Las ocurrencias socialistas

El tema de las apuestas deportivas preocupa: primero porque como ya mostramos en esta columna se trata del segundo negocio con más facturación en España después de las telecomunicaciones. Después, y lo que es más grave: por el modo en el que esta actividad está captando a los usuarios más jóvenes por medio de Internet e, incluso, los videojuegos. Así que los partidos lo empiezan a tenerlo en cuenta con más acierto que otro: la idea de los socialistas de Navarra de revertir un 1% de lo recaudado por apuestas deportivas en el patrocinio de deportistas es una bomberada (con perdón) que no ayuda a atajar el problema.

Y las del PP…

Si la precampaña y la campaña incluyesen un torneo a la mayor barbaridad, Pablo Casado sería el único con capacidad para disputárselo a Santiago Abascal. Esta competición podría ser hasta divertida si no fuese porque Pablo Casado puede gobernar o condicionar a Pedro Sánchez si este no cuenta con alternativas de colaboración fuertes (lo que nos toca construir especialmente desde Euskadi y Catalunya), porque las ideas bárbaras de Casado no son anécdotas, precisamente: rebajar el SMI pasa directamente a la categoría de cabronada mayúscula y motivo por el que no votarle jamás.

Lo que decía

En Vox no solo Santiago Abascal es capaz de abrumarnos con verdaderas sandeces: Rocío Monasterio, que representó a este partido en un debate entre mujeres organizado por El Confidencial, aseguró que “en España un mileurista es un dosmileurista atracado por el Estado”. ¿Nunca ha necesitado Monasterio una receta aunque sea de paracetamol? ¿Sus padres perciben pensiones únicamente privadas? ¿El puesto de diputada al que podría acceder con qué dinero cree que se paga? El discurso ultra también en lo neoliberal destapa el mismo modo peligroso de entender la vida.

¿También para esto?

No obstante, la del malgasto de los recursos públicos en España es una vieja historia con algunos episodios muy graves como la guerra sucia o las mordidas organizadas y repartidas por Bárcenas, supuestamente, pero también trufada de notas al pie chuscas: “El personal del Ministerio de Defensa vota miles de veces en una encuesta del diario británico The Telegraph sobre la soberanía de Gibraltar. El análisis de los resultados revela que más de cinco mil votos a favor de España provinieron de IP del ministerio”, cuenta en Twitter un tal “Atónito” que hace honor a su nombre con el link a la noticia del medio británico.

El enfrentamiento, como modo de campaña

Lo siento, pero no me parece en absoluto casual el enfrentamiento televisivo entre Pablo Iglesias y Antonio García Ferreras. Y aunque el enfrentamiento fuese genuino por la cobertura a las noticias y opiniones de Eduardo Inda, señalado como colaborador en la intoxicación contra Podemos que mezcla a aparatos del Estado, Iglesias no puede alzar la voz. Cuanto más mayor me hago menos me gustan los conversos: los de Podemos siempre tuvieron en LaSexta un espacio de privilegio incluso en la época en la que Inda desplegaba sus censurables artes. Todos formaron parte del show porque a todos les convenía. Justo como ahora.

En lo bueno… ¿Y en lo malo?

Posiblemente el partido con el que más haya coincidido el PP cuando vota en el Parlamento Vasco sea EH Bildu. En Juntas Generales y en los pocos ayuntamientos en los que tiene presencia, estoy seguro de que la coincidencia también será algo habitual. Pero Pablo Casado solo se muestra orgulloso de las veces (últimamente, casi son excepciones) en las que el PP se enfrenta a Bildu en el Parlamento Vasco. Unos y otros se apoyan con los votos, pero también en esa estrategia de que no parezca que su suma, junto a los escaños de Podemos, es un muro habitual en Euskadi. Omertá en estado puro.

