Ya nada nos sorprende. Ni lo grave, que son evidentemente los casos de corrupción que no dejan de salir vinculados al PP. Ni lo accesorio, que es el uso de la democracia para vender libros, programas de televisión al régimen iraní o charlas y clases magistrales. Ahora, los de Podemos, inventores de esta nueva democracia para Twitter, para los debates televisivos y radiofónicos, dicen que consultarán la viabilidad de la moción de censura a sus bases. No, esto no es participación o transparencia, es tomarnos por tontos.
Que otros les den la legitimidad
No solo “las bases” o “la gente”, Podemos quiere que su moción de censura que, salvo de IU (vendida a buen precio por Garzón) no ha obtenido más apoyos, sea legitimida por otros. Y quien no apoye este sainete para achicar el espacio al PSOE (tampoco lo ha hecho Jueces para la Democracia) será cómplice de la corrupción del PP. Pues no, miren. Se puede estar muy indignado por lo impunes que se han sentido para robar mucho en el PP, y mosqueado por el uso oportunista y populista de la política.
El modélico “procés”
Del mismo modo, se puede estar absolutamente a favor del derecho de los pueblos a elegir su futuro, y tener fundadas reservas sobre el “procés” catalán. La foto de Nicolás Maduro con una senyera y sus declaraciones, en las que se muestra dispuesto a que Venezuela reconozca una Catalunya independiente, no hace ningún favor a los catalanes independentistas… Y sí a los que les aterra que España se rompa. Hacer un país es elegir compañeros de camino, y ahí está lo apasionante y el gran peligro.
Pero todo es posible
La noticia del Financial Times sobre la posibilidad de una Irlanda unificada a causa del Brexit abre un nuevo frente de posibilidades: la conformación de dos nuevos estados (porque será una nueva Irlanda y un nuevo Reino Unido) y la ubicación de uno dentro de la UE y otro, fuera, es una ocasión valiosísima para los que deseamos ser un nuevo miembro del club europeo. Pero las oportunidades no se pueden desaprovechar con socios no deseados y fotos desastrosas.
Sí, se merece un reconocimiento
Es 1 de mayo pero yo, como todos mis compañeros de la redacción y los de la rotativa, trabajamos. Aún así, me voy a permitir una pequeña licencia y hablarles en este festivo de uno de mis recuerdos de niñez: el balón de Adidas, el “Etrusco”. Fuimos muchos los que dimos patadas y cabezazos a esa pelota que tuvo su propia personalidad, que genera un recuerdo como ningún otro. Por eso, homenajes como el que le han hecho en Panenka son necesarios. Son objetos menores, sí, pero nos hicieron felices.