Y de repente, un condón

La aparición de un preservativo en la sala de comisiones del Parlamento Vasco ha provocado un par de reacciones, en mi opinión, muy elocuentes. Nerea Kortajarena aprovechó para lanzar dos tuits, en castellano y euskera, sobre la importancia de la educación sexual. Y Markel Aranburu arranca su vídeo en Instagram mencionando la anécdota para centrarse rápidamente en lo que ha dedicado la jornada: empleo juvenil, convenios colectivos y planes para las personas desempleadas. La impresión que proyectan las publicaciones es que en Bildu graban un vídeo con lo que pillen y que en el PNV siguen empeñados en contar lo que hacen.

Otro

Un nuevo juguete roto, otra estrella de la tele que se revela contra el medio, un nombre que ya se ha hecho popular, que ya ha entrado en nuestras casas e incluso en algunos corazones, que ahora se convierte en enemigo: “Atresmedia denunciará al líder de ‘Desokupa’ por amenazas y las redes recuerdan cómo las teles ‘han creado este monstruo y lo han alimentado’” (Público). Nuevos lamentos que suenan a música que ya hemos escuchado: Pablo Iglesias, Eduardo Inda, Pocholo Martínez Bordiú… Son nombres que vimos rotulados cientos de veces antes de que se esfumaran o se convirtieran en el pimpampún. Así es la tele. Así son ellos.

Y en su versión digital

Evidentemente, el párrafo anterior iba con sarcasmo, o con ironía, que no lo distingo bien: por supuesto, me parece bien que en la televisión dejemos de ver a personas que airean su opinión, entre la derecha y la pared, como si fuera una verdad absoluta. De la misma manera, creo que Meta va tarde pero acierta cuando “veta varios medios de comunicación estatales rusos en sus plataformas al considerar que llevan a cabo actividades de ‘interferencia extranjera’” (Euronews). Los afectados son “‘Russia Today’, ‘Rossiya Segodnya’ y otras entidades relacionadas”, que ya han sido restringidos por más plataformas.

“El club financiero patrocinado por Alvise”

“Madeira Invest Club, que ofrecía rentabilidades del 53%, cesa sus operaciones por una supuesta investigación”. Las explicaciones a las personas inversoras las da un tipo con una mascarilla, como vemos en El Diario. Este párrafo es para subrayarlo: “El pasado 25 de mayo el entonces candidato de Se Acabó la Fiesta pidió a sus seguidores a través de la red social Telegram dinero para sufragar su campaña a través de criptomonedas en diferentes redes blockchain y recaudó el equivalente a 6.180 euros. El 25 de julio, parte de esa inversión fue traspasada a otro monedero y acabaría nutriendo los fondos del Madeira Club Invest”.

¿Y por qué no 2.000 millones?

No me dan ninguna pena las personas propietarias de pisos turísticos que van a verse afectadas por las restricciones que van a ir poniendo las autoridades a la especulación. Es más, creo que permitir que se queden con todo lo ingresado después del perjuicio social (que conocían) que su avaricia ha generado es bastante generoso. Así que cuando leo que los “dueños de pisos turísticos de Barcelona exigen 1.000 millones a la Generalitat por el decreto que permitirá extinguirlos” (El Periódico) no puedo evitar la sorna. ¿Y por qué no 2.000 millones? ¿De verdad creen que nos dan pena? De la hipocresía de las y los usuarios ya hablaremos otro día.

Ellas y ellos contra nosotras y nosotros

Esta es la cruel realidad: las siguientes elecciones, las europeas, van de ellas y ellos, es decir, las y los fascistas, contra nosotras y nosotros, esto es, quienes nos enfrentamos al fascismo: “Cuatro hombres golpearon y patearon a Matthias Ecke, de 41 años, y al parecer el mismo grupo había atacado minutos antes a un trabajador del Partido Verde en la misma calle” (Euronews). Sucedió en Dresde, Alemania, y Ecke es un europarlamentario y candidato del SDP, el partido socialdemócrata de aquel país. En Europa nos estamos jugando hacer frente a la extrema derecha, la de siempre, y el populismo de signo contrario, más que nunca.

En su cabeza sonaba espectacular

Bildu dijo que venía a elevar el nivel del debate y, de momento, lo que han anunciado es que lo divide: “Kortajarena será la portavoz en el día a día y Otxandiano queda para los grandes debates”, tuitean en Naiz. Estoy seguro de que en la cabeza de las y los de Bildu este reparto de roles (siempre para que a Otxandiano se le vea lo justo) sonaba espectacular. La realidad es otra. Pero además del comunicativo hay otro debate que señalaba Naiara Pinedo en X: “¿Y esto a las mujeres feministas de EH Bildu les parece normal?”. Una cosa es anunciar que elevarás el nivel, que eres feminista o que tu candidato es bueno con el discurso, y otra, demostrarlo.

¿Elevar el nivel es esto?

En Catalunya votarán el próximo domingo, después de la última estratagema de Pedro Sánchez para reubicarse a sí mismo y a su partido como líderes de la lucha contra el barro. Significativamente, Carles Puigdemont, que según las encuestas lidera nuevamente el independentismo, ha sido el objetivo del líder de UGT en Catalunya que cierra la candidatura del PSC. Matías Carnero quiso hacer una gracia, al parecer, con esta frase: “Llorado se fue Puigdemont en el maletero. Y no se si cagado y meado”. Por supuesto, el president y candidato ha denunciado en X este acto de “deshumanización”.

O alguien miente… O habrá repetición electoral

Las últimas encuestas electorales antes de las elecciones catalanas reafirman las tendencias: Illa ganará con solvencia, Puigdemont lidera el bloque nacionalista y ERC se diluye pese a ser ahora mismo el partido del gobierno, para sorpresa de las y los extraños, porque allí, las y los propios, lo ven hasta lógico. Pero la gobernabilidad no está asegurada y pese a ello todos los actores niegan los pactos futuros. Algún partido está mintiendo, es evidente. O eso, o Catalunya se verá obligada a repetir las votaciones porque su sistema de elección al President en el Parlament es más parecido al español que al vasco.

Catalunya, Europa… Y España

El resultado de esa votación en el Parlament y la posible repetición electoral en Catalunya pueden acabar con la legislatura también en España. ¿Qué conejo se sacará de la chistera para ese proceso Pedro Sánchez, después de la carta, el período de reflexión y la frustración que generó con la falsa ilusión de su marcha? Sea del color que sea el lepórido, tendrá la cara de Sánchez, y eso para el PSOE es un problema declarado: “El numerito de Sánchez plantea una pregunta que se ha abierto paso en medio del vacío de liderazgo visto en el PSOE sin la alargada sombra del inquilino de la Moncloa”, escribe César Calderón en The Objective.