Guía para indecisos

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Las encuestas están tan ajustadas en Escocia que, de aquí al jueves, la palanca que mueva a los indecisos a un lado o a otro puede resultar definitiva. Bien lo saben los partidarios del “yes”, que han publicado una magnífica guía on-line para esas personas que deciden su futuro y no saben qué votarán (y esto no es baladí). La guía responde con enlaces a información que va explicando qué sucederá con las pensiones, los impuestos, los servicios públicos, la Defensa o incluso en lo que afecta directamente a la ciudadanía la posible independencia. Un recurso para guardarlo.

Lo que publicó el PP de El Masnou

El tema saltó durante el pasado fin de semana pero está claro que va a estar presente en esta semana tan trascendente. Me refiero a la cuenta en Twitter del PP de El Masnou en la que habían publicado: “#LaHoraAzulPP108 Si Arturo Mas, saca las urnas el 9-N, ¿Qué método te parece mas efectivo, para que entre en razón?” (sic). Las opciones son: una granada, guantes de boxeo, dos Kalashnikov, un cuchillo ensangrentado, un bate con pinchos, una motosierra, un revólver, y una botella de cristal partida. Pero a mí lo de “la hora azul” ya me parece especialmente espeluznante.

La rectificación del PP de El Masnou

No fuimos pocos los que pensamos que tenía que ser un “fake” o cuenta falsa. Pero no: en la web de este municipio catalán la tenían enlazada como forma de contacto con el PP de la localidad. Así que, acorralados como estaban ante su violencia, los de Rajoy en El Masnou echaron las culpas a una herramienta que se usa para gestionar cuentas en Twitter. Pero la empresa que la ha desarrollado, Hootsuite, no estaba dispuesta a cargar con una culpa que, a todas luces, no le correspondía, y así lo expresaron públicamente, incrementando el ridículo para los “populares”.

Pero había más

No obstante, la violencia explícita y ese “hora azul”, no eran una casualidad o un error puntual. En el momento en el que se conoció la existencia de esta cuenta y su execrable contenido fueron muchos los usuarios de Twitter que lo recopilaron y difundieron. Mensajes de todo tipo con un denominador común: el odio y la falta de buen gusto. Incluso algunos antisemitas mezclados con críticas a Podemos. Mierda de la mala, ponzoña, barro, lo peor bajo el paraguas del PP en El Masnou. Y como bien sabemos, no solo allí.

Una sociedad “así”

Jordi Sevilla lanzó este tweet el domingo por la mañana, antes de conocerse el fallecimiento de Isidoro Álvarez, pero el deceso del gran jefe en El Corte Inglés lo volvió a poner de actualidad. El que fuera ministro con Zapatero decía: “No discuto el derecho d Botín a suceder a Botín. Pero q nadie discuta tampoco el derecho a analizar las implicaciones d una sociedad así” (sic). Y es extensible, perfectamente, a Dimas Gimeno, sobrino de Isidoro Álvarez, candidato de La Falange hasta en tres elecciones diferentes, y heredero del imperio comercial.

Pedro Sánchez, como Rajoy

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Si les soy sincero, la denuncia de Pedro Sánchez de que a él también le han aparecido seguidores falsos en Twitter (‘Te Interesa’) me suena a las historias de esos barcos que aprovechan para limpiar bodegas y depósitos cuando hay una marea negra. También podría Transmitirles su versión: que hay hackers que, en vez de intentar atacar tu cuenta, te suman unos cuantos miles de seguidores, pero no me la creo. Me parece más verosímil que Rajoy compre y le hayan pillado, y que Sánchez también haya comprado y se haya sumado a la excusa de Rajoy antes de que le señalen.

Que llamen a la policía

Cuando dos personajes tan importantes como el presidente del gobierno español y el secretario general del PSOE ven “atacadas” sus cuentas con un incremento de seguidores (lo escribo y me da la risa), podrían acudir a la policía, incluso, por medio de esta red social… y siempre que el community manager de la Policía Nacional no esté pensando cuál será su próximo chiste. Este fin de semana, el equipo que lidera Carlos Fernández ha celebrado su millón de followers con onomatopeyas de derrapes (o algo parecido). Esto sí que no me hace ninguna gracia.

O acudan la justicia… si se fían

Miguel Ángel Rodríguez está alcanzando un grado de impresentable no conocido hasta ahora. Uno de sus últimos tweets, con el que intenta defender la actuación de Esperanza Aguirre es de una desvergüenza extrema: “Jueces!: una turba violenta insulta a la vicepte del Gobierno y no pasa nada; una bronca con un agente de movilidad es delito… En fin” (sic). Ya sé que lo que busca el portavoz del gobierno Aznar es notoriedad, y que con este comentario se la estoy dando, pero entiendo (o espero) que una actuación tan zafia le retrata.