El partido de los robots

Anda la derecha española a partir un piñón con la extrema derecha en lo ideológico pero también en lo práctico. Si Vox se ha convertido en el partido de los trolls que difunden contenido alarmista y falso, el PP se está convirtiendo, según la denuncia de varios expertos, en el partido de los robots en Twitter. No son pocos los que han encontrado numerosos ejemplos de cuentas creadas con un generador de rostros y mensajes en un único sentido: contra Sánchez y con el PP. Así se las gasta la derecha extremada: con trampas, con falsedades y con dinero (porque todo eso cuesta una pasta).

Sí, todos lo son

Mientras la derecha española lanza una campaña acorde a su escalada ideológica: despiada, en la izquierda siguen viviendo en un mundo de piruletas. A la victimización le ha seguido la infantilización: no me refiero solo al vídeo de Ada Colau imitando el estilo de la chavalada en YouTube, también al programa con niños en el que ha participado Pablo Iglesias, y en el que ha hablado de cómics asegurando que Superman es de derechas y Batman, de izquierdas. Yo estoy más de acuerdo con el sarcástico Egoitz Moreno: “A ver, ¿que todos los superhéroes son basura fascista lo tenemos todos claro? Porque no se salva ni uno, chavales”.

¡Dan ganas de dejar de beber!

Los avisos de Juan Ignacio Pérez Iglesias nunca pueden caer en saco roto. El exrector de la UPV/EHU lleva tiempo advirtiendo de los riesgos del alcohol y de que él se ha pasado convencido a la abstemia por su propia salud. Si alguien duda en seguir sus sanos y reflexionados pasos pero no se ha decidido, que acuda a Vitónica y lea el post sobre los beneficios físicos de dejar de beber alcohol, todos conocidos pero ratificados: mejoramos el descanso, no engordamos, funcionará mejor nuestro corazón, oleremos mejor y tendremos mejor aspecto y hasta asimilaremos mejor el resto de ingestas.

Bizkaia, la más goleadora

Después de confirmar que el último gol de Williams no fue un autogol de Aitor Fernández (desde mi sitio en San Mamés no había duda), los 10 goles del canterano del Athletic hacen que, quince años después, volvamos a tener a uno de Bizkaia con más de una decena de goles en Liga (el último fue Yeste, en 2004, con 11). El dato lo ha sacado, cómo no, la Adurizpedia, que también ha dado a conocer que “Bizkaia es con mucha diferencia la provincia con más goles en la historia de la Liga”. Con 5.454 goles le sacamos poco más de 1.000 a Madrid y más de 1.300 a Gipuzkoa y Barcelona. A la quinta, Asturias, le sacamos más de 2.500.

¿Y las víctimas?

El policía que buscó la confrontación haciendo el gesto de una pistola en el Parlamento es indefendible. Quienes torturaron a la ciudadanía vasca son indefendibles. Quienes les justificaron y hoy intentan protegerlos son indefendibles. El parlamentario que buscó la confrontación con un discurso sobre los nazis es indefendible. Quienes mataron y provocaron las torturas, las justificaciones y la protección al torturador son indefendibles. Quienes hoy siguen amparando a los que mataron son indefendibles. Y no soy equidistante: denuncio que ni a unos ni a otros les importan las víctimas, y que eso es indefendible.

Hace un año también pasaba

Hace un año Mariano Rajoy era presidente del Gobierno y había acercamientos de presos de ETA, se convocaban homenajes a esos terroristas cuando salían de la cárcel, y quedaban 300 asesinatos sin esclarecer mientras se concedían cambios en los grados penitenciarios. Mariano Rajoy era también el presidente del PP, que alguien se lo recuerde a Pablo Casado. Así que su compromiso para que nada de lo anterior suceda suena a papel mojado, por mucho que le empuje la derecha de Ciudadanos o la extrema derecha de Vox. Casado es de esos políticos malos que prometen hasta que metes… El sobre en la urna.

¡No conocen su propio país!

