibido viajar en avión por haber perdido su “crédito social” (The Independent).

Esto otro, seguro que no

El avance de la extrema derecha en el mundo puede explicarse con un argumento similar al del éxito del Bréxit: la ciudadanía no sabe que lo que elige conlleva una involución, una pérdida de parte de su modo de vida porque no se lo han explicado (o le han mentido, directamente) y porque cree sus derechos están garantizados. Y lo están, pero justo por esos a quienes algunos quieren cambiar. El usuario Jota lo resume en Twitter: “El que piense que los derechos conquistados no tienen vuelta atrás que mire lo que está pasando con el aborto en Italia. Todo lo que no se defiende se puede perder”.

Otro “héroe”

Un experto en contar las cosas de la manera que más le interesa es Elon Musk. Un gurú para muchos, un vendedor de coches muy caros para la mayoría, ha sido acusado por la Comisión de la Bolsa y el Mercado de Valores estadounidense de incumplir el contrato de confidencialidad por el cual no puede airear información que generé ciertas reacciones que siempre acaban, casualmente, generando un beneficio económico para él y/o su marca. De hecho, la Comisión piden es que le detengan ante la reiteración de este hecho. Otro ídolo, este, más que ningún otro, esculpido en oro.

Pero, ¿por qué lo hacen?

Cuando leí, en su cuenta de Twitter, la explicación de Kepa Arrizabalaga tras su feo gesto Maurizio Sarri y Willy Caballero, me sorprendí de lo mal desarrollada que estaba su identidad digital. Unos días después, Marquinhos comentaba un tuit de Arturo Vidal en el que el futbolista mencionaba a tres compañeros… Y colocaba mal las tres referencias. ¿Cómo pueden los futbolistas, con el dinero que ganan y sabedores de que unas buenas redes sociales les pueden reportar más beneficios económicos, hacerlo tan mal? ¿Por qué no se lo toman más en serio cuando son también modelos de actuación en esto?

¿Y los árbitros?

Hoy es lunes, día de fútbol. Por lo menos hasta la temporada que viene, por lo que parece después del anuncio de Luis Rubiales, vía Twitter, de que los partidos se limitarán a sábado y domingo (y puede que viernes, ya empezamos). Día, por lo tanto, de polémicas arbitrales que con el VAR son todavía más agrias: “En Europa y en el Mundial hemos visto que el VAR es un invento que funciona: lo que no funcionan son los árbitros españoles, cobardes y corporativistas, que jamás corrigen al de campo para que no les corrijan a ellos mañana. Es mejor jugar sin ellos como en el colegio”, sentencia Iñako Díaz-Guerra.

Aznar para aglutinar a la derecha

El titular en Vozpópuli lo dice todo: “Barones del PP quieren a Aznar en sus campañas para frenar a Vox”. Dicho de otro modo: dentro del PP unos cuantos con capacidad para hacerlo están presionando a Pablo Casado para que cuente con Aznar, a quien consideran capaz de taponar la fuga de votos hacia la extrema derecha. Pero, claro, eso supondría que quien es capaz de votar a los de Santiago Abascal también es capaz de votar a Pablo Casado siempre que Aznar esté a su lado, y eso no dice nada bueno… de ninguno de los mencionados. Y el PSOE, encantado de ser esta vez “el centro”.

¿Habrá partido en Miami?

Luis Rubiales, el presidente de la Federación española de Fútbol que se cargó a Lopetegui dos días antes de que arrancase el Mundial, ha anunciado ahora que no da luz verde a que Barcelona y Girona jueguen el partido promocional de la Liga en Miami que la LFP ya había vendido. ¿Puede Rubiales vetarlo? Parece que sí, y que Tebas es rehén ahora de un presidente que hace de cada decisión mediática un pulso contra el que quiera echárselo. Entre Rubiales y Tebas permítanme que no me quede con ninguno y lamente en qué manos está el fútbol vasco.

Los medios vuelven a sus orígenes

El tuit del Ángel Jiménez sobre el futuro de (algunos) medios me ha resultado bastante interesante: “Benioff, el fundador de Salesforce, compra Time. Bezos, el Post. A este paso el futuro de los medios va a ser volver al mecenazgo de grandes fortunas, que es como nacieron. Es poético pero también algo preocupante”. Yo hago una primera lectura distinta: las empresas informativas somos atractivas para quienes manejan la tela hoy, y eso siempre es importante. Después, veremos a qué intereses responde cada una en función de la propiedad, pero esa es justa nuestra idiosincrasia.

Facebook, en el punto de mira de Europa

Vera Jourová, la comisaria europea de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género, se ha mostrado muy contundente contra Facebook: “Queremos que Facebook sea absolutamente claro con sus usuarios sobre cómo opera y hace dinero. Facebook tiene casi 380 millones de usuarios en Europa (…) No mucha gente tiene claro cómo Facebook utiliza los datos personales (…) No mucha gente sabe que Facebook ha hecho accesible esa información a terceras partes o que, por ejemplo, tiene todos los derechos de autor sobre cualquier foto o contenido que subes, incluso después de borrar la cuenta”.

Yo, también

Me sumo a la queja del autor del blog, La Mejor Chuleta de Bilbao, que se muestra “un poco harto de vídeos que denigran a personas sin techo dejando una cartera llena de pasta en sus narices, pidiéndoles comida o haciendo chorradas varias. Todo para que algún cretino influencer muestre al mundo que puedes ser pobre y buena gente a la vez”. La indefensión de todos, absolutamente todos, ante la posibilidad de que cualquier niñato te esté grabando mientras te pone a prueba o te gasta una broma (podemos recordar al “cara anchoa”) es tan real como innecesaria.