Telecincazo franquista

Jordi González se ha cuidado de no actualizar su cuenta en Twitter estos días salvo para recordar que Kylie Minogue también aparecía en el programa que presenta en ‘Telecinco’. Espacio que comenzó con una vergonzosa loa a la nieta de Franco. Carmen Martínez-Bordiú bailó, se hizo la sorprendida, le hicieron la pelota y fue aplaudida como en los buenos tiempos de la dictadura. ‘Telecinco’, así, sublimó la telebasura y la puso al servicio de la más indignante y vergonzosa casta. Porque esto sí que es casta.

Nacionalismo del malo

Tomás Roncero es de esos que se quejan airadamente de que se mezcle política con deporte cuando las selecciones de Euskadi reclaman la oficialidad, pero luego no se sonroja (y si lo hace es porque se enciende) cuando él mismo utiliza cualquier resultado deportivo para mostrar su españolidad. Porque ya nos han dicho que cuando hay un estado conformado no es nacionalismo, es patriotismo. Al final, Roncero no se acaró en Twitter si animaba a Portugal o a Gibraltar (que fue a la que goleó Polonia), pero sí sabía que los del peñón tienen que ser españoles.

«Normalidad»

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Es perfectamente legítimo que Iker Casanova, que en 2009 fue condenado a siete años y seis meses de cárcel por pertenencia a organización terrorista, sustituya a Laura Mintegi en el Parlamento. Como bien dicen en la web de Bildu, está en posesión de todos sus derechos, pero se equivocan en que “ha de ser entendido con toda normalidad”, porque cuando una agrupación política coloca en la cámara a un condenado a siete años de cárcel, por el delito que sea, lo hace conociendo y utilizando esa excepcionalidad. Y ahí radica la verdadera normalidad, en decidir ejercer los derechos, pero también en dejar que otros los ejerzan.

Comprar “followers”

Si no eres firme, la presión de Twitter te puede llevar a sobrevalorar fácilmente el número de seguidores. Realmente, lo más importante no es “cuántos” te sigan, sino la imagen de tu marca en esta red social. Por supuesto, un buen número de seguidores luce más, pero estos tienen que ser reales para que no te pase lo que a Rajoy, que le han “surgido” unos cuantos miles de falsos seguidores que parecen comprados. No obstante, el equipo de comunicación se ha apresurado a negarlo, con poca credibilidad, y habla de “extraña campaña”. Ya.

Un poco de contexto

Moe de Triana cifra en más de 300.000 los falsos seguidores de Mariano Rajoy, que en junio se felicitaba por haber superado los 500.000 (ayer eran casi 600.000). Pero, ¿por qué los políticos hacen estas cosas? En Podemos aseguran que Rajoy no quería que Pablo Iglesias le superara en número de seguidores en Twitter. Pero no es el primero que cae en este error: en pleno apogeo de Patxi López como “el lehendakari twittero”, José Antonio del Moral calculó 50.000 falsos seguidores de un López que, por entonces, tenía un total de 60.000 en esta red social.

Marca PP

La polémica del número de seguidores que tiene Mariano Rajoy en Twitter carece de importancia aunque sí ayuda a identificar qué le parece relevante al personaje (las mayorías) y qué no (las personas). Pero el guionista Xose Morais presentaba ayer otras dos claves que quiere colarnos el PP: “Por lo visto, la regeneración democrática consiste en hacer un pucherazo electoral y en registrar a tu nombre el logo de otro partido”. La última referencia, la de un concejal del PP en Valencia que ha registrado la marca “Guanyem” también fue muy comentada en Twitter.

Vascos terroristas

Eso seguiremos siendo para algunos durante muchos años. Y con esta culpa tienen que cargar a medias ETA y su entorno, y quienes son incapaces de distinguir entre una cabalaza y una castaña. Y no hace falta que hablemos de víctimas del terrorismo o de política en Euskadi, solo es necesario un partido de la selección española de fútbol para encontrar en Twitter que San Jose “igual pone una bomba el muy hijo de puta” y por eso tiene que ir “a tomar por culo, etarra”. Ambos tweets los escribe el mismo que se pregunta: “Consideran seleccion española a un equipo lleno de nacionalizados, independentistas vascos y catalanes ? Asco” (sic).

La coherencia del PP

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Creo que en ‘Vozpópuli’ se hacen las preguntas y la respuesta adecuadas: “¿Cortina de humo? ¿El enésimo farol? La propuesta esbozada ahora por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, consistente en pasar de 17.621 a 22 aforados en España choca con el sentido del voto de los populares en el último año de legislatura”. La mayoría absoluta del PP tumbó hasta en 9 ocasiones las propuestas para la reducción de estos aforados, y ahora los de Rajoy y Quiroga quieren hacernos tragar, una vez más, con otra ocurrencia sin base y para la prensa.

