Solo quien no deje la política podrá ser político

Las puertas giratorias en política están mal, indiscutiblemente. Pero necesitamos saber qué es una puerta giratoria antes de endurecer aún más el regreso al tejido profesional de las y los políticos, como proponen ERC y Bildu. Lo que no podemos aceptar es que todo sea “puerta giratoria” menos lo que hacen los representantes de la izquierda abertzale: colocarse en lo público (Permach, Ainhoa Ozaeta), seguir de por vida en política (Otegi, Matute, Barrena, Rodríguez, Inarritu, Ruiz de Pinedo) o convertir la política en una puerta giratoria (Pla, Elena Beloki, Oihana San Vicente, Iñaki Goioaga e incluso Mikel Antza).

Las sobras las recogerá Bildu

Sin esforzarse, Bildu se ha convertido en el faro de la izquierda española y en su refugio. La guerra intestina que Podemos y Sumar siguen librando, buscando solo que el otro obtenga un resultado peor, tiene un claro vencedor en Euskadi: Bildu. Y por lo que vimos con la victoria de Pernando Barrena, en España hay un montón de gente deseando votar al populismo vasco de base fascista. En España será el PSOE el que absorba los votos de los hastiados por tanta carrera entre galgos y podencos a ninguna parte. Pero en Euskadi, Catalunya o Galiza, serán las sucursales de Bildu las que lo hagan. Es tan evidente que me sobran caracteres.

¿Quién va a arreglar el problema?

Vivienda. Es el gran tema. Casi, el único hoy. En España y en Euskadi. Pero, ¿quién está haciendo algo por solucionar el gran problema? En Euskadi, los ayuntamientos de Bildu no aplican la ley del suelo (los constructores privados son el anatema y la VPO municipal sale muy cara al ayuntamiento) y se conforman con la ley de vivienda que solo limita el incremento de los alquileres. Y en España, “la abultada deuda pública no deja margen a Moncloa para solucionar la crisis de vivienda” (Vozpópuli). Pero no solo es la vivienda: “La deuda pública supera el 100% del PIB y es el principal punto de vulnerabilidad de la economía española”.

Otro

Este es otro problema que en Newtral (poco sospechoso de ser un medio “ultra”), por ejemplo, tienen perfectamente identificado: “El islamismo radical cautiva a jóvenes en TikTok con dinero fácil y autoayuda”. Estos canales con miles de seguidores y dirigidos a una juventud migrante muy concreta, “aprovechan una combinación de crisis de identidad y de perspectivas”, y en ellos podemos ver “mentorías sobre crecimiento personal, Islam y consejos para ganar dinero con negocios halal”. Con esa excusa, “no les están enseñando una religión, que sería el Islam, sino una interpretación ultraortodoxa como es la ideología salafista”. Es la “estrategia” “que siguen otros colectivos radicales como la extrema derecha”.

Trump me representa

No pensaba que fuera a escribir estas palabras pero Donald Trump me representa, en este caso, como señor mayor al que le cuesta mantener los ojos abiertos cuando lo que tiene delante le aburre. En su caso, le resulta aburrida una presentación de 20 minutos sobre la reducción del precio de los medicamentos. Ese era el evento en el que se quedó “traspuesto” el presidente de EE.UU., según The Washington Post. Y vamos más allá: quien no dudó en señalar las debilidades de Joe Biden (y hoy todavía sigue diciendo que el demócrata se quedaba dormido en las reuniones) hoy se ve cayendo con la espada… en brazos de Morfeo.

Terrorismo es…

Vivimos tiempos extraordinarios, con una invasión y un genocidio televisados, con Trump hablando como si fuera gilipollas (o como si fuéramos quienes lo oímos) y con Arkaitz Rodríguez diciendo qué es terrorismo. Según él, “terrorismo es Manuel Fraga Iribarne asesinando obreros en Gasteiz”. No lo negaré. Pero no podemos permitir que nos dé lecciones sobre paz, sobre convivencia o sobre superación del conflicto, quien lidera la ejecutiva nacional de Sortu en la que toman decisiones David Pla, Oihana San Vicente, Kizkitza Gil de San Vicente, Haimar Altuna o Elena Beloki, condenadas y condenados por terrorismo.

Lo que tenemos que aguantar

La posverdad es la colección de mentiras que necesitas para armar tu relato. Es posverdad lo que dice Arkaitz Rodríguez y es posverdad lo que hace el PP. Lo que necesite Díez Ayuso: mentira, posverdad, pérdida de memoria… Las nuevas generaciones de Madrid respondían al vídeo en el que EAJ-PNV dejaba claro que la presidenta de la comunidad de Madrid manipuló las palabras del lehendakari Pradales, sugiriendo que en el partido jeltzale no hicieron frente a ETA: “El PNV convocó la manifestación en contra de ETA más multitudinaria de la historia”, recordaba Álvaro Herrero en la misma red social. Por cierto, también convocó la primera.

El resultado

Soy suscriptor de dos medios: el Presst de Deia y la edición digital de El Mundo. Creo en el periodismo y en pagar a las y los profesionales, y que pague no significa que pueda exigir que todos los contenidos me gusten. Lo sé. De hecho, hay cosas que puedo leer (porque pago) que me permiten hacerme una idea de cómo están las cosas en la otra trinchera: “Isabel Díaz Ayuso con escotazo y transparencias, y Scarlett Johansson y su cremallera trasera, duelo sexy en los mejores looks del día” (Yo Dona, de El Mundo). Un titular estupendo para entender cómo se siente y cómo piensa la lideresa del PP en su micromundo.

El plan de Trump en dos titulares

La presentación que hizo Donald Trump de su plan de paz para Gaza fue ridícula. Después de un aplastamiento que ha terminado con 65.000 vidas, oír su retórica engolada, su egocentrismo y sus chistes, resultaba doloroso. Su plan queda retratado en dos titulares en El Independiente: “Trump lanza un ultimátum a Hamás con una paz diseñada sin los palestinos: ‘Si la rechazan, Israel tiene mi apoyo para destruirlos’”, primero. Y después: “Netanyahu desafía a Trump y dice que no aceptará un Estado palestino pese a estar incluido en el acuerdo”. Esto es todo y hasta quienes no sabemos nada lo veíamos venir.

Todo vale

Donald Trump hace muy bien dos cosas: elegir a sus enemigos y aprovechar los momentos de máxima atención para colocar sus mierdas. Gobernar, no tanto: “Un fin de semana marcado por la violencia armada volvió a teñir de sangre a Estados Unidos. El ataque más grave se produjo el domingo por la mañana en una iglesia mormona de Michigan, pero no fue el único: entre la noche del sábado y la madrugada del domingo, también se registraron tiroteos masivos en un bar costero de Carolina del Norte, en un casino de Texas y en la turística Bourbon Street de Nueva Orleans” (Página 12). En total: más de diez personas fallecidas.