La derecha española sacará mucho la bandera, pero no conoce su país: Albert Rivera se preguntaba por qué no es posible un Facebook o un Google español, y Roboz le respondía en Twitter con acierto. Compitiendo con Facebook y por encima de Twitter, incluso, estuvo Tuenti, una red social que arrasó entre los jóvenes a principios de siglo y que murió de éxito cuando la compró Telefónica. Google, simplemente, no tenía nada que ver con Facebook cuando ambas herramientas fueron lanzadas. La pregunta adecuada sería, entonces, por qué nadie pone las condiciones para que se repita lo de Tuenti.

Ada Colau, en plan megaguay

Espero que el videoblog de Ada Colau se acabe con el vídeo inicial porque produce vergüenza ajena. Si tenemos la mala suerte de que la alcaldesa de Barcelona y su equipo decidan continuar me temo que vamos a pasarlo mal intentando ver sus reflexiones y montajes con un estilo de blogger adolescente que resulta infumable. Y si no lo califica rápidamente como blog de campaña, que no me venga ningún guardián de las esencias a hablar de la alcaldesa bloguera, porque está intentando engañarme y, de paso, engañarse. Lo de Colau con este blog es ridículo, pero menos que la defensa que hacen sus seguidores.

Es espectacular… Pero también es falso

Seguramente le haya llegado vía WhatsApp o lo haya visto en Facebook, Twitter o Instagram: el vídeo del zepelín de Amazon en Japón que va soltando drones con paquetes que serán entregados a los compradores es un montaje. Un montaje bastante logrado y muy espectacular, pero falso, según leemos en Maldito Bulo. Este clip me recordó aquel de los drones con fines militares que, lanzados desde aviones indetectables, eran capaces de localizar un objetivo humano y dispararle. En ambos casos he pensado lo mismo: no estamos tan lejos de verlo como realidad pero, de momento, solo son vídeos falsos.

Sí, son nazis

A los nazis se les combate. Ni se juega a no decir su nombre ni se muestra uno equidistante como si pudieran formar un partido político legítimo. Y en Vox lo que hay son nazis. Esta pieza en La Marea sobre un miembro de Vox en Toledo es meridianamente clara: José Ignacio Vega Peinado fue condenado por una paliza a un profesor de universidad al que dejaron con una minusvalía parcial. Era de esos neonazis que salían “de caza” violenta, aunque hoy se disfrace de empresario con un modelo de negocio ecologista. Perteneció a España 2000 y actualmente es un afiliado activo del partido de Abascal. Sin tapujos.

Marketing vacío

Si tienes un buen producto, con un buen marketing te forras. Pero por muy buen marketing que contrates, si tu producto es malo, no vas a vender mucho. Ayer, dos tuits del PP mostraban su humo: “Los populares somos una garantía para España siempre. Más allá de eslóganes, Pablo Casado propone soluciones a los problemas de los españoles”. Pero colocan el eslogan lo primero sin mencionar ni una sola solución. Y para presentar la candidatura de Dolores Montserrat a Bruselas, tuiteaban: “Hay que invertir el relato y la propaganda de las fake-news independentistas”. Ese es todo su programa.

España vaciada… Y sin representación

El de ayer fue un buen día para poner ejemplos gráficos: con el PP, de cómo a falta de ideas, bandera. Con Ciudadanos, de cómo puedes hacer una campaña con oportunismo. Albert Rivera se acercó a la manifestación de la “España vaciada”, esa España rural que se reivindica, que pide ser oída y atendida. Por supuesto, Rivera se suma. Lo malo para él es que no pocos se acordarán de que es el mismo Rivera que pide un cambio en la ley electoral que, casualmente, le beneficia, dando más peso a los núcleos importantes de población, las ciudades. Si lo logran, ¿quién escucharía a las provincias fuera de la precampaña?

Espero que no

En unos días veremos si lo que anunciaban recientemente en El Independiente se cumple o no: según este digital, la dirección de Podemos habría dado orden a sus “barones” de no hacer declaraciones y de fiarlo todo a una campaña on-line de dos millones de euros para segmentar a la población en redes sociales y abordarla con mensajes perfilados. Espero que la nueva política no se convierta en la antipolítica. Y espero que se den cuenta antes de que sea demasiado tarde de que esa metodología solo funciona cuando lanzas mensajes catastróficos o, simplemente, falsos. Esa es la única forma de impactar.