La coherencia del PSOE

Una vez más al PSOE se le ocurren un montón de buenas ideas para mejorar España… desde la oposición. Qué pena que los socialistas no aprovechen su tiempo en el gobierno para abordar lo que propone Pedro Sánchez en Twitter: limitar los mandatos, paridad, primarias obligatorias, revisar la financiación de los partidos españoles, reducir los aforados (mira, como el PP ahora), evitar la pobreza energética y los cortes de suministro sin autorización administrativa, bajar la factura eléctrica… Iniciativas que, vaya usted a saber por qué, no se les ocurrieron ni con González ni con Zapatero en Moncloa.

¿Qué aporta la policía?

No me gusta ni me parece recomendable la estrategia de la policía nacional en Twitter. Ese rollo de “colegas” o desenfadado que ha diseñado Carlos Fernández no aporta nada a su imagen, que no tiene que ser ni de colega ni desenfadada, ni a su labor. Por ejemplo, uno de sus últimos tweets: “¡GRACIAS, CRACKS! Localizado en un hotel a 3 km de Vélez Málaga e ingresado ya en un hospital el niño Ashya King. Detenidos sus padres”, que obtiene respuestas como: “Putos testigos de Jehova…” o “Carlos eres el puto amo te las foyas toas” (sic).

Denuncia en Plentzia

Lo he visto varias veces para comprobar que no había un error, y también he visto cómo ha llegado a la portada de los agregadores digitales, por lo que no soy el único que aprecia, como parece denunciar Xabier Arana, que colgó en la página en Facebook ‘Plentzia… La perla del Cantábrico’, las imágenes de una brigada de limpieza tirando a la ría los restos de basura del paseo. “Así se limpia Plentzia esta mañana a las 8:30” es el sucinto pie de vídeo que ha generado más de 50 comentarios de indignación en esta red social.

Erkoreka, de boda vasca

Reconozco que me encantan los tweets y las fotos de políticos haciendo cosas no-políticas. Sobre todo, cuando son espontáneos y no responden a una estrategia para hacernos tragar con ruedas de molino como aquel lehendakari tan melómano que teníamos, y que no sabía tocar ningún instrumento. En el caso de los tweets que suman podemos poner el de Josu Erkoreka, que asistió a una boda tradicional vasca en Bermeo vestido con el traje que demandaba la ocasión. Estupendo.

Lo dice porque nos evita

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Escribo esta columna sin saber qué equipos estarán nerviosos por verse en el mismo grupo que el Athletic, pero seguro, porque la normativa prohíbe que clubes de la misma liga coincidan, que el FC Barcelona nos ha evitado. Precisamente por eso creo que Luis Enrique se atrevió a escribir este tweet: “Qué espectáculo San Mamés y el Athletic. Enhorabuena!”, porque sabe que nos evita. Y sí, por supuesto, estoy siendo sarcástico. Pero creo que podemos permitírnoslo con este Athletic de Champions.

Actualización a día de la fecha: [Enlace roto.].

Poder, pueden

¿En Podemos pueden ponerse moñas y exagerar el culto al líder? Por supuesto que pueden hacerlo si quieren, pero el efecto es exactamente el mismo que cuando lo han hecho los otros partidos españoles: la idolatría del PP por Aznar o el modo en el que el PSOE nos vendía la sabiduría a Rubalcaba, a costa incluso de menospreciar a Zapatero, son comparables a cómo Podemos intenta colocarnos a Pablo Iglesias vía Twitter. Y ya sabemos cómo salieron los demás.

De formas y mensajes

Por supuesto que en este caso lo más importante es el mensaje, pero las formas también importan. Les cuento: Rajoy anunció en Twitter que iba a hacer una donación a la Fundación Española para el Fomento de la Investigación de la ELA, y @teleoperador, un auténtico tuitstar con casi 17.000 seguidores, tiene toda la razón cuando le responde: “A una ‘gran causa’ no se le dona, ¡se le financian investigaciones públicas!”. Lo que sobraba es el “pedazo de mierda” que dedica al presidente español.

Miguel Ángel Rodríguez empieza a entender

Seguimos con el uso que hace el PP de Twitter, por ejemplo, con Miguel Ángel Rodríguez, que ayer empezó a entender de qué el nacionalismo catalán y vasco, sin darse cuenta: “Estoy harto ya de las gracietas y bobadas de los independentistas catalanistas: que se hagan un Twitter catalán y nos dejen en paz”. Y siguió con su batalla dialéctica contra el mundo por ser el más burro siguió mezclando independentismo con delito como si no hubieran sido imputados todos los tesoreros del PP.

La inmediatez está sobrevalorada

Si siguen esta columna habitualmente, lo primero, gracias. Lo segundo, seguramente habrán leído ya con anterioridad la afirmación del titular: la inmediatez está sobrevalorada, sobre todo, en Internet. Y no es que yo me repita, sino que lo hacen los ejemplos en los que ser el primero en adelantar la noticia te lleva a adelantarte, incluso, a la propia noticia. El fallecimiento de Peret y el posterior desmentido de la familia, que realmente estaba asistiendo a los últimos momentos del cantante, tendría que hacernos reflexionar sobre el valor desmedido que le damos a difundir información no debidamente contrastada.