Cacicada futbolera

Miren, las cartas boca arriba: lo que ha hecho Zinedine Zidane con su hijo (ponerle de titular en un partido de Liga contra el colista) es una cacicada. Justificarlo, además, con que el portero que podía haber jugado (Navas) necesitaba descansar tras dos partidos con su selección es tomarnos el pelo. Y si lo traigo a esta columna es porque nos importa, porque desde estos clubes nos vienen dando lecciones no solo de “señorío”, también de cómo hay que competir hasta lograr una superliga europea que les llene de millones y, al resto de aficionados, de miércoles a San Mamés. Ellos, sin nosotros, los demás, sí que no son nada.

Ridiculizar es ridiculizar

Andreu Buenafuente y su equipo de guionistas y producción están a otro nivel muy superior a cualquiera que dirija, escriba o presente. Su reciente monólogo, al estilo Hamlet, sobre si hay que hablar o no de Vox (y la extrema derecha en general) es digno de guardarlo para siempre. El genial presentador y actor viene a concluir algo muy sencillo: no hay debate sobre la necesidad de votar ni sobre que ridiculizar las ocurrencias de Vox es eso, ridiculizar, y también es necesario hacerlo. Así que ni el postureo del “yo no les menciono”, ni legitimarles hablando de ellos con normalidad: contra los ultras hay que actuar.

Así que, al lío

No necesitábamos que lo dijera Buenafuente porque es obvio, pero es innegable que su respaldo ayuda a acortar algunos debates estériles e ir al grano: “El problema no son los antecedentes. El problema es que son nazis. Y ya no lo pueden ocultar”, tuiteaba Jorge Matías sobre cómo vamos conociendo la incorporación de ultraderechistas a las filas de Vox y el posterior rebote de Ortega Smith. De Vox y sus ramificaciones (como la que hemos visto en Bilbao) no hay que hablar como de un partido más, sino señalar constantemente lo que son y el peligro que nos vuelven a traer.

¿Qué quiero decir?

El auge de la extrema derecha no puede traer nada positivo. Absolutamente nada. Y si pese a las evidencias históricas alguien necesita comprobarlo en persona, se lo preguntamos en unos meses a cualquier andaluz. Pero sí tendremos que aprovechar su presencia para tomar notas y decisiones. Pepe Colubi, por ejemplo, tuiteaba esto hace unos pocos días: “Ayer puse La Sexta en tres momentos distintos del día y en los tres difundían ampliamente las declaraciones homófobas y negacionistas del Holocausto del candidato regional de un pequeño partido ultraderechista. Eso no es información, eso es promoción”.

Ni centro-derecha, ni pamplinas

Con la extrema derecha reaparece otro término, el de colaboracionista. Lo son los medios que blanquean esta opción y lo son los políticos que hablan de “centro-derecha” e incluyen a Vox. Lo es, por supuesto, Pablo Casado, el único de los líderes de la derecha española ultra que se atreve a hablar claramente de la relación entre los tres partidos. Casado presenta a su PP como bisagra, como pegamento para que los rancios y los que añoran el franquismo se sientan representados por un espacio político que, si no aglutina, se conforma con liderar. Ojalá el PP se estrelle con esta estrategia y a Casado le devoren los suyos.

“Derechita cobarde”

A José María Aznar podemos echarle en cara muchas cosas pero no que se esconda: él es de derechas. Y si tiene que escoger, no escoge precisamente el centro-derecha porque eso era un invento de Rajoy. Es más: si tiene que partirse la cara con Abascal para defender la posición conservadora hasta lo casposo de su formación, se la partirá. Aznar, por supuesto, se siente cómodo con el discurso de Casado, que para algo es su delfín (hay quien asegura que hasta su marioneta), y le ayuda a ubicarse con el músculo que al expresidente nunca le ha faltado porque él va de frente, va de cara, va de cara al sol.